Boletin 2010 - Quinta Angustia

Colaboraciones
RECORDANDO AL SR. CARDENAL
n su primera carta-saludo al clero y fieles
del Arzobispado se expresaba el Sr.
Cardenal de esta manera: “Su Santidad el
Papa Juan Pablo II ha querido confiarme el servicio
ministerial como obispo de nuestra Iglesia.
Ayudadme a dar gracias a Dios por ello.”
La confianza de la Iglesia y la benévola
elección por parte del Santo Padre, y por otro
lado, la historia de la Iglesia de Sevilla, nos
dijo en esta carta, eran motivos más que sobrados
para el gozo y la acción de gracias.
En la medida en que fue conociendo a la
Iglesia de Sevilla, fue creciendo en él la esperanza
y también una consciente llamada a la
responsabilidad del ministerio eclesial que se
le encomendaba.
Gozo, acción de gracias, esperanza, responsabilidad
y fidelidad al ministerio: esas fue-
ron las actitudes que le caracterizaron durante
todo su largo ministerio entre nosotros.
Y fue el 29 de junio de 2007 cuando todos
los diocesanos quisieron expresar a su Cardenal
Arzobispo toda la admiración, gratitud y
afecto a su persona. En la Solemne Eucaristía
que se celebraba en la Santa Iglesia Catedral,
por los veinticinco años de su presencia entre
nosotros, no sólo queríamos felicitar a nuestro
arzobispo sino dar gracias a Dios por su
servicio a nuestra Iglesia, que él nos había hecho
palpable a través de su testimonio, de su
palabra, de sus escritos y de toda su vida. Su
ministerio episcopal fue siempre luz que nos
iluminó y estimuló a vivir como cristianos y
responder al plan de Dios en esta Iglesia de
Sevilla.
Muchos son los gestos y comportamientos
de su gran personalidad que día a día nos
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