nuevos datos geologicos sobre la cuenca alta del ter - RACO
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NUEVOS DATOS GEOLÓGICOS 163<br />
En resumen, puede decirse que en esta parte de <strong>la</strong> Zona Axial existe<br />
bien desarroliada una estructura de fractura. Las fal<strong>la</strong>s, generalmente verticales<br />
0 muy inclinadas, en el bordé de <strong>la</strong> Zona Axial pueden adoptar posiciones<br />
muy tendidas, y aun <strong>la</strong> horizontal. Los corrimientos que en dicho<br />
borde se reconocen no deben referirse, pues, a un estilo alpino de plegamiento,<br />
sinó al tipo de corrimientos propios de los bordes de les pliegues<br />
de fondo (como los ya conocidos de <strong>la</strong> cordillera prelitoral cata<strong>la</strong>na), es<br />
decir, a un estilo tectónico de fractura, propio de antepaís. En ningún punto<br />
aparecen indicios de haber actuado el ma<strong>ter</strong>ial paleozoico como plàsticoi<br />
sinó que, por el contrario, se muestra trituradísimo en <strong>la</strong> vecindad de<br />
<strong>la</strong>s dislocaciones. Todo ello resulta <strong>del</strong> mayor in<strong>ter</strong>ès, pues define c<strong>la</strong>ramente<br />
cual ha sldo el comportamiento de <strong>la</strong> Zona Axial —por lo menos<br />
en esta región— durante <strong>la</strong> orogénesis alpídica. Por lo demàs, este mismo<br />
papel de macizo rigido, cratónico, es el que ha desempenado mas al W.,<br />
como indican los trabajos recientes ya referidos, y justifica plenamente <strong>la</strong><br />
in<strong>ter</strong>pretación de <strong>la</strong> Zona Axial dada por Jacob (38), según <strong>la</strong> cual cohstituye<br />
fundamentalmente un inmenso pliegue de fondo.<br />
En cuanto a <strong>la</strong> cronologia de estos accidentes, poco podria anadirse<br />
a <strong>la</strong> propuestà por Ashauer (5). Por lo demàs, <strong>la</strong> f<strong>alta</strong> de ma<strong>ter</strong>iales postpaleozoicos<br />
en el in<strong>ter</strong>ior de <strong>la</strong> Zona Axial, exceptuada <strong>la</strong> fosa de <strong>la</strong> Cerdana,<br />
impide precisar <strong>la</strong> edad exacta de <strong>la</strong> mayor parte de <strong>la</strong>s fal<strong>la</strong>s. Las<br />
de <strong>la</strong> Cerdana han funcionado en varias épocas, como han puesto de manifiesto<br />
varios autores (12, 65, 66, etc), incluso hasta el Plioceno. Però, en<br />
general, parece probable que <strong>la</strong> mayor parte de <strong>la</strong>s fal<strong>la</strong>s han dejado de<br />
moverse apreciablemente desde el comienzo <strong>del</strong> Mioceno. Varias antiguas<br />
superfícies de erosión arrasan indistintamente, a los mismos niveles<br />
respectives, los diversos bloques individualizados por <strong>la</strong>s fal<strong>la</strong>s.<br />
PROCESOS DE METAMORFISMO Y MIGMATIZACIÓN<br />
La sèrie paleozoica se muestra afectada, en su base, por el metamorfismo<br />
regional. Como queda dicho en uno de los capítulos precedentes,<br />
los ma<strong>ter</strong>iales mas inferiores que afloran son gneis, y, en algun punto, por<br />
debajo de los gneis aparece el granito. Encima de los gneis se hal<strong>la</strong> una<br />
sèrie pizarrosa, con in<strong>ter</strong>ca<strong>la</strong>ciones calizas y dolomiticas, carac<strong>ter</strong>izada<br />
por <strong>la</strong> presencia de los minerales típicos de <strong>la</strong> epizona. Por progresiva<br />
disminución de dichps minerales de neoformación se pasa insensi-