Número 204 - Año 2012 - Hermanitas de los Pobres

MENSAJE
DISPONIBLE PARA DIOS
“Mi pasión ha sido la de
‘estar siempre disponible
para Dios’, pero sobre todo
ahora, cuando la iniciativa
es suya.”
Estas palabras del Padre
Pedro Arrupe, antiguo superior
general de los jesuitas
que pasó los últimos años de
su vida en la aceptación
serena de su enfermedad,
nos hacen reflexionar. El
sufrimiento y la limitación
cuando se viven así, ya sea
en la enfermedad o en la
ancianidad, generan silencio
y adoración; nos entregan
en manos de un misterio que
experimentamos en nuestro
interior como misterio acogedor.
A menudo, causa asombro
y admiración ver a tantas
personas, desgastadas
por el paso de los años o de
la enfermedad, llevar su
sufrimiento con mucha paz
y serenidad. Es un auténtico
milagro en su vida.
Teilhar de Chardin decía:
“Recibo más, que me hago a
mí mismo”.
Lo que nos sobreviene,
sin que nosotros lo haya-
mos causado, ocupa más
del cincuenta por ciento de
nuestra vida. En ello, algo
nos alerta y nos dice que
si hemos de prepararnos
para un primer tiempo de
acción, debemos también
prepararnos para el tiempo
de la recepción. Dios emerge
para nosotros en forma
de pregunta y como timón
de oportunidad que genera
un cambio de ruta; como
podadera que dirige el crecimiento
canalizando la
sabia interna.
¿Cuál es el cambio que hay
que pagar para que su ceda
esto? Entregarse al Misterio
de Dios, acogerlo y adorarlo.
Ofrecerle toda nuestra iniciativa
y quedarse en la adoración
silenciosa. Comulgar con
Dios, hasta que Él sea todo en
nosotros.
Así se comprenden bien
las palabras del Padre Arrupe
“Mi pasión ha sido la de
estar siempre disponible
para Dios, pero sobre todo
ahora, cuando ‘toda la iniciativa
es suya’”.
Reflexionemos en ello.
10 Enero-Marzo 2012 HACIA LA VIDA