El olor de las almendras amargas Ensayo de - Luis Quintana Tejera
El olor de las almendras amargas Ensayo de - Luis Quintana Tejera
El olor de las almendras amargas Ensayo de - Luis Quintana Tejera
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
29<br />
ten<strong>de</strong>ncia, se pue<strong>de</strong> llegar a creer en Dios <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectiva curiosamente<br />
escéptica, se pue<strong>de</strong> amar a Dios <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el nihilismo enajenante <strong>de</strong> un corazón que no<br />
quiere hacer suyos esos paradigmas que muchos <strong>de</strong>fien<strong>de</strong>n como condición absoluta.<br />
Esa misma Iglesia que le niega al suicida la posibilidad <strong>de</strong> tierra santa para que<br />
<strong>de</strong>scansen sus restos, es la que se atreve a sostener la existencia <strong>de</strong> un Dios tan<br />
implacable <strong>de</strong>l que sólo encontramos parangón en viejos textos <strong>de</strong> la mitología griega<br />
permeados <strong>de</strong> <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>nte antropomorfismo, y en muchos momentos <strong>de</strong>l implacable<br />
Antiguo Testamento <strong>de</strong> la Biblia. La postura <strong>de</strong>l narrador es altamente crítica en este<br />
momento. Defien<strong>de</strong> -más allá <strong>de</strong> doctrinas y ten<strong>de</strong>ncias-, la libertad <strong>de</strong>l hombre;<br />
libertad que inclusive lo pue<strong>de</strong> llevar a la auto<strong>de</strong>strucción, pero que no por esto <strong>de</strong>be<br />
con<strong>de</strong>narse.<br />
"Pero esos son asuntos <strong>de</strong> Dios" Se trata <strong>de</strong> aproximarnos a una libre<br />
interpretación teísta, en la cual <strong>las</strong> religiones <strong>de</strong>ben <strong>de</strong>jar su lugar a la reflexión serena<br />
<strong>de</strong> la conciencia. <strong>El</strong> dios garciamarquiano no parece respon<strong>de</strong>r a imperativos<br />
categóricos, sino que por el contrario acompaña al hombre pecador; lo compren<strong>de</strong>, lo<br />
ayuda, lo apoya. Des<strong>de</strong> los infinitos experimentos <strong>de</strong> José Arcadio en Cien años <strong>de</strong><br />
soledad para tratar <strong>de</strong> obtener un daguerrotipo <strong>de</strong> Dios, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ese intento imposible<br />
por reproducir lo irreproducible, notamos la latente preocupación en el mundo narrativo<br />
<strong>de</strong>l colombiano, por acce<strong>de</strong>r a Dios, por integrarlo, por lograr quizás la simple<br />
aprehensión <strong>de</strong>l concepto divino. Es aquí en don<strong>de</strong> se enfrentan <strong>las</strong> ten<strong>de</strong>ncias<br />
racionales con la metafísica. Inclusive la propia racionalidad <strong>de</strong> la Iglesia para<br />
interpretar los <strong>de</strong>signios <strong>de</strong> Dios se opone a la propuesta narrativa que estamos<br />
analizando, propuesta que resulta fundamentada —precisamente— en el hecho <strong>de</strong><br />
llegar a incorporar correctamente cuáles son o pue<strong>de</strong>n llegar a ser los "asuntos <strong>de</strong><br />
Dios". Hay algo que continúa siendo auténtico, vigente, real en su propia<br />
contradicción: Dios no pue<strong>de</strong> castigar al hombre gratuitamente, Dios no es negación y<br />
fuerza, sino realización y vida.<br />
Los amores contrariados<br />
<strong>El</strong> doctor Juvenal —<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> cumplir con los trámites que le correspondían