Octubre 2012 - Religiosas angélicas

artas
Cartas
de gratitud
Una vez más y ante las muchas comunicaciones recibidas, nos vemos precisados a
abreviar su contenido.
Un quiste en el páncreas
[2.112] ...............................Me diagnosticaron un cáncer en el páncreas (dos hermanos míos murieron
de lo mismo a los 54 y 50 años). Pedí ayuda la Santa en su capilla. Salí de
allí con mucha paz y, con su reliquia, me fui al quirófano. Fueron ocho horas
de una operación muy agresiva. Todo salió bien y la recuperación fan-
María Carmen Burguete tástica. Gracias a la Madre Genoveva por escucharme y quitarme el miedo.
Exámenes brillantes
[2.113] ...............................Le pedí ayuda a la Santa sabiendo que con ella a mi lado todo me saldría
Rosario
LA PUEBLA DE CAZALLA, Sevilla
Dos favores muy grandes
16 Ángel de la soledad
bien. Así fue. Siempre la llevo conmigo, en el bolso, en el coche, en el trabajo.
He visitado su sepulcro para dar gracias.
[2.114] ...............................Soy una aragonesa que vive en Madrid. No conocía a Santa Genoveva, pero
me la recomendó una amiga de mi pueblo que es Cervera de la Cañada. Me
encomendé a ella y me ha concedido muchas cosas, pero sobre todo dos fa-
María Victoria
MADRID
vores muy grandes. Tengo su estampa en la mesilla de noche, y lo primero que
hago es rezar su oración cada mañana.
El Boletín “Ángel de la Soledad” cayó en mis manos
[2.115] ...............................Hace cinco años me detectaron metástasis en las costillas y un pequeño tumor
en el pulmón, pero no podía operarme porque hacía veinte años me extirparon
el pulmón izquierdo. El caso era muy grave. En el control de enero de 2012, el
informe del TAC decía que mi enfermedad podía haber pasado al hígado. Me temía
lo peor, tenía “cara de enferma”. La doctora me mandó hacer otra prueba,
un PET, para saber con certeza mi estado de salud. Por casualidad empecé a leer
un boletín; “Ángel de la Soledad” muy antiguo, traído de Zaragoza en julio pasado.
Era el Señor quien me lo había puesto a mi alcance para conocer a la Madre
Genoveva. Empecé a rezar la oración que traía el boletín y a pedir estampas.
La Madre Vicenta Moral me atendió maravillosamente. Comencé la novena con
mucha devoción y confianza, pensando que más que casualidad era la Providencia
quien me ponía al alcance de la Santa. Al ir a Barcelona a recoger las
pruebas, la doctora leyó el informe y me dijo que todo estaba limpio. Para mí
Carmen
todo esto ha sido un milagro. Doy las gracias y visito el sepulcro de la Madre.