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Edicion numero 3.p65 - Reporteros del Sur

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eporteros<br />

<strong>del</strong> sur<br />

R Política<br />

Segunda Quincena de Julio de 2008<br />

Alberto y Francisco: el gran error de la campaña<br />

***<br />

Andrés Manuel disfrutó la<br />

bocanada <strong>del</strong> Raleigh y después de<br />

soltar el humo les dijo a todos los que<br />

estaban reunidos en la casa de<br />

campaña: “Si no logramos el ciento<br />

por ciento de representantes en las<br />

casillas y la promoción <strong>del</strong> voto es<br />

deficiente, nos van a ganar”.<br />

Entonces hizo una pausa para<br />

aplastar la colilla en el cenicero y<br />

prosiguió mirando a dos de los<br />

asistentes a la reunión:<br />

“Dependemos de ti, Alberto, y de ti,<br />

Paco. No vayan a fallar, porque nos<br />

chingan”.<br />

Para entonces aún no<br />

empezaba la campaña. Era principios<br />

de enero y Andrés Manuel ya había<br />

decidido confiarle a Alberto Pérez<br />

Mendoza la compleja tarea de cuidar<br />

las más de 130 mil casillas el día de<br />

la elección, y al desconocido<br />

Francisco Yee promover el sufragio.<br />

“Y con ellos no se metan,<br />

respétenlos. No quiero escuchar<br />

ninguna queja, apóyenlos en todo”,<br />

les advirtió López Obrador muchas<br />

veces a sus colaboradores que para<br />

sus adentros protestaban por la<br />

decisión tomada.<br />

A Monreal, Socorro Díaz, José<br />

Agustín Ortiz Pinchetti, Camacho<br />

Solís y Adán Augusto Hernández,<br />

los coordinadores de las cinco<br />

circunscripciones y de la redes<br />

ciudadanas, López Obrador les<br />

advirtió que ellos no debían<br />

involucrarse en el trabajo de Alberto<br />

y Yee, pero era su obligación<br />

apoyarlos cuando ellos lo dijeran. Es<br />

decir: Alberto y Yee pasaban a ser en<br />

el organigrama dos jefes más para los<br />

cinco políticos. EL PRD, determinó<br />

Andrés Manuel, estaría ajeno a dicha<br />

labor. Ya Leonel Cota, el presidente<br />

nacional <strong>del</strong> partido, se había<br />

encargado de dar las instrucciones<br />

pertinentes. La estructura <strong>del</strong><br />

perredismo sería relegada, pero era<br />

lo que menos importaba. Andrés<br />

Manuel se confió de los trescientos<br />

millones de pesos destinados para<br />

cuidar y promover el voto, y de<br />

Alberto y Yee. Se le olvidó que la<br />

confianza no necesariamente es<br />

sinónimo de eficiencia.<br />

Alberto es el hermano no<br />

biológico de Andrés Manuel. Desde<br />

1988, cuando López Obrador buscó<br />

la gobernatura de Tabasco por el<br />

Frente Democrático Nacional,<br />

Alberto ha estado a su lado. Nunca<br />

ha ejercido su oficio de reportero<br />

(sólo fundó un diario en<br />

Villahermosa: La Verdad <strong>del</strong> <strong>Sur</strong>este),<br />

pero esa suerte que suele acompañar<br />

al periodista él la ha tenido para que<br />

le filtren documentos que terminan<br />

ayudando a López Obrador:<br />

Le dieron las pruebas de cómo<br />

el aparato priista aplastó a Andrés<br />

Manuel en ese fraudulento 1988; le<br />

contaron dónde estaban las famosas<br />

cajas con la documentación que<br />

acreditaban los más de 72 millones<br />

de dólares que Madrazo gastó para<br />

“La Victoria<br />

que no Fue”,<br />

En su libro “La Victoria que no Fue”,Óscar<br />

Camacho y Alejandro Almazán, ex reporteros<br />

de los diarios La Jornada y El Universal y ahora<br />

de la revista “emeequis”, relatan cómo, en medio<br />

de protestas silenciosas de cercanos colaboradores,<br />

Andrés Manuel López Obrador<br />

decidió encargar la organización de la<br />

estructura electoral a su “hermano no<br />

biológico”, Alberto Pérez Mendoza y a su amigo<br />

Francisco Yee, cuya soberbia, inexperiencia e<br />

incapacidad contribuyeron decisivamente a la<br />

derrota presidencial. A continuación, el<br />

capitulo V <strong>del</strong> referido libro:<br />

Libro revelador sobre el fracaso obradorista<br />

11<br />

obtener la gobernatura tabasqueña<br />

en 1994, le ayudó a López Obrador<br />

a hurgar información sobre el<br />

Fobaproa ...<br />

No está en duda su lealtad a<br />

Andrés Manuel. Si su jefe cae o se<br />

levanta, Alberto es una réplica. Su<br />

problema, y eso lo sabía los<br />

colaboradores de Andrés Manuel, era<br />

que la única experiencia que Alberto<br />

tenía para vigilar casillas electorales<br />

la había obtenido en los<br />

Procesos de Tabasco. Y<br />

Tabasco, decían los lopezobradoristas<br />

cada vez que podían, no era todo el<br />

país.<br />

Además, Alberto siempre había<br />

contado con la maquinaria <strong>del</strong> PRD<br />

para esa tarea, cosa que en esta<br />

ocasión, por instrucciones de López<br />

Obrador, estaría lejana de la<br />

operación. Por alguna extraña razón<br />

Andrés Manuel se aferró a que<br />

perredismo no participara. Creyó<br />

más en el poder ciudadano que en la<br />

fe que todos los perredistas ya le<br />

habían dado.<br />

Se lastimó al partido cuando<br />

Andrés Manuel le dio a Alberto el<br />

libre albedrío para que escogiera<br />

quién cuidaría el voto el día de la<br />

elección. Y eso le trajo problemas: en<br />

todo el país, los perredistas se<br />

sintieron desplazados, por eso<br />

optaron por guardarse en casa para<br />

soltar la rabia y el desprecio.<br />

Horacio Duarte fue el elegido<br />

para conciliar entre la estructura de<br />

Alberto y el PRD. Hizo todo lo que<br />

estuvo a su alcance para apaciguar<br />

la soberbia de Alberto con el malestar<br />

de los líderes locales. Pero fue muy<br />

difícil: los perredistas no sólo debían<br />

soportar candidatos externos, a los<br />

que Andrés Manuel les dio el visto<br />

bueno, sino que ahora, en su trabajo<br />

de siempre, donde se había curtido<br />

todos estos años, no eran requeridos.<br />

El perredista se sintió herido. En su<br />

idiosincrasia les había faltado una<br />

palmadita en la espalda.<br />

Con Yee ocurrió lo mismo. Ex<br />

secretario de Seguridad Pública en<br />

Baja <strong>Sur</strong> con la administración de<br />

Leonel Cota, Yee traía en su<br />

currículom haber promovido el voto<br />

en regiones de pocos electores: la Paz,<br />

Cabo San Lucas, San Ignacio, Loreto<br />

y Santa Rosalía. En otra palabra: en<br />

Iztapalapa había más gente que en<br />

los lugares donde Yee propagó el<br />

voto a favor de Cota. En las charlas<br />

en corto entre lopezobradoristas<br />

hablaban de que el PRD, con la<br />

corriente de Nueva Izquierda,<br />

principalmente, podía hacer ese<br />

trabajo sin complicaciones, por<br />

ejemplo.<br />

Andrés Manuel, sin embargo,<br />

terminó por comprarle a Cota la idea<br />

de que Yee era el mejor. Y Yee se<br />

regodeaba de ello. Los brigadista de<br />

antaño, entonces, echaron al baúl sus<br />

ganas de promover a Andrés Manuel.<br />

Allá él.<br />

A López Obrador le informaron<br />

que, si no llegaban donaciones de<br />

grandes empresarios, sólo contarían<br />

con un presupuesto de unos 450<br />

Continúa en la página 12

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