doc. 1 Proyecto Sonidero
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introducción<br />
loS<br />
SonidEroS<br />
Los sonideros llevan cerca de cincuenta años haciendo<br />
bailar a los habitantes de las colonias y barrios<br />
populares de la ciudad de México, animando vecindades<br />
-su origen-, calles, fiestas y salones a ritmo de<br />
cumbia y guarachaca principalmente, si bien hay sonidos<br />
dedicados a otros géneros, como el high energy<br />
ochentero.<br />
Para quien asiste a un baile sonidero por primera<br />
vez, la experiencia es excitante. Es fascinante descubrir<br />
la combinación de luces robóticas y originales<br />
dispositivos de manufactura propia, hechos a partir<br />
de luces de avioneta o de Volkswagen; el conjunto<br />
heterodoxo de sonidos que emerge con máxima<br />
potencia de baffles inauditos y amplificadores<br />
de última generación, apilados en racks; la audacia<br />
de los bailarines que lucen las coreografías que<br />
practican en sus clubes en medio de una ronda de<br />
observadores y admiradores. Es refrescante ver parejas<br />
de lucidos bailarines de géneros indistintos<br />
(travestis incluidos), como parte natural del divertimento<br />
y de la tónica. Quien asiste por primera vez<br />
se encuentra con una vitalidad eléctrica que fluye y<br />
que parece permear todos los términos y a todos los<br />
asistentes, con un movimiento que provoca una sensación<br />
de momento que es casi desconcierto.<br />
Para quien creció participando en ellos, los bailes sonideros<br />
representaron una oportunidad de contacto<br />
entre su pueblo, barrio o colonia, y el resto de la ciudad.<br />
Reemplazando a los tradicionales tríos, grupos<br />
y bandas en las celebraciones locales, los sonideros<br />
conformaron un circuito urbano y establecieron una<br />
corriente no sólo de música y de modos de presentar<br />
y de experimentar esta música, sino también un flujo<br />
de personas que los siguieron de baile el baile; así<br />
Ayudante de Sonido Fajardo, Delegación Venustiano Carranza, México D.F.