Programa en PDF - Fundación Juan March

Quince poemas de El libro de los jardines colgantes
I
Al abrigo del denso follaje
donde nievan finos copos desde las estrellas
donde suaves voces proclaman sus padecimientos ·
donde animales fabulosos desde fauces marrones
arrojan chorros en las pilas de mármol ·
desde las que se apresuran lamentándose los pequeños arroyos:
vinieron velas a encender los arbustos ·
blancas formas dividen las aguas.
II
Arboledas en estos paraísos / se alternan con prados florecidos
pórticos y losas de colores. / Picos de esbeltas cigüeñas encrespan
estanques irisados por peces · / hileras de pájaros de un pálido fulgor
trinan en los mojinetes inclinados / y los juncos dorados susurran –
pero mi sueño persigue una sola cosa.
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III
Como novicio entré en tus dominios
ningún asombro se traslució previamente en mi rostro ·
ningún deseo se agitó en mí antes de verte.
Observa juntas con agrado mis dos jóvenes manos ·
elígeme como uno de los que te sirven
y sé amable con paciencia misericordiosa
con quien sigue tropezando en tan extraño sendero.
IV
Sólo ahora que mis labios están inmóviles y ardiendo
me doy cuenta de adónde me han llevado mis pasos:
a los magníficos dominios de otros señores.
Quizás aún me habría sido posible liberarme ·
pero entonces pareció que a través de las altas rejas
la mirada ante la cual me arrodillé incesantemente
me buscaba inquisitiva o me hacía una seña.