VENTILACION MECANICA EN ANESTESIOLOGIA (2ª ED - Aymon
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<strong>V<strong>EN</strong>TILACION</strong> <strong>MECANICA</strong> <strong>EN</strong> <strong>ANESTESIOLOGIA</strong> P<strong>ED</strong>IÁTRICA:<br />
INDICE:<br />
I. La máquina de anestesia: El circuito circular y los niños.<br />
II. Ventilación durante procedimientos anestésicos específicos<br />
AUTORES:<br />
pediátricos.<br />
1º- Javier García-Fernández*<br />
2º- Luis Castro*<br />
3º- Pascual Sanabría*<br />
*Servicio de Anestesiología, Cuidados Críticos Quirúrgicos, y Terapia del Dolor.<br />
HOSPITAL UNIVERSITARIO INFANTIL. LA PAZ. MADRID<br />
CORRESPOND<strong>EN</strong>CIA:<br />
Dr. Javier García Fernández<br />
FEA Anestesia, Cuidados Críticos Quirúrgicos y Terapia del Dolor H. Infantil La Paz<br />
Pº de la Castellana, 261. 28046-Madrid<br />
e-mail: ventilacionpediatrica@hotmail.com<br />
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V.- La máquina de anestesia: El circuito circular y los niños.<br />
Las máquinas de anestesia diseñadas con circuito circular son totalmente<br />
distintas de los respiradores que se emplean para la ventilación en las áreas de cuidados<br />
críticos, que son siempre ventiladores de circuito abierto. El circuito abierto en cada<br />
respiración coge siempre gases frescos nuevos para ventilar al enfermo, y en la fase<br />
espiratoria del paciente tira todos los gases empleados al exterior. Por el contrario, el<br />
circuito circular permite al anestesiólogo poder aprovechar los gases espirados del<br />
paciente, una vez eliminado el CO2, y volver a usarlos para ventilar al enfermo una y<br />
otra vez. Este hecho determina un ahorro de costes económicos y ambientales al reducir<br />
el consumo y liberación de gases anestésicos. Pero genera una sería de complicaciones<br />
potencialmente muy peligrosas en la ventilación mecánica de niños (53,54).<br />
La principal diferencia entre un circuito circular y un circuito abierto es su<br />
diseño y construcción. El circuito circular, tiene que tener los siguientes componentes,<br />
de los que el circuito abierto carece:<br />
Un volumen interno del circuito que oscila según la máquina entre 4,5-8 litros.<br />
Un reservorio de gases. (bolsa, concertina, etc.)<br />
Una válvula de sobre-flujo o válvula de pop-off.<br />
Un cánister o absorbedor de CO2.<br />
Generador de flujo independiente de la toma de gases (concertina, pistón, o<br />
turbina).<br />
Estos componentes condicionan que el circuito circular tenga una serie de<br />
elementos y parámetros que también deben ser consideradas cuando se manejan este<br />
tipo estaciones de anestesia:<br />
Constante de tiempo.<br />
Mal llamada “Compliance” de la máquina o volumen compresible.<br />
Sistemas de compensación de la “compliance” o volumen compresible.<br />
Tasa de utilización del flujo de gas fresco.<br />
El volumen interno de las máquinas de anestesia genera la “Compliance de la<br />
máquina de anestesia” termino inapropiado que hace referencia al volumen compresible<br />
que queda comprimido dentro de la máquina de anestesia por cada cmH2O de presión<br />
positiva que se genera en ventilación mecánica. Este volumen se queda retenido dentro<br />
de la máquina de anestesia y si no se compensa, resta y disminuye el volumen corriente<br />
que le llega al paciente. Siguiendo la Ley de Boyle que rige la compresibilidad de los<br />
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gases, se pierde 1 ml de volumen corriente, por litro de volumen interno de la máquina,<br />
y por cmH20 de presión que se alcance dentro de la máquina. Esta situación puede ser<br />
muy comprometida en niños pequeños, por ejemplo, si tenemos que ventilar a un niño<br />
de 10 kilos con una máquina de anestesia que tenga una compliance de 5 ml/cmH20<br />
cuando programemos en volumen control un volumen corriente de 100 ml, si la presión<br />
que se alcanza es por ejemplo de 20 cmH20 (compliance paciente 5 ml/cmH20), el<br />
volumen que queda comprimido y atrapado dentro de la máquina es de 100 ml , es<br />
decir, del 100% del programado, no llegando nada hasta los pulmones del enfermo,<br />
situación que es muy difícil que ocurra en un paciente adulto (53-57).<br />
Para evitar que suceda lo anteriormente expuesto se diseñaron los “Sistemas de<br />
compensación de la compliance de la máquina de anestesia”; son sistemas diseñados<br />
para administrar más volumen del programado para compensar el volumen comprimido<br />
dentro de la máquina de anestesia y minimizar el efecto anteriormente explicado. Según<br />
lo eficaces que sean se pierde más o menos volumen corriente en cada ventilación del<br />
paciente. Esta es la causa principal por la que las máquinas de anestesia con sistemas de<br />
compensación no eficaces, hipoventilan en modalidades de volumen a pacientes con<br />
baja compliance dinámica (niños < 10 Kg.) (54,57).<br />
Cada vez que ventilamos por volumen con una máquina de anestesia con<br />
circuito circular a un niño que tenga una “compliance” dinámica menor que la<br />
“compliance” o volumen compresible de la máquina estamos en riesgo de<br />
hipoventilarle. Hoy día es difícil que esto ocurra con los sistemas de compensación que<br />
existen, sin embargo, a veces estos sistemas de compensación no están presentes, fallan<br />
o no son todo lo eficaces que debieran. En esta situación si ventilamos por presión en<br />
vez de por volumen e incrementamos la presión máxima hasta conseguir el volumen<br />
corriente adecuado al peso de ese niño, podremos ventilar de forma segura al paciente<br />
aunque el sistema de compensación no funcione adecuadamente (54-57).<br />
V.- Ventilación durante procedimientos anestésicos específicos pediátricos:<br />
Vamos a repasar en este apartado sólo las patologías específicas neonatales que<br />
requieren un soporte ventilatorio más delicado y que deben ser referenciadas a un<br />
hospital pediátrico, junto con las que son más frecuentes en su presentación por lo que<br />
incluso un anestesiólogo no pediátrico puede verse implicado en su tratamiento.<br />
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V.1. Estenosis hipertrófica de píloro:<br />
El cuadro clínico se caracteriza por un neonato sano que a los 15 o 20 días de<br />
vida comienza con vómitos continuos, lo que le provoca una alcalosis metabólica<br />
hipoclorémica por pérdida de ClH. Es la urgencia quirúrgica neonatal más frecuente.<br />
La preparación preoperatoria consiste en la corrección del trastorno<br />
hidroelectrolítico con suero fisiológico hasta la normalización del pH, nunca emplear en<br />
estos pacientes solución de Ringer-lactado porque empeorará aún más el cuadro clínico.<br />
Hay que colocar de rutina un sonda nasogástrica de grueso calibre 10 F. por presentar<br />
alto riesgo de aspiración pulmonar de contenido gástrico, muy especialmente si se ha<br />
realizado tránsito esófago gastroduodenal baritado. Entre las consideraciones<br />
anestésicas a tener en cuenta, cabe destacar que la intubación hay que hacerla en<br />
secuencia rápida y con todas las precauciones de un estomago lleno, para evitar la<br />
aspiración del contenido gástrico (58-61).<br />
Hoy día se están recomendando el empleo de técnicas locorregionales asociadas<br />
a la anestesia general para disminuir o eliminar la necesidad de opiáceos<br />
intraoperatorios, una epidural con abordaje caudal es una técnica muy inocua y fácil de<br />
realizar en el neonato con baja incidencia de complicaciones.<br />
En cuanto al tratamiento ventilatorio intraoperatorio es recomendable el<br />
mantenimiento de la ventilación espontánea durante el mayor periodo de tiempo<br />
posible. Clásicamente se empleaba la pieza en “T” de Ayre y en ventilación espontánea<br />
hasta justo ir a realizar la piloromiotomía, momento en que se relajaba al enfermo<br />
momentáneamente. Hoy día se recomienda el empleo de soporte de presión con trigger<br />
de flujo (soporte de presión de 15 cmH20, PEEP 4 cmH20 y “trigger” de 0,4 lpm),<br />
pasando a SIMV si el cirujano demanda relajación muscular, y en cuanto, se detecten<br />
las primeras respiraciones espontáneas volveríamos a ventilarlo con soporte de presión.<br />
Hay que prever una complicación frecuente postoperatoria que es la apnea<br />
postoperatoria típica en la hipertrofia de píloro, de etiología no muy clara, si bien<br />
algunos autores han postulado que se debe a la alcalosis del líquido cefalorraquídeo<br />
producido por la pérdida de cloruro potásico de forma constante, y a la hiperventilación<br />
intraoperatoria. Por esta razón, estos pacientes deben ser observados con pulsioximetría<br />
las primeras horas después de la intervención. Antes de la extubación del paciente, se<br />
debe comprobar una rigurosa aspiración gástrica correcta y una recuperación completa<br />
de los reflejos protectores de la vía aérea para evitar nuevos riesgos de aspiración de<br />
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contenido gástrico. En general, es una patología que a los pocos días de evolución el<br />
niño se recupera totalmente, y puede tolerar vía oral sin ningún problema (58-61).<br />
V.2. Onfalocele y gastrosquisis:<br />
Son defectos congénitos de la pared abdominal. En el caso del onfalocele<br />
presentan un saco herniario, y por el contrario en la gastrosquisis las vísceras están<br />
expuestas al exterior. Se debe realizar un estudio cuidadoso del neonato, ya que asocian<br />
frecuentemente es otra serie de anomalías cardíacas, meningocele, alteraciones renales,<br />
y otras alteraciones asociadas. La incidencia global de onfaloceles y gastrosquisis es<br />
aproximadamente de uno cada 3000 neonatos. (Figuras 5 y 6)<br />
Los objetivos principales del manejo anestésico en estos pacientes son: adecuada<br />
reposición de fluidos, protección de las vísceras vaciadas, drenaje gástrico eficaz para<br />
minimizar la distensión gástrica, administración de antibióticos por alto riesgo de<br />
infección, y estabilización y mantenimiento de la homeostasis de la temperatura en todo<br />
momento. Es muy importante conseguir suficientes vías intravenosas de calibre<br />
adecuado para proceder a una adecuada reposición de líquidos, coloides y<br />
hemoderivados. La pérdida de líquidos en la gastrosquisis puede ser tan elevada como<br />
150-200 ml/kilo (58,63,64).<br />
Para poder saber si se puede realizar un cierre primario de la pared abdominal, es<br />
conveniente medir la presión intra-abdominal que se produce al intentar introducir todas<br />
las vísceras abdominales dentro de la cavidad, para ello podemos medir la presión en<br />
vejiga, y ver que ésta no supere los 20 cmH20, otra forma también útil es medir la<br />
presión intragástrica y comprobar que esta presión no se modifica en más de 20 cmH20<br />
cuando se introducen toda las vísceras dentro de la cavidad abdominal, para evitar la<br />
aparición de un síndrome compartimental abdominal.<br />
En cuanto al manejo ventilatorio se requiere siempre empleo de relajación<br />
muscular continua para intentar favorecer el cierre primario, por lo que no tienen<br />
sentido los modos que permiten la sincronización con el paciente. El modo ventilatorio<br />
más recomendado es la presión control. Hay que tener bien reclutado el pulmón del<br />
enfermo antes de que se introduzcan todas las vísceras en la cavidad, y mantenerlo<br />
estable con una PEEP adecuada (4-6 cmH20). Una medida muy importante a tener en<br />
cuenta en estos pacientes es introducir una sonda nasogástrica para situarla en el tercio<br />
inferior del esófago para monitorizar de forma continua la presión esofágica, a través de<br />
la cual podemos aproximar la presión pleural ya que se considera muy similares, y<br />
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estándola a la presión traqueal (presión máxima cuando el flujo inspiratorio sea cero),<br />
podemos hacer una estimación de la presión transpulmonar que en esta patología es<br />
muy importante monitorizar. Una vez introducido las vísceras en la cavidad<br />
observaremos una caída brusca del volumen corriente. Para evitar esto, debemos ir<br />
incrementando la presión máxima sin quitar la PEEP, hasta que volvamos a obtener un<br />
volumen corriente de 7-10 ml/Kg. Conforme vamos subiendo la presión máxima<br />
veremos que la presión esofágica también ha aumentado por lo que la presión<br />
transpulmonar se mantiene constante. Si le presión transpulmonar aumenta a valores<br />
superiores a como estaba antes de introducir las vísceras o si la presión máxima<br />
alcanzada supera los 35 cmH20, debemos recomendar al cirujano que no realice un<br />
cierre primario de todas las vísceras, no sólo por riesgo de barotrauma, sino porque<br />
significa que muy probablemente se va a generar un síndrome compartimental<br />
abdominal (59).<br />
Hay que mantener al paciente en ventilación mecánica y con relajación muscular<br />
durante los primeros días postoperatorios hasta que se normalicen las presiones<br />
abdominales y respiratorias.<br />
V.3. Hernia diafragmática congénita:<br />
La gravedad en su presentación clínica es muy variada desde prácticamente<br />
asintomática hasta incompatible con la vida, y todo ello depende del grado de hipoplasia<br />
pulmonar que haya producido, en función del momento embrionario en el que se<br />
produce la herniación. La incidencia reportada de esta alteración varía entre uno por<br />
cada 2200 a uno por cada 5000 nacimientos. (Figura 7)<br />
La mayor dificultad que presentan estos pacientes en su manejo anestésico es la<br />
ventilación mecánica. Por un lado para mejorar la hipertensión pulmonar que presentan<br />
debemos conseguir hiperoxigenarlos e hiperventilarlos, pero a su vez debido as su<br />
inmadurez pulmonar presentan un mayor riesgo de barotrauma y volutrauma. Para ello<br />
debemos realizar ventilación controlada por presión utilizando volúmenes corriente no<br />
superiores a 7-8 ml/kg, a la mayor frecuencia respiratoria posible pero sin que se<br />
produzca auto-PEEP, y PEEP de 4 cmH20. Excepcionalmente en estos pacientes no<br />
queda más remedio que utilizar FiO2 elevadas 0,6-0,7. Si a pesar de todas estas medidas<br />
no se consigue estabilizar al paciente habrá que emplear ventilación de alta frecuencia<br />
oscilatoria que ha resultado ser muy útil en estos pacientes. Incluso algunos centros<br />
utilizan membranas de oxigenación extracorpóreas (ECMO) para los casos que no se<br />
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controlan con ventilación de alta frecuencia oscilatoria si bien no esta claro que en estos<br />
pacientes mejoren la supervivencia a largo plazo (60).<br />
Para controlar la hipertensión pulmonar también se recomienda el empleo de<br />
óxido nítrico y milrinona y la alcalinización metabólica. Hay que vigilar muy de cerca<br />
la aparición de neumotórax contra lateral que pondría al paciente en una situación vital<br />
muy comprometida (60,61).<br />
En el manejo postoperatorio inmediato habrá que continuar con ventilación<br />
mecánica e incluso bloqueo neuromuscular para conseguir que ese nuevo pulmón se<br />
vaya adaptando a su nueva cavidad, realizar un tratamiento sistematizado de la<br />
hipertensión pulmonar junto con el empleo de inotrópicos para mantener la estabilidad<br />
hemodinámica (63).<br />
V.4. Atresia de esófago - fístula traqueoesofágica:<br />
Se describen cinco tipos diferentes de combinaciones de alteraciones, aunque el<br />
90 % de los pacientes tienen un bolsón esofágico proximal acabado en fondo de saco, y<br />
una fístula traqueo-gástrica distal, habitualmente 1 cm por encima de la carina.<br />
El cuadro clínico típico de presentación es un neonato, que al nacer presentan<br />
una excesiva salivación y mucosidad bucal, y que en los primeros intentos de alimentar<br />
le presentada tos, atragantamiento y cianosis, y ocasionalmente en los casos más graves<br />
apnea y bradicardia. Entre el 35 y 65% de los casos presentan otras anormalidades<br />
congénitas, entre las más frecuentes cardiovasculares y gastrointestinales<br />
En cuanto al manejo anestésico el fin primordial es evitar la dilatación gástrica<br />
aguda que se puede producir al ventilar a presión positiva al paciente durante la<br />
inducción anestésica y que nos puede ocasionar una dilatación gastrointestinal aguda<br />
que puede llegar a ocasionar una parada cardiorrespiratoria sino se actúa a tiempo. Para<br />
poder evitar esta situación se recomienda realizar una inducción anestésica que permita<br />
el mantenimiento de la ventilación espontánea del neonato en todo momento, y la<br />
intubación sin relajación muscular (ketamina, sevoflurano). Hay que conseguir colocar<br />
el final del tubo endotraqueal distal a la fístula traqueo-gástrica, y evitar si es posible la<br />
intubación selectiva del bronquio principal derecho. Hay que conseguir taponar la<br />
fístula antes de iniciar la toracotomía, ya que una vez el paciente en posición para<br />
toracotomía derecha posterolateral con abordaje extrapleural la ventilación se hace muy<br />
difícil, ya que el cirujano en muchas ocasiones nos colapsa el pulmón haciendo muy<br />
difícil la ventilación si la fístula no ha sido correctamente ocluida (58).<br />
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Figura 5. Onfalocele: obsérvese el saco que protege las vísceras de su exposición<br />
ambiental.<br />
Figura 6. Gastrosquisis: obsérvese como las vísceras están totalmente expuestas al<br />
ambiente.<br />
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Figura 7. Hernia diafragmática: obsérvese el contenido de asas intestinales dentro de<br />
la cavidad torácica.<br />
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