Edición 657-658 Enero-Febrero 2010 - Revista Carabineros

Mensajes que importan
Iniciamos la plática con este singular
carabinero poco antes de que comience
su transformación y participe en la rutina
preparada especialmente para los colegios.
Mide un metro 89 centímetros y se impone
por presencia; tanto así, que podría
intimidar con facilidad a un delincuente.
Confiesa que vestirse de payaso y hacer
reír a los niños es pura vocación para ayudar
a dos nobles causas: promover valores y
buenos hábitos entre los niños y dar a
conocer la labor de Carabineros de Chile.
En escena
La canción del Oso Gominola estimula
los ánimos y la algarabía infantil, hasta
que hace su entrada en un improvisado
escenario el Cabo 1º Claudio Monsalves
Espinoza, quien también integra la Patrulla
Comunitaria y además lleva el hilo
conductor de la rutina. En un lugar no
visible, el otro miembro de este trío, el
Cabo 2º Alexis Rivera Donoso, se encarga
de poner la música en un notebook con
canciones de moda y altamente pegajosas.
Cuando el Cabo Monsalves inicia el
diálogo con los pequeños, está todo
dispuesto para que entre el payaso
Bombilla. “Hola, hola, hola”, dice al
ingresar al patio, dibujando sonrisas
mientras avanza entre el público menudo
que lo mira, casi con devoción. El Cabo
Monsalves intenta mantener a raya al
payaso Bombilla, pero es casi imposible.
Tal como hemos visto en rutinas clásicas
como don Francisco y Mandolino, El
Indio y El Flaco, Anthony y La Cuatro
Dientes, estos dos carabineros desarrollan
la rutina del personaje serio y el personaje
chistoso para generar un diálogo
entretenido, con muchas preguntas y
respuestas; pero, a diferencia de la gente
de la televisión, aquí el contenido es
otro. Priman mensajes importantes para
los niños: “sean cuidadosos cuando van
al colegio, respeten las señales de tránsito,
no llamen al 133 para hacer bromas, y
cuiden su cuerpo”.
En un momento, el tony Bombilla toma
el teléfono y llama a Carabineros por
una verdadera emergencia: el villano,
representado por el Cabo Alexis Rivera,
le ha robado la mochila. Al segundo
aparece el Cabo Monsalves.
-Aquí estoy, Bombilla.
-¡Pucha que llegó rápido, mi Cabo!
-Eso es gracias al Plan Cuadrante.
El payaso que quiso navegar
De regreso en la 2ª. Comisaría Valparaiso
Central, el Cabo Cortés nos cuenta que
pasó su infancia en el puerto de
Coquimbo, ciudad donde vivió
inolvidables momentos vinculados a la
Armada. Su padre lo inscribió en la
Brigada Pre Naval, en la cual aprendió
instrucción militar, se lució en los desfiles
para fechas importantes y hasta fue
aceptado en la banda de guerra.
Paralelamente, fue seleccionado regional
de básquetbol y no perdía oportunidad
para jugar fútbol. Cuando salió del
colegio, su padre tenía intenciones de
que entrara a la Armada, pero su
vocación iba por otro lado: ser
carabinero. “Siempre me gustó la acción.
Me imaginaba persiguiendo delincuentes
arriba de una moto, ayudando a la gente
que era asaltada, participando en
operativos. Sabía que en esta Institución
iba a vivir todo eso”. Y no se equivocó.
ENERO - FEBRERO 2010
DE CHILE
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