Segrcgaciones de las - Funcas

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CULL \úmero «le buques que han salido «le este puerto para otros «leí estraugero en los «los años de 1843 y 18 44, según los datos oficiales «lela misma aduana. AÑOS. BUQUES. TONELADAS. TRIPULACIÓN. j 1843.... 75 2051 495 1 1844.... \ G4 2162 430 Estos buques hau conducido los artículos siguientes. NOM ENCLATURA. UNIDAD , AÑOS. PESO ó MEDIDA, 18 43 184* Ajos Arrobas. 12 Albaricoqu.es id. 10 id. 10 » id. 15 „ id. 3014 „ Fanegas. 39 „ Cebollas Ar'obas. 240 » Cerezas id. 30 Número. 20 » id. 9080 „ Arrobas. 3 40 Manzanas id. 80 „ Melones id. ¡30 250 Millares. 7 59 i 79 44 Patatas Arrobas. 20 » Tomates id. 190 id. 40 » Total valor de estos artículos Rs. vn. 352615 320808 No hubo derechos de esportacion. FERIAS Y MERCADOS. El Regente del reino concedió en 1842 una feria anual en los tres últimos dias de la semana de Pascua
282 C U L L C U L L buen puerto en el golfo valenciano no solo .es útil al comercio y á los intereses de la prov., sino que es beneficioso para la humanidad y por lo tanto necesario. Al comercio le resultaría palpables beneficios, porque careciendo toda aquella costa de un punto cómodo para el embarque y desembarque de géneros y efectos, p» puede efectuarse en la actualidad sin grandes riesgos y peligros y á costa de muchos gastos , Ja estraccion de los ricos y abundantes frutos de la prov. y de todo el reino de Valencia, ni la esportacion de los que en ella hacen falta. Los barcos estranjeros no se atreven á ir á aquella costa tan desabrigada á hacer los recíprocos cambios que producen su movimiento mercantil tan apetecible, y exigen que los comerciantes y propietarios del pais les pongan sus cargamentos en un puerto seguro como el de Barcelona , para desde alli trasportarlo á América y otros puntos. Sí se construyera un puerto seguro en el parage mas acomodado del golfo, no se encontrarían esos impedimentos, se disminuirían los gastos y el comercio seria directo. Esta ventaja se estenderia también á otras prov. del interior, á las Castillas, á la corte misma, porque un puerto construido en el golfo Valenciano seria el que menos distaria de Madrid en el mediterráneo, mayormente cuando se concluyera la carretera de las Cabrillas. Pero aunque todas estas ventajas fuesen ficticias, la humanidad reclama un puerto en el referido golfo. Si tuviéramos á la mano una estadística de todas las embarcaciones que óe han perdido en este golfo, y de las personas que han sido víctimas del furor de las tempestades en esta estension de costa, horrorizaría por cierto su incalculable número: cada dia se ven barcos destrozados que no encuentran auxilio en tan desabrigada costa; nada es mas común que tras una tempestad encontrar cadáveres en la orilla del mar; y todos estos acontecimientos, demasiado sensibles para todo el que se precie de humano, se evitarían si los buques que cruzan aquellas aguas tuviesen un sitio donde poder cobijarse. Véase, pues, como la construcción del referido puerto no solo es útil al comercio, sino que también á la navegación, á la humanidad. Pero, ¿cuál es el mejor sitio para ello? Aqui es donde se suscitan las cuestiones; cada pueblo cree que su rada es la mas á propósito ; pero nosotros á fuer de imparciales y sin pretender halagar los intereses de nadie, intereses que deben debatirse en otra parte, solo espondremos nuestra opinión conforme con la del Sr. del Valle. Si recorremos toda la costa comprendida entre los Alfaques y el Cabo de San Antonio, se echará de ver que toda ella es rasa y desabrigada , toda casi tan pelada como la encontramos en el Grao de Valencia, y esta circunstancia manifiesta que cn cualquier parage que elijamos en ella para la construcción de un puerto, solo podrá llevarse á cabo por un grande esfuerzo, por una constancia sin lím., y á fuerza de obras de mucha consideración , cuyo coste seria estraordinario. En esta clase de obras la naturaleza debe hacer lo mas, ella es la que debe oponer un dique á la mar embravecida ; el arte debe hacer lo menos , porque de lo contrario seria pedir mucho entregar en nuestras manos una costa desierta , pelada é infecunda, para que la convirtiéramos cn un puerto abrigado, cómodo y capaz. Pero en medio de un desabrigo tan ge neral en toda esta costa, la naturaleza ha colocado á las inmediaciones de Cullera , á la dist. de 5 leg. de la cap. y á la izq. de la desembocadura del Júcar, una pequeña cord. de montañas peladas, de bastante elevación , á que se da el nombre de monte de las Zorras ó de Cullera, la cual avanza hacia el mar unos 1,400 pies, firmando el Cabo ya tantas veces referido. Deja un recinto de 20,000 pies de long., y de 6 á 7,000 de lat.; el islote de los Pensamientos se halla separado «nos 325 pie* del Cabo; el escollo del Moro dista 3,700 pies de la costa; la desembocadura del Júcar á 7,500 del escollo del Moro, v la v. de Cullera 14,950 del Cabo. Todas estas circunstancias influyen favorablemente para la construcción de un puerto en el seno de que se trata: unas facilitarán su construcción y otras serán ventajosas para su seguridad y conveniencia. El boquete de 325 pi'.s que queda entre el Cabo y el islote, deberán cerrarse con un pequeño muelle, con lo cual se remediarán inconvenientes de consideración y se obtendrán también ventajas de mucha valía: primera, los vientos E., NE. y ENE. que tan á menudo alborotan el mar, no podrán con esta construcción incomodar cn lo mas mínimo el recinto que ha de servir de puerto: segunda, se impedirá sit. desde cl estremo meridional de la isleta hacia la costa, el cual como compuesto de fango y alga en la parte superior y de arena en la inferior, es fácil hacer desaparecer: y tercera, con solo cerrar el boquete se logra ya la ventaja de tener un espacio perfectamente resguardado, el cual después de practicada la limpia necesaria para proporcionar una profundidad de 20 á 24 pies, serviría para abrigo de 30 ó 40 bar cos de 400 toneladas, con lo cual se empezaría á sacar el fruto de una obra que tantas ventajas debe proporcionar. Para conseguir que el puerto tenga mucha mas capacidad y pueda recibir en su recinto gran número de barcos , se hace necesario un muelle á continuación de la isleta, cuya forma, colocación y dirección, respecto de ella, de la corriente litoral y de los vientos, es seguramente lo mas importante de esta obra, pues en ella estriba el buen resultado del puerto. Deberá tener este muelle unos 2,200 pies de long , y 00 de lat. en su parte superior, siguiendo como una prolongación de la isleta é íntimamente unido á ella, la dirección del SO.; de manera que siendo uno de los vientos mas perjudiciales el SE., se logrará asi la mayor capacidad posible resguardada con la long. del muelle. Con esta construcción resultará un puerto de 392,611 varas cuadradas, en el cual estarán los buques con la misma seguridad y calma que en una dársena, y como el espacio comprendido entre el puerto y la isla del Moro, la playa y la costa es muy considerable y presenta mucho desahogo , podrán tomar con comodidad y sin riesgo alguno la entrada en el puerto, cualquiera que sea el viento reinante. Ya se ha dicho antes que debe hacerse una buena limpia para que pueda contener barcos de consideración , la cual será determinada por el calado que se debe proporcionar á los buques, estendiéndose algo mas afuera del puerto para que quede todavía mas espedita su entrada en él. A la punta del gran muelle se construirá una batería para guardar la entrada del puerto, colocando en ella y en el Peñón del Moro, después de levantado á la altura conveniente las haces del puerto, y el faro en la parte mas alta del monte donde hoy dia está la torre del Cabo. Se debería también hacer un camino desde el muelle á los almacenes y á la v., edilicios para aduana y capitán del puerto, y otras oficinas correspondientes, descargaderos, escalinatas y otras obras secundarias, pero precisas é indispensables. El presupuesto de gastos que presentó el referido ingeniero del Valle, asciende á la suma de 23.917,802 rs. Hasta aqui el proyecto del Sr. D. José Ros. Pero seria de poca 'consideración, no daría por sí solo los mas apetecibles resultados á la prov., á las Castillas y á la corte misma, si como consecuencia de este puerto no se llevase á cabo la grande idea del marques de la Romana. Un canal que desde dicho puerto por la Albufera llegase á las mismas puertas de Valencia, seria una obra colosal, no por sus gastos que no debieran ser de consideración, sino por los grandes beneficios que de ello se seguirían á la agricultura , á la ind. y al comercio de uno de los terr. mas ricos y hermosos de España y aun de Europa. De este modo llegaria la c. del Cid á tener un buen puerto, veria floreciente su movimiento mercantil; de lo contrario quizás no pueda conseguir nunca en su Grao dar abrigo á las embarcaciones, por mas que se hagan gastos tan cuantiosos como los que tienen sepultados en las arenas. Hé aquí las grandes mejoras que reclama el ant. reino valenciano, mejoras que el Gobierno de S. M. debe protejer porque son las que pueden dar gloria y esplendor á nuestra patria. HISTORIA. D. Gregorio Mayans opinó ser Cullera la c. .Sí cana ó Sitana de Avieno. identificada con Smtabis por algunos; pero Sicana es mas bien la actual Cenia. Otros creen haberse llamado Cullera, en la antigüedad Suero; mas esta es Alcira. Cullera es pobl. ant., pero nada consta de ella hasta que aparece mencionada bajo la dominación agarena con el nombre de Colira. Trató de apoderarse de ella el rey D. Jaime de Aragón en 1234; mas hubo de limitarse á practicar sobre ella un reconocimiento por medio de D. Pedro Cornel y D. Rodrigo de Lizana. Al año siguiente la atacó el mismo rey y tampoco pudo tomarla: el Wali de Dénia Djomail, participó al emir como habia obligado al tirano Gaynis [Jaime] á levantar el sitio ; pero que si no se acudía pronto á su socorro, tendría que rendirle vasallage. Fué concedida Cullera al rey de Valencia en Ja capitulación de esta e. , y le sirvió de refugio que las corrientes formen otro banco como el del Caballo, con muchos de sus vasallos, aunque á poco tuvieron que abandonarla tamkien á las conquistas del mismo D. Jaime, quien,
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