Pincha aquí - Agrupación Musical Caléndula

Parroquia de la Anunciación de Nuestra Señora y Beato Juan XXIII – Sevilla
CANCIONERO Agrupación Musical Caléndula Hoja 5
18. ELLOS NO TIENEN
NAVIDAD
Este año,
volverá a nacer Jesús
ente olores a turrones
y champán.
Este año
otra vez tendremos paz,
esa paz de los anuncios
y el neón.
Este año,
volveremos a brindar,
viviremos con los nuestros
la Navidad.
Otro año
que hará frío en la ciudad
y familias que no tengan
donde ir.
Otro año
con los sueños sin cumplir,
refugiados
en la "injusta sociedad";
otro año,
sin paramos a pensar
que la vida es para toda
la humanidad.
¡ Oh Jesús, lléname de ti !
hazme recordar
que nuestra meta
es bien distinta y dame,
dame luz, dame de esa
luz de amor
para repartirla
entre aquellos
que no tengan Navidad.
AMC
Este año, volveremos a llenar
nuestras casas
de regalos y calor;
mientras fuera,
hacen guerras sin final
y el hermano
está vencido de dolor.
Nuestra fiesta
es distinta a las demás,
para ellos ya no huele
a Navidad.
Y a una parte,
poca cosa puedo hacer,
si me siento grano
en medio de un trigal;
si las guerras de este mundo,
puedes ver, no dependen
de mi humilde voluntad.
A mi lado,
sé que hay mucho dolor, debo
darme a mi medida, como El.
19. ALABO TU NOMBRE
Kairoi
Todo mi ser canta hoy
por las cosas que hay en mí.
Gracias te doy mi Señor,
tú me haces tan feliz.
Tú me has regalado
tu amistad, confío en ti,
me llenas de tu paz.
Tú me haces sentir
tu gran bondad, yo cantaré
por siempre tu fidelidad.
Gloria a ti,
Señor por tu bondad.
Gloria, Gloria,
siempre cantaré
tu fidelidad.
(tú me haces sentir tu gran
bondad, yo cantaré por
siempre tu fidelidad.)
Siempre a tu lado estaré
alabando tu bondad.
A mis hermanos diré
el gran gozo que hay en ti.
En ti podrán
siempre encontrar fidelidad,
confianza y amistad.
Nunca fallará tu gran amor,
ni tu perdón,
me quieres tal como soy.
20. EL CALOR DE LA
PALABRA
Brotes de Olivo
Cerca del hogar
que calienta mi alma
quiero yo sentir
lo que en comunidad
tú quieres de mí.
Sintiendo el calor
que me da tu palabra,
quiero responder
a lo que me pides,
sin que a nada
yo pueda temer.
A nada, a nada
nunca he de temer,
yendo junto a ti,
con tus ojos de fe
nunca he de temer. (2)
Sólo de beber
de tu fuente de agua,
sé que sólo ella
será la que sacie
mi hambre y mi sed.
Tú eres el Señor
que alimenta mi alma
y si hago mi opción
por seguirte a ti,
nunca jamás yo temeré.
Llegan hasta mí
momentos sin calma
que me hacen dudar
de si mi camino
se orienta hacia ti.
Comienza a faltar
la paz en mi alma
y sin esperarlo apareces tú,
haciéndome ver
que a nada he de temer.
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