La Ventana marzo 06 - Ventana Digital

homenaje a ana gonzález zoydo
ana
ANTONIA GÓMEZ QUINTANA
Era mi dolor tan alto,
que la puerta de la casa
de donde salí llorando
me llegaba a la cintura.
Ya estarás, entusiasta, tras otro lance y, no de
esperanza falta, volando tan alto, tan alto,
dando a la caza alcance.
Te conocí sola y dentro de ti. Apostada,
tras la ventanilla, atendiendo a monsieur
Sans-délai, dejando a Larra, al otro lado del
espejo, sin un vuelva usted mañana.
No era lo tuyo desempeñar una plaza de
dos mil reales en una covachuela, como el señor
abuelo de Galdós, que en paz descanse.
Tú, aspirabas del aire, el canto de la dulce
filomena, el soto y su donaire, eras noche serena.
Mientras Vetusta, la muy noble y leal ciudad
dormía la siesta, haciendo la digestión
del cocido y la olla podrida, tú, eras en las
calles, rumor de remolinos, revolando de acera
en acera, de esquina en esquina, dando refugio
en tus invisibles pliegues de lucerna.
Siempre tan callando, tan callando.
Ahora, soy astillas de olmo hendido por el
rayo. Pero, vive en mí tu recuerdo e, instruiste
a mi corazón a esperar también, hacia la luz y
hacia la vida, otro milagro de la primavera.
amor, entrega,
humildad
y sencillez
PILAR GARCÍA MORENO
Mujer cumplidora de los Mandamientos de la
Ley de Dios. Principalmente de los dos más
importantes: amar a Dios y al prójimo. ¡Qué
ejemplo de sencillez y caridad!: trabajar en
asociaciones benéficas como Cáritas, Cruz
Roja, Manos Unidas, Asociación contra el
Cáncer. Todo iba unido a ella como necesidad
de hacer sólo el bien. Siempre tenía un
rinconcito en su casa para acoger al que llegara,
fuera quien fuera, no le importaba la raza
ni el color de la piel. Como dice el cantar:
“amaba a todos como hermanos y hacía
siempre el bien”.
Habría que hablar de Ana largo y tendido.
Era la fuente de agua viva donde todos íbamos
a beber y nos saciábamos, porque su vida
era llenar a todos, dar lo que ella era:
amor, cariño, humildad, caridad, sencillez. Y
todo lo hacía porque tuvo una cuna que le enseñó
lo que ella transmitía a los demás.
Ahora en la Casa del Padre, gozando de
su presencia, Él te dirá: ¡hija, cuántos santos
justos siguieron mi camino como tú y hoy se
encuentran en los altares!
Ya que gozas de la vida eterna, tu felicidad
será inmensa.
Se editará un libro con sus escritos
El Ayuntamiento de Montijo ha pedido la autorización de la familia de Ana González
Zoydo para la edición de un libro que recopile su obra literaria. Hija y hermana de escritores,
Ana cultivó a lo largo de su vida la prosa y la poesía.
A continuación reproducimos un texto en el que Ana reflexionaba sobre su “necesidad
vital” de escribir y la vergüenza que le impedía recitar sus obras en público:
notas sobre mis poemas
ANA GONZÁLEZ ZOYDO
“
De familia de poetas también en mí nace la necesidad de escribir; pero siempre escribo
para mí. Nunca he publicado y nunca había leído en público hasta que un día no
pude negarme al requerimiento que me hizo mi gran amigo y gran poeta Teodoro Gracia
para que leyera mis poemas en un recital de versos de amor que estábamos organizando
en Puebla y que, la verdad sea dicha, fue un éxito rotundo, tanto por las composiciones
que se leyeron (del propio Teodoro, de Cati Fernández, de Laly
González-Castell y las mías) como por el montaje teatral con que se dieron a conocer.
Eso pudo animarme a seguir intentando publicar o dar recitales; pero como digo, escribo
por necesidad vital mía; y como además, mi cortedad para ponerme ante el público
y presentar mis sentimientos hechos versos –más o menos buenos, más o menos malos–
es muy grande, no he vuelto a actuar. Sirva de ejemplo de lo que me impone el
público y de lo que temo su veredicto que el pasado día 14 fui invitada a una tertulia literaria
en Badajoz para leer mis poemas. Asistí; pero no fui capaz de recitar ante los intelectuales
que allí estaban porque me daba una gran vergüenza.
Sin embargo, ahora llega otra vez Teodoro y me dice “vamos a leer en la Semana
Cultural de Puebla” y yo, que no quiero negarme a nada que me pida este Quijote de la
Cultura le hago caso por segunda vez y también en la Puebla saldré de mí misma para
aparecer ante los demás.
Como dato curioso: en mi pueblo no conocen esta faceta mía de aspirante a poeta.
”
14
ana y cruz roja
JUAN VILLALOBOS PINILLA
Ana fue durante muchos años presidenta de
Cruz Roja. Fue quien levantó la Asamblea Local
de Montijo cuando no tenia muy buena
imagen en la población. Cogió a un grupito de
jóvenes inexpertos y nos dio responsabilidades
y guió por el buen camino. Nos llevó de la mano
para llegar a lo que es hoy Cruz Roja Montijo,
una asociación respetada, con recursos y
que siempre está donde se la necesita.
Hace unos 5 años decidió dejar la presidencia
y delegar su puesto a uno de los voluntarios
que llevaba más años, porque ya veía
que nos había formado correctamente y
que podíamos andar solos, pero aún así,
siempre estaba ahí para darnos consejos, porque
a veces se nos hacía demasiado grande la
institución. Y siempre nos recibía con una
sonrisa y los brazos abiertos.
Por todos sus años de dedicación a Cruz
Roja, el Comité Provincial de Cruz Roja Española
en Badajoz le concedió al poco de dejar
la presidencia la “Medalla de Plata de
Cruz Roja Española”, la segunda medalla más
importante que concede la institución. Pero
no se crean que se había desvinculado de
Cruz Roja, aún seguía en activo como miembro
del Comité Local de Cruz Roja (Órgano
Principal de Gobierno de la Asamblea Local)
donde se tomaban las decisiones importantes
concernientes al presente y futuro de la Asamblea.
Y como no, era voluntaria vendedora insuperable
de boletos del Sorteo del Oro de
Cruz Roja, con el que a todos sus conocidos
les vendía uno, y lo difícil que nos hacia venderlos
a nosotros, jejejé que cuando íbamos
sobre todo al centro casi siempre era la misma
respuesta: “ya se lo he comprado a Anita”.
¡Cuanta gente te conocía y quería
Ana y sus “niños de la Cruz Roja”. Así es
como nos llamaba “sus niños”, y nosotros la
sentíamos como nuestra madre dentro de cruz
roja y como una gran amiga fuera de ella. Gracias
a ella, sobre todo los que llevamos más
tiempo, hemos crecido como personas, en valores
y hemos aprendido a ser solidarios y a
darlo todo por los demás y por esta institución,
Recuerdo que cuando dedicaba mucho tiempo
a Cruz Roja y dejaba los estudios un poquito
de lado, me regañaba y decía “primero el trabajo
y los estudios y después Cruz Roja, que es
un hobby y solo para vuestro tiempo libre”.
Nos ha enseñado a caminar en Cruz Roja y en
la vida, a llevar a cabo fielmente los siete principios
fundamentales de esta ONG: “Humanidad,
imparcialidad, neutralidad, independencia,
carácter voluntario, unidad y universalidad”.
Ahora nos hemos quedado huérfanos, pero
esperamos que con todo lo que nos ha enseñado
sepamos ir hacia delante y no la defraudemos.
Aún no podemos creer que ya nos haya
dejado, pero con muchas lagrimas en los
ojos… Ana, estés donde estés, ten muy claro
que “tus niños de la Cruz Roja no te olvidarán”
Gracias por ser como eras. Una bellísima
persona.