351 se la llama escoba, id. negra, retama, id. hiniesta, en Catalan gi

HONGOS. [ § 397
§ 394. Como reactivos químicos no tenemos que ocuparnos de
los existentes para la Muscarina, puesto que no hemos visto tratado
este punto por A. alguno. No hay duda que en la rana podia com
probarse el antagonismo que existiera entre una substancia sospe
chosa y la Atropina, con todas las reservas necesarias, bien cono
cidas de todo esperimentalista, al tratarse del peritage forense. La
apreciacion delos caractéres botánicos, tendrá su importancia se
gun los casos, pero mejor en la bioscopia y la profilaxia, que en
el análisis químico-pericial.
§ 395. Están poco de acuerdo los AA en cuanto á la permanen
cia y hallazgo de los Hongos nocivos en la necrópsia; mientras
unos aseguran que las porciones no evacuadas son digeridas, otros
afirman que es posible hallarlas en todo el canal digestivo, y por
nuestra parte deseamos que se hagan esperimentos, cuando matan,
directamente encaminados á fijar la resistencia de tales agentes,
al traves de la putrefaccion, para, en su consecuencia, saber á que
atenernos en materia de caracteres fitográficos, capaces deilustrar
un modo de morir, que no pueda confundirse con el producido por
otros venenos, acaso incorporados á Hongos muy comestibles.
§ 396. Disentimos de la opinion de Tardieu, y damos mucha
importancia á los Hongos, como «corpora delicti», por razones
unas de sentido comun y otras de Historia, segun se alcanza fácil
mente á todo el que, reflexionando lo espuesto por nosotros en el
párrafo precedente y en otros anteriores, busque en los libros de
consulta algun ejemplar muy notable de tal envenenamiento como
el de Platner, de una sirvienta, se fije en lo que espone Christison,
y vea el de Taylor, de un jardinero (1873); conviniendo, no obs
tante, con este A. en que no se emplean dichas criptógamas por
los suicidas, y que usualmente la enfermedad por ellas engendrada
es obra del accidente ó del descuido, dejando de hervirlos.
§ 397. Por la Amanita citrina, murieron madre é hija, ésta á las
40 horas y aquella despues de una recaida, al quinto dia de haber
comido ese veneno. (Guy's. Hos. Rep. 1865), en uno delos pacientes
observados por Picco. la vida duró 24 horas; y poco ó nada puede
asegurarse acerca de las cantidades ingeridas, capaces de produ
cir la muerte, toda vez que en AA. tan competentes como Chris
tison y Taylor, se tiene en cuenta la idiosincrasia de los sujetos,
para comprender ciertos casos prácticos bien estudiados.
No seria completo este capítulo, dedicado á los Hongos tóxicos,
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