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Diario de un preso - Revista Conservadora - Jun - Sep 1961 No.

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do anteriormente los "revoluconarioS 11<br />

, pero Quintana evitó mencionar esta palabra, y cuando <strong>un</strong>a vez, por<br />

casualidad, brotó <strong>de</strong> sus labios espontáneamente, corrigió su intención ante <strong>un</strong>o mirada dura <strong>de</strong>l Fiscal,<br />

agregando<br />

11 11<br />

COmo les <strong>de</strong>cían los campesinos<br />

Para el testigo, buen oficial y ciudadano honesto que se alegró <strong>de</strong> no haber tenido que disparar<br />

contra nosotros como nos lo djo clara y abiertamente en Banadí1 lo normal era que fuéramos lo que somos<br />

11 11<br />

revolucionarios Pero el Fisca1 1 impulsado por la convicción oficial <strong>de</strong> que <strong>de</strong>bemos ser <strong>de</strong>clarados tlaidores,<br />

para lo cual es necesario darnos <strong>un</strong> título que suene a extranjero o mercenario, corrigió con la mirada<br />

al testigo y le hizo <strong>de</strong>sfigurar <strong>un</strong> vocablo, poniendo en evi<strong>de</strong>ncia que no era el tesligo quien nos llamabo<br />

"revolucionarios 1<br />

', sino los campesinos, o el pueblo<br />

Fue <strong>un</strong> pequeño choque, entre la verdad, y la 11<br />

Verdad oficial"<br />

Quintana es <strong>un</strong> buen muchacho <strong>de</strong> Managua Su familia ha vivido en la misma calle en que se<br />

encuentra mi casa Conocía a casi todos los <strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong> Banadí, y sabe bien que lodos los acusados en el<br />

absurdo juicio <strong>de</strong> traición somos tan nicaragüenses como él y sus soldados<br />

En el propio sitio <strong>de</strong> nuestra rendición, <strong>un</strong> humil<strong>de</strong> guardia nacional <strong>de</strong> la patrulla <strong>de</strong> Quintano,<br />

nos dijo con ese ja<strong>de</strong>o natural <strong>de</strong> todo hombre, cuando sale <strong>de</strong> <strong>un</strong> aprieto<br />

-Por dicha que nos matamos entre los mismos A mí me habían dicho que uste<strong>de</strong>s eran cubanos,<br />

y ahora veo que son nicaragüenses, hermanos<br />

Las frases <strong>de</strong> este hombrecito, <strong>un</strong> anónimo soldado <strong>de</strong> esos que en la Guardia Nacional se mencionan<br />

sólo por el número <strong>de</strong> enganche, representan a la verdad nacida en el pueblo mismo, y opuesta a<br />

<strong>un</strong>a 11<br />

Verdad oficial" que quiere a toda costa extranjerizarnos con el mal empleo <strong>de</strong>l vocablo 11<br />

invasores 11<br />

,<br />

para endilgamos el infame cargo <strong>de</strong> traición<br />

El mismo Quintana al corregir la espontánea manifestación <strong>de</strong> su palabra, agregando a la calificación<br />

<strong>de</strong> "revolucionarios" la explicativa frase <strong>de</strong>, 11<br />

COmo les llamaban los campesinos", reofirmó sin darse<br />

cuenta la exacta calificación <strong>de</strong> nuestro caso<br />

Fuimos <strong>de</strong> ese modo llamados por el campesinado, porque eso éramos, a pesor <strong>de</strong> que la Autoridad<br />

Convocadora, los fiscales, y sus testigos, nos llamen con el vocablo oficial y prefabricado para el caso,<br />

<strong>de</strong> ' 1 invosores 11 , con el objeto <strong>de</strong> dar cierto caráctter extranjerizante a nuestra lucha<br />

* * *<br />

Fuera <strong>de</strong> oír el testimonio <strong>de</strong> Quintana, me entretuve en <strong>un</strong>a larga conversación con Reynaldo<br />

refiriéndole mis conclusiones sobre nuestro fracaso, escritas ya en este diorio bajo el tílulo <strong>de</strong> INVENTARIO<br />

El agregaa a las mías estas otras<br />

PRIMERA La zona en que nos locó operm era mala Na había lugm es <strong>de</strong> montaña alta al<br />

comienzo que prestaran seguridad a <strong>un</strong>a guerrilla<br />

SEGUNDA Debimos haber <strong>de</strong>sembarcado en la tar<strong>de</strong>, para logrcu atacar <strong>un</strong> pueblo en la madr ugoda<br />

siguiente (Santo Domingo o Santo Tomás) y luego internarnos en sus cordones <strong>de</strong> montañas<br />

Reynaldo tiene razón, pero al primer error nos condujo la escogencia <strong>de</strong>l lugar hecha en Nicaragua,<br />

<strong>de</strong> don<strong>de</strong> nos avisaron ser ese el L1nico sitio que habían podido obtene1 poro nuestro aterrizaje, y específicamente<br />

a<strong>de</strong>más que nos esperarían únicamente hasta el Domingo 31 <strong>de</strong> Mayo en la mañana<br />

<strong>No</strong> hubo don<strong>de</strong> escoger <strong>No</strong>sotros leníamos que hacer dos viajes <strong>de</strong> Costa Rica a Nicaragucr, y<br />

lo natural era que ellos entraran por la "puerta preparada"<br />

Por eso fue que el primer <strong>de</strong>sembarque se hizo en Mollejones el 31 en la mañana, y <strong>de</strong> rro haber<br />

sido así, jamás habría podido el piloto encontrar aquel campo que i<strong>de</strong>ntificaron para nosotros, cuatro<br />

campesinos con señales luminosas y extensas mantas blancas<br />

Una vez en la "tierra prometida", viendo la imposibilidad <strong>de</strong> mantener <strong>un</strong> campo abierlo, y cercano<br />

a la carretera que conecla a Managua, dijimos a Víctor el piloto, que era imposible realizar en el mismo<br />

sitio el seg<strong>un</strong>do <strong>de</strong>sembarque<br />

Olarna<br />

De allí la razón paro que al día siguiente, la seg<strong>un</strong>da parte <strong>de</strong> nuestra expedición aterrizara en<br />

Hay algo más Según noticias posteriores hemos sabido que el Frente Interno contaba con que<br />

en Mollejones iban a estar muchos buenos conocedores <strong>de</strong> la región para recibirnos, pero la triste verdad<br />

es que cuando se abrió la portezuela <strong>de</strong>l avión, había solo cuatro o cinco personas, y ning<strong>un</strong>a <strong>de</strong> ellas conocía<br />

la zona<br />

Así fue cómo 1 por tropiezos naturales en la coordinación <strong>de</strong> <strong>un</strong>o empresa como esta 1 y por la<br />

dificultad inmensa que implica el trabajar clan<strong>de</strong>stinamente <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l país, nuestro primer grupo <strong>de</strong> <strong>de</strong>sembarco<br />

entró a Nicaragua con <strong>un</strong> pié falso, para concluir 15 días <strong>de</strong>spués en Banadí, rendido ante los<br />

ojos medio gozosos y medio asustados <strong>de</strong>l Teniente y testigo Gastón Quintana.<br />

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