boletin vertical - Cofradía del Cristo Yacente del Santo Sepulcro

Homenaje
Boletín de Navidad 2012 Cristo Yacente Guadalajara
CARLOS, CARLOS, HERMANO
HERMANO
Era una tarde de abril de 1990 cuando cuatro jóvenes se reunían con otros
cuatro “mayores” para decidir el futuro de nuestra cofradía, en la citación se decía
que había que tratar temas de gran importancia para la misma. Era el momento de
dar un impulso y una nueva conformación a la Cofradía, abriendo el ingreso a
toda persona ajena a la misma. Y allí estaba Carlos, donde por primera vez fue
elegido como tesorero de la nueva junta directiva.
Desde entonces su compromiso con la cofradía fue creciendo cada día más,
su primera aportación fue la elaboración del boceto del estandarte y mandó su
confección a las monjas clarisas de Molina de Aragón, pagando íntegramente su
elaboración (perdona, creo que ya el secreto se puede desvelar).
Eran momentos difíciles, no contábamos con grandes cosas y la
participación de hermanos era muy escasa, con su trabajo y el de sus compañeros
de junta fuimos creciendo en enseres y hermanos, se pintaron los faroles viejos
recuperados en su casa con la cruz de Jerusalén, se hicieron cruces de penitencia,
se propuso sacar el paso a hombros, se amontonaban las nuevas ideas…
Pero esta Semana Santa sería distinta (me atrevería a decir que la pasada
también), todos sabíamos el final que tendría su enfermedad, aunque no
quisiéramos aceptarlo, como cristianamente si lo aceptó el, como nos dijo nuestro
Abad en la emotiva misa de funeral. Todavía me pregunto de donde sacaría las
fuerzas para estar presente en todos los actos de este año, en la comida de
hermandad, organizando el coro que participaría este año en la misa de difuntos,
con que ilusión hacía todo: cuando consiguió de su hermano la donación de la
furgoneta para la cofradía, el día que fuimos a conocer a Modesto a Cuenca,
fallecido días después que él….la confección de las nuevas varas de mando, el
himno de la cofradía….
El funeral fue muy emotivo en Santa María, sobre todo cuando fue portado
a hombros por sus hermanos banceros, de los que se despidió con ese abrazo uno
por uno, cubierto por el repostero estrenado este año, sabiendo que era el último
regalo que nos hacía, este año no hubo chicles, pero ese abrazo no lo olvidaremos
nunca, como las lágrimas que derramamos muchos de nosotros.
Cofradía Cristo Yacente Página 9