Salón Boedo Tango Milonguero o Bailarín Corazonada - Planet Tango
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Cuento<br />
“En el amor no hay temor, sino que el perfecto<br />
amor echa afuera al temor; porque el temor<br />
lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha<br />
sido perfeccionado en el amor”<br />
1ª Epístola de Juan 4:18<br />
El hombre decide el cambio sobre la<br />
marcha. El plan original era pasar un<br />
par de horas en el bailongo vespertino<br />
del <strong>Salón</strong> La Argentina, distante apenas cuatro<br />
cuadras que pueden cubrirse a pie, y luego<br />
sí, a comprar empanadas en La Americana y<br />
manejar hasta su casa en Morón, que mañana<br />
es martes, y la jornada de trabajo promete ser<br />
intensa.<br />
Pero, mientras termina de beber un café<br />
en el barcito de Bartolomé Mitre y Uruguay,<br />
su voz interior le indica, insistentemente, que<br />
hoy es mejor ir a la milonga de la Sociedad<br />
Leonesa, en Humberto Primo y San José.<br />
Desde el punto de vista práctico, la alternativa<br />
no es desdeñable pues, si bien supone<br />
zambullirse en el tránsito del macrocentro<br />
en plena hora pico, al regresar, el acceso Riobamba<br />
a la autopista 25 de Mayo está a tiro de<br />
escopeta.<br />
Pero hay más. Dentro suyo surge esta idea,<br />
que cobra entidad hasta la certeza: en ese<br />
lugar, esa misma tarde, va a conocer, quizás<br />
bailando un Castillo con Tanturi, a la mujer<br />
que marcará para siempre su existencia.<br />
¡Un verdadero despropósito! Reflexiona un<br />
momento, pero nada más viene a su mente,<br />
33 B.A.TANGO<br />
Buenos Aires <strong>Tango</strong><br />
<strong>Corazonada</strong><br />
por Ángel Mario Herreros<br />
salvo esta especie de mandato al que no puede<br />
resistir, así que retira el coche del garaje y toma<br />
por Uruguay para el lado de Constitución,<br />
rumbo a una cita a ciegas cuya celebración es<br />
totalmente independiente de la voluntad de<br />
quienes van a encontrarse, en instantes, sobre la<br />
pista de madera del antiguo club.<br />
A veinte calles de allí la mujer acaba de llegar<br />
al baile. Apenas ha tenido tiempo de producirse<br />
y pedir la acostumbrada copa de champán. Se<br />
dispone a relojear el ambiente, cuando le sobreviene<br />
esta sensación: una especie de ahogo, un<br />
desasosiego, una suerte de angustia, que viene<br />
desde lo más profundo hasta sus orillas. La sensación<br />
de incomodo crece hasta adquirir ribetes<br />
insoportables. Si hasta le parece que el aire está<br />
cargado de electricidad, como en los momentos<br />
previos a un cataclismo. ¿Se está volviendo loca?<br />
“Algo malo está por suceder... algo realmente<br />
malo”. Se incorpora, toma sus cosas y, calzando<br />
aún sus zapatos de baile, vuela escaleras abajo,<br />
rumbo al estacionamiento. Por fin segura en<br />
el asiento del conductor, una vez que su respiración<br />
se regulariza y las manos le dejan de<br />
temblar, cae en cuenta de que esta sensación<br />
demoledora es, simplemente... miedo.<br />
En el playón cruzan autos y miradas.<br />
Jamás volverán a encontrarse.<br />
nosepuedementir@yahoo.com.ar<br />
Translation on page 57<br />
Julio - Agosto - Septiembre 2010 Julio - Agosto - Septiembre 2010<br />
B.A.TANGO<br />
Buenos Aires <strong>Tango</strong><br />
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