LA POESÍA GAUCHESCA

184 JORGE LUIS BORGES - OBRAS COMPLETAS
Ascasubi, en la bélica Montevideo, cantó un odio feliz. ^Ifaát mdignatia
vermm de Juvenal no nos dice la razón de su estilo; tajeador a
más no poder, pero tan desaforado y cómodo en las injurias que parece
una diversión o una fiesta, un gusto de vistear. Eso deja entrever
una suficiente décima de 1849 (Paulino Lucero, pág. 336):
Señar pairan, allá va
esa, carta ¡de mijhr!
con la que al Restaurador
k retruco desde acá.
Si usté la U, encontrará
a lo último del papel
cosas de que nuestro aquel
allá también se reirá;
porque a decir la verdá
es gaucho don Juan Manuel.
Pero contra ese mismo Rosas, tan gaucho, moviliza bailes que parecen
evolucionar como ejércitos. Vuelva a serpear y a resonar esta
primera vuelta de su media caña del campo, para los libres:
Al potro que en díei años
naides lo ensilló,
don Frutos en Cagancha
se k acomodó,
y en el repaso
k ha pegado un rigor
superiorazo.
Querelos mi vida —a los Orientales
que son domadores—sin dificultades.
¡Que viva JRzuera! ¡que viva Lavalle!
7'enémelo a Rosas... que no se desmaye.
Media caña,
a campaña^
caña entera,
comoquiera.
Vamos a Entre Ríos, que allá está Badana, .
a ver si bailamos esta Media Caña:
que allá está Lavalle tocando el motín,
y don Erutos quiere sentirla hasta eljm.
Los de Cagancha
se k afirman al diablo
en atalquier cancha.