Environmental damage as negative externality: uncertainty, moral ...
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El Estado y l<strong>as</strong> autoridades tradicionales entre los lúo y los kipsigi de Kenia Occidental<br />
de sus seguidores huía del fuego. Sus restos fueron enterrados en el cementerio del<br />
Hospital de Kakamega, en una parte del distrito de North Nyanza muy alejada de la tierra<br />
reclamada por los lúo. Sin embargo, los habitantes de Kakamega, mayoritariamente de<br />
etnia Abaluyia, tuvieron miedo de que en el futuro aquella tumba sirviera para que los lúo<br />
reclamaran tierra en aquella parte del distrito. Finalmente, el gobierno de North Nyanza<br />
aceptó transferir, de forma secreta, aquella tumba a la catedral de Namirembe, en<br />
Kampala, a más de 500 kilómetros hacia el oeste.<br />
En la investigación llevada a cabo por l<strong>as</strong> autoridades coloniales se concluyó que no<br />
se habían encontrado indicios de que los miembros de la iglesia Jo-Roho hubieran<br />
interferido en la vida cotidiana de los wanga vecinos. A pesar de que era evidente que<br />
una multitud de person<strong>as</strong> había ejercido la violencia sin consentimiento previo de l<strong>as</strong><br />
autoridades coloniales, no se pudo culpar a ningún individuo en particular por l<strong>as</strong><br />
muertes. Se impuso una multa colectiva de 400 pounds a los cuatro barrios más próximos<br />
a la iglesia, en concepto de indemnización a l<strong>as</strong> víctim<strong>as</strong>. A pesar de que la multa se<br />
pagó, como convenido, al Local Native Council, ningún herido, ni ningún familiar de los<br />
<strong>as</strong>esinados, ni ningún lúo se personó a cobrar la indemnización, pues para ellos habían<br />
sido víctim<strong>as</strong>, una vez más, de la arbitrariedad de la justicia colonial: nadie había<br />
intentado robar comida a l<strong>as</strong> famili<strong>as</strong> wanga y todo había sido orquestado para acabar<br />
con la insistencia de los Jo-Roho en reclamar la tierra que les pertenecía.<br />
En 1940, el responsable del distrito de North Nyanza, queriendo cerrar el <strong>as</strong>unto,<br />
mandó llamar a catorce líderes lúo del clan Kager y les conminó a recoger el dinero o<br />
bien a firmar el siguiente documento:<br />
We, the undersigned Kager, relatives of the Kager who were killed in Musanda riot<br />
in January, 1934, hereby state that we do not wish to receive any money <strong>as</strong><br />
compensation for the deaths of our relatives, and we renounce all claims to such<br />
compensation. We agree to the money being credited to Government. (apud Ogot,<br />
1999b) 20<br />
Los catorce firmaron el documento y, desde el punto de vista burocrático, se cerró el<br />
c<strong>as</strong>o. El conflicto continuó abierto, pues los miembros de la UKA se mantuvieron firmes<br />
sobre no considerar el conflicto cerrado h<strong>as</strong>ta que no se reconociera la raíz del problema:<br />
la propiedad de la tierra. En 1951 de nuevo hay un documento que atestigua que los lúo<br />
Kager de North Nyanza continuaban buscando justicia. El Chief Native Comissioner de<br />
Kenia pide consejo sobre el dossier lúo del distrito de North Nyanza a Mr. C. H. Williams,<br />
20 El autor cita la siguiente fuente: North Nyanza District Annual Report, 1940, Kenya National Archives.<br />
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