¿O piltrafa neoliberal? - Voces del Periodista

“-Me marcho, tiazo...he venido a despedirme.
El pobre Salina sintió que se le encogía el corazón.
-¿Un duelo?
-Un gran duelo, tío. Con Franceschiello Dios lo Guarde.
Me voy a las montañas, a Corleone; no se los digas a nadie,
sobre todo a Paolo. Se preparan grandes cosas, tiazo, y no
quiero quedarme en casa, donde, por lo demás, me cogerían
enseguida, si me quedo.
El príncipe tuvo una de esas visiones repentinas: una sangrienta
escena de guerrillas, escopetazos en el bosque, su Tancredi
en el suelo, las tripas como aquel pobre soldado.
-¡Estás loco! Hijo mío!¡Ir a muerte por esa gente! Son todos
mafiosos y estafadores. Un Falconeri tiene que estar con nosotros,
por el rey.
Los ojos volvieron a sonreir.
-Por el rey, sí, pero ¿qué rey? -El muchacho tuvo uno de
esos accesos de seriedad que lo volvían enigmático y a la vez
entrañable-. Si nosotros no participamos también, esos tipos
son capaces de encajarnos la república. si queremos
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pan ¿mUtantes o trasvestistas?
El poder corrompe:
el poder absoluto corrompe
absolutamente
POR aBraHam GarcÍa iBarra
(Exclusivo para voces del periodista)
que todo siga igual, es necesario que todo cambie. ¿Me
explico?Hasta pronto. volveré con la tricolor”.
(Diálogo entre el príncipe Fabricio y su sobrino Tancredi en
casa de los salina. El Gatopardo, de G. Tomasi di Lampedusa.
Desde la aparición de esa obra, el gatopardismo se ha vuelto
una cínica escuela política. En ella han abrevado no pocos hombres
del poder en México.)
* * *
Si alguien -sin vocación de publicista oficial u oficioso-, se propusiera
objetivamente pulsar los signos vitales del Partido Acción
Nacional (PAN) a lo largo de sus primeros 60 años de existencia,
seguramente tendría que fijar -desde el punto de vista del capital
humano e intelectual de esa formación política-, un parteaguas
entre la generación fundacional que, nutrida en el conocimiento
y el cultivo de la filosofía, se decía comprometida en “bregas de
eternidad”, y la pandilla desplazante, que se refociló en su voluntaria
y grosera identidad: Los bárbaros del norte, que no ensayaron
siquiera una simulacro de eclecticismo. Se embrocaron
instintivamente en el pragmatismo más rupestre, rudimentario e
inmoral.
Del pie de cría doctrinario, al PAN le viene del siglo XIX la proclama
¡religión y fueros! De su antecesor en 1911, el Partido
Católico Nacional, el lema ¡dios patria y libertad! Sus fuentes
tributarias lo facultan a considerarse depositario de la herencia
de la historia y la cultura hispánicas y sus guías espirituales, en
nombre de la Doctrina Social de la Iglesia, le comprometen a “la
restauración de la cristiandad en México”, pero sobre la marcha
se contamina con la consigna excluyente ¡cristianismo sí! ¡comunismo
no! que algunos militantes más radicales creen deben
cumplir si hacen suya la amenaza: “matar un comunista no es
un crimen, es un deporte”. ¿Se puede así construir una “patria
ordenada y generosa”? De la originaria propuesta humanista
del catolicismo como inspiración, al solidarismo postulado hace
medio siglo ¿qué ha quedado ahora que pasó de la sistemática,
rabiosa y heroica algunas veces, oposición, al ejercicio del
poder?
Fundado en un momento en el que tomó a título de fe la cru-
V O C E S D E L P E R I O D I S T A No. 157 1 AL 15 DE MARZO DE 2007