Autoridad Para Pisar Al Enemigo - Megaportal del Nombre

AUTORIDAD PARA PISAR AL ENEMIGO
misericordioso y salva a aquellos que realmente lo buscan y que
desean la salvación a través de la fe en Jesucristo. Hay muchos
creyentes católicos que aman al Señor profundamente y que le sir­
ven con fidelidad. El catequismo de la Iglesia católica romana dice
que “el plan de salvación de Dios fue logrado ‘una vez para todos’
por la muerte redentora de su Hijo Jesucristo”. Eso señala que la
veneración a María “no quita nada ni agrega nada a la dignidad y a
la eficacia de Cristo como único Mediador”. En mi experiencia, sin
embargo, estas palabras no reflejan las creencias en los corazones
de la mayoría de los católicos romanos en muchas de las naciones
en las cuales he hecho investigaciones y donde he orado. La adora­
ción a María como la reina del cielo y la confianza en sus oraciones
prevalece ampliamente en la mayor parte del mundo por encima
del reconocimiento de Jesús como nuestro único Mediador.
Lo que intento hacer es aclarar la verdad histórica para que el
enemigo ya no pueda mantenernos atados al engaño de la adora­
ción a la reina del cielo -en cualquier forma en la que aparezca-.
Comparto esta información con quienes han sido llamados y con
aquellos que se mueven en la oración de guerra espiritual de nivel
estratégico para que veamos cómo esta autoridad puede afianzarse
y mantener el poder y el control. Es vital que comprendamos estas
verdades para poder orar específica y efectivamente, y ver cómo se li­
beran las naciones afectadas de manera profunda por estos hechos.
Permítame mostrarle a qué me refiero. El momento más so­
brenatural que jamás experimenté en años de practicar la guerra
espiritual de nivel estratégico involucró la adoración a María. Esta
experiencia muestra la efectividad de la oración de guerra y de la
investigación combinadas para ayudar a liberar la región del domi­
nio del enemigo.
Santa María la Mayor
Al investigar esta información sobre el poder que la reina del
cielo tiene para engañar y destruir, Alice Smith y yo lideramos un
equipo de veintiún intercesores en un viaje de oración de guerra a
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