Cuentos zen para la vida diaria y los negocios - Historias de un ...
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142 CUENTO ZEN: Maestro, ¿cómo te das cuenta cuando <strong>la</strong> esperanza está<br />
a p<strong>un</strong>to <strong>de</strong> morir? ¿Qué queda <strong>de</strong>spués? Hijo, lo sabrás cuando tengas que<br />
<strong>de</strong>tener tu camino, volver al p<strong>un</strong>to en que tuviste que elegir <strong>un</strong> sen<strong>de</strong>ro<br />
entre varios, elegir otro, y seguir andando. A partir <strong>de</strong> ahí sólo te quedan tus<br />
sandalias y el polvo <strong>de</strong>l camino. Todo lo <strong>de</strong>más está por crearse.<br />
143 CUENTO ZEN: Maestro, ¿por qué <strong>la</strong> <strong>vida</strong> actual es tan complicada?<br />
Hijo, porque el hombre creyó que se <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>ba, que avanzaba, que era<br />
cada vez más sabio, y le pareció que lo simple no se con<strong>de</strong>cía con ese avance.<br />
Por eso lo complicó todo y cayó en su propia trampa. Los únicos que no<br />
cayeron en el<strong>la</strong> son <strong>los</strong> exitosos <strong>de</strong> hoy, porque piensan y hacen lo obvio.<br />
144 CUENTO ZEN: Maestro, como madre estoy orgul<strong>los</strong>a <strong>de</strong> que mi hijo<br />
haya entrado en batal<strong>la</strong> y ofrendado su <strong>vida</strong> por <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r a <strong>la</strong> Patria, pero el<br />
dolor no <strong>de</strong>saparece. ¿Cómo me pue<strong>de</strong>s ayudar? Hija, no te puedo ayudar<br />
porque consi<strong>de</strong>ro que no hay creencia alg<strong>un</strong>a que justifique dar <strong>la</strong> <strong>vida</strong> por<br />
el<strong>la</strong>. Yo hubiera estado orgul<strong>los</strong>o <strong>de</strong> evitar que mi hijo muriera. Lo que tú<br />
buscas es <strong>un</strong>a justificación porque en el fondo crees que ha muerto en vano.<br />
145 CUENTO ZEN: Maestro, no comprendo cómo si alguien todopo<strong>de</strong>roso<br />
nos creó nos hizo infelices cuando le hubiera bastado hacernos felices y<br />
p<strong>un</strong>to. El sacerdote me dijo que lo hizo <strong>para</strong> probarnos. ¿Qué opinas? Hijo,<br />
alguien así no necesitaría probar nada porque ya lo sabría todo. A<strong>de</strong>más, ¿<strong>de</strong><br />
dón<strong>de</strong> sacas que fuiste creado? Tú sólo eres <strong>un</strong> acci<strong>de</strong>nte evolutivo y tu<br />
felicidad es tu responsabilidad, <strong>de</strong> nadie más.<br />
146 CUENTO ZEN: Maestro, he pasado por 4 clínicas <strong>de</strong> rehabilitación y no<br />
me han podido curar mi <strong>de</strong> adicción. ¿Conoces alg<strong>un</strong>a buena? Hijo, tu caso<br />
CUENTOS ZEN PARA LA VIDA DIARIA Y LOS NEGOCIOS – MARIANO MERINO Página 40