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4 LOCAL 12 de Julio de 2012
Renuncia Mario Guerrero a Metrorrey EDITORIAL
Sale Mario "Transas" Guerrero.
Corrupto graduado desde Nati.
POR ARACELY VELIZ
Mediante un comunicado, el Gobierno del Estado anunció
la renuncia de Mario Guerrero como Director de Metrorrey.
Esta renuncia se suma a la de Luis Eugenio Todd, como director
del Cecyte y a la destitución de Pedro Morales Somohano cono
titular del Instituto de Control Vehicular. La destitución se da luego
de darse a conocer una serie de irregularidades, tras una auditoría
en ese organismo estatal.
La renuncia de Luis Eugenio Todd no está exenta de noticias, ya
que hace meses trascendieron una serie de irregularidades en
estos planteles educativos, entre ellos declaraciones de algunos
maestros en el sentido de que no les cumplían con los salarios.
La más reciente renuncia en el gabinete que encabeza Rodrigo
Medina de la Cruz se dio a conocer el día de ayer, cuando, a través
de un comunicado, se informó sobre la dimisión de Mario Guerrero.
Durante plena campaña electoral, un medio de comunicación
informó sobre un presunto acto de corrupción en el manejo de los
boletos del Metro. Durante unas horas, se informaba, a través de
anuncios realizados en cartulinas, que las cajas expendedoras de
boletos se encontraban descompuestas, por lo que los usuarios
debían de comprar sus boletos en casetas improvisadas.
Al cabo de dos o tres horas y sin que se presentará técnico a
repararlas, las cajas expendedoras “se arreglaban” y les retiraban
el cartel, por lo que se reiniciaba la venta de boletos a través de
ellas, de manera normal.
El dinero que ingresaba en las casetas improvisadas era sacado
en bolsas, por personal civil y no por empleados de seguridad.
Incluso se manejó que el dinero que se generaba de esta manera
en Metrorrey, se utilizaba para apoyar a ciertos candidatos a puestos
de elección popular.
Fue la tarde de este miércoles cuando, a través de un comunicado,
se dio a conocer la renuncia de Mario Guerrero a su cargo
Camilo Ramírez se hace cargo del despacho del alcalde
Camilo Ramírez, secretario del
Ayuntamiento de Monterrey.
Mario Guerrero
como Director de Metrorrey. Guerrero llegó a esta dependencia
luego de dirigir durante varios años Fomerrey, en donde fue cuestionado
por actividades que no estaban relacionadas con los objetivos
de la dependencia, tales como la realización de eventos en
donde se preparaban carnes asadas en diferentes colonias de la
ciudad, así como ser el padrino en fiestas de Quince años.
En el comunicado se menciona que la renuncia, con carácter de
irrevocable, fue aceptada por el Gobernador del Estado.
POR ARACELY VELIZ
Camilo Ramírez, secretario del Ayuntamiento de Monterrey,
se hizo cargo del despacho del alcalde, al presentarse un
vacío de poder, ya que Fernando Larrazábal aseguró que
no puede volver a la presidencia municipal por tener ya en su
poder el documento que lo acredita como Diputado Federal electo.
El pasado sábado 7 de Julio, los integrantes del Congreso del
Estado ordenaron el retorno de Fernando Larrazábal a su cargo
como Alcalde de Monterrey. El lunes, en sesión Extra ordinaria de
Cabildo, los regidores, en cumplimiento de la orden de un juez,
giraron el documento en donde se solicita a Larrazábal reinstalarse
en el cargo.
Al entrevistar al ahora diputado federal electo, afirmó que se
encontraba imposibilitado para volver a ese cargo, por contar ya
con la carta constancia como diputado Federal por el Distrito 10.
Este martes, tras haber desaparecido la figura del alcalde sustituto
en la persona de Jaime Bazaldúa, a quien se reinstaló en su
cargo como Primer Regidor en el Cabildo, Camilo Ramírez, quien
ocupa el puesto de Secretario del Ayuntamiento, se hizo cargo del
despacho del alcalde.
Al darse el vacío de poder en la presidencia municipal, es el
Secretario del Ayuntamiento quien pasa a hacerse cargo del despacho,
aseguraron fuentes extraoficiales, esto mientras se nombra
a un alcalde sustituto para que concluya el trienio.
Durante el transcurso del día de ayer miércoles, el Tribunal
Federal Electoral podría emitir una resolución en el caso de Fernando
Larrazábal, quien solicitó a este organismo electoral que
fuera ahí en donde se determine lo que él debe hacer.
Después de gozar de una "beca"
política que le duró cerca de ocho
años, Mario Guerrero Dávila, uno de
los operadores electorales que utilizó
Natividad González Parás para ganar
la elección que llevó a la gubernatura,
es lanzado a la calle por Rodrigo
Medina de la Cruz, sin explicación de
por medio pero con la idea de ser
removido por actos de corrupción.
El ahora ex director del Metro le
cobró a los neoloneses sus "servicios"
de cuatrero electoral, oficio que
ejerció para Natividad González
Parás. Mario cobró primero como Oficial
Mayor de Gobierno. Después
como líder del PRI. Pasó por director
de Fomerrey para concluir como
director del Metro, donde para no
perder la costumbre también hizo de
las suyas.
Teniendo como actividad central
utilizar los cargos públicos para
engrandecer su fortuna personal,
para hacer eventos a todo lujo y hasta
tener en la nómina a mujeres que
tal vez eran requeridas por el regordete
funcionario para algunos ratos
de placer, en el gobierno se dieron
cuenta de ellos muy recientemente.
Las reuniones faraónicas de fin de
año le caracterizaron a Mario. Igual
las "carnizas" para ganarse a los
priistas, a quienes sedujo para que lo
postularan como aspirante a la alcaldía
de Monterrey, situación que no
llegó a concretarse porque otro de
los delincuentes electorales que participó
en varios atracos del sufragio
también buscó la misma oportunidad
por el mismo cargo.
Con esos lastres cargo Rodrigo
Medina de la Cruz. Hasta que los
electores lo rechazaron en las urnas,
pero que algunos grupos le pidieron
cesar a varios funcionarios que se
distinguieron por actos de corrupción
que en todos lados se comentaban.
Y todo hace indicar que en el
gobierno estaban esperando que
pasaran las elecciones para tomar la
decisión, tal vez con la idea de evitar
el descalabro electoral, pero que de
cualquier forma llegó para ajustar
cuentas con el gobernante en turno.
A la mitad del camino la corrupción
se advierte como símbolo de
una administración que parece ir a la
deriva, cuestionada localmente y sin
los respaldos del centro, donde también
se enjuiciará a quien utilizaron
para seguir haciendo negocios en la
administración pública.