Plan de Ordenación de los Recursos Naturales y el Plan Rector de ...

de la masa forestal es la piña, de muy buena calidad y rendimiento piñón/piña. Como aprovechamientos
secundarios cabe citarse la madera y los pastos.
El aprovechamiento ganadero, aunque escaso, debe mantenerse por su beneficioso efecto sobre
el control del combustible del monte.
La actividad cinegética de la zona es de escasa importancia, aunque se debe permitir un
aprovechamiento esporádico y poco intensivo por entidades asociativas de la zona.
El Parque Natural soporta una intensa actividad pesquera, tanto en sus aspectos ocio-deportivos
como profesional. Esta situación se agrava al ser la franja marítima un banco de reproducción
natural y, en proceso involutivo por la sobreexplotación pesquera a que está sometida.
La población activa se concentra en el sector primario y los servicios, dada la especialización
productiva de Barbate (pesca y turismo).
La importancia del sector industrial, o una parte de él, radica en la interconexión con el subsector
pesquero-conservero-construcción naval (aunque apenas se construyen buques, centrándose la
actividad, casi en exclusiva, en el mantenimiento y reparación de los mismos).
La declaración de Parque Natural supone la ordenación de los recursos en todo su ámbito
territorial. La protección implícita que conlleva esta figura no se manifiesta de una manera rígida,
por lo que las actividades no se ven limitadas, sino ordenadas para lograr un desarrollo
equilibrado. De esta forma, en el Parque Natural, se han de armonizar tres aspiraciones básicas:
- La protección y conservación del medio natural.
- El progreso económico y social de sus pueblos.
- El disfrute de sus valores naturales, a través del
fomento de su uso turístico, recreativo y educativo.
2. ZONIFICACION
El artículo 8 del Decreto 11/1990, de 30 de enero, en su apartado b) establece como uno de los
contenidos mínimos del Plan Rector de Uso y Gestión la zonificación general de usos y
actividades.
En el Parque Natural Acantilado y Pinar de Barbate se han establecido tres grados de protección a
los que se han denominado con las letras A, B y C. En cada uno de estos grados se establece una
subdivisión con el objeto de alcanzar una ordenación más matizada y particularizada:
1) Zonas de Protección Grado A: De Protección Integral.
2) Zonas de Protección Grado B: De Conservación y Manejo Extensivo.
3) Zonas de Protección Grado C: De Uso Público.
1) Zonas de protección grado A.
Constituye el máximo nivel de protección en el Parque Natural, y son aquellos espacios de
excepcionales valores naturalísticos, científicos, culturales y paisajísticos en los que prevalecerán,
por su fragilidad, los objetivos de conservación y/o regeneración de ecosistemas, la investigación
científica y la educación ambiental.
Se corresponde con las Subzonas de Protección Integral que agrupan aquellos espacios de
especial interés que ofrecen mayores debilidades ante posibles impactos. Son los casos de las