real y venerable hermandad sacramental, carmelitana, fervorosa y ...

Fueron estrenadas las potencias de plata dorada, que actualmente se le coloca al Titular
en la Estación de Penitencia y que fueron
donadas por el hermano José García Medina,
que era el segundo mayordomo. En el mes de
mayo de este mismo año, se redactan unos
nuevos estatutos para que la Hermandad sea
definitivamente erigida canónicamente, siéndole
presentados al Excmo. y Rvdo. Obispo de la
Diócesis. Siguiendo con las anécdotas, de los
primeros años comentar. Que en realidad se le
quiso fundar con el nombre de la Lanzada.
Destacar también la ausencia de lluvia durante
los años 1959 al 1966, no así el levante, que nos
acompañó durante seis Estaciones de
Penitencia. El único Hermano Mayor Honorario
que ha tenido la Hermandad ha sido D. Manuel
Fernández Ortega y fue nombrado en Junta
celebrada el día 1 del mes de junio del año 1958. Cabe también destacar que aunque la
Camarera de Honor era Carmen García Castejón, y las camaristas efectivas Milagros
Landera y María del Carmen Quiñones García, el único que tocaba las imágenes y el
paso era D. Jesús Díaz Noriega Roldán, que siempre ha sido el Mayordomo. En el año
1967, la Hermandad conoció las dos caras de la moneda, por un lado alegre, la Estación
de Penitencia, los estrenos, los cultos, el proyecto de un nuevo paso, y por el otro el
desgraciado incendio sufrido por el Titular en su altar. En la Estación de Penitencia del
Lunes Santo, día 20 del mes de marzo del año 1967, se estrena un Senatus en orfebrería
obra de D. Jesús Domínguez, siendo sustituido posteriormente ya que presentaba
infinidad de defectos, por la prisa en terminarlo el mismo Sábado de Pasión. Por fin
fueron sustituidos los antiestéticos cirios de gasolina por otros litúrgicos de cera,
dándose las circunstancias de que esta Hermandad fue la segunda en adoptarlo. Una vez
pasada la Semana Santa, en Junta celebrada el día 5 del mes de mayo coincidiendo con
el Décimo Aniversario de la Fundación, se acuerda por unanimidad la construcción de
un nuevo paso en madera, tallado y dorado en oro fino, encargándose el citado tallado a
D. Antonio Sánchez González. En la noche del día 2 del mes de mayo del año 1967,
vino un gran contratiempo. La Bendita y Sagrada Imagen sufre un desgraciado incendio
en el altar, motivado por una vela que prendió la túnica de terciopelo dejando la imagen
completamente afectada, siendo afortunadamente, el rostro la parte menos dañada. La
restauración fue llevada rápidamente en Sevilla por D. José Fernández, discípulo de D.
Antonio Castillo Lastrucci. Los gastos de la restauración fueron costeados por los
hermanos y feligreses del barrio de la Pastora, en unas mesas petitorias colocadas para
tal fin, ascendiendo la recaudación a 18.000 pesetas, lo necesario para abonar el importe
de la restauración. El día 8 del mes de abril del año 1968, Lunes Santo se estrena el paso
tallado por D. Manuel Guzmán Bejarano y dorado por D. Antonio Sánchez González.
La talla es todo un encaje del más puro estilo sevillano, empleándose para el dorado
hojas finísimas de oro batido manualmente y conocido como oro de San Luis.