76-11 AFiChEs MEMoRiA En MoViMiEnto. VoCEs, iMágEnEs, tEstiMonios. 76-11 afiches MoMentos <strong>que</strong> <strong>hicieron</strong> <strong>historia</strong> Desde hace 35 años, los familiares de las víctimas del Terrorismo de Estado y los sobrevivientes llevan adelante diversas estrategias comunicacionales colectivas, <strong>que</strong> hoy continúan, y <strong>que</strong> constituyen un testimonio vivo de esa lucha. Esta muestra, <strong>que</strong> presenta una selección de los materiales producidos por los Organismos de Derechos Humanos desde la última dictadura cívicomilitar, representa los momentos más significativos en la lucha por el derecho a la libertad, a la identidad y a la justicia. 1976 Las Fuerzas Armadas asaltan el poder del Estado imponiendo una dictadura cívico-militar En los inicios de la dictadura cívico-militar del 24 de marzo de 1976, los familiares transitaron por los pasillos de distintas instituciones estatales como cárceles, juzgados, cuarteles y dependencias ministeriales en la bús<strong>que</strong>da por el esclarecimiento del paradero de sus seres <strong>que</strong>ridos. De esta forma se fueron articulando las primeras denuncias, se confeccionaron Habeas Corpus colectivos y fueron surgiendo, al calor de este proceso, nuevos organismos de Derechos Humanos <strong>que</strong> tuvieron la finalidad de encontrar a los hijos desaparecidos, a los nietos apropiados o dar respuesta a las demandas de los presos políticos. En este marco, en 1977 las Madres iniciaron sus rondas alrededor de la pirámide de la Plaza de Mayo con el acompañamiento de otros familiares. un tiempo después comenzaron a tomar envergadura las denuncias sobre violaciones a los derechos humanos realizadas en el exterior por los sobrevivientes y exiliados. De esta forma el accionar colectivo de familiares y organismos de Derechos Humanos permitió ir rompiendo el cerco de silencio impuesto a través del miedo, el dolor y la incertidumbre. El ocultamiento <strong>que</strong> la Junta Militar hizo de la represión ilegal tuvo por finalidad silenciar la existencia de centros clandestinos de detención, la tortura, los asesinatos y la desaparición de personas, la apropiación de niños y niñas, el exilio de familias enteras y y las severas condiciones a las <strong>que</strong> eran sometidos los presos políticos en las cárceles. Durante esta etapa los organismos de Derechos Humanos articularon campañas de denuncia con las consignas de: “Aparición con vida”, “Dónde están los desaparecidos”, “restitución de los nietos apropiados”, “Libertad a los presos políticos”, entre otras <strong>que</strong> marcaron el ritmo incansable de la lucha 1983 Recuperación del Estado de Derecho En 1983, con el regreso al Estado de Derecho, los familiares y las víctimas directas del Estado Terrorista ofrecieron pruebas testimoniales de las múltiples violaciones a los derechos humanos ante la Comisión Nacional por la Desaparición de Personas (CONADEP). Posteriormente en el año 1985, durante el Juicio a las Juntas, ampliaron sus declaraciones con la esperanza de transitar un camino <strong>que</strong> los condujera a la verdad de lo acontecido sobre el destino de los desaparecidos. Las leyes de impunidad marcaron una época muy adversa para los organismos y sobrevivientes, <strong>que</strong> en el marco de la resistencia, respondieron con las consignas de “No al punto final y obediencia debida”, “Exigimos juicio y castigo” y “No al indulto”. 12 13 2003 Memoria, Verdad y Justicia En la última década, el vínculo entre los organismos de Derechos Humanos y el Estado puso en marcha numerosas estrategias públicas. Se destacan entre ellas la señalización de los Centros Clandestinos de Detención y la construcción de los espacios de memoria. Asimismo se avanzó cualitativamente con la puesta en marcha de los juicios, en los cuales se obtuvieron condenas efectivas y cárcel común para los responsables de los crímenes de lesa humanidad. La identificación, por parte del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), de los cuerpos de personas desaparecidas se constituyó en importante prueba para estos procesos judiciales. La perseverancia, el compromiso y la solidaridad entre los familiares y los organismos de Derechos Humanos, posibilitaron la comprensión y transmisión, al conjunto de la sociedad, de la planificación y ejecución del genocidio, sus causas y consecuencias individuales, colectivas, políticas, económicas, sociales y culturales. El camino transitado a lo largo de treinta y cinco años es una <strong>historia</strong> viva, una memoria en movimiento, <strong>que</strong> se perpetúa y se renueva a través del tiempo en donde vibran las voces de verdad, justicia y memoria.
Las Fuerzas Armadas asaltan el poder del Estado imponiendo una dictadura cívico-militar