Abuelos criando a los nietos

n Usando los “tiempo fuera”: Cuando los
niños se enojan o se frustran, es posible
que no puedan resolver el problema
inmediatamente. Si los niños están
molestos, enséñeles a tomarse algunos
minutos para calmarse antes de enfrentar
el problema. Trate este tiempo como un
tiempo para reponerse, no como un castigo
por la mala conducta. Anímelos a
encontrar un lugar tranquilo. Haga que
respiren profundo varias veces. Deles una
actividad en silencio en la cual puedan
trabajar por algunos minutos. Cuando
estén más calmados, ayúdeles a solucionar
el problema de forma positiva.
n Empleando consecuencias. Las
consecuencias son los resultados directos
de romper una regla. Para que sean
efectivas, las consecuencias necesitan ser
inmediatas y relacionadas claramente con
la mala conducta. Algunas consecuencias
suceden sin su ayuda. Por ejemplo, cuando
un niño deja los marcadores destapados,
éstos se secarán. Otras consecuencias
tienen que ser impuestas por los adultos. Si
un niño escribe en las paredes, él deberá
limpiarlas. Si un niño tira un juguete, quizás
ya no se le permita jugar con ese juguete.
Recuerde que hay que emplear las
consecuencias inmediatamente después
del mal comportamiento del niño. No es
efectivo castigar a un niño unas semanas
después porque el niño no asociará el
castigo con su conducta.
Recuerde que cada niño es único. Las
herramientas y estrategias que funcionen para
un niño puede que no sean efectivas para otro.
Diferentes herramientas podrían funcionar
mejor en diferentes casos. Ponga atención a las
personalidades de sus nietos y elija estrategias
de disciplina que funcionen para cada uno de
Disciplinando a sus nietos
ellos. ¡Muchas veces es un proceso de prueba y
error!
Enseñado la buena conducta
La disciplina no sólo se trata de eliminar la mala
conducta de sus nietos, sino también se trata de
enseñarles a los niños la manera correcta de
portarse. Éstas son algunas maneras para
ayudar a los niños a aprender una conducta
apropiada.
n Comunique mensajes claros. Algunas
veces la conducta de los niños es divertida,
pero reírse cuando un niño se porta mal
podría darle la atención que busca y podría
motivarlo a portarse mal de nuevo. Cuando
un niño dice algo grosero pero chistoso,
hágale saber que no importa cuán chistoso
sea lo que dijo, no es apropiado. Evite
contar anécdotas ingeniosas de su mala
conducta cuando los niños estén
escuchando; esto podría fomentar la mala
conducta.
Abuelos criando a los nietos, Extensión Cooperativa, Universidad de Georgia
Por naturaleza los
niños pondrán a
prueba las reglas
que usted fije. Su
responsabilidad es
hacer las reglas
claras e imponerlas
siempre.
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