Israel, Pueblo-Contacto - Heliotropodeluz
Israel, Pueblo-Contacto - Heliotropodeluz
Israel, Pueblo-Contacto - Heliotropodeluz
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>Israel</strong>, <strong>Pueblo</strong> <strong>Contacto</strong> – Salvador Freixedo<br />
Lot porfió con ellos para que no hiciesen semejante crimen y hasta les<br />
ofreció dos hijas vírgenes que tenía. Pero ellos, enviciados como<br />
estaban y fascinados por la belleza de aquellos «hombres», no<br />
querían entrar en razones con Lot y comenzaron a forcejear con él en<br />
la puerta para entrar:<br />
«Entonces los hombres sacaron la mano, tiraron de Lot hacia dentro y<br />
cerraron la puerta y a los sodomitas que estaban en la entrada, los<br />
deslumhraron de modo que ya no podían encontrar la puerta»<br />
(Génesis 19, 1 y sig.).<br />
A la verdad que el Yahvé que se le presentaba a Abraham era un Dios<br />
bien extraño. La Biblia no sólo en este episodio nos da pie para<br />
pensar en la corporeidad de Yahvé y de los Elohim. Yahvé prohibe<br />
repetidamente a los hijos de <strong>Israel</strong> tomar por esposas a mujeres de<br />
otros pueblos no israelitas «porque sus hijas fornican con sus<br />
Elohim», admitiendo así que estos Elohim se presentaban a los<br />
pueblos que protegían lo mismo que Yahvé se presentaba al pueblo<br />
de <strong>Israel</strong>, en forma de hombre joven y esbelto.<br />
Una de las características de algunos «extraterrestres» (los Elohim de<br />
hoy) que más han llamado la atención de los contactos, es su belleza<br />
«femenina» manifestada sobre todo en la tersura de su piel y en la<br />
belleza de sus ojos rasgados.<br />
En la vida del patriarca Jacob, nieto de Abraham, nos encontramos<br />
con otro episodio en el que Yahvé se le presenta en forma de un<br />
hombre, que no sabe por qué misteriosas razones, entabló con él un<br />
combate cuerpo a cuerpo. Este Yahvé en forma de hombre, le cambió<br />
el nombre, una vez más, al humano con el que había hecho contacto:<br />
«Y habiéndose quedado Jacob solo, estuvo luchando alguien con él<br />
hasta rayar el alba. Pero viendo que no le podía vencer le tocó en la<br />
articulación femoral y se dislocó el fémur de Jacob mientras luchaba<br />
con aquél. Este le dijo: "Suéltame que ha rayado el alba". Jacob le<br />
respondió: "No te suelto hasta que no me hayas bendecido". Dijo<br />
entonces el otro: "¿Cuál es tu nombre?" Y respondió: "Jacob". Le dijo<br />
entonces: "No te llamarás más Jacob, sino <strong>Israel</strong>, porque has luchado<br />
con Dios y con hombres y has prevalecido". Y Jacob, cuando Yahvé<br />
había desaparecido, se decía a sí mismo: "He visto a Dios cara a cara,<br />
y ha quedado a salvo mi vida"» (Gen. 32, 25).<br />
Como vemos, Yahvé tiene maneras muy extrañas de proceder. Pero<br />
los comentaristas de la Biblia, en vez de tratar de explicarnos una<br />
conducta tan rara por parte de Dios, cierran los ojos ante las<br />
dificultades y enfervorizan su espíritu (tal como lo hacen Orígenes y<br />
San Jerónimo) y nos dicen que el combate de Jacob es una imagen del<br />
combate espiritual y de Ia eficacia de una oración perseverante (! ! ).<br />
Con una piedad tan poco crítica, no hay manera de esclarecer nada.<br />
Contradictorio<br />
Las raras maneras de comportarse Yahvé, que tanto distan de lo que<br />
lógicamente tiene que ser el creador del universo, podrían ser motivo<br />
de un libro entero.<br />
API A4 concaten concaten@yahoo.com.ar<br />
48