11.05.2013 Views

Descarga Número 4 en PDF - El Manco de La Pesquera

Descarga Número 4 en PDF - El Manco de La Pesquera

Descarga Número 4 en PDF - El Manco de La Pesquera

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Casa <strong>de</strong> “Ceferino” <strong>en</strong> <strong>El</strong> Cuervo, a su lado se hallaba la ti<strong>en</strong>da<br />

<strong>de</strong> su tío Práxe<strong>de</strong>s (Foto <strong>de</strong> Salvador F. Cava)<br />

37<br />

ENTREMONTES 4<br />

www.elmanco.es/<strong>en</strong>tremontes<br />

cabo <strong>de</strong>l puesto <strong>de</strong> <strong>El</strong> Cuervo, Olegario, t<strong>en</strong>ía<br />

órd<strong>en</strong>es <strong>de</strong> custodiar al alcal<strong>de</strong>, y la misma<br />

tar<strong>de</strong>-noche <strong>de</strong> su muerte ambos estuvieron<br />

hablando <strong>de</strong> tal circunstancia. A<strong>de</strong>más es<br />

poco probable que la jov<strong>en</strong> niñera, Aurora,<br />

no le com<strong>en</strong>tase al matrimonio la pres<strong>en</strong>cia<br />

<strong>de</strong> los guardias preguntando por ellos. En<br />

la acción, “Vitini” iba acompañado <strong>de</strong> los<br />

guerrilleros “Vidal”, “Frasquito”, “Carlos” y<br />

“Ceferino”. Se com<strong>en</strong>ta que al cem<strong>en</strong>terio<br />

<strong>de</strong> la Cuesta <strong>de</strong>l Rato fueron los maquis a<br />

dormir tras matar al alcal<strong>de</strong> y a su mujer.<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> las dos muertes, también resultó<br />

herida Patrocinia Jiménez, hermana <strong>de</strong> la<br />

mujer <strong>de</strong>l alcal<strong>de</strong>, y hasta se pi<strong>en</strong>sa que su<br />

hija Carm<strong>en</strong> Gómez Jiménez pudiera haber<br />

corrido semejante suerte <strong>de</strong> no haber estado<br />

<strong>en</strong> la iglesia <strong>en</strong> el rezo <strong>de</strong>l rosario. <strong>El</strong> cura<br />

<strong>de</strong> <strong>en</strong>tonces era Manuel Calomar<strong>de</strong> Jim<strong>en</strong>o.<br />

Al <strong>en</strong>tierro asistió la cúpula <strong>de</strong> mandos <strong>de</strong><br />

Teruel con el gobernador Pizarro a la cabeza.<br />

Aurora, testigo directo <strong>de</strong> aquellos trágicos<br />

sucesos, pues cuidada <strong>de</strong> la hija <strong>de</strong> cuatro<br />

años, nos contó que “el alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong>l Cuervo<br />

t<strong>en</strong>ía un ganado <strong>de</strong> ovejas, y t<strong>en</strong>ían una<br />

hija y a la hija me la quedaba yo todas las<br />

tar<strong>de</strong>s, que t<strong>en</strong>ía cuatro años, mi<strong>en</strong>tras su<br />

madre se iba a esperar al pastor y echarles a<br />

los cor<strong>de</strong>ros. Y una <strong>de</strong> las primeras noches,<br />

estando yo <strong>en</strong> casa <strong>de</strong> ellos, pues iba a casa<br />

<strong>de</strong> ellos a cuidar a la hija, y vi<strong>en</strong><strong>en</strong> como<br />

unos guardias civiles, vestidos <strong>de</strong> guardias, y<br />

me dic<strong>en</strong> que dón<strong>de</strong> estaban los amos <strong>de</strong> la<br />

casa, digo pues no están, no hay ninguno por<br />

aquí, y a la segunda noche volvieron y me<br />

preguntaron lo mismo, y me dijeron que si<br />

lo no les <strong>de</strong>cía la verdad que me castigarían,<br />

pues tampoco estaban por lo mismo <strong>de</strong>l rebaño. Y a la tercera noche me fui al rosario con la hija, que hacían<br />

todos los viernes. Y a la vuelta me <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro con una hermana que t<strong>en</strong>ían que no estaba bi<strong>en</strong> <strong>de</strong> la cabeza,<br />

<strong>en</strong> la calle y llorando, “¡Ay muchachita, muchachita, han matado a dos!”, “¿Cómo que han matado a dos?”.<br />

Dejé la chiquilla <strong>en</strong> casa <strong>de</strong> mi madre y yo me fui sola, y al <strong>en</strong>trar me veo a él, que no creas que no fue un<br />

trago, <strong>en</strong> unas escalerillas que hay así tumbado con las manos así…, <strong>en</strong> la cara, y aún le conté los agujeros,<br />

que llevaba nueve tiros. Entonces yo subí para arriba y vi a su mujer tirada que había hecho tomate frito <strong>en</strong><br />

una sart<strong>en</strong>cita, <strong>en</strong> unas trébe<strong>de</strong>s, me acuerdo, <strong>en</strong>tonces la levanto y dio el último suspiro, y nada, me volví<br />

para fuera, y al salir digo: “¡ <strong>La</strong>drones, sinvergü<strong>en</strong>zas, canallas!”, y a los chillidos me mareé, y al poco llegó<br />

el sacristán que también había ido al rosario, y al oír los chillidos se acercó, y me dio la mano y volví <strong>en</strong> sí, y<br />

le dije lo que había pasado y él se metió <strong>en</strong> su casa y yo me metí <strong>en</strong> la casa <strong>de</strong> mis padres, y a la Patrocinio,<br />

a la hermana, que le había pasado rozando una bala, la subimos y la metimos <strong>en</strong> mi cama, y avisaron a los<br />

guardias y me dijeron que si les acompañaba y yo les dije que <strong>de</strong>masiado llevaba ya, que era muy jov<strong>en</strong>”. <strong>El</strong><br />

padre <strong>de</strong> Aurora sería qui<strong>en</strong> fuese al cuartelillo <strong>de</strong>l pueblo a dar cu<strong>en</strong>ta <strong>de</strong> lo sucedido. Pero no <strong>en</strong>contró a

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!