Número XIII - Mayo 2012 - Jangala Magazine

nal días atrás…
Y yo tenía en mi habitación
una rana común y un sapo asiático
en una improvisada cámara
de hidratación porque en el hotel
caían en una piscina de agua
salada y morían intoxicados y
deshidratados una gran cantidad
de anfibios durante la noche.
De esta forma en tres días
pude rescatar a varias ranas de
una muerte segura.
Todo esto acabó en declaraciones,
retenciones de pasaportes,
abogados y juicio ante una
corte varios días después…
Nos enteramos allí que este
organismo se queda con el 25%
de las multas impuestas , razón
por la cual a cada uno nos impusieron
unas elevadísimas multas
aprovechándose de nuestra condición
de extranjeros apoyados
por una empresa internacional.
Tuvimos que declararnos
culpables de las faltas imputadas
para poder pagar la multa e
irnos tranquilos a casa, nuestro
abogado, además de avergonzado
por su propio país, nos dijo
que podíamos declararnos NO
culpables y que en una apelación
saldríamos absueltos porque no
había delito ni faltas demostrables.
Pero eso podría retrasar
nuestro regreso a casa días o incluso
semanas, por lo que la opción
de declararse culpable era la
más conveniente.
Esto quisiera que sirviera de
ejemplo para los compañeros
que piensan realizar este tipo de
viajes y para que siempre se anden
con mucho cuidado para no
caer en confusiones como estas.
La ignorancia y el resentimiento
en estos países juega un papel
muy determinante ante situacio-
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nes como esta, en la que el sentimiento
de vulnerabilidad es muy
grande.
Afortunadamente esto sólo
fue un trago amargo después
de un gran banquete de buenos
lugares, excelentes momentos,
inolvidables experiencias y una
muy grata compañía…
Para mi siempre será recordado
como LA GRAN AVEN-
TURA!
Edgar Wefer Borges.