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BOCAS<br />
84 DICIEMBRE 2011<br />
<strong>PACHECO</strong><br />
No ha habido Nadie como él. ageNcia de artistas, Quiere cacao, aNimalaNdia, compre la orQuesta.<br />
la televisióN colombiaNa estaría iNcompleta siN su Nombre. pacheco Nos ha hecho reír y Nos<br />
ha hecho llorar. eN los colegios todavía No falta el gracioso Que aplasta la cabeza de uN<br />
“¡Pacheco dame la a!”.<br />
compañero y grita hoy tieNe 80 años y No le tieNe miedo a la muerte,<br />
coNfiesa Que No le gusta la vida social Ni hablar coN extraños, pero eN esta eNtrevista Queda<br />
claro Que es uNo de los hombres coN más corazóN Que ha teNido este país.<br />
por MARÍA PAULINA ORTIZ fotos SEBASTIÁN JARAMILLO<br />
DICIEMBRE 2011<br />
BOCAS<br />
85
BOCAS BOCAS<br />
inco minutos más y esta entrevista<br />
pudo no haberse dado. Cuando la cita<br />
ya estaba planeada para el mediodía de<br />
un viernes –después de muchas semanas de<br />
insistencia, de muchas llamadas telefónicas,<br />
de muchos “tal vez”–, Pacheco le dijo a Marlene,<br />
su asistente: “Llámelos, y dígales que mejor<br />
no vengan”. <strong>El</strong>la dejó pasar unos minutos.<br />
Y mientras tanto el timbre sonó. Éramos periodista<br />
y fotógrafo entrando al apartamento<br />
de don Fernando González-Pacheco, el maestro<br />
de la televisión colombiana. Desde hace<br />
siete meses vive en este edificio del barrio <strong>El</strong><br />
Nogal. Hay un tapete de Navidad a la entrada<br />
y un árbol todavía a medio hacer. Apenas comienza<br />
diciembre. Pacheco está sentado en la<br />
sala. Las paredes que lo rodean son premios<br />
y más premios colgados. La mesa que tiene<br />
frente a él también está llena de reconocimientos.<br />
Todos a su nombre. Hay un televisor<br />
prendido: acaba de empezar el noticiero. Pacheco<br />
saluda sin levantarse de la silla. Tiene<br />
las manos frías (aunque puede que en esta<br />
tarde de lluvia muchos las tengamos así), está<br />
un poco delgado, y se sorprende de que Beto,<br />
su perro, no ladre. “Lo hace siempre que llegan<br />
extraños”, dice. Y ahí está su voz. Esa voz<br />
con la que crecimos millones de colombianos<br />
como compañía, cuando prendíamos el televisor<br />
y estaba Animalandia, Compre la orquesta,<br />
Quiere cacao, <strong>El</strong> programa del millón, Cabeza<br />
y cola, Charlas con Pacheco… En fin, la<br />
historia completa de la televisión colombiana<br />
que ha ido de la mano con la de este hombre.<br />
Hace ya varios años empezó a alejarse de las<br />
pantallas. ¿Dónde andará Pacheco?, es una<br />
pregunta frecuente. Esta tarde Pacheco está<br />
aquí: en su casa, rodeado de su asistente y un<br />
enfermero joven que le revisa cada tanto el nivel<br />
de oxígeno. Esta tarde Pacheco cambiará<br />
su rutina y, a pesar de que reconoce que no le<br />
gusta, hablará de él mismo. De ese presente<br />
suyo del que muchos quieren saber. Después<br />
de que los periodistas se vayan, el mejor<br />
animador que ha tenido la televisión colombiana<br />
se irá a descansar un rato en su cama.<br />
Puede que le acepte a Marlene la invitación<br />
para salir. No importa que esté lloviendo. Al<br />
contrario: a Pacheco le gusta salir cuando en<br />
la ciudad llueve, y darse un paseo en el carro,<br />
y jugar con los botoncitos de los limpiabrisas.<br />
Pacheco, una pregunta que muchos queremos<br />
hacerle: ¿cómo está?<br />
Últimamente he estado mal de salud.<br />
He tenido un problema en los<br />
pulmones que me lo están tratando<br />
con oxígeno y terapias. Ya me siento<br />
un poco mejor, pero estuve como<br />
un mes en cama. Bastante mal. Y, bueno,<br />
eso ha hecho que deje de trabajar. Me han<br />
ofrecido algunas cosas, pero todavía no me<br />
siento con ganas de trabajar. De pronto más<br />
adelante.<br />
86 DICIEMBRE 2011<br />
<strong>PACHECO</strong><br />
¿Ofertas para volver a la televisión?<br />
Sí. Me ofrecieron hacer un programa de concurso,<br />
pero no me llenó. En estos momentos<br />
preferiría algo de entrevistas, periodismo.<br />
Hice tanto tiempo concursos que quedé saturado.<br />
¿No extraña estar ante las cámaras?<br />
Sabes que más bien se descansa… Porque el<br />
mundo de la televisión tiene ese problema<br />
de tener que estar trabajando continuamente<br />
para que no se pierda el ritmo. Y eso agota. Me<br />
hace falta a veces. Pero también pienso que<br />
dejar descansar a la gente es bueno.<br />
¿Cómo son sus días hoy?<br />
Yo me paso la vida aquí. Voy donde el médico,<br />
hago la terapia para los pulmones. Eso es lo<br />
que hago, más o menos.<br />
¿Mira mucha televisión?<br />
Muy poca. Yo no he sido hombre de ver televisión.<br />
Me cansa. Hacerla y verla. Veo los noticieros.<br />
A veces me cruzo con algún concurso,<br />
pero no me cuadran del todo...<br />
¿Por los animadores?<br />
No me ponga a hablar de los colegas que eso<br />
es muy difícil…<br />
¿No le gusta ninguno por ahí?<br />
Hay algunos que son buena gente.<br />
Este Calero, Carlos. Ese me gusta.<br />
¿A usted qué lo hizo ser un buen animador?<br />
Que soy auténtico. Que no imito a nadie. Yo lo<br />
que muestro es porque así soy. No poso ni de<br />
buen mozo, ni de culto, ni de inteligente. Nunca<br />
preparo los programas. Me salen naturales.<br />
Tuve suerte, porque lo mismo que me salió<br />
bien la cosa, habría podido salirme mal. Pero<br />
la gente ve en mí a alguien como ella. A un ser<br />
humano común y corriente.<br />
Ahora muchos quieren fama rápida...<br />
Es cierto. Algunos están ante las cámaras y<br />
cambian su modo de ser. Pero en la televisión<br />
uno no puede posar de algo que no es porque<br />
la televisión no permite engañar a la gente.<br />
Vemos que está rodeado de premios…<br />
Todos son ganados más por las personas que<br />
entrevisté que por mí mismo, por los televidentes.<br />
Y tengo muchos más, guardados, para<br />
que no parezca la casa de un narcisista.<br />
¿Cuáles recuerda como sus mejores<br />
entrevistas?<br />
Una fue la que le hice a Ómar Torrijos, y la<br />
otra a Luis Carlos Galán. Torrijos era un<br />
tipo cerrado, hermético. Yo tuve que darle<br />
cuerda hasta que luego habló. Al final me<br />
agradeció. Me dijo que por fin alguien le<br />
había preguntado por él, por cosas personales.<br />
Lo mismo con Galán, a quien entrevisté<br />
días antes de que fuera asesinado.<br />
Empecé a entrevistar por casualidad y es una<br />
experiencia que agradezco mucho porque yo<br />
no soy periodista. Un día me dijeron que si era<br />
capaz de hacer un programa periodístico. Probé<br />
y me quedé.<br />
Y su primera entrevista fue nada menos<br />
que a León de Greiff…<br />
Sí. Me acuerdo que pasé un miedo terrible<br />
porque él era un hombre muy difícil. Yo lo traté<br />
sin ponerme en el plano de saber más, sino<br />
reconociéndolo como un hombre que me llevaba<br />
ventaja en muchos aspectos. Entonces<br />
le pregunté lo que supuse que la gente quería<br />
saber. Y en adelante seguí con esa táctica. Las<br />
entrevistas las hacía pensando en preguntarle<br />
lo que cualquiera le habría preguntado. Sin<br />
libreto. Sin preparar nada.<br />
Como hacía en los concursos. ¿<strong>El</strong> primero<br />
fue Animalandia?<br />
Antes hice uno que se llamó Agencia de artistas.<br />
Era un programa en el que yo hacía de<br />
jefe y llegaban los artistas a preguntarme si<br />
los contrataba. Yo canto, decía uno.<br />
Yo toco guitarra, decía otro. Y así<br />
los iba introduciendo en el espectáculo.<br />
Desde entonces empecé a<br />
cumplir una misión que después<br />
repetí: hacerme el que no sabía de<br />
las cosas.<br />
Y así se las dio de boxeador, de domadode<br />
leones, de paracaidista...<br />
La gente dice, uy, usted se tiró en paracaídas,<br />
¡pero no he sido el único!<br />
¿Cuánta gente lo ha hecho? Mucha.<br />
Fui un poco audaz, es verdad. Pero es<br />
que nada le hace mal a uno. Es uno el que<br />
le hace mal a la gente. Si uno trata bien a los<br />
demás, los demás lo tratan bien a uno.<br />
Usted, sobre todo, tenía hinchada en los<br />
niños, ¿cierto?<br />
Con los niños he tenido siempre una conexión<br />
muy especial. Tal vez porque empecé con<br />
ellos, haciendo programas como Animalandia.<br />
Y los niños, todavía, cuando me ven en la<br />
calle, me molestan. Me gustan porque son los<br />
únicos que dicen la verdad.<br />
¿Le molesta tanta fama?<br />
Yo lo de la fama nunca me lo he creído. Yo lo<br />
que soy es popular. ¿Y cómo no voy a serlo<br />
si la gente me aguantó tantos años? ¡Me ha<br />
aguantado cincuenta años dándoles lata! Es<br />
lógico que tuvieran que acostumbrarse a esta<br />
cara. Pero tampoco me considero monedita<br />
de oro. Habrá gente a la que no le guste. Pero<br />
para eso ha existido el aparatito ese…<br />
¿<strong>El</strong> control remoto?<br />
Ese, para que cambien el canal.<br />
¿Y no es un peso muy grande ser tan<br />
popular?<br />
Es una responsabilidad. Pero creo que la única<br />
cualidad que tengo, si es que la tengo, es haber<br />
sido siempre un ser común y corriente.<br />
¿Hizo buenos amigos en la<br />
televisión?<br />
En la televisión no se hacen ni muchos ni muy<br />
buenos amigos. Colegaje, sí. Ese sí es bueno.<br />
Pero ya después, cuando uno sale de la televisión,<br />
está uno con uno mismo.
BOCAS<br />
BOCAS<br />
Usted tenía un grupo con el que jugaba<br />
a las cartas…<br />
Pero ya no juego. Con esto de la enfermedad<br />
no me animo mucho. Sí jugaba mucho, con<br />
Mauricio Figueroa, con Hernando<br />
“el Culebro” Casanova. Ahora hago<br />
más vida de casa.<br />
¿Y el Marlboro?<br />
Lo dejé. Hace como dos años no fumo.<br />
Y ya no me hace falta. Cuando estaba en la<br />
televisión sí me hacía falta y siempre estaba<br />
buscando fumarme uno. Aquí ya no. Ni siquiera<br />
trago tomo ya, porque antes me tomaba mis<br />
tragos. Tengo una vida de descanso.<br />
¿Vienen amigos a visitarlo?<br />
Algunos. Pero es que se han muerto muchos.<br />
Y eso me da miedo. Álvaro Ruiz, “el Culebro”<br />
Casanova, recientemente Gloria Valencia de<br />
Castaño, con quien éramos como uña y mugre.<br />
Me dolió su muerte como la de un familiar.<br />
Jamás pensé que se fuera a morir antes que<br />
yo. Se siente que se va un compañero... Y que<br />
le va a hacer a uno mucha falta.<br />
Siendo tan amigo de los niños, ¿tuvo<br />
hijos?<br />
Yo tengo una hija, Manuela. Vive en España.<br />
Es una mujer adulta que ya se<br />
defiende sola. Es bailarina clásica. Nos<br />
escribimos y nos vemos cuando viajo,<br />
que no es mucho, porque a mí no me<br />
gusta mucho viajar. Pero más o menos<br />
mantenemos una correspondencia.<br />
¿Qué les dice a los que afirman que Pacheco<br />
decidió esconderse?<br />
Lo que pasa es que yo tengo una particularidad<br />
que la gente no entiende: soy muy tímido,<br />
mucho. Por eso hacer este tipo de entrevistas<br />
me cuesta tanto trabajo. Si me siento capacitado<br />
para algo, es para preguntar, pero no para<br />
contestar.<br />
Pero no está retirado…<br />
No, no, no, no. Yo hasta que pueda trabajar,<br />
trabajo. Ya trabajo mucho menos que antes,<br />
claro. Eso sí es cierto.<br />
Sus últimas apariciones en televisión fueron<br />
en el 2003, más o menos.<br />
Sí, en las entrevistas de Día a día. Eso fue lo último<br />
que hice. La televisión tiene la desventaja<br />
–y ventaja también, eso depende– de que el<br />
programa lo hace más el entrevistado que uno.<br />
<strong>El</strong> entrevistado a veces pasa mucho más nervios<br />
que uno. Y entonces, si se quedan, uno se<br />
va quedando también. Y la cosa no sale bien.<br />
¿No piensa volver a narrar la temporada<br />
taurina, como hacía cada enero?<br />
Ahora voy menos a toros. Eso se volvió muy<br />
monótono. Y los toreros han desmejorado mucho.<br />
De pronto oigo la transmisión por radio,<br />
aquí en la casa. Eso sí me gusta mucho más<br />
que ir, porque si la cosa llega a estar aburrida,<br />
lo puedo apagar.<br />
¿Con quién vive aquí?<br />
Solo.<br />
88 DICIEMBRE 2011<br />
¿Le gusta vivir solo?<br />
Es que –insisto– yo soy muy tímido. Por ejemplo,<br />
vida social no hago nada. Yo me pongo a<br />
sudar frío cuando estoy en una reunión. Pensar<br />
en ir a un coctel… me muero.<br />
O sea que le gusta la soledad.<br />
No me gusta, pero no me molesta.<br />
Prefiero estar en la casa.<br />
Cuando sale a la calle lo reconocen…<br />
¿Eso le incomoda?<br />
En este oficio uno tiene que acostumbrarse<br />
a que la gente le diga lo que quiera. Yo me<br />
debo al público. La gente no tiene por qué<br />
aguantarme a mí, sino al revés. Y hay con<br />
quienes la paso buenísimo, y hay gente que<br />
me cae gorda pero no se lo digo. Claro que me<br />
reconocen. Me dicen quiubo, qué paso que<br />
no volvió a la televisión. Yo les digo “ya vuelvo,<br />
ya vuelvo”. Les llevo la flota. Porque si se<br />
pone uno a contar que está enfermo…<br />
Pero la enfermedad forma parte de la<br />
vida…<br />
Sí, forma parte de la vida. Y no me preocupa<br />
que lo sepan, pero como no soy sociable, no<br />
recibo visitas y me hago el loco. No sirvo para<br />
la vida social y hablar. Para ponerme a conversar<br />
sobre cómo arreglar el país.<br />
Y bueno, por cierto, ¿cómo ve el<br />
país?<br />
Preocupante. <strong>El</strong> país que yo conocí,<br />
hace cincuenta años, cuando comencé<br />
en esto, era maravilloso. Luego empezó<br />
con la guerrilla. Y con esa falta de solidaridad.<br />
Ya no hay tanta amistad entre la gente. No<br />
nos comunicamos mucho. Tal vez por culpa<br />
de uno mismo.<br />
Usted tuvo que salir del país por amenazas<br />
de secuestro. Fue un exilio duro, ¿no<br />
es así?<br />
Me fui cuando me amenazaron, pero por muy<br />
poco tiempo. No aguanté. Me dije: prefiero<br />
volver, pase lo que pase, y no vivir donde no<br />
me siento bien. Estoy convencido de que yo<br />
no podría vivir en un país que no fuera este.<br />
Pero, aunque corto, sí fue un período muy<br />
duro… Tanto que me puso a llorar muchas<br />
veces.<br />
¿Llora mucho?<br />
Soy muy llorón. Los niños me hacen llorar.<br />
Los de la calle. Lamento verlos limpiando vidrios<br />
de carros. Eso no lo concibo porque ellos<br />
no están para eso. Están para ser niños.<br />
También se ríe mucho…<br />
Ahora me río poco.<br />
Pero si uno recuerda sus famosas carcajadas<br />
en la televisión…<br />
Muchas eran un poco fingidas.<br />
¿Qué lo ha llevado a estar triste?<br />
He sufrido no una, sino varias depresiones.<br />
Que es mucho más que una tristeza. Y después<br />
de que he pasado por eso, me cuesta<br />
trabajo enrolarme de nuevo. Me estreso bastante.<br />
No sé por qué. Como no comparto la<br />
vida social, no salgo, y uno se va aislando. Y<br />
entonces me deprimo. Tengo pocos amigos.<br />
Soy amigo de todo el mundo, pero amigosamigos,<br />
muy pocos.<br />
Su matrimonio de más de treinta años con<br />
Liliana Grohis, ¿por qué se terminó?<br />
Porque no hubo una comprensión de algo que<br />
yo no entendía al principio: que esta vida para<br />
ella era muy difícil. Es una mujer estupenda,<br />
pero le gusta la vida social, y es lógico. Y no<br />
lo hacía cuando estaba a mi lado. <strong>El</strong>la se fue<br />
aburriendo conmigo. Sí, así fue.<br />
¿Lo vamos a volver a ver en la televisión?<br />
Sí, es muy probable que vuelva, y pronto. Yo<br />
no tengo sino agradecimientos con el país,<br />
con la gente. No solo me han aguantado sino<br />
que me preguntan por qué no los sigo molestando.<br />
La gente se acostumbra a uno. Yo soy<br />
Pacheco y ese es Pacheco, ni más ni menos.<br />
Pero tengo que esperar un poco para recuperarme.<br />
¿Le da miedo estar enfermo?<br />
Sí, me da miedo, sí. Es que ya no son pocos<br />
años. Y yo nunca había estado enfermo, jamás.<br />
Siempre conservé una muy buena salud.<br />
Fui muy buen deportista. Y hacía de todo,<br />
porque me gusta vivir, me gustaba tener experiencias.<br />
Ahora me ha dado por preguntarme<br />
por la muerte. Esa es una pregunta que no<br />
me hacía nunca y ahora me la he hecho varias<br />
veces. Pienso mucho en eso desde que me enfermé<br />
y desde que tengo esta edad.<br />
Solo cumplió 80. Es una buena edad.<br />
No, ya con estos años estoy pasado. Estoy<br />
sobrado.<br />
¿Y qué se contesta cuando se hace la pregunta?<br />
Que me tocará algún día. Pero no me da miedo.<br />
Espero, eso sí, no tener que sufrir mucho,<br />
no tener una enfermedad muy grande. Porque<br />
esto que tengo es una cosa ahí, que pasa.<br />
Pero una enfermedad dolorosa, o larga, eso sí<br />
me parece muy duro.<br />
Pero se sentirá feliz de saberse en la memoria<br />
de todo un país…<br />
Es algo de doble filo. Porque eso implica también<br />
una responsabilidad muy grande ante<br />
la gente. Hay muchas cosas que uno quisiera<br />
hacer y que no las hace. Yo, por ejemplo, soy<br />
muy grosero. En mi conversación diaria soy<br />
grosero. Pero eso no se puede con la gente.<br />
¿Está satisfecho con su vida?<br />
La vida ha sido muy buena conmigo, aunque<br />
yo no he sido muy bueno con la vida. Me ha<br />
tratado muy bien a mí. No sé cómo agradecerle<br />
a la gente en Colombia. Todo su cariño. Yo le<br />
debo más a este país que lo que este país me<br />
debe a mí. Y pienso que he sido muy egoísta.<br />
¿Egoísta por qué?<br />
Porque yo me doy a los demás cuando estoy<br />
trabajando. Pero de resto no me doy. Más bien<br />
prefiero vivir solo. En cambio, la gente conmigo<br />
es terriblemente amable.<br />
Fue un gusto visitarlo, don Fernando.<br />
Ese soy yo.<br />
pacheco se despidió y se fue hacia su habitacióN. desde<br />
allá alcaNzamos a oír cuaNdo preguNtó si los periodistas<br />
ya se habíaN ido. “aúN No”, le coNtestaroN. eNtoNces le<br />
pidió al eNfermero Que Nos dijera lo mucho Que Quiere a<br />
estas persoNas, Que empezó a citar mieNtras el muchacho<br />
apuNtaba eN uN papel amarillo:<br />
CATALINA <strong>PACHECO</strong> SANDINO<br />
DICIEMBRE 2011<br />
BOCAS<br />
89