31.03.2014 Views

menorca baja

menorca baja

menorca baja

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

La ruta / Menorca<br />

En el siglo XVI se creía que los primeros<br />

menorquines eran gigantes o demonios.<br />

La seducción que ejerce la<br />

prehistoria sobre el hombre<br />

de hoy va mas allá de la ciencia y la<br />

arqueología. Es algo que, de una manera<br />

u otra, llevamos con nosotros de forma<br />

profunda. La imagen de una naturaleza<br />

que llenaba completamente nuestra vidas<br />

ancestrales sobresale de nuestro subconsciente:<br />

la lucha diaria por la comida, con<br />

la esperanza de llegar al día siguiente con<br />

vida; la incansable búsqueda de algo transcendental...<br />

son algunos de los dilemas que<br />

nos inquietan ahora como hace milenios.<br />

La cultura prehistórica talayótica de Menorca<br />

es un ejemplo de cómo nuestro antepasado<br />

del Neolítico, un hombre dominado<br />

por el medio natural y que intentaba abrir<br />

su hueco en el ambiente, supo crear su<br />

propia identidad. Las teorías sobre los primeros<br />

contactos con las Baleares, y específicamente<br />

con Menorca que aquí trataremos,<br />

han ido cambiando durante los años. La arqueología<br />

moderna está aportando muchísimo<br />

al conocimiento de lo que ocurrió en<br />

épocas remotas por estas islas. Así, la cuestión<br />

sobre quiénes fueron los primeros habitantes<br />

siempre ha sido muy entretenida.<br />

En un principio (y hasta bien entrado el<br />

siglo XVIII), las primeras hipótesis se buscaban<br />

más en libros sacros y en la mitología<br />

que en la ciencia. La arqueología, como<br />

disciplina científica, aún estaba en fase de<br />

desarrollo, así que humanistas e historiadores<br />

tenían que sentarse delante de esas ciclópicas<br />

estructuras prehistóricas dispersas<br />

por las Baleares y formular hipótesis. Aquí<br />

algunos ejemplos emblemáticos. El historiador<br />

Juan Bautista Binimelis (1538-1616)<br />

exponía en su obra Nueva historia de la<br />

isla de Mallorca publicada en 1593 que “los<br />

primeros habitantes de las islas eran gigantes”<br />

y que “los fabricantes de tales edificios,<br />

forzadamente tenían que ser o demonios<br />

o seres gigantescos”, refiriendose al pasaje<br />

bíblico del Génesis (6.4) que sostiene “que<br />

en aquel tiempo existían sobre la tierra los<br />

gigantes”. Joan Dameto (? – 1633), otro importante<br />

historiador y cronista del Reino<br />

de Mallorca, alrededor de 1630 atribuía a<br />

estos seres míticos la creación de la primera<br />

aldea de las Baleares.<br />

¿De dónde procedían los<br />

pobladores de Menorca?<br />

Aunque las hipótesis mitológicas permanecieron<br />

en el candelero durante muchos<br />

siglos, con la llegada del Positivismo el<br />

El radiocarbono 14 y la información arqueológica no proporcionan<br />

pruebas concluyentes sobre el origen de los primeros pobladores.<br />

rigor científico tomó nuevas direcciones.<br />

El estudio meticuloso y minucioso de<br />

los indicios arqueológicos aportó datos<br />

cada vez más definidos, y se descubrió<br />

que antes del periodo Neolítico no había<br />

huellas humanas en Baleares, ya que la<br />

navegación empezó a desarrollarse en<br />

ese momento. El conocimiento de los<br />

vientos y las corrientes marinas, unido al<br />

mayor ingenio para construir barcos cada<br />

vez más sólidos, permitió al hombre del<br />

Neolítico alejarse de tierra mar adentro<br />

de manera más segura. Por otra parte, la<br />

posición geográfica de Menorca (la isla se<br />

encuentra casi a la misma distancia desde<br />

el sur de Francia, las costas españolas y<br />

la isla de Cerdeña) ha generado entre los<br />

Al hombre del neolítico le costó<br />

abrirse camino en una isla plana y ventosa,<br />

donde era difícil obtener cobijo y alimento.<br />

Foto: Marco Ansaloni<br />

arqueólogos diversas líneas de investigación:<br />

la cuestión sobre la primera ocupación<br />

humana de las costas de las Baleares<br />

aún plantea serios problemas.<br />

La comparación con algunos indicios<br />

arquitectónicos del área del sur de Francia<br />

muestra elementos comunes con las<br />

navetas de habitación que se hallan en las<br />

Baleares. También se asemejan a algunos<br />

recintos cerrados que se encuentran en<br />

la región de la Liguria italiana y en la isla<br />

de Cerdeña, incluso en Córcega. El acercamiento<br />

de grupos humanos tanto por la<br />

costa francesa como por el Mediterráneo<br />

noroccidental explicaría entonces el porqué<br />

se desarrolló la cultura talayótica antes en<br />

Menorca, estando geográficamente más al<br />

este, que en Mallorca, la isla mayor. Fuera<br />

como fuese la llegada de un grupo reducido<br />

de cazadores-recolectores en busca de nuevas<br />

áreas para ampliar su territorio, parece<br />

que se produjo de forma casual. En especial<br />

para los que llegaban del este o del norte. El<br />

"desierto de agua" que separa por ejemplo<br />

Cerdeña o el norte francés de Menorca suponía<br />

para los navegantes, a buen seguro,<br />

un salto hacia lo desconocido.<br />

En cambio, un contacto desde el Levante<br />

ibérico nos dejaría más espacio para pensar<br />

en una colonización más planificada.<br />

Es probable que desde la costa de la península<br />

Ibérica los navegantes alcanzaran<br />

las islas de Ibiza o Formentera, visibles en<br />

días despejados desde la costa alicantina, y<br />

más tarde llegaran a Mallorca y Menorca.<br />

Una teoría tal vez menos romántica que<br />

la que nos propone un hombre lanzado<br />

hacia el ignoto mar con el viento de popa,<br />

pero bastante más concreta. De hecho,<br />

según el análisis de los procesos de desplazamiento<br />

humano a lo largo de la historia<br />

y en concreto de la colonización de<br />

islas, una vez terminado el llamado ‘efecto<br />

descubrimiento’, se pasaba a un nivel de<br />

emigración y asentamiento. Fue desde allí,<br />

entonces, con embarcaciones resistentes,<br />

cargados de animales domésticos y objetos,<br />

desde donde se produjeron los asentamientos<br />

permanentes.<br />

Las teorías sobre la llegada de los primeros<br />

humanos se basan casi siempre en los<br />

resultados del radiocarbono 14 de forma determinante<br />

(aunque la verdad es que sobre<br />

Menorca aún se dispone de poca información)<br />

y los hallazgos encontrados. En ambos<br />

casos no hay pruebas suficientemente concluyentes.<br />

La biogeografía menorquina, además,<br />

hace que la isla, en principio, no fuera<br />

un territorio demasiado atractivo para las<br />

poblaciones continentales. Se presenta a<br />

la vista muy plana y con vientos fuertes.<br />

Dividida en dos áreas bien distintas, la del<br />

norte (de época primaria, secundaria y<br />

cuaternaria) y la del sur, de época terciaria.<br />

Entre ambas se halla la zona denominada la<br />

Mitjania, que sería la más apta para la práctica<br />

de la agricultura tanto por la calidad de<br />

su tierra como por la cercanía de acuíferos.<br />

Por otro lado, estas mismas características<br />

hacen que manteneer permanentemente a<br />

una comunidad de cazadores-recolectores<br />

fuera prácticamente imposible.<br />

Sigue en la página 54<br />

La cabra-rata de las Baleares<br />

Otra evidencia indirecta que nos indica la llegada del hombre a Menorca<br />

fue la extinción del Myotragus balearicus (la cabra-rata de la Baleares), una especie animal<br />

única en las islas de Mallorca y Menorca que fue descubierto por la paleontóloga<br />

británica Dorothea Bate en 1909. Este animal parecido a una oveja, pero con patas<br />

traseras cortas como las hienas, se extinguió en el IV o en el III milenio a. de C. debido<br />

a una intensificación de la presión humana sobre el medio. Las fechas más antiguas<br />

obtenida por el C-14 sobre esta especie animal llegan alrededor de hace 5.000 años.<br />

Estos restos se analizaron a partir de niveles donde habían aparecido restos humanos.<br />

Durante la denominada cultura Pre-talayótica los humanos solían vivir en cuevas y<br />

enterrar a sus muertos en ellas con ofrendas. En esos lugares se hallaron esqueletos<br />

de Myotragus con marcas y recortes que nos indicarían intentos de domesticación por<br />

parte del hombre. La convivencia de ambas especies durante un determinado periodo<br />

permite acercarse más a unas fechas concretas sobre la presencia de los primeros<br />

pobladores. Esta misma se suele colocar entonces en el III milenio a. de C..<br />

50 C L Í O C L Í O 51

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!