Compromisos sutiles en limpio - Jóvenes Adventistas de Nicaragua

Joe Crews - Compromisos Sutiles Edición del día 11 de Julio de 2008 a las 10:36 hrs.
INTRODUCCIÓN.
El asunto de las normas cristianas es probablemente una de las doctrinas más
descuidadas en la iglesia moderna. Muy poco se ha escrito hasta el presente que pueda
proporcionar aun la más elemental instrucción en esta área vital. Sólo se han escrito unos
pocos libros y folletos relacionados con los principios básicos y prácticos que podrían
ayudarnos a ver la diferencia entre la vida cristiana y la mundana.
La razón para esta renuencia a escribir acerca de estos asuntos relacionados con la
conducta cristiana radica probablemente sobre dos temores. Primero, el temor de ofender
a la gran mayoría de los miembros de la iglesia que están viviendo muy por debajo de las
normas bíblicas. Segundo, el temor de ser tildado de juzgador, legalista, de creerse más
santo que los demás.
Nos vemos forzados a reconocer que estos temores han sido a menudo justificados.
Se ha escrito mucho con espíritu de fariseísmo. Satanás ha sacado ventaja de los puntos
de vista fanáticos que fueron expresados por unos pocos y los han usado para intimidar a
los que podrían escribir con moderación sobre este asunto. Y muy a menudo {10} en su
odio extremo contra esta verdad. Satanás ha logrado que muchos en la iglesia consideren
cualquier discusión de las normas cristianas como extremista e impropia.
Estos factores se han combinado para crear una escasez de material sobre este
tema. Por esta razón, sino por alguna otra, existe una tremenda necesidad de educar a la
iglesia en equilibrados principios de conducta, principios que en ninguna manera estén en
pugna con los hermosos conceptos de la justificación por la fe, los cuales deberían ser el
fundamento del estilo de vida de todo verdadero cristiano.
Debemos también admitir que muy poco debiera ser necesario decirse sobre este
asunto. Después de todo, no son las obras el medio de ganar salvación. Somos salvos por
la gracia, por medio de la fe, y no por los méritos obtenidos por las obras, la obediencia o
despliegue exterior de buena conducta de nuestra parte. Poner demasiado énfasis en
estas cosas exteriores podría fácilmente dar lugar a pensar que estamos negando la
justificación por la fe.
Obviamente, al tiempo en que este libro se escribe no hay énfasis exagerado
acerca de este asunto a nivel de la iglesia. Solamente se escuchan ocasionalmente voces
aisladas acerca de este tema. Por otra parte hay un resurgimiento espectacular de la
predicación acerca de la doctrina de la justificación por la fe, lo cual está correcto. Cuando
se predique esta gran verdad en el marco apropiado se verá que la gran necesidad de la
iglesia hoy es la de conocer más acerca de la experiencia real de la justificación y la
santificación. Pero al presentar estas profundas verdades espirituales de la salvación,
nada debería decirse para rebajar la importancia de la obediencia. Algunos parecen casi
incapaces de mantener el hermoso equilibro de la fe y las obras. ¡PERO ESTO ES MUY
IMPORTANTE Y NECESARIO! El comprender mal la gracia o las obras es arruinar la
experiencia y deshacer el testimonio personal.
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