s - Correo del Orinoco

La artillería del pensamiento
José Rafael Ávila
Los enemigos de esa insurgencia y
quienes desconocen las implicaciones
de atribuirle el carácter de golpe
militar pretenden restarle méritos
a un hecho sin precedentes en la historia
política venezolana, solo igualado
por las rebeliones que protagonizaron
nuestros aborígenes, contra el
español conquistador y dominador de
Nuestramérica.
Las características de todos los golpes
militares de la historia contemporánea
venezolana tuvieron como eje
central el asalto del poder en alianza
con la oligarquía para repartirse cuotas
de poder, entregar la soberanía y
reprimir al pueblo.
El 4-F fue militarmente hablando una
derrota, empero se convirtió en una victoria
política, que el comandante Hugo
Chavez supo leer y en consecuencia ir
acumulando fuerza popular, para una
vez salido del cautiverio, ir al encuentro
del pueblo y proponer una Asamblea
Nacional Constituyente, que entre
otras cosas ha permitido el nacimiento
de un nuevo paradigma: la democracia
participativa y protagónica.
El 4-F reivindicó el ancestral derecho
a la rebelión que había sido borrado del
imaginario colectivo por los custodios
del Estado liberal burgués, que habían
organizado a la Fuerza Armada solo
para reprimir al pueblo, y todo lo que
surgiera desde la fuerza popular era
criminalizado con el remoquete de sedición.
Así llamó Carlos Andrés Pérez
a los valientes camaradas de armas
que insurgieron.
El derecho a la rebelión está recogido
magistralmente por el Constituyente
del año 1999 y eso es un logro del 4-F.
Los tradicionales golpes militares en
Venezuela y las dictaduras del Cono
Sur, hacían ver con recelo a este movimiento.
Sin embargo, el devenir de los
acontecimientos, la obra, el pensamiento
y acción del comandante Chávez y
los movimientos sociales que le acompañan
se han encargado de borrar esa
imagen.
La oligarquía, desde la época en que
Bolívar y Sucre estaban físicamente
con nosotros, se había encargado de
ir borrando el carácter popular y miliciano
del Ejército Libertador, cuando
lo desactiva e inmoviliza al regreso
de la campaña de la liberación del
continente.
Ya la oligarquía, aliada con un puñado
de ambiciosos, avizoraba el peligro
de mantener el espíritu popular, bolivariano
y liberador del ejército, que se
fue junto a Bolívar, solo por conquistar
sus sueños de patria y libertad.
Las raíces históricas de la rebelión
del 4-F están en las entrañas del pueblo
y de ese pueblo hecho ejército. La
Wilma E. Reverón Collazo
El 20 de enero de 1914 nació Oscar
Collazo, patriota puertorriqueño
que estuvo 29 años preso por su defensa
de la libertad. Su fe en el futuro
se basaba en su fe en la juventud:
“¿Mi opinión de la juventud? Pues
que está reviviendo un mundo que los
viejos le iban a dejar en ruinas, dislocado
e inhóspito, en el que solo se mide
el valor material de las cosas; lleno de
egoísmos, avaricias, lujurias, falsos
valores e hipocresía. Tengo para mí
que la juventud que sube es la esperanza
de un mejor futuro. Me impresionan
sobre todo su espiritualidad,
su sinceridad en la exposición de sus
ideas y su naturalidad”, expresó.
En 1969, Oscar ya sabía la importancia
que tendría en el futuro el
desarrollo tecnológico en las posibilidades
de luchar de los jóvenes, y lo
anticipó. Así como también vio la importancia
que cobraría la lucha contra
la desigualdad económica que hoy
se libra en América Latina:
“El mundo que pronto dejaremos
nosotros y que pasará a manos de
nuestros hijos será uno de un progreso
material extraordinario, y solo
podrán sobrevivir en él aquellas personas
que se hayan preparado para
desenvolverse en su ambiente complicado
de tecnología y electrónica. Pero
lo más maravilloso de ese mundo será
que las generaciones nuevas no son
conformistas. Ellos quieren limpiar
la sociedad de toda esa hipocresía y
todos esos vicios encubiertos, y crear
un mundo apto para la convivencia
humana. Sobre todo, ellos son conscientes
de que la riqueza del mundo
está mal distribuida y están ya mismo
sentando las bases para una sociedad
igualitaria”, observó.
En vista de la sentencia de pena de
muerte, que enfrentaba por el ataque
a la Casa Blair el 1 de noviembre de
1950, por el cual fue acusado de intento
de asesinato contra el presidente
Truman, se negó a pedir clemencia.
El juez, asombrado, le preguntó si
había entendido bien que no estaba
pidiendo clemencia, y el acusado le
contestó: “No estoy suplicando por
mi vida... Uso esta última súplica por
el derecho de mi Patria a ser libre…
Pongo mi vida en sus manos, no tengo
más que decir”.
Comité Nacional MINH
minh.puerto.rico@gmil.com
San Juan / Puerto Rico
oligarquía y sus mayordomos
se encargaron
de establecer
esa odiosa división
entre civiles y militares,
con el objetivo
de convertir a
la Fuerza Armada
en una casta; solo
que no advirtieron
el profundo arraigo
popular de la mayoría
de las y los soldados
herederos de las
gloria de Bolívar.
En el Ejército venezolano
siempre
se mantuvo esa
reserva moral. Recordemos
las enseñanzas
de nuestro
querido general Jacinto
Pérez Arcay y
sus constantes enseñanza
acerca de
la Guerra Federal;
al querido Alberto
Müller Rojas y su
predica bolivariana
y muchos otros más,
que contribuyeron
a mantener vivo el
fogonazo patrio dentro
del Ejército.
Nº 1.226 | 19
“La oligarquía,
desde la época en
que Bolívar y Sucre
estaban físicamente
con nosotros, se
había encargado de ir
borrando el carácter
popular y miliciano del
Ejército Libertador,
cuando lo desactiva e
inmoviliza al regreso
de la campaña
de la liberación
del continente”
Noticias de la Tierra de Asián
Este fue signado por la historia para
dar ese paso, y entiéndase que las raíces
históricas nos remontan conceptualmente
al Ejército como un todo, como
una sola arma de combate. Eso no le
resta méritos a los otros
componentes, solo que
para Bolívar toda la patria
y sus formas de combate
eran el Ejército. La
oligarquía y la adopción
de otros referentes se
encargaron de acentuar
la división dentro de la
Fuerza Armada.
Reivindiquemos este
y todos los días el justo
y ancestral derecho que
nuestro pueblo tiene a
rebelarse y nunca más
volver al pasado, por
muchos que sean los
errores que esta patria
siempre esté conducida
por las hijas y los hijos
de Bolívar.
¡Rebelión sí, golpe
no! Así lo certifican las
plenas libertades políticas
y civiles que hoy
gozamos en la tierra de
Bolívar.
¡Viva la rebelión del
4F! ¡Viva el comandante
Chávez! ¡Viva el pueblo
rebelde y levantisco!
rafaelavila89@gmail.com
Valencia / Edo. Carabobo