La EMMOE recibe el premio “Pedro Lafuente” - Ejército de tierra ...

GMAM- EEET
Las jornadas que, como en toda salida de esquí de travesía, al principio
parecen ser como el día de la marmota, desayunando recogiendo el
equipo preparando la pulka y los
esquís y comenzando el recorrido;
luego cambiaría por las incidencias
meteorológicas obligándonos en algún
caso a variar el recorrido previsto, por
riesgo de avalanchas, y por incidencias
en el material que obligó a uno de
nuestros componentes a realizar
cuatro jornadas con raquetas con la
ralentización y esfuerzo doble por su
parte, que además le produjo unas ampollas que solo de verlas nos
hacían sufrir a todos.
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Aquí la prueba del delito
Por lo demás jornada tras jornada sin más incidencias fuimos completando
el recorrido que nos habíamos propuesto, pudiendo disfrutar de los
bosques de la taiga, coníferas y abedules en su mayoría, y hasta los renos
hicieron acto de presencia un día, eso sí sin los regalos de Papa Noel,
cuya casa se encuentra en Rovaniemi a unos 300 Km. al sur de donde
nos encontrábamos. Unos días sufríamos el efecto windchill, y sumidos
en la ventisca nos daba alegría de llegar al refugio de madera que nos
daría cobijo esa noche. De paso decir que la red de refugios que existe en
el parque nacional y su mantenimiento es una maravilla y de agradecer,
pues siempre nos podíamos apoyar en alguno, los cuales tienen leña para
calentar la estancia y ayudarnos a fundir nieve y cocinar junto con los
hornillos. Cuando su capacidad nos impedía dormir a todos en el refugio,
montábamos las tiendas de campaña, dejando en la cabaña a los tenores
de la noche, esta vez no diré el nombre sr……,
Tienda modelo en experimentación y antirronquidos, por la selección del personal.