grupos sanguíneos,historia , evolución,curiosidades y anecdotario
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2.1 El descubrimiento de los <strong>grupos</strong> <strong>sanguíneos</strong><br />
La presencia de los anticuerpos específicos de especie, naturales o<br />
inmunes, justifica nuestra negativa a recibir sangre de animales.<br />
Pero los resultados obtenidos mediante el uso de sangre humana<br />
habían demostrado que, en una especie determinada, los glóbulos<br />
rojos no son necesariamente intercambiables de un individuo a otro.<br />
K. Landsteiner encontró la explicación de los accidentes observados.<br />
Después de efectuar experiencias análogas a las de Bordet,<br />
Landsteiner publicó en el Zentralblatt für Bakteriologie un artículo al<br />
cual agregó una nota donde se expresaba aproximadamente lo que<br />
sigue: “El suero humano normal no solo aglutina los glóbulos rojos<br />
de animales, sino frecuentemente también los glóbulos rojos<br />
humanos provenientes de otros individuos. Falta definir si esta<br />
manifestación se produce a raíz de una diferencia individual original,<br />
o si se debe a una acción nociva de naturaleza bacteriana.”<br />
Este interrogante recibió una respuesta el año siguiente. Landsteiner<br />
extrajo sangre a los integrantes del personal de su laboratorio, y<br />
separó el suero de los glóbulos rojos. Al mezclar cada uno de los<br />
sueros con cada una de las muestras de glóbulos rojos comprobó<br />
que en algunas de esas mezclas se habían aglutinado los glóbulos<br />
mientras que en otras no se observaba aglutinación.<br />
Al examinar el cuadro de las reacciones obtenidas, Landsteiner<br />
advirtió que había cierta regularidad entre ellas y que los glóbulos<br />
rojos podían ser aglutinados en tres disposiciones diferentes. En<br />
otras palabras, en esta experiencia hecha con un número limitado<br />
de personas, podía clasificarse cada muestra de sangre en una de<br />
las tres categorías sanguíneas o <strong>grupos</strong>. (A,B,O.) Pero Landsteiner<br />
creía que estos <strong>grupos</strong> podían ser más numerosos, y aconsejó a<br />
Decastello y a Sturli que examinaran un número mayor de individuos<br />
para tratar de encontrar otros. Efectivamente, esos dos<br />
investigadores señalaron en 1902 la existencia de otro grupo más<br />
escaso que los anteriores.(grupo AB). Así se completó el conjunto<br />
que hoy conocemos con el nombre de sistema de <strong>grupos</strong> ABO<br />
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