El Mercosur aprobó ingreso de Venezuela - Correo del Orinoco

Más que remojar,
actuar
Oliver Reina
oliver.reina@gmail.com
De nuevo la desestabilización y el
irrespeto a la soberanía de los
pueblos obscurece a nuestra región.
El estado de derecho y las más elementales
normas del debido proceso
son vulnerados en pleno 2012 de
forma similar al intervencionismo
que por demasiado tiempo subyugó a
nuestra América.
Los que antes se imponían como
dictaduras hoy son gobiernos sustentados
legal más no legítimamente,
demostrando que con sus matices y
recreaciones mantienen su esencia:
una minoría que busca imponer sus
intereses aunque atropelle la voluntad
mayoritaria y la autodeterminación
popular, condiciones fundamentales
para la democracia.
El capítulo paraguayo, el más reciente
de esta historia, demuestra cómo la
legalidad puede alejarse diametralmente
de la legitimidad. Unas pocas
decenas de votos del Senado borraron
como un macabro sortilegio la voluntad
de los millones que con deseos de
cambio, de disminuir la desigualdad y
de profundizar la democracia, votaron
por Fernando Lugo.
Repasemos algunos hechos recientes:
2008 en Bolivia, grupos opositores
al Gobierno de Evo Morales adelantaron
una estrategia secesionista; 2009
en Honduras, secuestraron y expatriaron
a Manuel Zelaya; 2010 en Ecuador,
una ley con competencia en lo policial
sirvió de excusa para el secuestro e intento
de golpe de Estado contra Rafael
Correa. Al caso paraguayo debemos
sumar la nueva desestabilización que
sufre el Presidente boliviano por la
huelga policial recién finalizada y que
dejó ver una nueva brecha de la democracia
regional.
Ahondar en lo viciado del proceso ejecutado
contra Lugo sería redundar; esperar
una respuesta más determinante
de sus simpatizantes al estilo de nuestro
abril de 2002 sería quizás injusto.
Las historias y realidades de nuestros
pueblos son sencillamente distintas.
¿Será casualidad que la desestabilización
aplique solo contra gobiernos
progresistas? Suponerlo sería demasiado
inocente. ¿Serán ensayos para
matizar nuevas avanzadas contra
otros procesos profundamente democráticos
como por ejemplo el venezolano?
No creerlo sería menospreciar
al imperio y sus agentes. Es tiempo de
acciones concretas, no solo de remojar
las barbas.
| 14 | Opinión Libre N o 1.011 La artillería del pensamiento
Golpe a Unasur en Paraguay
El imperialismo estadounidense tiene
a la Unión de Naciones Suramericanas
(Unasur) como un reto a su viejo dominio
continental, por lo cual ha activado
desde su constitución, hace dos años, un
plan de erosión y destrucción de la unidad
de nuestra región, del mismo modo
que hace con la Alianza Bolivariana para
los Pueblos de Nuestra América-Tratado
de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP)
y hará con la Comunidad de Estados Latinoamericanos
y Caribeños (Celac), su
más reciente contrincante.
Al golpe en Honduras contra Manuel
Zelaya, dirigido directamente por su incorporación
al ALBA, se produce otro
como un libreto prefabricado en Paraguay
contra el exobispo Fernando Lugo,
quien presidía pro témpore a Unasur, al
usar un argumento circunstancial previamente
montado como escenario para
hacerle un juicio político de circo y golpear
de ese modo a la Unión de Naciones
Suramericanas y a todo el proceso de integración
regional.
Estados Unidos está aplicando la vieja
tesis de golpear en los eslabones más débiles
de la cadena para romperla. Ese ha
Américo Díaz Núñez
embavenbel@gmail.com
sido su estilo de minar cualquier vestigio
de disminución de su dictadura hegemónica,
mediante la cual ha controlado y
saqueado nuestros recursos naturales
durante más de un siglo.
Paraguay, además, tiene una importancia
estratégica en la política de dominio
continental por su gran reservorio de tierras
cultivables, acuíferos y bosques. Desde
allí pretende EEUU dominar el Cono
Sur, tal como lo hizo durante las dictaduras
militares que impuso y sus planes de
exterminio de toda una generación de revolucionarios
a través del Plan Cóndor.
En Honduras y Paraguay el imperio
tiene bases militares y embajadas conspiradoras
que escriben los libretos de sus
comedias, cuyos actores principales son
payasos sin pueblo.
Esta es una lucha desigual que se ha
ido ganando mediante la integración de
los pueblos, necesidad de sobrevivencia
de toda la región. Ya lo dijimos: este proceso
tendrá que afrontar duras pruebas
frente a un adversario que todavía no ha
sido derrotado completamente y que dará
la pelea, pero que no podrá derrotarnos.
Chascarrillos de
Vargas
Autobús del regreso
José Gregorio
González Márquez
caminosaltair@hotmail.com
El juicio realizado por el Congreso
paraguayo en contra del presidente
Fernando Lugo es solo un
indicador de los caminos que toma
la derecha latinoamericana para barrer
los insurgentes gobiernos que
hoy despuntan en América.
Con la complicidad y ayuda económica
del imperialismo, se intenta
eliminar la libertad de conciencia
en los pueblos del mundo e instaurar
de nuevo regímenes de explotación y
expoliación de los colectivos progresistas.
La destitución de Lugo forma
parte de los ataques inmisericordes
que se planifican desde la Casa Blanca
para impulsar el retorno de las oligarquías
rancias y debilitar las verdaderas
democracias que amenazan
al capitalismo.
La explotación del hombre, el saqueo
de los recursos naturales propios
de los países que no comulgan
con el imperio y la imposición de gobiernos
títeres forman parte de los
objetivos trazados desde Washington
para llenar sus arcas y manejar las
riquezas de otras naciones a su antojo.
No importa si con ello se depreda
el ambiente o los índices de marginalidad
aumentan excesivamente,
mientras las grandes corporaciones
se benefician, la pobreza es solo un
eslabón en la cadena de penurias que
desvirtúan el verdadero sentido de la
humanidad.
En Venezuela la oposición juega
a regresar al pasado. Montada en el
supuesto “autobús del progreso”, asume
la tarea de desvincular el modelo
humanitario de la Revolución para
ofrecer un retroceso ante el devenir
histórico.
Quienes prometen “nuevos tiempos”
y ya hablan de una “ley de transición”
son los mismos que nos llevaron
a la bancarrota, los que cargan
a sus espaldas miles de torturados,
desaparecidos y muertos, los que
hambrearon al pueblo por cuatro
décadas, los que entregaron al Norte
nuestro petróleo.
Apátridas, desean volver al poder
para vender nuestra soberanía y hacer
el papel de borregos percibiendo
algunas prebendas. Buscarán senderos
para derrocar la Revolución Bolivariana,
intentarán aplicar fórmulas
como las empleadas en Honduras y
Paraguay. Pero se conseguirán un
pueblo dispuesto a defender sus derechos
adquiridos. ¡Venceremos!