Astrología Científica Simplificada - Fraternidade Rosacruz no Rio de ...
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Max Hein<strong>de</strong>l – <strong>Astrología</strong> <strong>Científica</strong> <strong>Simplificada</strong><br />
CAPÍTULO I<br />
LOS PLANETAS: LOS SIETE ESPÍRITUS ANTE EL TRONO<br />
La teoría nebular explica con maravillosa ingenuidad, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista<br />
material, <strong>de</strong> como un sistema solar consistente en un Sol y varios planetas,<br />
pue<strong>de</strong> ser formado <strong>de</strong> un nebuloso fuego central, pero su ingenuidad estriba en su<br />
explicación <strong>de</strong> como esta masa <strong>de</strong>be ser puesta en movimiento y <strong>de</strong>spués que<br />
permanezca en movimiento por millones <strong>de</strong> ciclos.<br />
En efecto: algo o alguien, extraño a esa masa ígnea, <strong>de</strong>be ser necesario<br />
para dar ese primer impulso, como indicó Herbert Spencer, quien rechazó la teoría<br />
nebular porque implica una primera causa, pero, sin embargo, incapaz <strong>de</strong> formular<br />
una hipótesis libre <strong>de</strong> ésta, para él, criticable falta. De este modo la teoría científica<br />
<strong>de</strong> la génesis <strong>de</strong> un sistema solar, coinci<strong>de</strong> con la afirmación religiosa <strong>de</strong> una<br />
Causa Primera, llámesela Dios o por otro <strong>no</strong>mbre cualquiera, pero <strong>de</strong> inteligencia<br />
superior, or<strong>de</strong>nando la marcha <strong>de</strong> las estrellas con una <strong>de</strong>finida finalidad.<br />
Esta finalidad <strong>no</strong> po<strong>de</strong>mos <strong>no</strong>sotros ser capaces <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r todavía en<br />
toda su integridad, pero todo a nuestro alre<strong>de</strong>dor en nuestro planeta <strong>no</strong>s revela y<br />
dice, si observamos sin prejuicio, una or<strong>de</strong>nada progresión <strong>de</strong> todas las cosas<br />
hacia la perfección y <strong>de</strong> aquí po<strong>de</strong>mos naturalmente inferir que un proceso similar<br />
<strong>de</strong> evolución <strong>de</strong>be producirse en todos los <strong>de</strong>más planetas y en todo el Universo,<br />
en armonía con las condiciones y leyes preor<strong>de</strong>nadas para cada cual.<br />
Las enseñanzas místicas acerca <strong>de</strong> la formación <strong>de</strong> un sistema solar, armonizan<br />
con la teoría nebular que dice que fueron expulsados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la masa central<br />
<strong>de</strong>l Sol a intervalos, parte <strong>de</strong> esa masa en forma <strong>de</strong> anillos formando los diferentes<br />
planetas, siendo los primeros arrojados los que se hallan más distantes <strong>de</strong>l<br />
centro, mientras que Venus y Mercurio, que son los más cerca<strong>no</strong>s, han sido expulsados<br />
los últimos.<br />
Detrás <strong>de</strong> cada acto hay un pensamiento y <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> cada fenóme<strong>no</strong> visible<br />
hay una causa invisible. De la misma manera, hay una razón espiritual para la<br />
existencia y formación <strong>de</strong> los planetas en un sistema solar, y también una material<br />
explicación.<br />
El fuego nebuloso central pue<strong>de</strong> ser consi<strong>de</strong>rado por <strong>no</strong>sotros, como la primera<br />
manifestación <strong>de</strong> un Dios Triu<strong>no</strong> y Señor <strong>de</strong> las Huestes, el cual contiene<br />
<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> su Ser una multitud <strong>de</strong> otros seres, en diferentes etapas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo.<br />
Sus diversas necesida<strong>de</strong>s requieren diferentes condiciones externas. Para<br />
proveer a tales necesida<strong>de</strong>s, varios planetas fueron lanzados <strong>de</strong> la masa central<br />
estando cada u<strong>no</strong> <strong>de</strong> ellos constituidos diferentemente, y variando las condiciones<br />
climatéricas para cada u<strong>no</strong>. Sin embargo, todos ellos pertenecen al Rei<strong>no</strong> <strong>de</strong> Dios,<br />
el sistema solar. En "Él se mueven, viven y tienen su ser" en el sentido más lato<br />
<strong>de</strong> la palabra, pues la totalidad <strong>de</strong>l sistema solar pue<strong>de</strong> ser consi<strong>de</strong>rado como el<br />
cuerpo <strong>de</strong> Dios, y los planetas como órga<strong>no</strong>s <strong>de</strong>l mismo cuerpo, vivificados por su<br />
Vida, moviéndose por su Fuerza <strong>de</strong> acuerdo con su Voluntad.<br />
Cada planeta es el vehículo físico <strong>de</strong> un exaltado espíritu <strong>de</strong> una inteligencia<br />
espiritual elevadísima, quien representa como ministro al Supremo Ser en tal<br />
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