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Lo Que Ocurre Después de la Muerte - Megapagina Pentecostales ...

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LO LO LO QUE QUE OCURRE OCURRE OCURRE DESPUES<br />

DESPUES<br />

DE DE LA LA MUERTE<br />

MUERTE<br />

Por<br />

Julio César C<strong>la</strong>vijo Sierra<br />

Megapágina <strong>Pentecostales</strong> <strong>de</strong>l Nombre <strong>de</strong> Jesucristo<br />

www.pentecostales<strong>de</strong>lnombre.com<br />

© Julio César C<strong>la</strong>vijo Sierra. 2008<br />

1


Pág.<br />

Introducción 3<br />

Capítulo 1. El Lugar <strong>de</strong> los Muertos. 4<br />

Capítulo 2. <strong>Lo</strong> que enseña el Antiguo Testamento. 9<br />

Capítulo 3. <strong>Lo</strong> que enseña el Nuevo Testamento. 14<br />

Capítulo 4. Refutación <strong>de</strong> doctrinas erradas. 21<br />

2


INTRODUCCION<br />

“…está establecido para los hombres que mueran una so<strong>la</strong> vez, y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> esto el<br />

juicio” (Hebreos 9:27)<br />

“Porque <strong>la</strong> paga <strong>de</strong>l pecado es muerte, mas <strong>la</strong> dádiva <strong>de</strong> Dios es vida eterna en Cristo<br />

Jesús Señor nuestro” (Romanos 6:23)<br />

“Porque muchos son l<strong>la</strong>mados, y pocos escogidos” (Mateo 22:14)<br />

La Biblia enseña que solo tenemos una vida, y por en<strong>de</strong>, una so<strong>la</strong> oportunidad para ser<br />

salvos.<br />

El ser humano es distinto a los <strong>de</strong>más seres vivos, puesto que fue creado a imagen y<br />

semejanza <strong>de</strong> Dios. El hombre es un ser racional, y tiene conciencia <strong>de</strong> su eternidad<br />

(Eclesiastés 3:11), por lo cual sabe que su existencia no termina con <strong>la</strong> muerte. Sin<br />

embargo, son muchas <strong>la</strong>s falsas doctrinas que Satanás ha inventado para perturbar el<br />

entendimiento <strong>de</strong> los hombres a fin <strong>de</strong> que no les resp<strong>la</strong>n<strong>de</strong>zca <strong>la</strong> luz <strong>de</strong>l evangelio <strong>de</strong><br />

Jesucristo (2. Corintios 4:4). Doctrinas que enseñan que uno pue<strong>de</strong> alcanzar <strong>la</strong> salvación<br />

viviendo en el pecado, que todo acaba cuando uno muere, <strong>la</strong> negación <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

resurrección, <strong>la</strong> negación <strong>de</strong>l infierno, <strong>la</strong> reencarnación, <strong>la</strong>s invenciones <strong>de</strong>l limbo y <strong>de</strong>l<br />

purgatorio, etc.<br />

En el presente estudio examinaremos lo que dice <strong>la</strong> Biblia acerca <strong>de</strong> lo que ocurre<br />

cuando un hombre muere, veremos <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong>l Antiguo y <strong>de</strong>l Nuevo Testamento,<br />

y finalmente refutaremos algunas <strong>de</strong> <strong>la</strong>s falsas doctrinas re<strong>la</strong>cionadas con este tema.<br />

Dado que este asunto es <strong>de</strong> trascen<strong>de</strong>ntal importancia, le ruego que lo estudie con toda<br />

atención y diligencia.<br />

Cordialmente,<br />

Julio César C<strong>la</strong>vijo Sierra<br />

Colombia, Sur América<br />

3


LA HISTORIA DEL RICO Y LAZARO<br />

Capítulo 1.<br />

EL LUGAR DE LOS MUERTOS<br />

La Biblia es <strong>la</strong> Pa<strong>la</strong>bra profética más segura, y en el<strong>la</strong> se da <strong>la</strong> explicación verda<strong>de</strong>ra<br />

acerca <strong>de</strong> lo que acontece <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que nos alcanza <strong>la</strong> muerte. El re<strong>la</strong>to más explícito<br />

acerca <strong>de</strong> lo que ocurre en “el más allá” es encontrado en el evangelio según Lucas.<br />

Po<strong>de</strong>mos confiar en estas Pa<strong>la</strong>bras, pues fueron dichas por el mismo Señor Jesús, quien<br />

es Dios manifestado en carne. Nuestro Señor Jesús, como el Dios eterno que es, tiene<br />

todo el conocimiento, y sólo Él podía darnos indicaciones precisas <strong>de</strong> lo que ocurre una<br />

vez que el hombre muere. Solo Jesús tiene <strong>la</strong> potestad <strong>de</strong> reve<strong>la</strong>rnos lo que ocurre<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong> muerte, pues Él es <strong>la</strong> Verdad (Juan 14:6). El conocimiento que tenían los<br />

judíos acerca <strong>de</strong> este asunto era limitado y fue a Jesucristo a quien le correspondió sacar<br />

a <strong>la</strong> luz (o reve<strong>la</strong>r) esta verdad, pues a Él le correspondió reve<strong>la</strong>r <strong>la</strong> vida y <strong>la</strong><br />

inmortalidad por el evangelio (2. Timoteo 1:10)<br />

LUCAS 16:19-31<br />

19 Había un hombre rico, que se vestía <strong>de</strong> púrpura y <strong>de</strong> lino fino, y hacía cada día<br />

banquete con esplendi<strong>de</strong>z. 20 Había también un mendigo l<strong>la</strong>mado Lázaro, que estaba<br />

echado a <strong>la</strong> puerta <strong>de</strong> aquél, lleno <strong>de</strong> l<strong>la</strong>gas, 21 y ansiaba saciarse <strong>de</strong> <strong>la</strong>s migajas que<br />

caían <strong>de</strong> <strong>la</strong> mesa <strong>de</strong>l rico; y aun los perros venían y le <strong>la</strong>mían <strong>la</strong>s l<strong>la</strong>gas.<br />

22 Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno <strong>de</strong> Abraham;<br />

y murió también el rico, y fue sepultado. 23 Y en el Ha<strong>de</strong>s alzó sus ojos, estando en<br />

tormentos, y vio <strong>de</strong> lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. 24 Entonces él, dando<br />

voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia <strong>de</strong> mí, y envía a Lázaro para que moje <strong>la</strong><br />

punta <strong>de</strong> su <strong>de</strong>do en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta<br />

l<strong>la</strong>ma. 25 Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y<br />

Lázaro también males; pero ahora éste es conso<strong>la</strong>do aquí, y tú atormentado. 26<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, <strong>de</strong> manera<br />

que los que quisieren pasar <strong>de</strong> aquí a vosotros, no pue<strong>de</strong>n, ni <strong>de</strong> allá pasar acá.<br />

27 Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a <strong>la</strong> casa <strong>de</strong> mi padre, 28<br />

porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin <strong>de</strong> que no vengan ellos<br />

también a este lugar <strong>de</strong> tormento. 29 Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas<br />

tienen; óiganlos. 30 Él entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos<br />

<strong>de</strong> entre los muertos, se arrepentirán. 31 Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a<br />

los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare <strong>de</strong> los muertos.<br />

Este re<strong>la</strong>to nos enseña varias cosas:<br />

a. El cuerpo <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> los dos personajes fue sepultado, pero su alma y su espíritu,<br />

no podían confinarse al sepulcro terreno, <strong>de</strong>bido a su naturaleza inmaterial.<br />

4


. Lázaro y el rico fueron al lugar <strong>de</strong> los muertos (o ha<strong>de</strong>s), que estaba dividido en dos<br />

regiones. Una <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s es un lugar <strong>de</strong> consuelo (o seno <strong>de</strong> Abraham), y allá llegan los<br />

hombres que durante su vida hicieron lo que es bueno y justo <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> Dios (pero que<br />

aún no es el lugar <strong>de</strong>finitivo <strong>de</strong> consuelo <strong>de</strong> los santos). La otra es un lugar <strong>de</strong> tormento,<br />

y a el<strong>la</strong> llegan los hombres que no quisieron aten<strong>de</strong>r al l<strong>la</strong>mado <strong>de</strong> Dios (pero que aún<br />

no es el lugar <strong>de</strong> tormento <strong>de</strong>finitivo al que irán los injustos luego <strong>de</strong>l juicio final).<br />

c. El rico no fue con<strong>de</strong>nado por ser rico sino por su <strong>de</strong>sobediencia, y Lázaro no fue<br />

salvo por su pobreza material, sino por su obediencia a <strong>la</strong> verdad reve<strong>la</strong>da que le enseñó<br />

a confiar y a esperar en el Señor. Lázaro testificaba acerca <strong>de</strong> Dios, pero el rico no<br />

prestaba atención a <strong>la</strong> Pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> Dios (representada en Moisés y en los profetas). El<br />

texto nos enseña que <strong>la</strong>s riquezas <strong>de</strong>l hombre no pue<strong>de</strong>n comprar su salvación, sino que<br />

<strong>la</strong> salvación es un regalo <strong>de</strong> Dios a quienes obe<strong>de</strong>cen su Pa<strong>la</strong>bra.<br />

d. <strong>Lo</strong>s muertos están en una situación consciente. Saben qué está pasando, saben en<br />

dón<strong>de</strong> están, saben por qué están allí, y se acuerdan <strong>de</strong> su vida pasada. Por ejemplo, el<br />

rico sabía que estaba allí por sus malda<strong>de</strong>s, era consciente <strong>de</strong> que estaba siendo<br />

atormentado en una l<strong>la</strong>ma, se acordaba que tenía cinco hermanos que no obe<strong>de</strong>cían <strong>la</strong><br />

Pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong>l Señor, se acordaba <strong>de</strong>l mendigo Lázaro y sabía que éste estaba en el lugar<br />

<strong>de</strong> consuelo por haber obe<strong>de</strong>cido a Dios.<br />

e. Estas dos regiones <strong>de</strong>l ha<strong>de</strong>s, están separadas por una gran sima (o un gran abismo)<br />

que impi<strong>de</strong> que los hombres que se encuentran en una región, pasen o se junten con los<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> otra región.<br />

f. La región <strong>de</strong>l ha<strong>de</strong>s a <strong>la</strong> cual llegan los hombres que hicieron <strong>la</strong> voluntad <strong>de</strong> Dios, está<br />

a un nivel más alto que <strong>la</strong> otra región, pues el hombre atormentado tuvo que levantar sus<br />

ojos para po<strong>de</strong>r ver el lugar <strong>de</strong> consuelo.<br />

g. Estas dos regiones están bien retiradas, pues el rico vio <strong>de</strong> lejos a Abraham y a<br />

Lázaro.<br />

h. La última frase <strong>de</strong> esa enseñanza que dice: “Si no oyen a Moisés y a los profetas,<br />

tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare <strong>de</strong> los muertos”, es también una<br />

profecía. Jesús se levantó <strong>de</strong> los muertos, pero aún con todo y eso, muchos se han<br />

negado a creer en Él.<br />

¿ES UNA PARABOLA?<br />

Aún cuando <strong>la</strong> Biblia muestra que esta enseñanza <strong>de</strong> Jesucristo trata unos hechos<br />

verídicos <strong>de</strong> los cuales el Señor tenía conocimiento, algunas sectas que niegan <strong>la</strong><br />

existencia <strong>de</strong>l infierno, han tratado <strong>de</strong> <strong>de</strong>svirtuar esta enseñanza <strong>de</strong> Jesús diciendo que<br />

se trata <strong>de</strong> una parábo<strong>la</strong> y no <strong>de</strong> una historia real. Todo intérprete serio <strong>de</strong> <strong>la</strong> Biblia, sabe<br />

que una doctrina no se pue<strong>de</strong> apoyar exclusivamente en una parábo<strong>la</strong>, sino que es<br />

necesario tomar textos explícitos que <strong>de</strong>n c<strong>la</strong>ridad sobre dicha enseñanza. Sin embargo<br />

5


hay muchos puntos que nos llevan a concluir que esta enseñanza no es ninguna parábo<strong>la</strong><br />

sino una historia real. Existen dos gran<strong>de</strong>s diferencias entre este re<strong>la</strong>to con <strong>la</strong>s parábo<strong>la</strong>s<br />

bíblicas:<br />

a. Las parábo<strong>la</strong>s bíblicas no involucran personajes reales, pero en este re<strong>la</strong>to vemos<br />

actuando al patriarca Abraham, el padre <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe. El hecho <strong>de</strong> que Abraham aparezca<br />

como un personaje real, prueba <strong>la</strong> realidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> exposición <strong>de</strong>l Señor Jesús.<br />

b. Las parábo<strong>la</strong>s bíblicas no traen nombres propios, pero este re<strong>la</strong>to menciona los<br />

nombres propios <strong>de</strong> Lázaro y <strong>de</strong> Abraham.<br />

Aún si se insistiera <strong>de</strong> que se trata <strong>de</strong> una parábo<strong>la</strong>, esto no <strong>de</strong>struye <strong>la</strong> realidad <strong>de</strong> este<br />

re<strong>la</strong>to, pues <strong>la</strong>s parábo<strong>la</strong>s bíblicas son re<strong>la</strong>tos imaginarios que se refieren a situaciones<br />

que pue<strong>de</strong>n ocurrir realmente. Por ejemplo,<br />

• En <strong>la</strong> parábo<strong>la</strong> <strong>de</strong>l buen samaritano, un hombre fue asaltado y herido por el<br />

camino que <strong>de</strong>scien<strong>de</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Jerusalén a Jericó (Lucas 10:30).<br />

• En <strong>la</strong> parábo<strong>la</strong> <strong>de</strong>l sembrador, un hombre salió a regar <strong>la</strong> semil<strong>la</strong> que cayó en<br />

cuatro c<strong>la</strong>ses <strong>de</strong> terreno (Mateo 13:3-8).<br />

• En <strong>la</strong> parábo<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> oveja perdida, un hombre sale a buscar a una oveja que se<br />

perdió, mientras que <strong>de</strong>ja a noventa y nueve ovejas en el redil (Lucas 15:3-4)<br />

Todas estas situaciones podrían darse perfectamente en <strong>la</strong> vida real. Las parábo<strong>la</strong>s<br />

bíblicas dan una enseñanza que parte <strong>de</strong> una ilustración que podría ocurrir en<br />

verdad.<br />

Las parábo<strong>la</strong>s son muy diferentes a lo que ocurre con otro tipo <strong>de</strong> re<strong>la</strong>tos, como por<br />

ejemplo, con <strong>la</strong> fábu<strong>la</strong>, el cuento o <strong>la</strong> nove<strong>la</strong>; don<strong>de</strong> el narrador (o escritor) pue<strong>de</strong><br />

utilizar situaciones que jamás van a pasar u ocurrir en <strong>la</strong> realidad. En <strong>la</strong> parábo<strong>la</strong> no es<br />

así. Todo lo que se cuenta pue<strong>de</strong> ocurrir en <strong>la</strong> vida real y sin embargo <strong>la</strong> historia es<br />

imaginaria.<br />

“La parábo<strong>la</strong> es una historia que usa situaciones imaginarias (tomadas <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida real) <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong>s que por comparación, se <strong>de</strong>duce una lección moral o religiosa. Etimológicamente, el<br />

nombre parábo<strong>la</strong> correspon<strong>de</strong> al verbo parabal<strong>la</strong>, que literalmente significa poner al<br />

<strong>la</strong>do, comparar. En efecto, <strong>la</strong> parábo<strong>la</strong> se caracteriza porque implica <strong>la</strong> comparación <strong>de</strong><br />

objetos, situaciones o hechos bien conocidos –tomados <strong>de</strong> <strong>la</strong> naturaleza o <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

experiencia– con objetos o hechos análogos <strong>de</strong> tipo moral <strong>de</strong>sconocidos. De aquellos (<strong>la</strong><br />

imagen) se <strong>de</strong>ducen éstos (<strong>la</strong> realidad que se preten<strong>de</strong> enseñar). Imagen y realidad se<br />

encuentran en el punto <strong>de</strong> comparación, común a ambas.” 1<br />

Por eso, aún cuando alguien no acepte que el re<strong>la</strong>to <strong>de</strong> Jesús (re<strong>la</strong>cionado con el rico y<br />

Lázaro) sea un hecho real sino una parábo<strong>la</strong>, aún así, no pue<strong>de</strong> negar que <strong>la</strong> parábo<strong>la</strong><br />

1 José M. Martínez. “Hermenéutica Bíblica”. Editorial Libros Clie. 1987 - Terrassa<br />

Barcelona, España.<br />

6


toma situaciones que pue<strong>de</strong>n ocurrir en <strong>la</strong> vida real. O sea que si alguien asume que ese<br />

re<strong>la</strong>to es simplemente una parábo<strong>la</strong>, entonces no pu<strong>de</strong> negar que el re<strong>la</strong>to toma<br />

situaciones que pue<strong>de</strong>n ocurrir realmente. Si para alguien el re<strong>la</strong>to <strong>de</strong>l rico y Lázaro<br />

es simplemente una parábo<strong>la</strong> y nada más que una parábo<strong>la</strong>, entonces tampoco<br />

pue<strong>de</strong> negar que <strong>la</strong> <strong>de</strong>scripción que dio el Señor Jesús acerca <strong>de</strong>l lugar <strong>de</strong> los<br />

muertos, es cierta y verda<strong>de</strong>ra.<br />

ARMONIA CON ECLESIASTES 9:5-6<br />

Algunas personas han creído que <strong>la</strong> exposición <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia <strong>de</strong>l Rico y Lázaro<br />

contradice lo que se afirma en Eclesiastés 9:5-6. Ese texto dice:<br />

"Porque los que viven saben que han <strong>de</strong> morir; pero los muertos nada saben, ni tienen<br />

más paga; porque su memoria es puesta en el olvido. También su amor y su odio<br />

fenecieron ya y nunca mas tendrán parte en todo lo que se hace <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l sol"<br />

Sin embargo, <strong>de</strong>bemos apreciar que el libro <strong>de</strong> Eclesiastés:<br />

a. Correspon<strong>de</strong> a un análisis <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida <strong>de</strong> los hombres <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l sol (es <strong>de</strong>cir, mientras<br />

habitan en esta tierra)<br />

“Yo el Predicador fui rey sobre Israel en Jerusalén. Y di mi corazón a inquirir y a<br />

buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l cielo; este penoso trabajo<br />

dio Dios a los hijos <strong>de</strong> los hombres, para que se ocupen en él. 14 Miré todas <strong>la</strong>s obras<br />

que se hacen <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l sol; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción <strong>de</strong> espíritu.”<br />

(Eclesiastés 1:12-14)<br />

b. Por medio <strong>de</strong> muchas reflexiones, muestra cuál es <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra razón <strong>de</strong> <strong>la</strong> existencia<br />

humana en <strong>la</strong> tierra. La conclusión es que lo único que es verda<strong>de</strong>ramente importante es<br />

temer a Dios y guardar sus mandamientos.<br />

“El fin <strong>de</strong> todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos;<br />

porque esto es el todo <strong>de</strong>l hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente<br />

con toda cosa encubierta, sea buena o sea ma<strong>la</strong>.” (Eclesiastés 12:13-14)<br />

Partiendo <strong>de</strong> esas consi<strong>de</strong>raciones y sin per<strong>de</strong>r <strong>de</strong> vista que Eclesiastés hab<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida<br />

en <strong>la</strong> tierra, <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida que se vive <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l sol; así, teniendo ese entendimiento,<br />

po<strong>de</strong>mos afirmar que <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l sol:<br />

a. <strong>Lo</strong>s que viven saben que han <strong>de</strong> morir: Esto es una realidad y no necesita <strong>de</strong><br />

comentarios.<br />

b. <strong>Lo</strong>s muertos nada saben: Debajo <strong>de</strong>l sol, los muertos ya no saben nada. <strong>Lo</strong> único que<br />

se pue<strong>de</strong> ver <strong>de</strong> ellos por aquí (<strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l sol) es simplemente su cadáver (y <strong>de</strong> algunos<br />

ni siquiera queda ese rastro).<br />

7


c. <strong>Lo</strong>s muertos no tienen más paga: Un cuerpo muerto prácticamente pier<strong>de</strong> todo su<br />

valor.<br />

d. Su memoria es puesta en el olvido: A los muertos se les recuerda mucho, recién han<br />

muerto. Incluso se le recordará mientras <strong>la</strong>s personas que compartieron con ellos vivan<br />

sobre <strong>la</strong> faz <strong>de</strong> <strong>la</strong> tierra, pero finalmente su memoria es puesta en el olvido. De algunos<br />

algo sabemos, porque algo <strong>de</strong> ellos perdura en los libros <strong>de</strong> historia, pero en realidad, <strong>la</strong><br />

mayor parte <strong>de</strong> su vida es puesta en el olvido.<br />

e. Su amor, su envidia y su odio fenecieron ya: En verdad, <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l sol, solo queda un<br />

cuerpo muerto que no pue<strong>de</strong> expresar ni amor, ni envidia ni odio.<br />

f. y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l sol: <strong>Lo</strong>s muertos ya no<br />

tienen nada que ver con este mundo.<br />

Poniendo los textos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> sus respectivos contextos po<strong>de</strong>mos enten<strong>de</strong>r lo que <strong>la</strong><br />

Biblia nos enseña, y po<strong>de</strong>mos apreciar que Eclesiastés 9:5-6 concuerda con Lucas<br />

16:19-31.<br />

8


Capítulo 2.<br />

LO QUE ENSEÑA EL ANTIGUO TESTAMENTO<br />

EL LUGAR DE LOS MUERTOS O SEOL<br />

El Antiguo Testamento establece que todos los hombres, los justos y los injustos, tan<br />

pronto como les alcance <strong>la</strong> muerte van a un lugar conocido como el seol o el lugar <strong>de</strong><br />

los muertos. El seol también fue l<strong>la</strong>mado abismo, o tierra <strong>de</strong>l olvido (Salmo 88:12).<br />

Particu<strong>la</strong>rmente, Isaías 14:9-11 y 14:15-17 <strong>de</strong>muestra que el seol es un lugar en el que<br />

hay existencia consciente <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong> muerte.<br />

Jacob mencionó que él <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ría al seol (Génesis 37:35, 42:38); los hijos <strong>de</strong> Jacob<br />

expresaron que su padre <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ría al seol (Génesis 37:35); los hombres que se<br />

adhirieron a <strong>la</strong> rebelión <strong>de</strong> Coré fueron tragados por <strong>la</strong> tierra y <strong>de</strong>scendieron vivos al<br />

seol (Números 16:29-34); Zofar, uno <strong>de</strong> los amigos <strong>de</strong> Job, mencionó que el seol es<br />

<strong>de</strong>masiado profundo (Job 11:8); Job, también afirmó que en el seol están todos los<br />

muertos, sean ricos o pobres, sean siervos o jefes, sean pequeños o gran<strong>de</strong>s (Job 3:13-<br />

19); el salmista agra<strong>de</strong>ce a Dios por haberle librado <strong>de</strong>l seol (Salmo 30:3); ningún<br />

hombre podrá librar por sí mismo su vida <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l seol (Salmo 89:48); ni aún en el<br />

seol po<strong>de</strong>mos escon<strong>de</strong>rnos <strong>de</strong> <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong>l Dios Omnipresente (Salmo 139:7-9); los<br />

hombres asesinos saben que envían a sus victimas al seol (Proverbios 1:12); todos los<br />

hombres <strong>de</strong>scien<strong>de</strong>n al seol (Eclesiastés 9:10); un salmo mesiánico indica que Cristo<br />

<strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ría al seol (Salmo 16:10); y todos los que confiamos en Dios seremos<br />

redimidos <strong>de</strong>l seol (Oseas 13:14).<br />

Algunos comentaristas afirman que los hebreos creían que ese lugar estaba en el centro<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> tierra, ya que en algunos pasajes se hab<strong>la</strong> <strong>de</strong> “<strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r” al seol, pero <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra<br />

“<strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r” pue<strong>de</strong> ser más bien una referencia a <strong>la</strong> misma condición <strong>de</strong> morir, y no<br />

necesariamente a <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r al centro <strong>de</strong> <strong>la</strong> tierra. En otros pasajes, <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra seol es<br />

sinónimo <strong>de</strong> sepulcro, pero esto no indica que en <strong>la</strong> mentalidad hebrea el sepulcro<br />

sea <strong>la</strong> misma región <strong>de</strong> los muertos, sino que indica es, que cualquiera cuyo cuerpo<br />

muerto es puesto en un sepulcro, tiene su alma en el lugar <strong>de</strong> los muertos. En el<br />

Salmo 6:5, seol se refiere al estado <strong>de</strong> muerte cf. Salmo 18:5.<br />

Jonás también usó el término seol <strong>de</strong> manera figurada, pues aún cuando se encontraba<br />

con vida en el vientre <strong>de</strong>l gran pez, él ya se consi<strong>de</strong>raba prácticamente muerto y por eso<br />

dijo que oró al Señor <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el seno <strong>de</strong>l seol (Jonás 2:1). Coré y todos los que<br />

participaron <strong>de</strong> su rebelión, fueron tragados por <strong>la</strong> tierra y <strong>de</strong>scendieron vivos al seol, no<br />

porque el seol quedara necesariamente en el centro <strong>de</strong> <strong>la</strong> tierra, sino porque <strong>de</strong> esa<br />

manera murieron y llegaron a <strong>la</strong> región <strong>de</strong> los muertos (Números 16:33). Aún si<br />

asumiéramos que el lugar <strong>de</strong> los muertos queda en el centro <strong>de</strong> <strong>la</strong> tierra, eso no niega <strong>la</strong><br />

existencia <strong>de</strong> ese lugar ni <strong>la</strong> <strong>de</strong>scripción que Jesús dio acerca <strong>de</strong> él.<br />

9


El seol es un lugar in<strong>de</strong>seable para los malvados, pues allí son castigados y<br />

avergonzados (Deuteronomio 32:21-22, Job 24:19, Salmo 31:17, Isaías 14:9-11). Por el<br />

contrario, el seol es un refugio y esperanza para los justos (Job 14:13, Oseas 13:14).<br />

EL ABISMO<br />

Otro <strong>de</strong> los nombres que los hebreos le dieron al lugar <strong>de</strong> los muertos, fue el <strong>de</strong> abismo.<br />

<strong>Lo</strong>s hebreos también l<strong>la</strong>maban abismo a <strong>la</strong>s profundida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l océano. Así, en el libro<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong> los Salmos se expresa que cuando el pueblo <strong>de</strong> Israel salió <strong>de</strong> Egipto, ellos<br />

caminaron por el abismo (Salmo 106:9), lo que es una referencia a todo el pueblo <strong>de</strong><br />

Israel andando entre <strong>la</strong>s profundida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l mar rojo como por tierra seca. Cuando<br />

Dios estaba realizando su obra <strong>de</strong> creación sobre <strong>la</strong> tierra, el Espíritu <strong>de</strong> Dios se movía<br />

sobre <strong>la</strong> faz <strong>de</strong> <strong>la</strong>s aguas (o <strong>de</strong>l abismo) (Génesis 1:2, Proverbios 8:27). Cuando ocurrió<br />

el diluvio, <strong>la</strong>s fuentes <strong>de</strong>l gran<strong>de</strong> abismo (<strong>la</strong>s inmensas corrientes <strong>de</strong> agua en <strong>la</strong>s gran<strong>de</strong>s<br />

profundida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong> tierra) y <strong>la</strong>s cataratas <strong>de</strong> los cielos fueron abiertas (Génesis 7:11).<br />

Nuevamente, esto no indica necesariamente que el lugar <strong>de</strong> los muertos esté en el fondo<br />

<strong>de</strong>l océano, sino que pue<strong>de</strong> ser una referencia a lo insondable que es para nosotros el<br />

lugar <strong>de</strong> los muertos. Job afirmó que <strong>la</strong> sabiduría no se encontraba en el abismo (Job<br />

28:14); el salmista oró para que no se lo tragará el abismo (Salmo 69:15); los muertos<br />

están en el abismo (Salmo 71:20); los hombres asesinos envían sus víctimas al seol, y se<br />

los tragan como un abismo (Proverbios 1:12), el rey <strong>de</strong> Babilonia y el Rey <strong>de</strong> Egipto<br />

han <strong>de</strong>scendido al seol, a lo más bajo <strong>de</strong>l abismo (Isaías 14:15, Ezequiel 31:15); a Jonás<br />

lo ro<strong>de</strong>ó el abismo (Jonás 2:5), etc.<br />

EL ABADON (O DESTRUCCION)<br />

Continuando con <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong>l Antiguo Testamento acerca <strong>de</strong>l lugar <strong>de</strong> los muertos,<br />

po<strong>de</strong>mos apreciar que éste también hace referencia a una región l<strong>la</strong>mada abadón. <strong>Lo</strong>s<br />

términos seol y abismo, se refieren a toda <strong>la</strong> región <strong>de</strong> los muertos, indistintamente <strong>de</strong><br />

que se dirija al lugar <strong>de</strong> consuelo <strong>de</strong> los justos o al lugar <strong>de</strong> tormento <strong>de</strong> los injustos,<br />

pero el término abadón está directamente re<strong>la</strong>cionado con <strong>la</strong> región en <strong>la</strong> que se<br />

encuentran los muertos injustos.<br />

El abadón está <strong>de</strong>scubierto <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> Dios (Job 26:6); <strong>la</strong> iniquidad y el fuego están<br />

re<strong>la</strong>cionados con el abadón (Job 31:11-12); aquellos sobre los que reposa <strong>la</strong> ira <strong>de</strong> Dios,<br />

<strong>de</strong>scen<strong>de</strong>rán al hoyo profundo y <strong>la</strong> verdad <strong>de</strong> Dios no será contada en el abadón (Salmo<br />

88:6-7, 11); el que <strong>de</strong>ja el buen camino y odia <strong>la</strong> reprensión morirá y llegará al seol y al<br />

abadón (Proverbios 15:11); el seol y el abadón nunca se sacian (Proverbios 27:20).<br />

10


UN LUGAR DE CONSUELO<br />

La Biblia enseña que <strong>la</strong> muerte <strong>de</strong> los santos, es apreciada <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> Dios (Salmo<br />

116:15). Así, aun cuando el Antiguo Testamento no sea muy explícito, sí nos da alguna<br />

orientación acerca <strong>de</strong> un lugar <strong>de</strong> consuelo para aquellos que han muerto, y que hicieron<br />

<strong>la</strong> voluntad <strong>de</strong>l Señor (Job 14:13, Oseas 13:14).<br />

LA RESURRECCION<br />

El Antiguo Testamento enseña que los muertos van a resucitar, algunos para obtener <strong>la</strong><br />

vida eterna y los otros para vergüenza y confusión perpetua (Daniel 12:2).<br />

CASTIGO ETERNO<br />

El Antiguo Testamento enseña que existe un castigo eterno que está representado con<br />

fuego y azufre. Jehová hará que los injustos sufran con fuego, azufre y viento abrasador,<br />

pero librará a los justos (Salmo 11:5-7); Jehová juzgará a todas <strong>la</strong>s naciones en un fuego<br />

que no se apagará ni <strong>de</strong> noche ni <strong>de</strong> día, perpetuamente subirá su humo (Isaías 34:1, 10).<br />

El profeta Ezequiel enseñó que el alma que peca voluntariamente, esa alma morirá<br />

(Ezequiel 18:4 y ss).<br />

VIDA ETERNA<br />

Moisés tenía conocimiento <strong>de</strong>l libro <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida (Éxodo 32:32) y Jehová enseñó a Moisés<br />

que todo aquel que peca será raído <strong>de</strong> ese libro (Éxodo 32:33).<br />

Job confesó que aquel que lo habría <strong>de</strong> salvar tiene vida, y aún cuando Job tuviera que<br />

morir, él sabía que algún día se levantaría <strong>de</strong> entre los muertos y habría <strong>de</strong> ver a Dios. Él<br />

mismo y no otro vería con sus propios ojos a Dios (Job 19:25-27)<br />

Ezequiel enseñó que aquel que practique <strong>la</strong> justicia, ese hombre vivirá (Ezequiel 18:9)<br />

El profeta Daniel, también enseñó que los que resuciten para obtener <strong>la</strong> vida eterna<br />

resp<strong>la</strong>n<strong>de</strong>cerán como resp<strong>la</strong>n<strong>de</strong>cen <strong>la</strong>s estrel<strong>la</strong>s en el firmamento (Daniel 12:3). Jehová<br />

envía bendición y vida eterna a los que andan en su voluntad (Salmo 133:3)<br />

LOS ARREBATAMIENTOS DE ENOC Y ELIAS<br />

Enoc y Elías no vieron <strong>la</strong> muerte. Por tanto, ellos no fueron a <strong>la</strong> región <strong>de</strong> los muertos,<br />

sino que fueron arrebatados por Dios a los mismos cielos.<br />

11


Enoc caminó con Dios y <strong>de</strong>sapareció, porque le llevó Dios (Génesis 5:21), La epísto<strong>la</strong> a<br />

los Hebreos nos enseña que Enoc no vio <strong>la</strong> muerte sino que fue tras<strong>la</strong>dado a otro lugar<br />

(Hebreos 11:5)<br />

El profeta Elías fue igualmente tras<strong>la</strong>dado. Él fue alzado por Dios y fue llevado al cielo<br />

en un torbellino (2. Reyes 2:1, 11), y no fue vuelto a encontrar (2. Reyes 2:16-18).<br />

Estos hombres no murieron, por tanto, no tienen por qué resucitar. Estos hombres no<br />

están en el ha<strong>de</strong>s pues no conocieron <strong>la</strong> muerte. Estos hombres están ahora mismo en el<br />

cielo. <strong>Lo</strong>s muertos están en el ha<strong>de</strong>s, ya sea en <strong>la</strong> región <strong>de</strong> tormento o <strong>de</strong> consuelo, y<br />

los que estamos vivos, estamos aquí en <strong>la</strong> tierra.<br />

A pesar <strong>de</strong> que <strong>la</strong> Escritura confiesa que Elías fue arrebatado al cielo por un carro <strong>de</strong><br />

fuego en un torbellino, hay personas que niegan esto, diciendo que el tras<strong>la</strong>do <strong>de</strong> Elías<br />

no fue para el cielo, sino que el profeta fue tras<strong>la</strong>do para otro lugar <strong>de</strong> <strong>la</strong> tierra, por lo<br />

que algún día posterior al suceso <strong>de</strong>l carro <strong>de</strong> fuego, el profeta Elías tuvo que morir.<br />

Ellos dicen que luego <strong>de</strong> su <strong>de</strong>saparición, Elías le envió una carta al rey Joram <strong>de</strong> Judá,<br />

por lo cual dicen ellos, Elías aún se encontraba en un lugar próximo a don<strong>de</strong> se dio el<br />

suceso sobrenatural <strong>de</strong>l carro <strong>de</strong> fuego, y estaba informado <strong>de</strong> todo lo que sucedía en<br />

Israel y en Judá, aunque permanecía escondido disfrutando <strong>de</strong> un buen retiro, ya que<br />

habiendo nombrado a Eliseo como su sucesor, no tenía por qué volver a aparecer<br />

públicamente. El texto que ellos tuercen para tratar <strong>de</strong> buscar sustento a su posición es<br />

2. Crónicas 21:12-15.<br />

No obstante, esa posición es refutada por <strong>la</strong> propia Escritura, que nos enseña que Joram,<br />

en los primeros años <strong>de</strong> su gobierno, reinó simultáneamente con su padre Josafat, sobre<br />

el reino <strong>de</strong> Judá (2. Reyes 8:16-17). Es <strong>de</strong>cir, durante un breve tiempo, hubo dos reyes<br />

oficiales sobre Judá, que eran Josafat y Joram, padre e hijo. Joram, asumió el reino <strong>de</strong><br />

Judá antes <strong>de</strong> <strong>la</strong> muerte <strong>de</strong> su padre Josafat, pero los dos fueron consi<strong>de</strong>rados reyes<br />

oficiales, y el tiempo <strong>de</strong> reinado simultáneo, fue computado <strong>de</strong> manera in<strong>de</strong>pendiente<br />

para el periodo <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> estos dos reyes. El tiempo que Joram reinó sobre Judá<br />

fue <strong>de</strong> solo ocho años, pero <strong>de</strong> estos, algunos se refieren al reinado compartido con su<br />

padre Josafat, y los otros, al tiempo en el que reinó solo.<br />

Joram mostró su mal proce<strong>de</strong>r <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio <strong>de</strong> su reinado, aun cuando Josafat (su<br />

padre) vivía. A<strong>de</strong>más, <strong>de</strong> acuerdo con el re<strong>la</strong>to bíblico, es totalmente posible que Elías<br />

enviara esa carta a Joram rey <strong>de</strong> Judá, antes <strong>de</strong>l arrebatamiento al cielo. Quizá Elías<br />

escribió esa carta en momentos muy próximos a su tras<strong>la</strong>do, y esa sea <strong>la</strong> razón por <strong>la</strong><br />

cual no se <strong>de</strong>sp<strong>la</strong>zó hasta Jerusalén para darle <strong>la</strong> profecía <strong>de</strong> manera personal a Joram<br />

rey <strong>de</strong> Judá, pues sabía que Dios lo podía arrebatar en cualquier momento.<br />

Aún más, <strong>la</strong> Escritura afirma que Elías fue arrebatado antes <strong>de</strong> que Josafat terminara <strong>de</strong><br />

reinar, pues se dice que Josafat consultó al profeta Eliseo, el que sirvió a Elías (2. Reyes<br />

3:11-12), por lo cual es evi<strong>de</strong>nte que Elías ya había salido <strong>de</strong>l escenario.<br />

12


La conclusión es que Elías escribió <strong>la</strong> carta para Joram rey <strong>de</strong> Judá antes <strong>de</strong> su<br />

arrebatamiento, y que Elías fue tras<strong>la</strong>dado al cielo convirtiéndose (al igual que Enoc)<br />

en tipo <strong>de</strong>l arrebatamiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> Iglesia. Po<strong>de</strong>mos confiar en que Dios arrebatará a su<br />

iglesia, pues tenemos el testimonio <strong>de</strong> Enoc, <strong>de</strong> Elías y <strong>de</strong> Jesucristo (más <strong>de</strong> dos<br />

testigos).<br />

CIELOS NUEVOS Y TIERRA NUEVA<br />

El profeta Isaías enseñó que los cielos y <strong>la</strong> tierra que ahora existen serán <strong>de</strong>struidos<br />

(Isaías 51:6), y Dios creará en su lugar unos cielos nuevos y una tierra nueva. Así, los<br />

primeros cielos y <strong>la</strong> primera tierra serán puestos en el olvido (Isaías 65:17). En esos<br />

cielos nuevos, y en esa tierra nueva habitarán para siempre los justos y se recrearán con<br />

abundancia <strong>de</strong> paz. Allí no tendrán morada los malos (Salmo 37:9-11, 22, 27-29).<br />

13


Capítulo 3.<br />

LO QUE ENSEÑA EL NUEVO TESTAMENTO<br />

Des<strong>de</strong> luego, el Nuevo Testamento es mucho más explícito acerca <strong>de</strong> <strong>la</strong> condición real<br />

<strong>de</strong> aquellos muertos que durante su vida hicieron <strong>la</strong> voluntad <strong>de</strong> Dios, y <strong>la</strong> <strong>de</strong> aquellos<br />

que no <strong>la</strong> hicieron. Precisamente ya hemos examinado <strong>la</strong> historia <strong>de</strong>l Rico y Lázaro<br />

don<strong>de</strong> se refleja esa situación. A<strong>de</strong>más, el Nuevo Testamento es suficientemente<br />

explícito en lo que respecta al <strong>de</strong>stino final <strong>de</strong> los justos y <strong>de</strong> los injustos. El <strong>de</strong>stino<br />

final <strong>de</strong> los justos serán cielos nuevos y tierra nueva don<strong>de</strong> mora <strong>la</strong> justicia (2. Pedro<br />

3:13), mientras que el <strong>de</strong>stino final <strong>de</strong> los injustos será el <strong>la</strong>go <strong>de</strong> fuego a dón<strong>de</strong> serán<br />

arrojados los que no se hal<strong>la</strong>ron inscritos en el libro <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida (Apocalipsis 20:15).<br />

Pasemos a analizar con más <strong>de</strong>talle <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong>l Nuevo Testamento re<strong>la</strong>cionada con<br />

este tema.<br />

EL LUGAR DE LOS MUERTOS O HADES<br />

El Nuevo Testamento no usa <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra seol, pero utiliza en su lugar <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra griega<br />

ha<strong>de</strong>s. Ha<strong>de</strong>s es una “pa<strong>la</strong>bra griega que significa «lo invisible». <strong>Lo</strong>s griegos dieron este<br />

nombre primeramente al «lugar profundo» don<strong>de</strong> reposan los espíritus una vez<br />

<strong>de</strong>spojados <strong>de</strong> sus cuerpos, y <strong>de</strong>spués (según <strong>la</strong> mitología griega) lo utilizaron para el<br />

dios <strong>de</strong> lo profundo.<br />

El Nuevo Testamento nos enseña que el Rico estaba en <strong>la</strong> región <strong>de</strong> tormento <strong>de</strong>l ha<strong>de</strong>s<br />

(Lucas 16:23) mientras que Lázaro se encontraba en <strong>la</strong> región <strong>de</strong> consuelo <strong>de</strong>l ha<strong>de</strong>s<br />

(Lucas 16:25).<br />

<strong>Lo</strong>s habitantes <strong>de</strong> Capernaum contaban con una ciudad <strong>de</strong> mucho progreso y esplendor,<br />

pero toda su gloria iba a perecer en el ha<strong>de</strong>s (Mateo 11:23, Lucas 10:15); <strong>la</strong>s puertas <strong>de</strong>l<br />

ha<strong>de</strong>s (o el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> <strong>la</strong> muerte) no prevalecerán contra <strong>la</strong> iglesia (Mateo 16:18), estaba<br />

profetizado que el alma <strong>de</strong> Jesucristo no estaría para siempre en el ha<strong>de</strong>s (Hechos 2:27,<br />

31), Jesucristo tiene <strong>la</strong>s l<strong>la</strong>ves <strong>de</strong> <strong>la</strong> muerte y el ha<strong>de</strong>s (Apocalipsis 1:18), El ha<strong>de</strong>s sigue<br />

a <strong>la</strong> muerte (Apocalipsis 6:8). Luego <strong>de</strong>l juicio final <strong>la</strong> muerte y el ha<strong>de</strong>s serán <strong>la</strong>nzados<br />

al <strong>la</strong>go <strong>de</strong> fuego y esa será <strong>la</strong> segunda muerte (Apocalipsis 20:13-15).<br />

El Nuevo Testamento afirma que Jesucristo <strong>de</strong>scendió a <strong>la</strong>s profundida<strong>de</strong>s más bajas <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> tierra, como una referencia a su <strong>de</strong>scenso al ha<strong>de</strong>s (Efesios 4:9). Nuevamente (como<br />

lo explicamos con el seol en el Antiguo Testamento), esto no significa que el ha<strong>de</strong>s<br />

que<strong>de</strong> necesariamente en el centro <strong>de</strong> <strong>la</strong> tierra, sino que pue<strong>de</strong> referirse a <strong>la</strong> condición<br />

misma <strong>de</strong> morir. Cuando Cristo resucitó <strong>de</strong> los muertos, Él venció al ha<strong>de</strong>s y a <strong>la</strong> muerte<br />

(Efesios 4:8-10).<br />

Algunos sugieren que Efesios 4:8-10, también indica que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong> resurrección <strong>de</strong><br />

Cristo, él sacó <strong>de</strong>l ha<strong>de</strong>s (seol) a todas <strong>la</strong>s almas <strong>de</strong> los santos que habían muerto hasta<br />

ese momento, y que todos los justos que mueren <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong> resurrección <strong>de</strong> Cristo<br />

14


van directamente al cielo, mientras que los que mueren sin Cristo siguen yendo al<br />

ha<strong>de</strong>s. No obstante, el texto <strong>de</strong> Efesios nunca dice eso <strong>de</strong> manera c<strong>la</strong>ra, pero más bien<br />

dice que cuando Cristo resucitó, Él cautivo lo que cautivaba a <strong>la</strong> humanidad (por vencer<br />

al pecado y a <strong>la</strong> muerte) y dio dones a los hombres, constituyendo a unos apóstoles, a<br />

otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y a otros maestros. (Efesios 4:11).<br />

EL ABISMO<br />

El Nuevo Testamento (al igual que el Antiguo Testamento) utiliza <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra abismo<br />

para referirse a todo el lugar <strong>de</strong> los muertos. Por ejemplo, afirma que Cristo <strong>de</strong>scendió<br />

al abismo y estuvo entre los muertos (Romanos 10:7).<br />

En una porción <strong>de</strong>l abismo algunos <strong>de</strong>monios son atormentados, y por eso unos<br />

<strong>de</strong>monios le rogaron a Jesús que no los enviara para allá (Lucas 8:31). Satanás será<br />

apresado durante mil años en el abismo (Apocalipsis 20:1-3). El libro <strong>de</strong> Apocalipsis<br />

enseña que <strong>la</strong> bestia (anticristo) sube <strong>de</strong>l abismo (Apocalipsis 11:7), lo que significa que<br />

aquel gobernador mundial contará con los po<strong>de</strong>res <strong>de</strong> <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s, por eso <strong>la</strong> profecía<br />

dice que subirá <strong>de</strong>l abismo pero también irá a perdición (Apocalipsis 17:8).<br />

Algunos <strong>de</strong> los juicios finales conducirán a mucha gente al abismo, pues en efecto<br />

morirán. Por ejemplo, <strong>la</strong>s <strong>la</strong>ngostas que “subieron <strong>de</strong>l abismo” tienen por rey al ángel<br />

<strong>de</strong>l abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión (Apocalipsis 9:11)<br />

y su misión es obe<strong>de</strong>cerle asesinando a muchas personas. Abadón y Apolión, significan<br />

Destructor.<br />

EL INFIERNO<br />

La mayoría <strong>de</strong> <strong>la</strong>s versiones españo<strong>la</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong> Biblia, utilizan el término infierno, con dos<br />

connotaciones.<br />

a. La primera, correspon<strong>de</strong> a <strong>la</strong> traducción <strong>de</strong> <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra griega tártaro y hace referencia<br />

a un lugar <strong>de</strong> castigo don<strong>de</strong> se encuentran algunos <strong>de</strong>monios, quienes tendrán que<br />

enfrentarse más a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte con el juicio <strong>de</strong> Dios (2. Pedro 2:4). De acuerdo con <strong>la</strong><br />

concepción <strong>de</strong> los griegos, el tártaro era una caverna don<strong>de</strong> eran <strong>la</strong>nzados los malos.<br />

b. La segunda, correspon<strong>de</strong> a <strong>la</strong> traducción <strong>de</strong> <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra gehena, y hace referencia a <strong>la</strong><br />

sección <strong>de</strong> tormento y castigo <strong>de</strong>l ha<strong>de</strong>s. Así, es el equivalente <strong>de</strong> <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra hebrea<br />

Abadón.<br />

Debemos temer a Dios, pues Él tiene el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> quitar <strong>la</strong> vida y echar en el infierno<br />

(Mateo 10:28, Lucas 12:4-5); los que van rumbo al infierno, son l<strong>la</strong>mados hijos <strong>de</strong>l<br />

infierno (Mateo 23:15); en el infierno hay con<strong>de</strong>nación (Mateo 23:33); el fuego <strong>de</strong>l<br />

infierno nunca se apaga (Marcos 9:48); es mejor renunciar a cualquier órgano <strong>de</strong>l<br />

cuerpo que ser arrojado al infierno (Mateo 5:27-30, 18:8-9, Marcos 9:43-47); el que<br />

15


mate y el que insulte a su hermano quedará expuesto al infierno <strong>de</strong> fuego (Mateo 5:21-<br />

22, 1 Juan 3:15); el mal uso <strong>de</strong> nuestra lengua (ofensas, groserías, maledicencias,<br />

mentiras, b<strong>la</strong>sfemias, etc.) pue<strong>de</strong> hacernos per<strong>de</strong>r en el infierno (Santiago 3:6).<br />

La pa<strong>la</strong>bra gehena, es una adaptación griega <strong>de</strong> <strong>la</strong> expresión hebrea ge-hinom que<br />

significa valle <strong>de</strong> Hinom, o ge-ben-hinom que significa valle <strong>de</strong> los hijos <strong>de</strong> Hinom.<br />

Hinom significa <strong>la</strong>mentación.<br />

El valle <strong>de</strong> Hinom, es un valle localizado a <strong>la</strong>s afueras <strong>de</strong> <strong>la</strong> ciudad <strong>de</strong> Jerusalén. En los<br />

días <strong>de</strong> Cristo, este valle era el basurero <strong>de</strong> Jerusalén. El valle <strong>de</strong> Hinom era un bota<strong>de</strong>ro<br />

a cielo abierto, por lo cual, los Israelitas mantenían fuego ardiendo <strong>de</strong> continuo a fin <strong>de</strong><br />

mitigar el olor <strong>de</strong> <strong>la</strong> putrefacción. A ese basurero también se arrojaban cadáveres <strong>de</strong><br />

animales y <strong>de</strong> restos humanos, y los residuos <strong>de</strong> los cadáveres que no eran consumidos<br />

por el fuego, eran <strong>de</strong>vorados por gusanos. Ese valle era un lugar don<strong>de</strong> literalmente el<br />

fuego nunca se apagaba y los gusanos siempre estaban presentes. El valle era sinónimo<br />

<strong>de</strong> podredumbre, muerte y <strong>de</strong>strucción, al punto que los judíos utilizaron el vocablo<br />

gehena para aludir al lugar <strong>de</strong> castigo eterno, y por eso el Señor Jesús lo usó como una<br />

referencia para <strong>de</strong>scribir <strong>la</strong> realidad <strong>de</strong> ese lugar <strong>de</strong> tormento, a don<strong>de</strong> se dirigen todos<br />

aquellos muertos que en su vida no aceptaron el l<strong>la</strong>mado <strong>de</strong> Dios.<br />

A<strong>de</strong>más, en ese mismo valle, en los días anteriores a <strong>la</strong> caída <strong>de</strong> Jerusalén en manos <strong>de</strong><br />

los ejércitos <strong>de</strong> Nabucodonosor, los Israelitas se apartaron <strong>de</strong> Dios e hicieron sacrificios<br />

humanos en honor a los ídolos abominables Baal y Moloc (2. Reyes 23:10, 2 Crónicas<br />

28.3; 33.6; Jeremías 7.31; 32.35). Por esa causa, Dios advirtió que ese Valle ya no se<br />

iba a l<strong>la</strong>mar más valle <strong>de</strong> los hijos <strong>de</strong> Hinom, sino valle <strong>de</strong> <strong>la</strong> Matanza (Jeremías 7:32).<br />

LA MUERTE DE LOS CRISTIANOS<br />

Para un cristiano el morir es ganancia (Filipenses 1:21), pues significa partir para estar<br />

con el Señor (Filipenses 1:23). Ya el Antiguo Testamento, había confesado que es<br />

estimada a los ojos <strong>de</strong> Jehová <strong>la</strong> muerte <strong>de</strong> sus santos (Salmo 116:15), y esto sigue<br />

siendo cierto en el Nuevo Testamento, pues los que han llegado a <strong>la</strong> muerte luego <strong>de</strong><br />

vivir una vida en Cristo tienen esperanza (1. Tesalonicenses 4:13-14), pues son<br />

here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> una gran<strong>de</strong> salvación (Hebreos 2:3). La muerte <strong>de</strong> los creyentes es un<br />

encuentro con Cristo, por eso Esteban dijo: "Señor Jesús recibe mi espíritu" (Hechos<br />

7:29).<br />

Una vez que un cristiano muere, su alma <strong>de</strong>scansa en <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong> Dios (2. Corintios<br />

5:8), y estará en <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong>l Señor, en el lugar <strong>de</strong> conso<strong>la</strong>ción, hasta que llegue el<br />

día <strong>de</strong> <strong>la</strong> venida <strong>de</strong> Él para levantar a su iglesia, y entonces Dios traerá con Jesús a los<br />

que durmieron en Él (1. Tesalonicenses 4.14).<br />

"Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el<br />

cuerpo, estamos ausentes <strong>de</strong>l Señor (porque por fe andamos, no por vista); pero<br />

16


confiamos, y más quisiéramos estar ausentes <strong>de</strong>l cuerpo, y presentes al Señor. Por tanto<br />

procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables." (2. Corintios 5:6-9)<br />

LA RESURRECCION<br />

La resurrección es una <strong>de</strong> <strong>la</strong>s doctrinas fundamentales <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe cristiana (Hebreos 6:1-2);<br />

<strong>la</strong> muerte entró por Adán, pero por Cristo <strong>la</strong> resurrección <strong>de</strong> los muertos (1. Corintios<br />

15:21-22); hay resurrección para los justos y para los injustos (Hechos 24:15); los que<br />

hicieron lo bueno resucitarán para vida, pero los que hicieron lo malo, irán a<br />

resurrección <strong>de</strong> muerte (Juan 5:28-29); <strong>la</strong> resurrección <strong>de</strong> los justos es <strong>la</strong> primera<br />

resurrección (1. Tesalonicenses 4:16, Apocalipsis 20:5-6); <strong>la</strong> resurrección <strong>de</strong> los<br />

injustos es <strong>la</strong> segunda resurrección (Apocalipsis 20:12-13). La primera resurrección está<br />

dividida en varias etapas. Correspon<strong>de</strong> a <strong>la</strong> resurrección <strong>de</strong> los santos que murieron<br />

antes <strong>de</strong>l arrebatamiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> Iglesia (1. Corintios 15:51-55), a <strong>la</strong> resurrección <strong>de</strong> los<br />

santos que murieron durante <strong>la</strong> gran tribu<strong>la</strong>ción (Apocalipsis 7:13-14), y probablemente<br />

haga referencia a <strong>la</strong> resurrección <strong>de</strong> otros santos que crean a Dios durante el milenio<br />

(Isaías 65:19-20).<br />

Habrá recompensa en <strong>la</strong> resurrección <strong>de</strong> los justos (Lucas 14:14); es una dignidad<br />

alcanzar <strong>la</strong> resurrección <strong>de</strong> los justos (Lucas 20:35), el que resucite en justicia ya no<br />

pue<strong>de</strong> morir por ser hijo <strong>de</strong> <strong>la</strong> resurrección (Lucas 20:36, Romanos 6:9) y Cristo fue el<br />

primero en resucitar (1. corintios 15:23).<br />

Jesús dijo que Moisés mismo creyó en <strong>la</strong> resurrección, pues Dios es Dios <strong>de</strong> vivos y no<br />

<strong>de</strong> muertos (Mateo 22:31-32, Lucas 20:37-40); Moisés y los profetas anunciaron que<br />

Cristo había <strong>de</strong> pa<strong>de</strong>cer y ser el primero <strong>de</strong> <strong>la</strong> resurrección <strong>de</strong> los muertos (Hechos<br />

26:22); David profetizó que Jesús iba a resucitar (Hechos 2:31); Jesús prometió que iba<br />

a resucitar (Mateo 16:21, Marcos 8:31, 9:9-10), y afirmó que iba a cumplir <strong>la</strong> señal <strong>de</strong>l<br />

profeta Jonás <strong>de</strong> permanecer tres días y tres noches en el corazón <strong>de</strong> <strong>la</strong> tierra (Mateo<br />

12:39-40, 16:4); los apóstoles enseñaron <strong>la</strong> resurrección <strong>de</strong> entre los muertos (Hechos<br />

4:2, 17:18, 24:21); <strong>Lo</strong>s apóstoles dieron testimonio <strong>de</strong> <strong>la</strong> resurrección <strong>de</strong>l Señor Jesús<br />

(Hechos 4:33, 1. Corintios 15:3-9, 20); hay gente que se bur<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

resurrección (Hechos 17:32); y hay gente que niega esa enseñanza (1. Corintios 15:12);<br />

hay gente que dice que <strong>la</strong> resurrección ya se efectuó y trastornan <strong>la</strong> fe <strong>de</strong> algunos (2.<br />

Timoteo 2:17); <strong>la</strong> resurrección es una esperanza (Hechos 23:6); <strong>la</strong> resurrección <strong>de</strong><br />

Jesucristo nos ha dado una esperanza viva (1. Pedro 1:3); cuando resucitemos seremos<br />

semejantes a Cristo (Romanos 6:5), el bautismo nos salva porque Jesucristo resucitó (1.<br />

Pedro 3:21); El Señor aseguró que en <strong>la</strong> resurrección ni se casan ni se dan en casamiento<br />

(Mateo 22:30, Marcos 12:25-27, Lucas 20:34-36), etc.<br />

<strong>Lo</strong>s muertos en Cristo resucitados, los salvos vivos transformados <strong>de</strong> <strong>la</strong> edad <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

iglesia, más los salvos <strong>de</strong> <strong>la</strong> gran tribu<strong>la</strong>ción, juntos haremos parte <strong>de</strong> <strong>la</strong> primera<br />

resurrección antes <strong>de</strong>l reino <strong>de</strong> los mil años y reinaremos con Cristo esos mil años,<br />

siendo coadjutores <strong>de</strong>l sacerdocio <strong>de</strong> Cristo sobre el Israel secu<strong>la</strong>r y <strong>la</strong> humanidad. Al<br />

final <strong>de</strong> ese periodo, este mismo grupo en general (o <strong>la</strong> iglesia) juzgaremos juntamente<br />

17


con Cristo (Juan 5.22; Hechos 10.42) a los ángeles que pecaron y al mundo en general<br />

(1. Corintios 6.2-4) en el gran día <strong>de</strong>l juicio final <strong>de</strong>l Trono B<strong>la</strong>nco.<br />

EL CUERPO DE GLORIA<br />

El Nuevo Testamento enseña que nuestro cuerpo será transformado en un cuerpo<br />

semejante al cuerpo glorioso con el que Cristo resucitó (Filipenses 3:21). La carne y <strong>la</strong><br />

sangre no pue<strong>de</strong>n heredar el reino <strong>de</strong> Dios y por eso <strong>de</strong>bemos ser transformados en un<br />

cuerpo incorruptible (1. Corintios 15:50).<br />

Adán fue coronado <strong>de</strong> gloria y <strong>de</strong> honra, fue hecho para que no muriera y toda <strong>la</strong><br />

creación fue puesta <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> sus pies (Salmo 8:4-9), pero el pecado trajo como<br />

resultado su muerte y esa muerte pasó a todos los hombres (Romanos 6:24). Así, esa<br />

gloria y honra se convirtió en <strong>de</strong>shonra y todos los hombres hemos heredado <strong>de</strong> Adán<br />

esa imagen <strong>de</strong> <strong>de</strong>shonra (1. Corintios 15:49). Nuestro Señor Jesucristo apareció como el<br />

segundo Adán (1. Corintios 15:45), como aquel que vino a restituir esa corona <strong>de</strong> gloria<br />

y <strong>de</strong> honra que el hombre perdió (Hebreos 2:9). Por medio <strong>de</strong> <strong>la</strong> resurrección, Jesucristo<br />

obtuvo un cuerpo glorioso y recuperó ese estado que Adán perdió el día que pecó. Así,<br />

los que hemos creído en Cristo, heredaremos esa imagen <strong>de</strong> gloria y <strong>de</strong> honra que<br />

Jesucristo obtuvo por medio <strong>de</strong> su resurrección (1. Corintios 15:49).<br />

Así como una semil<strong>la</strong> <strong>de</strong>be ser sembrada para que <strong>de</strong> el<strong>la</strong> brote una p<strong>la</strong>nta que tiene una<br />

forma totalmente distinta a <strong>la</strong> semil<strong>la</strong> que fue enterrada, así los hombres muertos<br />

resucitarán con un cuerpo totalmente diferente con el que fueron sepultados (1.<br />

Corintios 15:37-38). El cuerpo que fue sepultado no es el cuerpo con el que nos<br />

levantaremos. Tenemos un cuerpo corruptible que será transformado en un cuerpo<br />

incorruptible, tenemos un cuerpo <strong>de</strong>shonrado que será transformado en un cuerpo<br />

glorioso, tenemos un cuerpo débil que será transformado en un cuerpo <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r,<br />

tenemos un cuerpo animal que será transformado en un cuerpo espiritual (1. Corintios<br />

15:42-44), tenemos un cuerpo mortal que será transformado en un cuerpo inmortal (1.<br />

Corintios 15:53). Aún no se ha manifestado lo que hemos <strong>de</strong> ser pero sabemos que<br />

cuando Él se manifieste seremos semejantes a Él (1. Juan 3:2).<br />

Jesucristo no resucitó como un espíritu, sino que tenía un verda<strong>de</strong>ro cuerpo glorioso<br />

(Lucas 24:39-40). Con ese cuerpo glorioso comió (Lucas 24:41-42, Juan 21:12-13) y<br />

por eso cuando nosotros resucitemos podremos comer <strong>de</strong>l árbol <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida (Apocalipsis<br />

2:7, 22:2, 22:14). Ese cuerpo glorioso le daba <strong>la</strong> facultad <strong>de</strong> aparecer <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> recintos<br />

que estaban completamente cerrados (Juan 20:19), y solo podían i<strong>de</strong>ntificarlo si Él así<br />

lo quería (comparar Lucas 24:15-16 con Lucas 24:31).<br />

Nosotros tenemos una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada<br />

en los cielos, y esa esperanza viva tiene valor porque Cristo resucitó <strong>de</strong> los muertos (1.<br />

Pedro 1:3-5)<br />

18


EL ARREBATAMIENTO DE LA IGLESIA<br />

El apóstol Pablo enseñó que no todos los creyentes vamos a morir, pero todos sí<br />

seremos transformados (1. Corintios 15:51). Algún día el Señor arrebatará a su iglesia<br />

para que esté para siempre con Él. <strong>Lo</strong>s santos que estén muertos resucitarán y los que<br />

estemos vivos seremos transformados y arrebatados juntamente con ellos para recibir al<br />

Señor en el aire (1. Corintios 15:51-52, 1. Tesalonicenses 4:16-17).<br />

Será un evento parecido a lo que ocurrió con Enoc y Elías.<br />

EL JUCIO FINAL<br />

El apóstol Juan enseñó que habrá una segunda resurrección, dón<strong>de</strong> todos los hombres<br />

estarán <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> Dios para ser juzgados al final <strong>de</strong> los tiempos (Apocalipsis 20:11-13).<br />

Aquel día serán abiertos muchos libros y también será abierto el libro <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida. Todos<br />

los hombres serán juzgados por lo que está escrito en los libros (Apocalipsis 20:12). La<br />

mención a los libros pue<strong>de</strong> ser una referencia a <strong>la</strong>s conciencias <strong>de</strong> los hombres, pues en<br />

<strong>la</strong> epísto<strong>la</strong> a los Romanos (don<strong>de</strong> también se hab<strong>la</strong> <strong>de</strong>l justo juicio <strong>de</strong> Dios), se dice que<br />

<strong>la</strong>s conciencias <strong>de</strong> los hombres darán testimonio y sus pensamientos los acusarán o<br />

<strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rán (Romanos 2:15). La mención <strong>de</strong>l libro <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida, pue<strong>de</strong> ser una referencia a<br />

Jesucristo, pues en su papel <strong>de</strong> humano perfecto y vencedor, juzgará al mundo. La<br />

Biblia enseña que Jesús no juzgará al mundo como Padre sino <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su función <strong>de</strong> Hijo<br />

(Juan 5:22), pues Dios juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien <strong>de</strong>signó,<br />

dando fe a todos con haberle levantado <strong>de</strong> los muertos (Hechos 17:31), y por eso Dios<br />

juzgará por medio <strong>de</strong> Jesucristo los secretos <strong>de</strong> los hombres (Romanos 2:16), ya que el<br />

Señor conoce a los que son suyos. (2. Timoteo 2:19).<br />

Todo aquel que no se halle inscrito en el libro <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida será <strong>la</strong>nzado al <strong>la</strong>go <strong>de</strong> fuego<br />

(Apocalipsis 20:15). Todo aquel que venza heredará todas <strong>la</strong>s cosas, pero los pecadores<br />

tendrán su parte en el <strong>la</strong>go que ar<strong>de</strong> con fuego y azufre (Apocalipsis 21:7-8).<br />

EL LAGO DE FUEGO<br />

El <strong>la</strong>go <strong>de</strong> fuego será el lugar <strong>de</strong>finitivo <strong>de</strong> castigo eterno. La Escritura afirma que el<br />

lugar <strong>de</strong> los muertos (o ha<strong>de</strong>s), será <strong>la</strong>nzado <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l juicio final al <strong>la</strong>go <strong>de</strong> fuego<br />

(Apocalipsis 23:14). De acuerdo con <strong>la</strong> Escritura, actualmente no hay nadie en ese <strong>la</strong>go<br />

<strong>de</strong> fuego, y los primeros que serán arrojados allí serán <strong>la</strong> bestia y el falso profeta luego<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> batal<strong>la</strong> <strong>de</strong> Armagedón (Apocalipsis 19:20). Más a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte serán arrojados el diablo<br />

y los <strong>de</strong>monios, y serán atormentados por los siglos <strong>de</strong> los siglos (Apocalipsis 20:10), y<br />

finalmente serán <strong>la</strong>nzados allí, todos aquellos hombres que no se hal<strong>la</strong>ron inscritos en el<br />

libro <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida (Apocalipsis 20:15).<br />

19


El castigo es eterno (Mateo 25:46); allí será el lloro y el crujir <strong>de</strong> dientes (Mateo 8:12,<br />

13:41, 50); los habitantes <strong>de</strong> Sodoma y Gomorra y <strong>la</strong>s ciuda<strong>de</strong>s vecinas fueron puestos<br />

por ejemplo sufriendo el castigo <strong>de</strong>l fuego eterno (Judas 1:7); los que no obe<strong>de</strong>cen el<br />

evangelio sufrirán pena <strong>de</strong> eterna perdición (2. Tesalonicenses 1:8-9); todo aquel que no<br />

<strong>de</strong> buen fruto será cortado y echado en el fuego (Mateo 7:19); <strong>la</strong> cizaña (los hijos <strong>de</strong>l<br />

malo) será arrojada al fuego (Mateo 13:38,40); todos los que sirven <strong>de</strong> tropiezo y todos<br />

los que hacen iniquidad serán echados al horno <strong>de</strong> fuego (Mateo 13:42), los malditos<br />

serán arrojados al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles (Mateo 25:41), el<br />

que b<strong>la</strong>sfeme contra el Espíritu Santo sufrirá pena <strong>de</strong> castigo eterno (Marcos 3:29); los<br />

escribas y fariseos hipócritas <strong>de</strong> los tiempos <strong>de</strong> Jesús recibirán mayor con<strong>de</strong>nación<br />

(Mateo 23:14); los que no se hayan preparado estarán en <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s <strong>de</strong> afuera (Mateo<br />

8:12, 22:13).<br />

LOS CIELOS NUEVOS Y LA TIERRA NUEVA<br />

El Señor dará vida eterna a los que perseveran en el bien, buscando honra, gloria e<br />

inmortalidad (Romanos 2.7). Dios tiene preparado un lugar para nosotros en los cielos<br />

(Juan 14:2, 1. Pedro 1:4)<br />

El apóstol Pedro afirmó que nosotros esperamos según <strong>la</strong>s promesas <strong>de</strong>l Señor unos<br />

cielos nuevos y una tierra nueva don<strong>de</strong> mora <strong>la</strong> justicia (2. Pedro 3:13). <strong>Lo</strong>s cielos y <strong>la</strong><br />

tierra que ahora existen serán <strong>de</strong>struidos y Dios hará una nueva creación (2. Pedro 3:10-<br />

12). El apóstol Juan vio un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y <strong>la</strong><br />

primera tierra pasaron y el mar ya no existía más (Apocalipsis 21:1). El Señor Jesús<br />

prometió que los humil<strong>de</strong>s <strong>de</strong> corazón recibirán <strong>la</strong> tierra que Él les ha prometido (Mateo<br />

5:5), y que como hemos visto, no correspon<strong>de</strong> a esta tierra actual, sino a los cielos<br />

nuevos y a <strong>la</strong> tierra nueva.<br />

A esa nueva tierra, <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>rá <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los cielos <strong>la</strong> ciudad que tiene fundamentos cuyo<br />

arquitecto y constructor es Dios (Hebreos 11:10). Esa ciudad es <strong>la</strong> nueva Jerusalén y en<br />

el<strong>la</strong> habitarán los redimidos <strong>de</strong> Dios. Dios mismo morará con los redimidos. Allí habrá<br />

un solo trono que será el trono <strong>de</strong> Dios y <strong>de</strong>l cor<strong>de</strong>ro (Apocalipsis 22:3), pues el cor<strong>de</strong>ro<br />

es Dios mismo manifestado en carne. Nuestro Dios estará para siempre con nosotros y<br />

podremos verlo a través <strong>de</strong>l cuerpo glorificado <strong>de</strong> Jesús (Job 19:26-27, Apocalipsis<br />

22:4).<br />

20


Capítulo 4.<br />

DOCTRINAS ERRADAS<br />

A continuación presentamos algunas falsas doctrinas que se han levantado con re<strong>la</strong>ción<br />

al tema <strong>de</strong> lo que ocurre <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong> muerte.<br />

LA INEXISTENCIA DEL ALMA<br />

Algunas sectas como los Testigos <strong>de</strong> Jehová y los Crista<strong>de</strong>lfianos, enseñan que cuando<br />

el hombre muere, el alma <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> existir hasta <strong>la</strong> resurrección. De esa manera, cuando<br />

un hombre muere, simplemente <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> existir. Ellos argumentan que el seol es<br />

sinónimo <strong>de</strong>l sepulcro en don<strong>de</strong> se ponen los muertos, y que no se refiere a un lugar a<br />

dón<strong>de</strong> van los muertos.<br />

Sin embargo, el Salmo 139 dice que en ningún lugar po<strong>de</strong>mos escon<strong>de</strong>rnos <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

presencia <strong>de</strong>l Dios omnipresente (Salmo 139:7-9) y uno <strong>de</strong> esos lugares mencionados es<br />

lugar <strong>de</strong> los muertos (o seol). Si el hombre <strong>de</strong>jara <strong>de</strong> existir con <strong>la</strong> muerte, ese texto<br />

per<strong>de</strong>ría todo sentido.<br />

<strong>Lo</strong>s Testigos <strong>de</strong> Jehová y los Crista<strong>de</strong>lfianos, enseñan que los hombres que han sido<br />

<strong>de</strong>masiado malos no resucitarán, sino que ya han sido aniqui<strong>la</strong>dos <strong>de</strong>finitivamente. Esta<br />

enseñanza es atractiva para todos aquellos que quieren andar en sus malos caminos,<br />

pero niega rotundamente <strong>la</strong> verdad <strong>de</strong> <strong>la</strong> Escritura.<br />

<strong>Lo</strong>s Crista<strong>de</strong>lfianos también enseñan que los hombres que vivieron sin saber nada <strong>de</strong><br />

Dios y <strong>de</strong> sus propósitos, no tienen ninguna responsabilidad con Él, por lo cual no<br />

tienen por qué ser juzgados o castigados y por eso no resucitarán. Esa doctrina<br />

simplemente niega que Dios ha puesto <strong>la</strong> consciencia <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l hombre, y que los que<br />

sin ley han pecado sin <strong>la</strong> ley también perecerán, pero los que sin ley hicieron <strong>la</strong>s obras<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> ley, serán ley para sí mismos el día en que Dios juzgará por medio <strong>de</strong> Jesucristo<br />

los secretos <strong>de</strong> los hombres (Romanos 2:11-16)<br />

LOS HOMBRES INJUSTOS TENDRAN LA OPORTUNIDAD DE SER SALVOS<br />

DESPUES DEL MILENIO<br />

<strong>Lo</strong>s testigos <strong>de</strong> Jehová han enseñado que todos los que resuciten, tendrán mil años para<br />

tomar una <strong>de</strong>cisión acerca <strong>de</strong> su salvación. Pasado ese tiempo, si no obe<strong>de</strong>cieron al<br />

evangelio, serán aniqui<strong>la</strong>dos completamente. Esa es una enseñanza atractiva para los<br />

que no <strong>de</strong>sean arrepentirse, pero no tiene respaldo bíblico.<br />

21


EL HOMBRE ES COMO LOS ANIMALES, Y DEJA DE EXISTIR CUANDO<br />

MUERE<br />

Esta enseñanza es proc<strong>la</strong>mada especialmente por los filósofos que difun<strong>de</strong>n <strong>la</strong> doctrina<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> evolución <strong>de</strong> <strong>la</strong>s especies y promueven el ateísmo. La Biblia enseña que el que<br />

niega a Dios no es más que un necio (Salmo 14:1, 53:1). El hombre sabe muy bien que<br />

somos más que un cuerpo físico pues nuestra misma conciencia y nuestras capacida<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> pensar, razonar, reflexionar, inventar, imaginar, recordar, soñar, p<strong>la</strong>near, y <strong>de</strong>cidir así<br />

lo comprueban. A<strong>de</strong>más <strong>la</strong> Biblia dice que Dios ha puesto eternidad en nuestro corazón<br />

(Eclesiastés 3:11). Todo nuestro ser es espíritu, alma y cuerpo <strong>de</strong>be ser guardado<br />

irreprensible para <strong>la</strong> venida <strong>de</strong>l Señor Jesucristo (1. Tesalonicenses 5:23).<br />

Es el momento <strong>de</strong> reconocer que existe un Dios que nos creó y que no nos hicimos a<br />

nosotros mismos (Salmo 100:3), que Dios es ga<strong>la</strong>rdonador <strong>de</strong> los que le buscan<br />

(Hebreos 11:6), que Él no quiere <strong>la</strong> muerte <strong>de</strong>l pecador sino que este se arrepienta y<br />

viva (Ezequiel 33:11) y que Él no quiere que ninguno perezca sino que todos precedan<br />

al arrepentimiento (2. Pedro 3:9).<br />

EL PURGATORIO<br />

El purgatorio es una doctrina que <strong>la</strong> iglesia Católica Romana adoptó como artículo <strong>de</strong> fe<br />

en el concilio <strong>de</strong> Florencia (1439 d.C). De acuerdo con el catolicismo romano, solo los<br />

hombres muy malos van al infierno, y <strong>la</strong> gran mayoría <strong>de</strong> pecadores van al purgatorio,<br />

que es un lugar <strong>de</strong> tormento menor al <strong>de</strong>l infierno, en el que <strong>de</strong>ben pasar un tiempo para<br />

que a través <strong>de</strong> sus sufrimientos purguen sus pecados. Cuando hayan cumplido con el<br />

castigo impuesto irán al cielo. <strong>Lo</strong>s católicos citan a Lucas 12:58-59 que dice que no<br />

saldrás <strong>de</strong> allí hasta que pagues el último centavo, pero si se mira el contexto, Jesús<br />

hab<strong>la</strong>ba <strong>de</strong> una cárcel literal y no <strong>de</strong> un purgatorio.<br />

La Biblia no enseña por ninguna parte que exista el purgatorio, pues solo hay una vida,<br />

y en esa vida que Dios nos da es que <strong>de</strong>bemos tomar <strong>la</strong> <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> seguir a Cristo y<br />

obtener nuestra salvación (Hebreos 9:27). No hay oportunidad <strong>de</strong> ser salvos <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />

que nos alcance <strong>la</strong> muerte. La Biblia dice que el alma que pecare esa morirá (Ezequiel<br />

18:4, 18:20), pero no hay ninguna con<strong>de</strong>nación para los que están en Cristo Jesús<br />

(Romanos 8:1) y han aceptado el verda<strong>de</strong>ro p<strong>la</strong>n <strong>de</strong> salvación (Hechos 2:38).<br />

Hoy es el día <strong>de</strong> salvación (Hebreos 4:7) y hacemos bien si aceptamos el l<strong>la</strong>mado <strong>de</strong><br />

Dios (Hebreos 10:38).<br />

LA REENCARNACION<br />

La reencarnación es una enseñanza promovida por el movimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> Nueva Era, y ha<br />

sido tomada <strong>de</strong>l budismo y <strong>de</strong>l hinduismo. Según esta doctrina, cuando se llega a <strong>la</strong><br />

muerte, el alma transmigra a otro cuerpo a fin <strong>de</strong> irse perfeccionado por medio <strong>de</strong> un<br />

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proceso <strong>de</strong> vidas sucesivas, hasta que finalmente alcanza <strong>la</strong> perfección y se fun<strong>de</strong> en el<br />

infinito al ser diluido en un cosmos impersonal. De esa manera no existe diferencia<br />

entre los <strong>de</strong>más seres vivos y el hombre, pues los animales y <strong>la</strong>s p<strong>la</strong>ntas también son<br />

almas que se encuentran en un estadio <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo inferior. Esta doctrina enseña que<br />

<strong>la</strong>s almas reciben una retribución correspondiente a sus vidas anteriores, y l<strong>la</strong>man a esa<br />

retribución el karma. De esa manera, explican que lo bueno que pase en esta vida es<br />

consecuencia <strong>de</strong>l bien que se hizo en vidas anteriores, y lo malo que pase, es<br />

consecuencia <strong>de</strong>l mal que se hizo en vidas anteriores. De acuerdo con esta creencia es<br />

uno mismo el que se salva a sí mismo.<br />

Esta creencia promueve toda c<strong>la</strong>se <strong>de</strong> pecados como <strong>la</strong> adoración a <strong>la</strong> creación en lugar<br />

<strong>de</strong>l Creador, pues enseñan que <strong>la</strong> creación es divina y se está perfeccionando. De <strong>la</strong><br />

misma manera, promueven el homosexualismo, pues se ha llegado a enseñar que el<br />

comportamiento homosexual <strong>de</strong> alguien pue<strong>de</strong> ser consecuencia <strong>de</strong> una vida pasada en<br />

<strong>la</strong> que el individuo tuvo un sexo distinto al que ahora tiene, etc.<br />

Aún cuando esta enseñanza es incompatible con <strong>la</strong> enseñanza bíblica, algunas personas<br />

han querido utilizar el texto en el que el Señor Jesús dijo que Juan el Bautista era el<br />

Elías que habría <strong>de</strong> venir (Ma<strong>la</strong>quías 4:5-6, Mateo 11:14, 17:10-13, Marcos 9:11-13),<br />

para torcerlo, diciendo que ese texto sirve <strong>de</strong> sustento para <strong>la</strong> reencarnación. Sin<br />

embargo, Jesús nunca enseñó que Juan el Bautista fuera <strong>la</strong> reencarnación <strong>de</strong> Elías, sino<br />

que por el contrario, enseñó que el ministerio profético <strong>de</strong> Juan el Bautista era muy<br />

simi<strong>la</strong>r al <strong>de</strong> Elías. Esos textos no hab<strong>la</strong>n por ninguna parte <strong>de</strong> <strong>la</strong> doctrina antibíblica <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> reencarnación.<br />

La Biblia enseña <strong>la</strong> c<strong>la</strong>ra verdad <strong>de</strong> que lo que está establecido para los hombres es que<br />

tengan una so<strong>la</strong> vida, que mueran una so<strong>la</strong> vez, y que <strong>de</strong>spués se enfrenten al juicio<br />

(Hebreos 9:27).<br />

Alguien podría preguntar ¿Pero una vida tan corta sí es suficiente para alcanzar <strong>la</strong><br />

perfección? La respuesta es, que si en esa vida aceptamos a Jesucristo y obe<strong>de</strong>cemos el<br />

P<strong>la</strong>n <strong>de</strong> Salvación como está escrito en Hechos 2:38, una vida es más que suficiente. Un<br />

hombre podría vivir un millón <strong>de</strong> vidas y aún así per<strong>de</strong>rse, porque <strong>la</strong> paga <strong>de</strong>l pecado es<br />

muerte (Romanos 6:23). El único que pue<strong>de</strong> quitarnos esa culpa <strong>de</strong>l pecado es<br />

Jesucristo nuestro Señor, quién por medio su sacrificio en <strong>la</strong> cruz nos abrió un camino<br />

nuevo y vivo (Hebreos 10:20).<br />

Un día <strong>de</strong> Pentecostés, unos hombres compungidos <strong>de</strong> corazón, preguntaron a unos<br />

hombres llenos <strong>de</strong>l Espíritu Santo qué era lo que ellos tenían que hacer para ser salvos,<br />

y <strong>la</strong> respuesta que recibieron era que se arrepintieran <strong>de</strong> sus pecados, que procedieran a<br />

ser bautizados en el nombre <strong>de</strong> Jesús para el perdón <strong>de</strong> sus pecados y que recibieran el<br />

don <strong>de</strong>l Espíritu Santo (Hechos 2:38). Si aún no lo has hecho, hoy es tu día <strong>de</strong><br />

salvación. No esperas más. Ven a Jesús.<br />

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