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Apocrifos del Antiguo Testamento – Tomo IV, por ... - El Mundo Bíblico

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Los ángeles de misericordia, de paz y destrucción<br />

junto al trono <strong>del</strong> juicio. Los escribas.<br />

Los ángeles que están junto al trono<br />

de la gloria y los ríos de fuego<br />

33 'Dijo R. Yismael: Me dijo Metatrón, el ángel, el príncipe de<br />

la presencia:<br />

—Cuando el Santo, bendito sea, se sienta en el trono <strong>del</strong> juicio, los<br />

ángeles de misericordia permanecen a su derecha, los ángeles de paz a<br />

su izquierda y los ángeles de destrucción ante él. 2 Un escriba está <strong>por</strong><br />

debajo de él y otro escriba <strong>por</strong> encima. 3 Los gloriosos serafines los rodean<br />

como antorchas en torno al trono de la gloria. Alrededor de ellos<br />

nubes de fuego y nubes de antorcha a derecha e izquierda. Las santas<br />

bayyot alzan el trono de la gloria desde abajo: cada una con tres dedos.<br />

La medida de la altura de los dedos de cada una es de ochocientas mil,<br />

setecientas mil y sesenta y seis mil parasangas.<br />

4 De <strong>por</strong> debajo de los pies de las hayyot manan y surgen siete ríos<br />

33 Los w. 1 y 2 <strong>del</strong> presente capítulo constituyen el último fragmento de esta<br />

sección sobre el juicio divino.<br />

2 <strong>por</strong> debajo de él: con E; A, «<strong>por</strong> encima de él».<br />

otro escriba: con E; A, «un querubín».<br />

3 Comienza aquí otra descripción <strong>del</strong> trono de la gloria y su entorno. Cf. la<br />

interpretación cosmológica que hace de este capítulo N. Sed, La mystique<br />

cosmologique juive, 68-69.<br />

3 los rodean ...alrededor <strong>del</strong> trono de la gloria: E, «rodean el trono <strong>por</strong> sus<br />

cuatro lados con murallas de rayos y los 'ofannim los rodean con antorchas<br />

alrededor <strong>del</strong> trono de la gloria».<br />

nubes: cf. las «cuatro nubes» de 19,4 y también 37,2.<br />

con tres dedos ... cada una: E lo omite. Sobre ángeles con tres dedos, cf. 18,6.<br />

Respecto a la medida de los dedos, Odeberg opina que el pasaje debía de<br />

contener originalmente alguna referencia a las diferentes medidas adjudicadas<br />

a cada uno, como 80.000 el primero, 70.000 el segundo y 66.000 el tercero,<br />

en una gradación correspondiente al tamaño de los dedos de la mano humana.<br />

Sin embargo, N. Sed, loe. cit., considera que los doce dedos de las hayyot<br />

representan los doce signos <strong>del</strong> zodíaco, y el número 8.766 las horas <strong>del</strong> año<br />

solar: 365 1/4 X 24. Sobre las medidas de las hayyot, cf. 21,1-3, Hag. 13 a.<br />

setenta y seis mil: E, «seis mil».<br />

4 siete ríos de fuego: cf. 18,19 y 19,4. En 1 Hen 14,19 leemos: «de debajo<br />

<strong>del</strong> trono surgieron corrientes de fuego llameante de modo que yo no podía<br />

mirar...». La pluralidad de estos ríos de fuego es una ampliación <strong>del</strong> nehar<br />

di-nur de Dn 7,10. En Gn R. 78,1 se dice que el río de fuego brota de la<br />

transpiración de las bayyot que cargan con el trono de la gloria. Respecto al<br />

número de ríos, encontramos dos tendencias: una que señala cuatro ríos<br />

(como las cuatro hayyot) y otra siete, como aquí. Para N. Sed, loe. cit., los<br />

siete ríos, así como los siete cielos enumerados a continuación, evocan a los<br />

siete planetas, y ambas cifras relacionadas (7x7 = 49), el número <strong>del</strong><br />

jubileo.<br />

trescientas sesenta y cinco ... doscientas cuarenta y ocho: para Odeberg, estos<br />

números están relacionados con los 365 preceptos positivos y los 248 negativos.<br />

N. Sed, loe. cit., considera 248 como número <strong>del</strong> hombre, ya que responde<br />

a los miembros <strong>del</strong> cuerpo humano masculino, y 365 son los días <strong>del</strong><br />

año solar; también añade la correspondencia con los preceptos <strong>del</strong> judaismo.<br />

y una profundidad ... parasangas: E lo omite.<br />

TEXTO 267<br />

de fuego; cada río tiene una anchura de trescientas sesenta y cinco mil<br />

parasangas y una profundidad de doscientas cuarenta y ocho mil miríadas<br />

de parasangas. Su longitud es insondable e inmensurable. 5 Cada río da<br />

un rodeo similar a un arco en las cuatro direcciones <strong>del</strong> firmamento de<br />

Arabot, cae y se detiene en M.aón, desde Maón a Zebul, desde Zebul a<br />

Sejaquim, de Sejaquim a Raquía, de Raquía a Samáyim, y desde Satnáyim<br />

sobre la cabeza de los malvados que están en la gehenna, según<br />

se ha dicho: «He aquí el huracán de Yahvé: el furor estalla y un huracán<br />

voltejea, sobre la cabeza de los malvados gira» (Jr 23,19).<br />

Los diferentes círculos concéntricos<br />

que hay alrededor de las «hayyot»<br />

34 'Dijo R. Yismael: Me dijo Metatrón, el ángel, el príncipe de<br />

la presencia:<br />

—Las pezuñas de los pies de las hayyot están rodeadas <strong>por</strong> siete<br />

nubes de brasa. Las nubes de brasa están rodeadas <strong>por</strong> siete murallas de<br />

llama. Las siete murallas de llama están rodeadas <strong>por</strong> siete murallas de<br />

antorcha, rodeadas de siete murallas de piedras de granizo Cel-gabis).<br />

Por <strong>del</strong>ante de las piedras de granizo rodean piedras de escarcha. Delante<br />

de las piedras de escarcha rodean piedras de «alas de huracán». Por <strong>del</strong>ante<br />

de las piedras de «alas de huracán» rodean llamas de fuego. Delante<br />

de las llamas de fuego rodean cámaras de tempestad, y <strong>del</strong>ante de las<br />

cámaras de tempestad rodean el fuego y el agua.<br />

5 Arabot... Samáyim: aparecen aquí los nombres de los siete cielos —excepto<br />

Makón, el sexto— enumerados en gradación descendente. Cf. 17,3 y nota.<br />

En Masseket gehinnom (BhM I, 149) encontramos un paralelo de este pasaje<br />

en lo que respecta al río de fuego que corre a través de los cielos y se precipita<br />

sobre los que se encuentran en el gehenna. En bHag. 13 b se dice<br />

que el río de fuego mana de la transpiración de las hayyot y cae sobre las<br />

cabezas de los malvados en el gehenna (con referencia a Jr 23,19, el mismo<br />

apoyo bíblico de este versículo). Cf. también 2 Hen 10,2.<br />

34,1 murallas de llama: en Mass. Hek. 4 (BhM II, 42) cuatro murallas de fuego<br />

rodean los esplendores en el firmamento de Arabot. En este capítulo se<br />

aprecia la tendencia a ordenar los objetos celestiales en círculos concéntricos<br />

en torno al trono de la gloria. Como indica Odeberg, esta tendencia es notable<br />

en escritos cabalísticos antiguos y tardíos y abarca además teorías cosmológicas<br />

acerca de la estructura de los cielos, tierras y sus fundamentos. Cf. especialmente<br />

Midras konen (BhM II, 23-39).<br />

piedras de granizo ...de escarcha... de «alas de huracán»: para Odeberg,<br />

estos términos se utilizan aquí en sentido místico.<br />

^el-gabñ, interpretado como «granizo», aparece en la Biblia solamente en<br />

Ez 13,11.13 y 38,22, término, pues, difícil y misterioso que fue considerado<br />

como <strong>por</strong>tador de un significado místico. Al igual que el halmal (cf. nota a<br />

15 B 2), se pensó que denotaba una sustancia u objeto celestial. Expresiones<br />

parecidas, en sentido místico-técnico, a las de este capítulo se pueden encontrar,<br />

p. ej., en Midras konen (BhM II, 23ss).<br />

el fuego y el agua (aquí y al principio <strong>del</strong> v. 2): E, «murallas de fuego y<br />

agua». Cf. 42,7.

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