Métodos de eutanasia para perros y gatos: comparación y recomendaciones
Métodos de eutanasia para perros y gatos: comparación y recomendaciones
Métodos de eutanasia para perros y gatos: comparación y recomendaciones
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
ACERCA DE LOS MÉTODOS<br />
DE EUTANASIA<br />
La siguiente <strong>de</strong>scripción brinda información <strong>de</strong>tallada acerca<br />
<strong>de</strong>l uso y a<strong>de</strong>cuación <strong>de</strong> cada método <strong>de</strong>scripto en el cuadro<br />
sinóptico, <strong>para</strong> explicar las razones <strong>de</strong> su categorización. Los<br />
mismos están or<strong>de</strong>nados <strong>de</strong> acuerdo con el modo <strong>de</strong> acción y<br />
su aceptabilidad <strong>para</strong> la <strong>eutanasia</strong>.<br />
Los agentes <strong>de</strong> <strong>eutanasia</strong> generalmente se clasifican por sus<br />
características físicas: agentes farmacéuticos no inhalables<br />
(inyectables); agentes inahalables (mezclas <strong>de</strong> gases); métodos<br />
físicos; y venenos. Y funcionan <strong>de</strong> acuerdo con uno <strong>de</strong> los<br />
tres modos <strong>de</strong> acción (Close y colaboradores, 1996; Beaver y<br />
colaboradores, 2001):<br />
• Hipoxia: la muerte es el resultado <strong>de</strong> la reducción <strong>de</strong> la<br />
cantidad <strong>de</strong> oxígeno disponible en las células y tejidos <strong>de</strong>l<br />
animal.<br />
• La <strong>de</strong>presión directa <strong>de</strong> las células nerviosas en los centros<br />
respiratorios <strong>de</strong>l cerebro necesarias <strong>para</strong> mantener la<br />
función vital, llevan a la pérdida <strong>de</strong> conocimiento seguida<br />
<strong>de</strong> muerte.<br />
• La interrupción física <strong>de</strong> la actividad cerebral a través <strong>de</strong><br />
conmoción cerebral, la <strong>de</strong>strucción directa <strong>de</strong>l cerebro, la<br />
<strong>de</strong>spolarización eléctrica <strong>de</strong> las células nerviosas llevan<br />
a un rápido estado <strong>de</strong> inconsciencia. La muerte ocurre a<br />
consecuencia <strong>de</strong> la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> las áreas <strong>de</strong>l cerebro<br />
que controlan las funciones cardíacas y respiratorias.<br />
Agentes farmacéuticos no inhalables<br />
inyectables<br />
Barbitúricos, agentes anestésicos inyectables, T61, Cloruro<br />
<strong>de</strong> Potasio, Sulfato <strong>de</strong> Magnesio e Hidrato <strong>de</strong> Cloral.<br />
RECOMENDADOS<br />
Barbitúricos<br />
Los barbitúricos actúan <strong>de</strong>primiendo el sistema nervioso<br />
central, comenzando por la corteza cerebral, causando una<br />
rápida pérdida <strong>de</strong>l conocimiento progresiva <strong>de</strong> acuerdo con la<br />
anestesia (Beaver y colaboradores, 2001). Su eficacia como<br />
agente analgésico libre <strong>de</strong> efectos secundarios <strong>de</strong> sufrimiento<br />
es ampliamente reconocida. Con un dosis suficiente<br />
(sobredosis), los barbitúricos inducen al paro cardiorespitarorio<br />
<strong>de</strong>primiendo los centros <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l sistema nervioso central<br />
que controlan estas funciones que mantienen la vida.<br />
Para la <strong>eutanasia</strong> <strong>de</strong> <strong>perros</strong> y <strong>gatos</strong>, se prefieren los barbitúricos<br />
que han sido específicamente formulados como agentes<br />
<strong>de</strong> <strong>eutanasia</strong>. La inyección endovenosa <strong>de</strong> una solución <strong>de</strong><br />
Pentobarbitona al 20% se consi<strong>de</strong>ra como el método más<br />
humanitario <strong>de</strong> <strong>eutanasia</strong> <strong>para</strong> <strong>perros</strong> y <strong>gatos</strong> (Reilly, 1993;<br />
Close y colaboradores, 1997; Beaver y colaboradores, 2001;<br />
Autoridad Europea <strong>de</strong> Seguridad Alimentaria, 2005) (Ver el<br />
Anexo 2). Los <strong>perros</strong> y los <strong>gatos</strong> son simplemente “dormidos”;<br />
no hay expresión <strong>de</strong>l dolor audible o <strong>de</strong> otro tipo. En algunos<br />
individuos pue<strong>de</strong> ocurrir una última bocanada cuando el animal<br />
está inconsciente y aunque esto pue<strong>de</strong> resultar angustiante a<br />
los observadores, no es una expresión <strong>de</strong> dolor o molestia, sino<br />
un acto reflejo. La Pentobarbitona es fácil <strong>de</strong> usar, relativamente<br />
económica y segura <strong>para</strong> el operador (siempre y cuándo no sea<br />
mal usada; Ej. si se lo auto inyecta <strong>de</strong> manera <strong>de</strong>liberada).<br />
Cuando la contención física necesaria <strong>para</strong> dar una inyección<br />
endovenosa angustiaría al animal o implicase algún tipo <strong>de</strong><br />
riesgo <strong>para</strong> el operador, entonces la sedación o anestesia<br />
previa (páginas 13–14) u otra vía alternativa <strong>de</strong> administración<br />
aceptada <strong>de</strong>berá ser empleada (Beaver y colaboradores, 2001).<br />
Ante una situación <strong>de</strong> emergencia, la droga pue<strong>de</strong> ser<br />
inyectada directamente <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la cavidad peritoneal<br />
(intraperitoneal). El tiempo que lleva el animal en per<strong>de</strong>r el<br />
conocimiento y morir (15 – 30 minutos) es mayor si la droga<br />
se da <strong>de</strong> manera endovenosa (unos pocos segundos). Se<br />
requiere una dosis más elevada <strong>de</strong> Pentobarbitona <strong>para</strong> la<br />
<strong>eutanasia</strong> intraperitoneal (Grier y Schaffer, 1990; Sinlair,<br />
2004). Esta pue<strong>de</strong> causar irritación en el peritoneo, pero esto<br />
se pue<strong>de</strong> evitar si la droga es combinada con anestesia local.<br />
No existen trabajos publicados sobre el uso <strong>de</strong> la inyección<br />
intraperitoneal en <strong>perros</strong>; sin embargo Sinclair (2004) brinda<br />
relatos anecdóticos sobre <strong>perros</strong> luchando más que <strong>gatos</strong>;<br />
reiteradamente intentando levantarse durante la fase <strong>de</strong><br />
inducción. Por este motivo, la inyección intraperitoneal pue<strong>de</strong><br />
resultar ina<strong>de</strong>cuada <strong>para</strong> animales más gran<strong>de</strong>s.<br />
Aunque la mayoría <strong>de</strong> los <strong>gatos</strong>, <strong>gatos</strong> pequeños y cachorros<br />
parecen per<strong>de</strong>r más lentamente la conciencia que un perro<br />
adulto, estos <strong>de</strong>ben ser controlados <strong>de</strong> cerca y contenidos en<br />
un lugar cálido, oscuro y quieto <strong>para</strong> facilitar la inducción libre<br />
<strong>de</strong> angustia. La combinación <strong>de</strong> Pentobarbitona y Fenitoína<br />
(una droga anticonvulsiva cardiotóxica) pue<strong>de</strong> ser ina<strong>de</strong>cuada<br />
<strong>para</strong> la inyección intraperitoneal, <strong>de</strong>bido a las preocupaciones<br />
sobre las tasas diferentes <strong>de</strong> absorción <strong>de</strong> los dos compuestos<br />
(Sinclair, 2004). Los efectos <strong>de</strong> la Fenitoína sobre el corazón<br />
pue<strong>de</strong>n ocurrir antes <strong>de</strong> que el componente <strong>de</strong> Pentobarbitona<br />
haya causado el estado <strong>de</strong> pérdida <strong>de</strong>l conocimiento<br />
(Fakkema, 1999 citado por Sinclair, 2004).<br />
La técnica <strong>de</strong> la inyección intrahepática <strong>de</strong> Pentobarbitona<br />
ha sido informada por Grier y Schaffer (1990). Cuando<br />
se administra <strong>de</strong> manera correcta, su acción es<br />
consi<strong>de</strong>rablemente más rápida en com<strong>para</strong>ción a la inyección<br />
vía ruta intraperitonal, con paro cardíaco informado entre<br />
11-14 minutos. Sin embargo, la inyección intrahepática<br />
a<strong>de</strong>cuada es técnicamente difícil y pue<strong>de</strong> causar malestar a los<br />
animales (Sinclair, 2004). La administración fuera <strong>de</strong>l órgano<br />
en cuestión (el hígado), está asociada con la excitación, lo cual<br />
también pue<strong>de</strong> resultar angustiante <strong>para</strong> el operador (Grier y<br />
Schaffer, 1990).<br />
• DISCUSSION OF EUTHANASIA METHODS<br />
15