Estimados vecinos y visitantes, Como Alcalde de Peñafiel quiero agradecer, en nombre de la Corporación que presido y en el mío propio, la oportunidad que tengo, uno año más, de dirigirme a vosotros desde esta revista que la Junta Local de Semana Santa de Peñafiel elabora para desgranarnos el programa de actos de esta festividad tan especial. La Semana Santa peñafielense está creciendo año a año, aportando mayor rigor y seriedad, recuperando tradiciones e introduciendo novedades. Esto no es fruto de la casualidad sino del trabajo y esfuerzo de los más de 2.000 cofrades y hermanos que participan en la misma y de la magnífica labor de coordinación que lleva a cabo la Junta Local de Cofradías de Peñafiel, por ello, quiero felicitar muy sinceramente a las Cofradías y Hermandades de Peñafiel y especialmente, a sus cofrades y hermanos, por el trabajo incansable que realizan a lo largo del año para que cada acto procesional sea un éxito. Vuestro esfuerzo es encomiable, cada año nos sorprendéis con mejoras y novedades en vuestros pasos e imágenes, en vuestras actividades culturales o en vuestras bandas. Vosotros sois los verdaderos protagonistas de la Semana Santa de Peñafiel. La Semana Santa de Peñafiel ofrece a nuestros visitantes la oportunidad de disfrutar de la historia, el saber hacer, el arte y las raíces que conforman la esencia de un pueblo como Peñafiel, por ello, estoy seguro de que aquellos que se acerquen se sentirán muy bien acogidos por nuestra hospitalidad cercana, cálida y abierta y conservarán para siempre un gran recuerdo de cada momento vivido. “Jesús se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza” (cf. 2 Cor. 8,9) Vamos a vivir los días santos de los cristianos: la Semana Santa, el Triduo Pascual, el día de la Resurrección del Señor. Cualquier acontecimiento al que damos importancia, nos preocupamos de prepararlo con esmero. Los cristianos de Peñafiel también queremos preparar nuestra Semana Santa con devoción, oración y sacrificio. Ya lo escuchamos en los sones de cornetas, trompetas y tambores de las cofradías. Desde este saluda doy las gracias a todos los cofrades y hermanos por todo el esfuerzo y todos los detalles que hacen posible que Jesús y María salgan a las calles. Muchas gracias de corazón. También nuestro corazón tiene que prepararse. La Cuaresma es este tiempo de preparación: la escucha a la Palabra de Dios y al clamor de los hermanos, la oración ante el sagrario y la cruz, la celebración litúrgica, la preocupación por todos los enfermos… Los versículos de San Pablo a los Corintios que leemos al inicio, nos muestran cuál es el estilo de Dios que se revela no mediante el poder y la riqueza del mundo sino mediante la debilidad y la pobreza. Es el gran misterio de la encarnación de Dios. La razón de todo esto es el amor divino, un amor que es gracia, generosidad, deseo de proximidad, y que no duda en darse y sacrificarse por las criaturas a las que ama. A esto estamos llamados, a vivir la CARIDAD. El amor es compartir en todo la suerte del amado. El amor nos hace semejantes, crea igualdad, derriba muros y distancias. Es el estilo de Dios, es la lógica de Dios, es la lógica del amor, de la Encarnación y de la Cruz. A imitación del Maestro, que es Buen Samaritano, los cristianos estamos llamados a mirar las miserias de los hermanos, a tocarlas, a hacernos cargos de ellas y a realizar obras concretas a fin de aliviarlas. La miseria no coincide con la pobreza; la miseria es la pobreza sin confianza, sin solidaridad, sin esperanza. Jesús ha venido a salvarnos de todas las miserias con su pobreza. De la miseria material, de la miseria moral y de la miseria espiritual, que nos golpea cuando nos alejamos de Dios y rechazamos su amor. Que este tiempo de Cuaresma encuentre a todos los cristianos de Peñafiel dispuestos y solícitos a la hora de testimoniar a cuantos vivimos en estas miserias el mensaje evangélico, el verdadero antídoto contra la miseria, que se resume en el anuncio del amor del Padre misericordioso, listo para abrazar en Cristo a cada persona. La Cuaresma es un tiempo adecuado para despojarse; y nos hará bien preguntarnos de qué podemos privarnos a fin de ayudar y enriquecer a otros con nuestra pobreza. No olvidemos que la verdadera pobreza duele: no sería válido un despojo sin esta dimensión penitencial. Desconfiemos de la limosna que no cuesta y no duele. Por último, me gustaría felicitar y agradecer el trabajo, la colaboración y disponibilidad de la Parroquia de Peñafiel, de la Congregación Pasionista y de las Hermanas de la Caridad de Santa de Ana; vuestro compromiso nos ayuda a vivir con pasión estas jornadas. Os deseo a todos que disfrutéis de una Semana Santa cargada de emociones, en fraternidad y que la aprovechemos para profundizar en la responsabilidad vecinal para que todos estemos cada vez más unidos. Roberto Díez González Alcalde de Peñafiel El Espíritu Santo nos sostendrá y fortalecerá para que seamos misericordiosos y agentes de misericordia. Damos gracias al Señor Jesús con este himno: 1.- ¿Quién es este que viene, 2.- ¿Quién es este que vuelve, Recién atardecido glorioso y malherido, Cubierto con su sangre y, a precio de su muerte Como varón que pisa los racimos? Compra la paz y libra a los cautivos. 3.- Se durmió con los muertos, 4.- Anunciad a los muertos, Y reina entre los vivos, qué habéis visto y oído No le venció la fosa. Aclamad al que viene Porque el Señor sostuvo a su elegido como la paz, bajo un clamor de olivos. Amén. ESTE ES CRISTO, EL SEÑOR, CONVOCADO A LA MUERTE, GLORIFICADO EN LA RESURRECCIÓN. 4 5