México, un país - El Asegurador

Iniciativa de Ley de Seguros y Fianzas
nunca un sustituto de la fianza, como lo
han dicho algunos afianzadores-- o bien,
con todo y su antigüedad en el mercado
mexicano, las afianzadoras optan por
reenfocar su servicio y sumarse en definitiva
a la dinámica de la nueva figura.
El reto ya en el terreno práctico se
traducirá, según coinciden en señalar algunos
experimentados afianzadores, en
demostrar en el terreno de lo tangible
el valor del uso de la fianza, “volviendo
este instrumento garante un elemento
de uso común en cada empresa y hogar,
lo que se traduciría en acciones proactivas
y gremiales en materia de promoción
y en desarrollo de productos que
empujen a conseguir el objetivo”.
En relación a este punto, los afianzadores
tienen hasta ahora una posición
dividida. Hay quienes apuestan por el
seguro de Caución, otros por las fianzas,
y unos más por el equilibrio entre
ambas, según lo manifestado tanto por
la Asociación de Compañías Afianzadoras
de México (Afianza) y la Asociación
Mexicana de Instituciones de
Garantías (Amexig).
Al darse a conocer la aprobación
de la LISF en el Senado, la Asociación
Mexicana de Instituciones de Seguros
(AMIS), en voz de su director general,
Recaredo Arias Jiménez, reconoció que
la nueva ley recoge los frutos de un
arduo trabajo en el proceso de diseño
de toda esta normatividad, que siendo
relevante y profunda requerirá de capacidad
para desmenuzar lo establecido
en el análisis de brechas efectuado por
firmas de consultoría, para estar listos
dentro de los dos años previstos como
margen para la adecuación.
El directivo de la AMIS señaló que si
bien es cierto que la LISF podría recibir
el visto bueno de los diputados en 2013,
aún queda mucho trabajo por hacer en
la reglamentación secundaria, que contiene
numerosos puntos trascendentes
y mantendrá a los aseguradores y afianzadores
inmersos en todo aquello que
sea preciso para adaptarse.
Entre los aspectos fundamentales sobre
los cuales se deberá trabajar, están
el modelo de cálculo del capital de solvencia,
el requerimiento de capital de
solvencia, el reconocimiento del reaseguro
no proporcional para el cálculo
del capital de solvencia y de las reservas,
el periodo de retorno de los riesgos
catastróficos, todos los elementos de
detalle de cómo debe quedar normado
ya el gobierno corporativo, la revelación,
todas las medidas de control in-
terno, el régimen de inversiones y los
demás contenidos de la circular única,
que es muy vasta.
Arias Jiménez subrayó que otra de las
tareas que abrazan a este proceso tiene
que ver con el desarrollo y registro de
productos que, por una parte, protejan
al consumidor, y que al mismo tiempo
garanticen la suficiencia en la tarifa,
pero sin olvidar el promover la innovación
y la modernidad.
Construir un modelo de comercialización
moderno, dijo, tiene que ver
con que la industria se esmere para que
el desarrollo de sus productos cobije a
todos los estratos sociales a fin de propiciar
que se dé la inclusión financiera.
Con base en todo esto, refirió Recaredo
Arias, podemos concluir que la
Ley de Instituciones de Seguros y de
Fianzas, en los términos en los que fue
aprobada por el Senado, es de vital importancia
para el sector asegurador, ya
que incidirá en su modernización, y, sobre
todo, se traducirá en beneficios para
los consumidores de seguros, los cuales
tendrán ahora elementos mucho más
técnicos para que las compañías calculen
su capital, es decir, el capital de solvencia,
así como también sus reservas
técnicas.
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