Testimonio - MIES Misioneros de la Esperanza

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Misiones A fondo
Campo de trabajo Misionero
Este año, para participar en la experiencia misionera realizada durante
los días 30 de abril, 1 y 2 de mayo, el único requisito que se
debía cumplir ha sido, como dice la canción, DEJARSE HACER,
estar abiertos al Espíritu de Dios en cada momento para descubrir
lo que el Señor quiere de nosotros, dejando que sea Él quien mueva
los hilos de nuestras vidas.
La misión como tema central, para algunos simplemente curiosidad,
para otros cierta inquietud misionera, otros deseosos de marchar
a tierra de misión en cualquier momento, e incluso algunos
que ya han estado varios años misionando… Todos íbamos dispuestos
a DEJARNOS HACER en nuestra inquietud y vocación
misionera, dispuestos a compartir todo lo que somos, pero sobretodo,
vocacionados a anunciar la Buena Noticia del Reino.
Ya contábamos con la formación necesaria, ya que el fin de semana
anterior, asistimos a las jornadas de Formación apostólica y
misionera que tuvieron lugar en el centro Mies, con la participación
de jóvenes de todos los centros de jóvenes de Málaga. Esta formación,
estuvo dividida en tres bloques diferentes: SER, SABER y
SABER HACER, los dos primeros, contaron con una serie de charlas
fundamentales para ser misionero y para saber lo que debe
saber un misionero (con charlas como: Ser misionero, Introducción
a la Biblia, Sacramentos y Liturgia, Moral fundamental y Cristología);
y el tercero, y no por ello menos importante, contó con una
serie de talleres sobre aspectos fundamentales para enfrentarnos
a cualquier tipo de actividad apostólica, aquí y en cualquier parte
del mundo. Y como no, contamos con un testimonio misionero, que
nos animó mucho más a sumergirnos en la misión.
Volviendo a la experiencia misionera, más de 50 personas, cada
uno desde su centro de jóvenes o comunidad, nos reunimos en
MISIONEROS DE LA ESPERANZA
Dejarme hacer, dejarme hacer,
dejarme hacer es cuanto pides de mí,
dejarme hacer de nuevo por tí,
dejarme hacer en tus manos Señor…
DÉJATE
HACER
2010
Alhaurín de la Torre (Málaga), dispuestos a compartir con las personas
que viven allí, todos nuestros dones. Nos alojamos en algunas
de las aulas y el comedor del Colegio Público Isaac Peral,
muy cerca del centro histórico del pueblo, y allí pudimos convivir y
realizar diversas actividades.
Este año, hemos tenido la gran suerte de poder compartir la experiencia
con la Comunidad Mies María Auxiliadora del mismo pueblo.
Ha sido un gran regalo el encontrarnos con hermanos nuestros
que ya tienen una gran labor realizada alrededor de la Parroquia de
San Sebastián, que tan bien nos acogió. Ésta es la experiencia de
llegar a uno de los países de misiones, donde ya llevamos mucho
tiempo y compartir con los hermanos que allí trabajan.
Las actividades del campo de trabajo, compartidas con la Comunidad
María Auxiliadora, se centraron en la animación de niños y
jóvenes. Cada participante pudo escoger donde quería invertir su
tiempo y desde ahí nos dividimos para formarnos y poder preparar
actividades lúdicas adecuadas a cada grupo.
Estas actividades tuvieron lugar durante la mañana y la tarde del
sábado, el punto de encuentro fue la Plaza de la Concepción, donde
nos reunimos con niños y jóvenes, previamente convocados, y
después nos dividimos según sus edades para realizar diferentes
actividades. Realizamos talleres de manualidades, maquillaje, percusión…
juegos deportivos, karaoke, torneos de video consolas,
en ambos grupos, gymkhana y teatro para la etapa más infantil, y
clases de salsa para los jóvenes.
Y cómo teníamos tantas ganas de Anunciar el Evangelio, no solo
nos quedamos aquí, sino que alguno de nosotros nos dirigimos
a otras dos zonas más alejadas y empobrecidas del pueblo, El
Romeral y Viñagrande, donde también realizamos actividades y
juegos para los niños que allí nos esperaban. Además de estas
actividades propiamente apostólicas, en este intenso fin de semana,
también hubo momentos y ratitos de oración, en los que nos
llenamos del Señor, alabamos y agradecimos el regalo del Amor
y de nuestra vocación de Misioneros de la Esperanza. Y como
no, la Eucaristía como punto fundamental del campo de trabajo,
en la que compartimos con la parroquia, con la Comunidad María
Auxiliadora y con el pueblo en general, nuestro ser misioneros,
cantando con el coro de la Iglesia, y celebrando la gran fiesta del
banquete del Señor.
Como no sólo de trabajar, orar y formarse se trataba, hubo también
momentos lúdico-festivos que no quisimos desaprovechar y
enmarcamos dentro del objetivo general de la actividad. De esta
manera organizamos una tetería nocturna en la plaza de la Iglesia,
con cuentacuentos y cantautor, que estuvo abierta a todas
las personas del pueblo que quisieron asistir como alternativa a la
noche. Y el domingo, después de misa, dos grandes paellas que
compartimos con todos los habitantes de Alhaurín de la Torre que
quisieron acercarse, realizando con los niños y jóvenes juegos de
verbena, cantando y bailando, acompañando y viviendo momentos
con todos ellos.
Eso es la Misión, compartir la vida con los hermanos que el Señor
pone en nuestro camino. Una vez más, la experiencia ha merecido
la pena, el Señor ha estado grande con nosotros, una vez más nos
ha llamado y ha llenado nuestros corazones de Amor para que
vayamos a anunciar su Evangelio. Una vez más podemos decir:
Gracias Señor por darnos el ciento por uno.
Lorena Trujillo
LOS
PARTICIPANTES
OPINAN
“
Bueno, me permito la libertad de compartir con todos
vosotros mi experiencia en el campo de trabajo misionero en
Alhaurín. Si os hablo de él, desde el principio, decir que yo no
tenia muchas ganas de ir, por diversos motivos, entre ellos que
se me olvidó llamar a “Chari” para que contara conmigo pero
para eso estaba el “pater” (Andrés) que ya dijo por mí que iba,
de manera que iba sí o sí. Hoy por hoy, le doy las gracias a
Andrés por decir que yo iba, porque mi experiencia ha sido
muy, muy gratificante, a pesar de que no había duchas, pero
bueno, algunos nos las apañamos para “ducharnos”.
Desde el momento en que llegamos, ya me empezó a gustar
aquello, era una experiencia nueva para mí, puesto que era
el primer año que iba. Se respiró muy buen ambiente en todo
momento por parte de los misioneros, como de los niños del
pueblo… La gente nos acogió muy bien, a pesar de haber comuniones
y demás...
Otra situación que me gusto mucho, es la de compañerismo,
trabajo en equipo, concordancia, amabilidad, entrega... son
tantas palabras con las que se podría definir mi experiencia
que me explayaría más de lo que ya lo estoy haciendo.
Gracias a tanta gente que estuvo allí, no voy a nombrarlos
a todos porque de muchos no me acordaré del nombre (soy
muy malo para eso, perdonad) pero sí que se lo agradezco
de manera especial a Tony, Lorena, Carly, Uri, Cobitos, Lucas,
Alberto, Emilio, Lorena (Marbella), Cristina... y todos y cada
uno de los que estuvimos allí.
Sin más, decir que es una labor, muy gratificante, y que por
supuesto repetiré el año que viene si puedo. Animaos todos
los que no habéis querido o podido o porque no os motivara
el evento, o por cualquier otro motivo por el que no pudisteis
ir, porque merece realmente la pena ir a cositas como estas y
dejar que el Señor inunde nuestros corazones.
Déjate Hacer. Besos y abrazos para todos.
BOLETÍN nº138 • MARZO - JUNIO 2010
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ÓSCAR (Jóvenes de Santa Ana)