TRADUCCION DE ARTICULOS SELECCIONADOS - Bienestar Animal
TRADUCCION DE ARTICULOS SELECCIONADOS - Bienestar Animal
TRADUCCION DE ARTICULOS SELECCIONADOS - Bienestar Animal
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>TRADUCCION</strong> <strong>DE</strong> <strong>ARTICULOS</strong> <strong>SELECCIONADOS</strong><br />
www.grandin.com<br />
La zona de fuga y el punto de balance: cómo entenderlos<br />
El bienestar animal en las plantas de faena<br />
Buenas prácticas de trabajo para el manejo e insensibilización de animales<br />
La conducta animal y su importancia en el manejo del ganado<br />
La enseñanza de principios de comportamiento y diseño de equipos para el<br />
manejo del ganado<br />
En engorde a corral, el ganado calmo gana más peso por día que el ganado arisco<br />
El ganado arisco y la carne oscura: cómo minimizar su impacto<br />
Guía para resolver problemas usuales en el manejo de los animales<br />
Efecto de las auditorías de bienestar animal en plantas de faena por parte de una<br />
gran empresa de comidas rápidas<br />
Recomendaciones para el manejo de animales en las plantas de faena<br />
Uso de medidas de vocalización para monitorear la calidad del manejo animal en<br />
plantas de faena<br />
Manejo y bienestar del ganado en los Rastros<br />
Manejo y procesado del ganado<br />
Reducir el miedo aumenta la producción de leche<br />
Acechar como un predador para manejar el ganado sin estres?<br />
Metodos de bajo estres para mover el ganado en pasturas, parcelas y corrales de<br />
engorde<br />
Las actitudes del personal hacia los animales en plantas de faena y locales de<br />
remate
Prevenir accidentes con toros<br />
"Acostumbrar, no Agitar": Los bovinos y equinos de temperamento excitable<br />
deben ser presentados gradualmente a las experiencias nuevas<br />
Tres soluciones para los problemas del manejo de animales<br />
Los reisgos del exceso de seleccion: La cria selectiva segun rasgos unicos puede<br />
desencadenar efectos geneticos colaterales indeseados y hasta peligrosos<br />
La reduccion del estres del manejo mejora la productividad y el bienestar animal<br />
Principios de comportamiento animal para el manejo de bovinos y otros<br />
herbivoros en condiciones extensivas<br />
Evaluacion del estres durante el manejo y transporte<br />
Las contusiones en el ganado engordado a corral y a campo<br />
Hay que pensar como los animales<br />
Las instalaciones para el trabajo con el ganado: Por que algunas funcionan mejor<br />
que otras<br />
El autismo y el pensamiento visual: Su influencia en mi trabajo profesional<br />
La relacion entre el temperamento del animal y su reaccion a estimulos subitos e<br />
intermitentes<br />
La genetica del comportamiento animal<br />
Manejo de caballos salvajes: Un metodo para evaluarlo<br />
Datos para identificar distracciones comunes en el arreo de ganado<br />
Manejo y transportacion de cerdos del nuevo siglo<br />
Como Determinar la Insensibilidad<br />
Cómo detectar la causa de las contusiones<br />
Diseño de corrales de espera e instalaciones para la carga y descarga de ganado<br />
La transferencia de resultados de investigación del comportamiento al sector<br />
productivo para mejorar el bienestar animal en el campo y en la planta de faena
Entender la motivación del animal<br />
Puntos críticos de control del bienestar animal en el corral de engorde y en el<br />
campo<br />
El transporte del ganado: guía para las plantas de faena<br />
Mejoras en la insensibilización de bovinos con pistola neumática de proyectil<br />
retenido tras cambios de equipamiento y capacitación del personal<br />
El <strong>Bienestar</strong> de los Cerdos Durante su Transporte y Faena<br />
Recomendaciones para el sacrificiio ritual<br />
Aturdir de Pollos: Planta con matanza entre 100-140 aves minuto
PRINCIPIOS <strong>DE</strong> COMPORTAMIENTO ANIMAL<br />
PARA EL MANEJO <strong>DE</strong> BOVINOS Y OTROS<br />
HERBIVOROS EN CONDICIONES EXTENSIVAS<br />
Temple Grandin<br />
Departamento de Ciencia <strong>Animal</strong><br />
Colorado State University<br />
Fort Collins, Colorado 80523-1171<br />
Publicado en: Temple Grandin (comp.) Livestock Handling and Transport. CABI<br />
Publishing, Wallingford, Oxon (Reino Unido), 2000, capítulo 5 (pp. 63-85).<br />
Traducción del Dr. Marcos Giménez-Zapiola<br />
Introducción<br />
En las últimas décadas del siglo XIX, los cowboys norteamericanos manejaban y<br />
llevaban tranquilamente el ganado vacuno en grandes arreos que partían entre Texas y<br />
Montana. En su diario, el vaquero Andy Adams escribió: “Muchachos, el secreto de<br />
arrear ganado es que la manada nunca se dé cuenta de que se la está obligando. Que todo<br />
lo que el ganado haga sea hecho voluntariamente” (Adams, 1903).<br />
Desafortunadamente, los métodos sosegados de principios del siglo XX fueron cayendo<br />
en el olvido, y los vaqueros más modernos se hicieron cada vez más rudos (Wyman,<br />
1946; Hough, 1958; Burri, 1968). Hay una excelente reseña de la historia del arreo en<br />
Smith (1998). En la actualidad, los productores ganaderos progresistas saben que la<br />
reducción del estrés de sus animales mejora a la vez la productividad y la seguridad.<br />
Motivados por el miedo<br />
Los vacunos, al igual que otras especies animales de herbívoros de manada, como los<br />
caballos, son animales de presa. El miedo los mueve a estar permanentemente vigilantes<br />
para escapar de los predadores. El miedo es un gran factor de estrés (Grandin, 1997). El<br />
miedo puede elevar las hormonas asociadas con el estrés a niveles más altos que muchos<br />
factores físicos adversos. Cuando el ganado se agita durante los trabajos de manejo, esto<br />
se debe al miedo. Los circuitos cerebrales que controlan los comportamientos originados<br />
en el miedo ha sido estudiados y localizados (LeDoux, 1996; Rogan y LeDoux, 1996).<br />
Los encargados de corrales de engorde, que deben manejar miles de cabezas de ganado<br />
proveniente de entornos extensivos, han descubierto que el trabajo calmo durante la<br />
vacunación contribuye a que los animales reingresen más rápidamente al régimen previo<br />
de alimentación (Grandin, 1998a). Voisinet y otros(1997) informan que el ganado que se<br />
pone muy agitado durante la inmovilización en la manga de compresión tiene ganancias<br />
de peso menores que el ganado que permanece en calma al ser sujetado.
La percepción del animal herbívoro<br />
La visión<br />
Para evitar a los predadores, el ganado bovino tiene un campo visual amplio y<br />
panorámico, que abarca los 360o (Prince, 1977). Su sentido de la visión tiene más<br />
importancia que el de la audición (Uetake y Kudo, 1994). Los vacunos pueden distinguir<br />
colores (Thines y Soffie, 1977; Darbrowska y otros, 1981; Gilbert y Arave, 1986; Arave,<br />
1996). Las investigaciones más recientes demuestran que los bovinos, los ovinos y los<br />
caprinos tienen visión dicromática, con conos de máxima sensibilidad a la luz amarilloverdosa<br />
(552-555 nm) y azul-purpúrea (444-455 nm) (Jacobs y otros, 1998). Pick y otros<br />
(1994) experimentaron con un caballo y demostraron que podía distinguir el rojo y el azul<br />
del gris, pero que no diferenciaba el verde del gris. En otro estudio, Smith y Goldman<br />
(1999) hallaron que la mayoría de los caballos podía diferenciar el gris del rojo, el azul, el<br />
amarillo y el verde, pero un caballo no podía distinguir entre el amarillo y el verde. La<br />
visión dicromática puede servir para tener una mejor visión nocturna y para detectar<br />
movimientos (Miller y Murphy, 1995). La agudeza visual de los toros puede ser inferior a<br />
la del ganado más joven o las ovejas (Rehkamper y Gorlach, 1998).<br />
Los animales herbívoros pueden ver en profundidad (Lemmon y Patterson, 1964). Los<br />
caballos son sensibles a indicadores de profundidad visual en fotografías (Keil, 1996).<br />
Sin embargo, quizás deban detenerse y bajar la cabeza para percibir la profundidad del<br />
campo visual. Esto puede explicar por qué se frenan bruscamente cuando ven sombras en<br />
el suelo. Observaciones de Smith (1998) indican que el ganado bovino no puede percibir<br />
objetos ubicados por encima de la línea de la cabeza, a menos que éstos se muevan. Este<br />
autor también sostiene que los vacunos, debido a sus pupilas horizontales, pueden<br />
percibir mejor las líneas verticales que las horizontales. Es interesante señalar que la<br />
mayoría de los animales herbívoros tienen pupilas horizontales y que la mayoría de los<br />
predadores tiene pupilas redondas. Investigaciones realizadas sobre caballos indican que<br />
tienen una banda horizontal de sensibilidad en la retina, en lugar de una FOVEA central,<br />
como los humanos (Saslow, 1999). Esto les permite mantener bajo control visual su<br />
entorno mientras pastorean.<br />
Los animales de pastoreo poseen un sistema óptico muy sensible al movimiento y a los<br />
contrastes de luz y sombra. Son capaces de visualizar permanentemente el horizonte<br />
mientras pastorean, pero pueden tener dificultades para enfocar rápidamente la vista en<br />
objetos cercanos, debido a que sus músculos oculares son débiles (Coulter y Schmidt,<br />
1993). Esto explicaría por qué se sobresaltan cuando algo se mueve repentinamente en su<br />
entorno.<br />
Los ungulados salvajes, el ganado bovino domesticado y los equinos respetan un cerco<br />
compacto, y rara vez se agolparán contra él o tratarán de atravesarlo a la carrera. Para<br />
encerrar ungulados salvajes en corrales, se pueden usar lienzos de plástico opaco (Fowler,<br />
1995), y se han empleado corrales portátiles construidos con lona para capturar caballos<br />
salvajes (Wyman, 1946; Amaral, 1977). Cuando está excitado, el ganado vacuno<br />
atropellará un cable o un cerco de cadenas, porque no puede verlo. Una baranda opaca de
30 cm de ancho, instalada a la altura de los ojos del animal, o cintas atadas al alambre,<br />
permiten a los animales ver el cerco y evitar que se agolpen contra el mismo (Ward,<br />
1958). El vacuno también tiene una fuerte tendencia a moverse desde las zonas de escasa<br />
iluminación hacia otras mejor iluminadas (Grandin, 1980a y 1980b). No obstante, no se<br />
acercarán a una luz cegadora.<br />
La audición<br />
Los animales de pastoreo son muy sensibles a los sonidos de alta frecuencia. El oído<br />
humano tiene su máxima sensibilidad entre las frecuencias de 1000 a 3000 Hz, mientras<br />
que el ganado bovino la posee en los 8000 Hz (Ames, 1974; Heffner y Heffner, 1983). El<br />
bovino puede oir con facilidad hasta los 21000 Hz (Algers, 1984). Heffner y Heffner<br />
(1992) descubrieron que tanto los bovinos como los caprinos tienen menos capacidad que<br />
el común de los mamíferos para localizar sonidos. Estos autores sugieren que, dado que<br />
estas especies de presa cubren con su mejor visión la casi totalidad del horizonte, quizás<br />
no necesiten ubicar los sonidos con tanta precisión como los animales que tienen un<br />
campo visual más estrecho. El ruido provoca estrés a los animales de pastoreo (Price y<br />
otros, 1993). Los alaridos o chiflidos de la gente les generan más estrés que los ruidos de<br />
puertas metálicas que retumban al cerrarse (Waynert y otros, 1999).<br />
Lanier y otros (1999a, 2000) y Lanier (1999) hallaron que el ganado que se agita en la<br />
pista de ventas tiene más propensión a retroceder o a saltar en respuesta a movimientos o<br />
sonidos súbitos e intermitentes. Este tipo de movimientos y sonidos parecen ser más<br />
atemorizantes que los estímulos constantes. Talling y otros (1998) constataron que los<br />
cerdos reaccionaban más ante sonidos intermitentes que ante un sonido permanente. Los<br />
sonidos agudos aumentaban el ritmo cardíaco de los cerdos más que los sonidos bajos<br />
(Talling y otros, 1996). Los movimientos bruscos tienen un mayor impacto activador<br />
sobre la amígdala (LeDoux, 1996), que es la parte del cerebro que controla en<br />
sentimiento del miedo (LeDoux, 1996; Rogan y LeDoux, 1996).<br />
Los efectos de las novedades súbitas<br />
El ganado bovino, al igual que otros ungulados, se asusta ante las novedades cuando éstas<br />
se le presentan súbitamente. Los animales recularán ante un cambio repentino en la<br />
conformación del cerco o en la textura del piso (Lynch y Alexander, 1973). Las sombras,<br />
las aberturas de drenaje y los charcos también interrumpen el movimiento del ganado<br />
vacuno (Grandin, 1980a). En las áreas donde se trabaja con animales, la iluminación debe<br />
ser uniforme, para impedir que haya sombras, y las instalaciones deben estar pintadas de<br />
un mismo color para evitar contrastes visuales. Estos tienen un efecto inhibitorio tan<br />
fuerte sobre el movimiento del ganado que los organismos de mantenimiento de caminos<br />
han logrado impedir que los animales crucen las rutas con sólo pintarles una serie de<br />
líneas blancas atravesadas(Western Livestock Journal, 1973).<br />
El ganado lechero, que es ordeñado todos los días en las mismas instalaciones, caminará<br />
sin detenerse sobre una rejilla de desagüe o una sombra en el piso, porque ya no es algo<br />
novedoso. Sin embargo, los mismos animales recularán y agacharán la cabeza para<br />
investigar un pedazo de papel extraño tirado sobre el suelo en un callejón conocido. El<br />
aspecto paradójico de las novedades es que son a la vez atemorizantes y atractivas
(Grandin y Deesing, 1998). Un tablero para escribir tirado en el piso atraerá al vacuno<br />
cuando se le permite acercársele voluntariamente, pero lo hará recular y hasta negarse a<br />
pasar si se lo arrea hacia él.<br />
Una especie de presa debe estar alerta a las novedades, pues éstas pueden significar<br />
peligro. Por ejemplo, en un zoológico, el antílope Nyala no siente mucho miedo a la<br />
gente que está parada detrás de la cerca, pero algo novedoso, como unas personas que<br />
arreglan el techo del galpón, les provoca una intensa reacción de fuga. Una revisión de la<br />
bibliografía sobre los grandes arreos de ganado entre fines del siglo XIX y comienzos del<br />
siglo XX indica que la principal causa de las estampidas era una novedad súbita. Las<br />
estampidas se iniciaban a causa de un sombrero volando al viento, un caballo<br />
corcoveando con la montura en la panza, un trueno, un vaquero que tropezaba o un<br />
impermeable que flameaba (Harger, 1928; Ward, 1958; Linford, 1977). También era más<br />
probable que las estampidas se desencadenaran de noche (Ward, 1958; Linford, 1977).<br />
Los objetos que se mueven rápidamente son los que más miedo provocan. Los<br />
movimientos rápidos tienen un efecto activador de la amígdala (el centro del miedo en el<br />
cerebro) más fuerte que los movimientos lentos (LeDoux, 1996).<br />
Tanto Dantzer y Mormede (1983) como Stephens y Toner (1975) han informado que lo<br />
novedoso es altamente estresante para el ganado. Es probable que los terneros sufran<br />
estrés al ser colocados en un lugar que no conocen (Johnston y Buckland, 1976). En un<br />
grupo de ganado bovino manso, al arrojar una pelota de un color nuevo en medio del<br />
corral, la mitad de los animales reaccionó agachándose o retrocediendo (Miller y otros,<br />
1976). Los animales que ya habían tenido una experiencia previa en corrales de venta de<br />
ganado se apaciguaron más rápidamente al llegar a los corrales de la planta de faena,<br />
porque les resultaban menos novedosos y atemorizantes que a los animales que nunca<br />
habían pasado por un mercado de concentración ganadero (Cockram, 1990). Se<br />
recomienda hacer que el ganado se acostumbre a ser trabajado por gente a pie, a caballo y<br />
en vehículos, con el fin de impedir que se exciten ante la novedad al ser manejado en el<br />
corral de engorde, las instalaciones de subasta o la planta de faena. En las Filipinas, los<br />
vacunos son de razas índicas, pero se crían expuestos a tantas novedades que las<br />
experiencias nuevas rara vez los alarman. Las vacas son sujetadas con bozal, y son<br />
cambiadas todos los días, con sus terneros recién nacidos, a nuevos sitios de pastoreo que<br />
requieren pasar por caminos llenos de ómnibus y automóviles en constante movimiento.<br />
Estudios sobre el estrés del manejo<br />
Hay un viejo dicho: “Mirando su ganado se puede saber qué clase de ganadero es el<br />
dueño”. Muchos ganaderos y ganaderas consideran que las primeras experiencias de<br />
manejo tienen efectos muy duraderos (Hassal, 1974). Los animales que tienen una<br />
experiencia anterior de manejo suave van a ser más tranquilos y fáciles de trabajar en el<br />
futuro que los que han sido manejados rudamente (Grandin, 1981). Los terneros y las<br />
vacas acostumbradas a un buen trato en su rancho de origen tuvieron menos lesiones en<br />
el mercado de subastas de ganado, porque estaban habituados a los procedimientos de<br />
trabajo (Wythes y Shorthose, 1984).
El manejo rudo puede ser muy estresante. En una revisión de numerosos estudios<br />
diferentes, Grandin (1997) halló que los niveles de cortisol eran 2/3 más elevados en los<br />
animales sometidos a un tratamiento rudo. El manejo y el aparte hechos con rudeza,<br />
trabajando en instalaciones mal diseñadas, causaban a los animales aumentos en el ritmo<br />
cardíaco muy superiores a los que se producían con el mismo manejo en instalaciones<br />
bien diseñadas (Stermer y otros, 1981). La severidad y la duración de un procedimiento<br />
de manejo atemorizante determinan la duración del período requerido para que el pulso<br />
cardíaco recupere su ritmo normal. Tras sufrir un estrés severo por mal manejo, se<br />
necesitan más de 30 minutos para que el ritmo cardíaco vuelva al nivel habitual (Stermer<br />
y otros, 1981).<br />
La medición de los niveles de cortisol ha demostrado que los animales pueden llegar a<br />
acostumbrarse a los procedimientos habituales de manejo. Ellos se adaptan a tratamientos<br />
indoloros repetidos, tales como ser movidos a lo largo de una manga o que se les<br />
extraigan muestras de sangre mediante un catéter endovenoso mientras se los sujeta en<br />
una casilla de inmovilización que conocen (Alam y Dobson, 1986; Fell y Shutt, 1986).<br />
Los terneros criados con escaso contacto con la gente pueden adaptarse a procedimientos<br />
indoloros y relativamente rápidos, como el pesaje. Peischel y otros (1980) informan que<br />
el pesaje diario no afecta la ganancia de peso. El ganado bovino no se adapta fácilmente a<br />
procedimientos severos que le causen dolor, o a una serie de tratamientos continuados,<br />
que no le den tiempo suficiente para serenarse entre los sucesivos trabajos. Fell y Shutt<br />
(1986) hallaron que los niveles de cortisol no descendían luego de viajes repetidos en un<br />
camión donde algunos animales perdían pie y se caían. Ante un procedimiento<br />
desagradable, los animales amansados tienden a tener una reacción más leve que los<br />
animales salvajes. En una estación experimental donde los visitantes los acariciaban, los<br />
terneros tenían, luego de ser sujetados y tratados, niveles de cortisol significativamente<br />
inferiores que otros terneros que habían tenido menor contacto con la gente (Boandle y<br />
otros, 1989).<br />
Para entrenar los animales al manejo<br />
Ried y Mills (1962) han sugerido que los animales pueden ser entrenados para aceptar<br />
ciertas irregularidades en el manejo, lo que podría contribuir a reducir las reacciones<br />
violentas ante las novedades en el futuro. Si se expone a los animales a niveles razonables<br />
de música o de sonidos variados, se aminorará su reacción de miedo ante ruidos súbitos e<br />
inesperados. Cuando se tiene la radio prendida en un galpón de cerdos, los animales<br />
tienen una reacción más suave ante ruidos sorpresivos, como el de un portazo. Se ha<br />
comprobado que si se tocaba algún instrumento musical o se escuchaban sonidos<br />
variados de hasta 75 decibeles, la ganancia de peso aumentaba en los ovinos (Ames,<br />
1974), pero que los sonidos más fuertes reducían las ganancias.<br />
Binstead (1977), Fordyce y otros (1985) y Fordyce (1987) han informado que si se<br />
entrenaba a las hembras Bos indicus cuando eran terneras, se obtenían animales adultos<br />
más calmos y fáciles de manejar. El entrenamiento de terneros de destete involucraba<br />
caminar en calma entre ellos dentro de los corrales, hacerlos pasar por mangas y<br />
enseñarles a seguir a un jinete que marchaba delante de ellos (Fordyce, 1987). Estos<br />
procedimientos se llevaron a cabo durante un período de diez días. Becker y Lobato
(1997) también encontraron que diez sesiones de manejo suave en una manga lograban<br />
que los terneros de cruzas índicas se hicieran más calmos y que fueran menos propensos<br />
a tratar de escaparse o de cargar contra una persona cuando se los encerraba en un corral<br />
pequeño. El entrenamiento de antílopes Bongo para que cooperaran voluntariamente con<br />
las inyecciones y los análisis de sangre dio como resultado niveles muy bajos de cortisol,<br />
casi iguales a los básicos (Phillips y otros, 1998). Todos los procedimientos de<br />
entrenamiento deben hacerse con suavidad. Burrows y Dillon (1997) han sugerido que el<br />
entrenamiento puede dar mejores resultados con el ganado de temperamento excitable.<br />
Existen grandes diferencias individuales en la forma en que los animales reaccionan al<br />
manejo y a la restricción de movimientos. Ray y otros (1972) encontraron que los niveles<br />
de cortisol variaban mucho entre individuos: en un grupo de ganado vacuno de carne<br />
semi-amansado, un animal casi no tuvo aumento en el nivel de cortisol durante la<br />
inmovilización y la extracción de muestras de sangre de la yugular, mientras que los otros<br />
cinco animales del experimento tuvieron aumentos substanciales.<br />
En un lote de bovinos cruza Gelbvieh x Simmental x Charolais de 260 kg, criados<br />
extensivamente, sin entrenamiento y algo salvajes, los rasgos de comportamiento<br />
individuales tuvieron persistencia a lo largo de una serie de cuatro sesiones mensuales de<br />
manejo e inmovilización (Grandin, 1993). Un grupo pequeño de animales (9% de toros y<br />
3% de novillos) se ponían extremadamente agitados, y sacudían violentamente la manga<br />
de compresión cada vez que se los sujetaba. Otro grupo de animales (25% de toros y 40%<br />
de novillos) se quedaban parados en calma cada vez que se los inmovilizaba en la manga<br />
de compresión. Y también hubo un grupo importante de animales que estaba a veces en<br />
calma y a veces agitado. Todos los animales fueron tratados con cuidado y suavidad<br />
durante todas las sesiones de trabajo de restricción. Estas diferencias en temperamento<br />
posiblemente sean atribuibles a una combinación de los factores genéticos y las<br />
experiencias de manejo cuando eran terneros pequeños. El comportamiento de los pocos<br />
animales extremadamente agitados no mejoró con el tiempo. Estas observaciones<br />
muestran que los patrones de comportamiento que se forman a una edad temprana pueden<br />
ser muy persistentes. También hubo una tendencia, entre los animales agitados, a evitar<br />
entrar a la manga entre los primeros grupos de animales. Orihuelo y Solano (1994)<br />
observaron que los animales que entraban primeros a la manga se movían más<br />
rápidamente a lo largo de la misma que los animales que entraban últimos.<br />
Diferencias genéticas y entre especies<br />
Las diferencias genéticas dentro de una misma raza pueden afectar la reacción de estrés<br />
durante el manejo. Los animales que tienen una genética huidiza son más propensos que<br />
los de temperamento calmo a agitarse agudamente cuando se los confronta con un evento<br />
novedoso súbito, tal como una bandera flameando que ven por primera vez (Grandin y<br />
Deesing, 1998). Un principio básico es que los animales de genética huidiza, excitable,<br />
deben ser enfrentados a las nuevas experiencias de manera más gradual que los animales<br />
de genética mansa. Una de las mayores diferencias entre las especies animales salvajes y<br />
las domésticas es que aquéllas tienen niveles mayores de temerosidad y reaccionan más<br />
intensamente ante cambios en el entorno (Price, 1998). Especies tales como el bisonte y<br />
el antílope norteamericano son tan temerosas que a veces se lesionan gravemente cuando<br />
se les restringe el movimiento. Mientras el ganado doméstico tolera que se lo fuerce con
suavidad a entrar al dispositivo inmovilizador, el bisonte y el antílope son animales que<br />
necesitan que se los entrene para que cooperen voluntariamente (Grandin, 1999). Jennifer<br />
Lanier, de nuestro equipo de investigación, ha alcanzado algún éxito en el entrenamiento<br />
de bisontes para que se muevan voluntariamente a través de mangas en busca de<br />
recompensas alimenticias (Lanier y otros, 1999b). Los bisontes, los ciervos y otras<br />
especies huidizas deben ser manejados en grupos pequeños. Se mantienen más calmos si<br />
cada animal individual es llevado del corral de encierro al dispositivo de inmovilización a<br />
través de una manga corta. Mientras que el ganado domesticado se quedará quieto en la<br />
manga de una sola fila, muchos ungulados salvajes se agitan y estresan si se los hace<br />
esperar en fila. Incluso en los animales domesticados, algunos individuos se habitúan a<br />
procedimientos indoloros pero forzados mientras que otros reaccionan poniéndose cada<br />
vez más estresados. Lanier y otros (1995) descubrieron que, cuando se echaba un grupo<br />
de cerdos en un estanque, algunos se habitaban rápidamente a nadar, y sus niveles de<br />
adrenalina bajaban a los niveles básicos, en tanto que otros seguían asustándose y<br />
mantenían niveles elevados de adrenalina.<br />
En terneros Holstein, se ha comprobado que la genética paterna tiene mucha influencia<br />
sobre la respuesta del cortisol al estrés del transporte (Johnston y Buckland, 1976). La<br />
línea paterna también influye sobre la capacidad de aprendizaje y los niveles de actividad<br />
de los terneros de esa raza lechera (Arave y otros, 1992). La raza ganadera tiene un efecto<br />
definido en el temperamento. En la manga de compresión, el ganado de cruzas índicas<br />
tiene un comportamiento más agitado que el ganado Shorthorn (Fordyce y otros, 1988).<br />
Tanto Fordyce y otros (1988) como Hearnshaw y otros (1979) informan que el<br />
temperamento es un rasgo heredable del ganado Bos indicus. Stricklin y otros (1980)<br />
sostienen que, entre las razas británicas, los Hereford son los más dóciles y los Galloway,<br />
los más excitables. Generalmente, las razas europeas continentales de Bos taurus son más<br />
excitables que las británicas. Dentro de cada raza, se ha comprobado que el<br />
temperamento del toro padre tiene influencia sobre el temperamento de la progenie.<br />
LeNeindre y otros (1996) analizaron los problemas asociados al traslado de animales de<br />
razas desarrolladas para sistemas intensivos hacia campos extensivos. Por ejemplo, un<br />
toro puede producir hijas que son dóciles bajo un manejo intensivo pero que se vuelven<br />
agresivas hacia los vaqueros cuando se crían en campos extensivos. La autora ha<br />
observado que estos problemas ocurren más frecuentemente con animales excitables y<br />
huidizos que entran en pánico al enfrentarse a una situación nueva. Algunas líneas<br />
genéticas de la raza Saler son mansos y fáciles de manejar cuando están con personas que<br />
conocen, pero sufren de pánico, patean y atropellan a la gente cuando se las confronta<br />
con los ruidos y las novedades de un remate ganadero o una planta de faena. Grandin y<br />
otros (1995), y Randle (1998), constataron que los animales con remolinos en el pelo<br />
pequeños y en espiral ubicados por encima de los ojos tienen distancias de fuga mayores,<br />
y son más propensos a agitarse durante la inmovilización, que los que tienen esos<br />
remolinos debajo de los ojos.<br />
Las diferentes razas ganaderas también tienen distintas características de comportamiento<br />
que afectan el manejo. Los bovinos índicos de pura raza tienen más tendencia a seguir a<br />
la gente o a animales líderes, y a veces es más fácil entrenarlos para seguir al vaquero que
para ser arreados. Los vacunos índicos o de cruza índica también tienden a juntarse en<br />
una manada más compacta que los de razas británicas cuando se los alarma. También son<br />
más difíciles de bloquear ante las puertas que los británicos (Tulloh, 1961). Son más<br />
propensos a exhibir una inmovilidad tónica cuando se les restringen los movimientos<br />
(Fraser, 1960; Grandin, 1980a). Es más probable que se echen al suelo en la manga de<br />
una sola fila, y que se rehusen a moverse, en comparación con los bovinos de razas<br />
británicas (Grandin, 1980a). Si se aplica excesivamente la picana eléctrica a un vacuno<br />
sumiso de raza índica, se lo puede matar. Si se lo deja solo, normalmente se levantará.<br />
Fraser y Broom (1990) afirman que a menudo una vaca caída que no esté lesionada se<br />
levantará si se le modifica el entorno, por ejemplo, si se la saca afuera de la manga. Zavy<br />
y otros (1992) hallaron que las cruzas Hereford x Brahman y Angus x Brahman tenían<br />
niveles de cortisol más altos, durante la inmovilización en la manga de compresión, que<br />
las cruzas Hereford x Angus. La genética índica aumentaba los niveles de cortisol, y los<br />
mayores niveles correspondieron a las cruzas Angus x Brahman.<br />
La zona de fuga<br />
El concepto de la distancia de fuga se aplicó originariamente a ungulados salvajes. Según<br />
Hediger (1968),<br />
Mediante el tratamiento intensivo, es decir, con un manejo cercano y experto de los<br />
animales salvajes, se puede lograr que su distancia de fuga desaparezca por completo, de<br />
manera que eventualmente dichos animales acepten que se los toque. Esta eliminación<br />
artificial de la distancia de fuga entre los animales y el hombre es el resultado del proceso<br />
de amansamiento.<br />
El mismo principio se aplica al ganado domesticado y a los animales salvajes.<br />
En un rancho de Arizona, unas vacas indóciles criadas extensivamente pueden tener una<br />
distancia de fuga de 30 metros, mientras que el ganado de corrales de engorde puede<br />
fugar a distancias de 1,5 a 7,61 metros (Grandin, 1980a). El ganado que tiene contacto<br />
frecuente con personas tendrá distancias de fuga menores que aquél que rara vez ve<br />
gente. El ganado sometido a un manejo benigno tendrá generalmente una zona de fuga<br />
menor que el que ha estado expuesto a un trato abusivo. La excitación amplía la zona de<br />
fuga. El ganado lechero totalmente amansado llega a carecer de zona de fuga, y la gente<br />
los puede tocar. Se puede determinar el borde de la zona de fuga caminando lentamente<br />
hacia un grupo de animales. Cuando los animales se dan vuelta para mirar de frente a<br />
quien va a moverlos, éste todavía está fuera de la zona de fuga. Cuando la persona entre a<br />
la zona de fuga, los animales se darán vuelta y se alejarán. En un grupo de toros, cuando<br />
se invadió su zona de fuga con una pértiga mecánica móvil, los animales se apartaron y<br />
mantuvieron una distancia constante entre ellos y la pértiga móvil (Kilgour, 1971). La<br />
distancia de fuga dependía del tamaño de una placa de cartón que colgaba de la pértiga.<br />
El ganado se mantiene más lejos de los objetos más grandes (Smith, 1998). Cuando una<br />
persona se aproxima de frente, la zona de fuga será más grande que si se acerca<br />
levemente de perfil.<br />
El ganado puede ser movido con la máxima eficiencia si el vaquero trabaja en el borde de<br />
la zona de fuga (Grandin, 1980b y 1987). Los animales se moverán cuando se penetre en<br />
su zona de fuga, y se detendrán cuando el vaquero retroceda. Smith (1998) explica que el
orde de la zona de fuga no es una línea nítida, y que si la persona se aproxima<br />
rápidamente al animal, o haciendo contacto visual con él, su zona de fuga se ampliará. El<br />
ganado excitado tiene una zona de fuga más grande.<br />
Para que un animal se mueva hacia adelante, el vaquero debe ubicarse en el sector<br />
sombreado de la figura 1, entre los puntos A y B, y mantenerse fuera del punto ciego que<br />
está detrás del animal. Para hacer que el animal se adelante, el vaquero debe estar detrás<br />
del punto de balance del hombro del animal, y para hacer que retroceda, debe ubicarse<br />
adelante de dicho punto (Kilgour y Dalton, 1984).<br />
Figura 1: Diagrama de la zona de fuga donde se indican las posiciones más efectivas para<br />
hacer que el animal se mueva hacia adelante.<br />
Otro principio es que los animales de pastoreo, solos o en grupo, se moverán hacia<br />
adelante cuando un vaquero pasa rápidamente su punto de balance del hombro en<br />
dirección contraria a la deseada para el movimiento del ganado (Grandin, 1998a). Los<br />
movimientos descriptos en la figura 2 sirven para inducir al ganado a entrar a una manga<br />
reduciendo notablemente o eliminando el uso de la picana eléctrica.
Figura 2: Secuencia de movimientos para inducir a los animales a avanzar en la manga.<br />
Cuando uno se aproxima de frente a un animal, éste se moverá hacia la derecha si uno se<br />
mueve hacia la izquierda, y viceversa (Kilgour y Dalton, 1984). Los animales que están<br />
en un corral de encierro u otras áreas de confinamiento pueden ser girados fácilmente<br />
sacudiendo un palo con tiras plásticas cerca de sus cabezas (Figura 3).<br />
Figura 3: Unos gallardetes de plástico en el extremo de una varilla o de una fusta sirven<br />
para girar a los animales, si se los sacude del otro lado de su cabeza.<br />
Por ejemplo, cuando se tape la visión de una vaca del lado izquierdo, ésta virará hacia la<br />
derecha. Los operarios ganaderos deben evitar toda penetración profunda de la zona de<br />
fuga, pues esto puede hacer que los animales entren en pánico. Si un animal retrocede en<br />
una manga, los trabajadores deberían alejarse para salir de su zona de fuga. No deben<br />
tratar de empujar al animal que recula, porque la penetración profunda de su zona de fuga<br />
le causa un pánico creciente y refuerza su impulso a escapar. Si el ganado trata de darse<br />
vuelta en un callejón, el vaquero deberá retroceder y salir de su posición, que está muy<br />
adentro de la zona de fuga.<br />
El ángulo de aproximación, así como el tamaño del lugar en que el animal está encerrado,<br />
también afectan la dimensión de la zona de fuga. En experimentos con ovejas, se ha<br />
comprobado que los animales encerrados en un callejón estrecho tenían una zona de fuga<br />
más pequeña que aquellos confinados en un callejón más ancho (Hutson, 1982). El<br />
ganado tendrá una zona de fuga más amplia cuando uno se aproxima frontalmente. Los<br />
animales extremadamente mansos suelen ser difíciles de arrear porque no tienen zona de<br />
fuga. Estos animales deben ser conducidos. Se puede encontrar más información sobre la<br />
zona de fuga en Smith, 1998.<br />
Cómo mover grandes grupos<br />
Ward (1958) describe los métodos utilizados en los antiguos arreos de ganado de<br />
EE.UU., donde se llevaban manadas de miles de cabezas y se necesitaban muchos<br />
vaqueros para mantener juntos a los animales. Bud Williams, un especialista en manejo<br />
de animales, se dedicó durante más de 30 años a desarrollar métodos calmos que<br />
permiten a una o dos personas mover centenares de cabezas. Lamentablemente, él no ha<br />
publicado sus métodos, pero yo he tenido la oportunidad de observar su trabajo y de<br />
elaborar diagramas que permiten enseñar sus principios de manejo.<br />
El vaquero debe dedicar algún tiempo a caminar entre los animales de modo que éstos lo<br />
perciban como un ente neutral, es decir, alguien que no es un predador (que los persigue<br />
dentro de los corrales) ni tampoco es una fuente de alimento. Todos los movimientos del<br />
ganado se deben hacer a paso lento y sin gritarles. La figura 4 muestra los esquemas de<br />
movimiento del vaquero que mantendrán a una manada en una marcha ordenada. Sirven<br />
tanto para marchar contra un alambrado como para hacerlo a campo abierto. Si una sola
persona está llevando el ganado, la posición 2 en esta figura describe la secuencia de<br />
movimientos que le permitirán mover la manada de manera ordenada. El principio que se<br />
aplica es entrar y salir alternativamente de la zona de fuga. Una presión constante hará<br />
que la manada se disperse. A medida que la manada avanza, el vaquero deberá seguir<br />
repitiendo esta secuencia de movimientos. Para una descripción más completa, se puede<br />
consultar Grandin (1990). Ward (1958) también ha presentado un esquema similar de<br />
movimientos. El principio consiste en moverse hacia adentro de la zona de fuga en<br />
dirección contraria a la deseada en la marcha del ganado, y a salir de la zona de fuga<br />
moviéndose en la misma dirección que se quiere mantener en el ganado.<br />
Figura 4: Secuencia de movimientos para mover una manada con dos vaqueros.<br />
La figura 5 ilustra la forma de volver a juntar la manada si se dispersa. El vaquero no<br />
deberá actuar como un predador al ataque, que corre detrás de los animales rezagados y<br />
los persigue.<br />
Figura 5: Secuencia de movimientos para volver a juntar una manada que se ha dividido.<br />
Translation of figure 5:<br />
Point of balance: Punto de balance<br />
Approach stragglers point of balance: Aproximación al punto de balance de los rezagados<br />
Return to Pattern 2 in fig. 4: Avance sesgado, como en la secuencia 2 de la Fig. 4<br />
Se deberá mover hacia los rezagados de manera de entrar gradualmente en la zona de<br />
fuga colectiva, parando a la altura del punto de balance del último animal. Una vez que la<br />
manada se haya juntado, deberá avanzar alejándose ligeramente al sesgo a fin de<br />
disminuir gradualmente la presión sobre la zona de fuga colectiva.
Cómo juntar ganado en el campo<br />
El ganado salvaje o semi-salvaje puede ser juntado fácilmente si se induce a los animales<br />
el comportamiento natural de mantenerse unidos. La figura 6 muestra el esquema del<br />
“movimiento de limpiaparabrisas”, en el cual el vaquero camina sobre el borde de la zona<br />
de fuga colectiva de un grupo de animales.<br />
Figura 6: Secuencia de movimientos para inducir al ganado a juntarse. El vaquero debe<br />
moverse en zigzag de un lado al otro de la manada, para que ésta mantenga una línea<br />
recta de avance. Los animales líderes se ubican en un punto que representa<br />
imaginariamente el eje del limpiaparabrisas, y el vaquero se mueve en lo que sería el<br />
extremo del mismo, barriendo la retaguardia de la zona de fuga en zigzag. A medida que<br />
la manada se agrupa y desarrolla un buen movimiento de avance, este zigzag se va<br />
haciendo más estrecho.<br />
El ganadero se debe mover a paso lento y debe cuidarse de dar vueltas alrededor de los<br />
animales. También debe resistirse al impulso de perseguir a los rezagados. Una vez que<br />
se desencadena el instinto de agruparse, la manada se juntará y los rezagados irán adonde<br />
esté la mayoría. Se debe cuidar de trabajar en calma y de mantener el movimiento animal<br />
al paso. El principio es inducir los animales a juntarse antes de cualquier intento de<br />
moverlos en alguna dirección. Los animales se moverán hacia el punto imaginario donde<br />
estaría el eje del limpiaparabrisas. Si se aplica demasiada presión sobre la zona de fuga<br />
colectiva antes de que la manada se junte, los animales se dispersarán. Hay más<br />
información sobre esto en Grandin (1998b) y Smith (1998). Este método no funciona con<br />
animales totalmente amansados, que tienen una zona de fuga escasa o nula.<br />
¿Por qué funciona?<br />
La autora postula que los principios de comportamiento para el movimiento de ganado<br />
vacuno y otros ungulados se basan en conductas innatas e instintivas de defensa contra
los predadores (Grandin, 1998c). Parecen haber cuatro comportamientos básicos: (1)<br />
girar y orientarse hacia el estímulo novedoso, pero manteniendo una distancia segura; (2)<br />
el punto de balance; (3) el agrupamiento abierto; (4) los remolinos y corridas en círculo.<br />
El estudio de numerosos documentales de la televisión indica que el principio del punto<br />
de balance permite a un animal de presa escapar de la persecución del predador. El<br />
manejo con un bajo nivel de estrés solamente activa una ansiedad leve, evitando las<br />
conductas del cuarto tipo, que reflejan un alto nivel de estrés. El manejo que menos estrés<br />
genera es aquél que hace que el animal se mueva de manera enteramente voluntaria.<br />
Smith (1998) sostiene que no existe una separación nítida entre arrear, encabezar y<br />
entrenar al ganado. Es probable que unas vacas juntadas con el método del “movimiento<br />
de limpiaparabrisas” sientan una ligera ansiedad las primeras veces, y que esta ansiedad<br />
disminuya a medida que van aprendiendo a ser manejadas de esta forma. Bud Williams,<br />
especialista en manejo de ganado, recomienda emplear un movimiento en líneas rectas,<br />
en lugar de las curvas suaves del “movimiento de limpiaparabrisas”. El vaquero no debe<br />
dar vueltas alrededor de los animales. El arco del movimiento debe ser lo más suave<br />
posible. El uso de estas secuencias de movimiento probablemente desencadene un<br />
instinto de juntarse, semejante al del ganado bovino en zonas donde hay osos, en las que<br />
los animales pastorean en grupos más compactos.<br />
El trabajo en los corrales<br />
La figura 7 ilustra las posiciones adecuadas para vaciar un corral y apartar animales en la<br />
puerta de salida (Smith, 1998). El diagrama muestra los movimientos para detener un<br />
animal que avanza hacia la salida. Se puede usar el contacto visual para frenar a los<br />
animales. El operario ganadero debe evitar mirar a los animales que desea hacer salir por<br />
la puerta.<br />
Figura 7: Secuencia de movimientos para dar vuelta a un animal cuando se hacen apartes<br />
en una puerta.<br />
Cuando se procura vaciar un corral, el operario ganadero debe abstenerse de perseguir los<br />
animales para hacerlos salir. Estos deben pasar al costado del vaquero a un ritmo<br />
controlado, de manera que vayan aprendiendo que el operario es quien tiene el manejo de<br />
sus movimientos. El ranchero Darol Dickinson afirma que es necesario entrenar al<br />
ganado (McDonald, 1981). Métodos adicionales para mover y embarcar ganado son<br />
descriptos en McDonald (1981).<br />
Uno de los errores más comunes es meter demasiados animales en el corral de encierro<br />
previo a la manga de una sola fila. Un corral de encierro sobrecargado causa problemas<br />
porque el ganado no tiene espacio para girar. A fin de aprovechar el comportamiento<br />
natural de seguimiento, los operarios ganaderos deberían esperar a que la manga esté casi<br />
vacía antes de comenzar a llenarla nuevamente (Grandin, 1980a).<br />
Muchos operarios ganaderos usan y abusan de la picana eléctrica y de otros medios de<br />
inducción del movimiento. Si se tuerce la cola de los animales para hacer que se
adelanten en la manga, hay que aflojar instantáneamente la presión sobre la cola cuando<br />
la vaca se mueve. El ganado de cría aprende rápidamente que podrá evitar que le tuerzan<br />
la cola si se mueve rápidamente ni bien se la toman.<br />
Hay que usar la picana eléctrica lo menos posible. En ganado Bos indicus, la picana<br />
eléctrica jamás debe ser usada en animales de cría. En las plantas de faena y los remates<br />
ganaderos, el uso de la picana eléctrica se debe limitar a las mangas de una sola fila. Los<br />
operarios ganaderos deben esperar a que se abra la puerta trasera de la manga antes de<br />
iniciar la secuencia de movimientos descripta en la figura 2. Si el esquema falla en el<br />
primer intento, es probable que funcione la segunda vez que se pase por los puntos de<br />
balance de los animales. Si un animal recula, su comportamiento no-cooperativo se<br />
difundirá al resto de los animales. Harger (1928) analiza cómo un animal histérico puede<br />
tener una influencia negativa sobre el resto del grupo.<br />
Los vacunos son animales de manada, que se estresan y se perturban cuando se los aísla<br />
de sus compañeros (Ewbank, 1968). Los animales solos y aislados que entran en pánico<br />
son causa de muchas lesiones, tanto en los animales como en la gente. Para mover a un<br />
animal frenético, se le deben agregar otros animales. Es común que los animales más<br />
difíciles de manejar sean los últimos en entrar a la manga (Orihuela y Solano, 1994).<br />
Los animales líderes<br />
Se puede aprovechar el comportamiento natural de seguimiento que tiene el ganado para<br />
facilitar sus movimientos. El valor de los animales líderes era algo reconocido en los<br />
antiguos arreos de ganado de los EE.UU. Los mismos animales iban a la cabeza de<br />
manadas de miles de animales día tras día (Harger, 1928). Un buen animal líder es<br />
generalmente una vaca sociable, no un animal dominante. Smith (1998) tiene<br />
información excelente sobre el efecto del comportamiento social sobre el manejo de<br />
ganado.<br />
Los animales nerviosos y excitables, si se convertían en líderes, eran eliminados, dejando<br />
solamente a los líderes serenos (Harger, 1928). Si la manada se rehusaba a cruzar un<br />
puente o una cañada, se enlazaba un ternero y se lo cruzaba a la rastra, para alentar a los<br />
demás a seguir (Ward, 1958). En Australia, se utiliza un grupo de animales amansados<br />
“guías” para ayudar a juntar ganado salvaje (Roche, 1988), y se han utilizado métodos<br />
similares con caballos salvajes (Amaral, 1977). También Fordyce (1987) recomienda<br />
mezclar unos pocos novillos viejos y mansos con los terneros Bos indicus, para facilitar<br />
su entrenamiento en los procedimientos de manejo.<br />
El ganado criado en condiciones extensivas puede ser fácilmente entrenado para que se<br />
acerque al ser llamado. Los animales aprenden a asociar el sonido de la bocina de un<br />
vehículo con el alimento (Hasker y Hirst, 1987). En el norte de EE.UU., cuando la nieve<br />
cubre el suelo, los animales irán corriendo hacia el camión repartidor de heno. Sin<br />
embargo, el ganado puede convertirse en un problema si siempre persigue camiones en<br />
busca de forraje, de modo que deberían ser entrenados a asociar la bocina del vehículo<br />
con el alimento. De esta forma, se puede recorrer la pastura en camión sin que los<br />
animales lo persigan inútilmente.
Cada vez más rancheros están adoptando sistemas de pastoreo intensivo, en los que el<br />
ganado es cambiado a una parcela nueva cada pocos días (Savory, 1978; Smith y otros,<br />
1986). Las vacas aprenden rápidamente a pasar de parcela, pero los terneros a veces se<br />
estresan cuando sus madres corren hacia la nueva pastura y los dejan atrás. Para evitar el<br />
estrés de los terneros, los vaqueros se deben ubicar cerca de la puerta de entrada de la<br />
nueva pastura para hacer que las vacas la crucen al paso, a un ritmo controlado.<br />
Pastoreo intensivo sin alambrados<br />
Existe un interés creciente por practicar métodos intensivos de pastoreo sin incurrir en el<br />
gasto de los alambrados. Los métodos de pastoreo en rebaño son utilizados para mantener<br />
agrupado al ganado y para ir moviéndolo a través de las distintas áreas de pastoreo. Uno<br />
de los grandes problemas son los animales que siempre se apartan y que no quieren<br />
permanecer con la manada (Nation, 1998). Estos animales individualistas suelen ser los<br />
más briosos y nerviosos. Por lo general, la mejor opción es venderlos. El principio para el<br />
pastoreo en rebaño sin alambrados es aflojar la presión sobre la zona de fuga colectiva<br />
una vez que las vacas se quedan donde uno quiere, y aplicarles presión cuando van<br />
adonde uno no quiere que vayan. Los pastores de vacas en rebaño deben pasar mucho<br />
tiempo con los animales, y tener mucha paciencia. El pastoreo en rebaño con bajos<br />
niveles de estrés es muy difícil de realizar cuando se trabaja con vacas viejas,<br />
provenientes de distintos ranchos, que han tenido experiencias previas completamente<br />
distintas en cuanto al manejo y el pastoreo (Nation, 1999). Más informaciones sobre el<br />
pastoreo en rebaño pueden obtenerse en Biggs y Biggs (1996, 1997), Herrmann (1998),<br />
Nation (1998), Smith (1998) y Williams (1998).<br />
El pastoreo en rebaño en los pueblos pastoriles<br />
Los métodos de pastoreo en rebaño descriptos en la última sección son una vuelta a los<br />
viejos métodos pastoriles que han sido utilizados durante miles de años. En todos estos<br />
métodos, se pasa mucho tiempo junto con los animales. Los pastores noruegos de renos<br />
están en contacto estrecho con sus animales, y éstos asocian los olores y los ruidos del<br />
campamento de los pastores con la serenidad (Paine, 1994). Los miembros de la tribu<br />
Fulani del Africa no tienen caballos, sogas, bozales ni corrales (Lott y Hart, 1977). Sus<br />
vacas son completamente mansas y no tienen zona de fuga. En vez de perseguir a los<br />
animales, el pastor se convierte en un miembro del rebaño, y el ganado lo sigue (Lott y<br />
Hart, 1979). Los animales Bos indicus tienen un instinto de seguimiento mucho más<br />
fuerte que los Bos taurus. Observaciones de la autora indican que los animales Bos<br />
indicus de pura raza amansados son difíciles de arrear, y a menudo seguirán a una<br />
persona o a un animal entrenado para encabezar el rebaño. En Australia, se los ha<br />
entrenado para seguir a perros líderes. Los nómades Fulani aprovechan los<br />
comportamientos naturales de los animales para controlarlos: el seguimiento, la<br />
dominancia, la sumisión y la limpieza mutua. Si un toro hace una amenaza exponiendo su<br />
flanco, el pastor alza un palo y le grita; si el toro insiste e intenta atropellarlo, es el pastor<br />
el que carga contra el toro y lo golpea con el palo.<br />
Métodos similares han sido empleados con éxito con otras especies. Cuando una persona<br />
levanta un palo sobre su cabeza, ejerce dominancia sobre el reno macho (B. Williams,<br />
comunicación personal; Smith, 1998). Nunca se usa el palo para golpear al reno macho.
La autora ha usado métodos parecidos para controlar cerdos agresivos, que ejercen su<br />
dominancia mordiendo a sus compañeros o topándolos en el cuello (Houpt y Wolski,<br />
1982). El comportamiento agresivo se frenaba empujando el cuello del cerdo agresivo<br />
con una tabla, lo que alentaba a otros cerdos a morderlo. El uso de este método natural de<br />
comunicación de los animales fue más efectivo que darle cachetadas en la cola. El<br />
ejercicio de la dominancia no consiste en golpear a un animal hasta que se somete, sino<br />
en usar los mismos patrones de comportamiento del animal para convertirse en su “jefe”.<br />
El rechazo que el ganado siente por el estiércol puede ser aprovechado para mantenerlo<br />
alejado de los cultivos, untando los bordes de las parcelas con heces (Lott y Hart, 1982).<br />
También se unta las ubres de las vacas para limitar la ingesta de leche por parte de su<br />
ternero. Los Fulani acarician sus animales en los mismos lugares en que la vaca lame a su<br />
cría (Lott y Hart, 1979); de este modo, consiguen que el ganado adulto se acerque y estire<br />
el cuello para recibir caricias en la papada (Lott y Hart, 1982). Métodos similares se<br />
aplican en el J.D. Hudgins Ranch, de Hungerford, Texas, y el J. Carter Thomas Ranch de<br />
Cuero, Texas. Sus animales, que son Brahman de pura raza, son llevados a los corrales y<br />
comen de la mano del ranchero. Cuando están en las pasturas, las vacas y los toros se<br />
acercan al Sr. Thomas para que los acaricie y los cepille (Julian, 1978). En las Filipinas,<br />
los pequeños rebaños de ganado Cebú no tienen zona de fuga y son llevados con facilidad<br />
por niños de corta edad. Las observaciones de la autora indican que es más difícil<br />
amansar animales nacidos de la cruza de Bos indicus y Bos taurus. Esto puede deberse en<br />
parte a que tienen menos inquisitividad, deseo de ser acariciados e instinto de<br />
seguimiento que los bovinos índicos puros.<br />
Los métodos de los Fulani para el manejo de ganado en rebaño también son aplicados por<br />
otras tribus africanas, como los Dinka (Deng, 1972; Schwabe y Gordon, 1988) y los Nuer<br />
(Evans-Pritchard, 1940). Las tribus menos trashumantes usan corrales y maneas, pero sus<br />
animales también son totalmente mansos y no tienen zona de fuga. Los toros excedentes<br />
son castrados y conservados como novillos por todas estas tribus. Las prácticas de<br />
manejo ganadero de las tribus africanas datan de antes de las grandes dinastías egipcias<br />
(Schwabe, 1985; Schwabe y Gordon, 1988). También es de notar que las religiones de los<br />
Nuer y los Dinka están centradas en torno al ganado (Seligman y Seligman, 1932; Evans-<br />
Pritchard, 1940). Uno de los factores que ayudan al éxito de los métodos tribales de los<br />
africanos es que se manejan rebaños relativamente pequeños, y que cada tribu tiene<br />
muchos pastores. De este modo, cada pastor tiene tiempo para desarrollar una relación<br />
íntima con cada animal.<br />
El comportamiento de los toros<br />
Los toros de razas lecheras tienen mala fama de atacar a la gente, posiblemente debido a<br />
las diferencias que hay en la crianza de los toros carniceros y los lecheros. Los terneros<br />
machos de razas lecheras suelen ser retirados de la vaca a poco de nacidos, y se los cría<br />
en corrales individuales, en tanto que los terneros machos de razas carniceras son criados<br />
por sus madres. Price y Wallach (1990) encontraron que el 75% de los toros Hereford<br />
criados en corrales individuales desde el primer al tercer día de vida amenazaban o<br />
atacaban a los operarios ganaderos, en tanto que solamente el 11% los amenazaba cuando<br />
habían sido criados artificialmente en corrales grupales. Estos autores también informan
que han trabajado con más de 1000 toros Hereford criados por su madre, y han<br />
experimentado solamente un ataque. Los toros que son criados artificialmente en corrales<br />
individuales quizás no alcancen a desarrollar relaciones sociales normales con otros<br />
animales, y es posible que perciban a los humanos como rivales sexuales (Reinken,<br />
1988). También se ha informado de problemas similares de agresión de parte de llamas<br />
machos criados artificialmente (Tillman, 1981). Afortunadamente, la crianza artificial no<br />
provoca problemas de agresión en las hembras o en los machos castrados. Esto hace que<br />
estos animales puedan ser manejados con mucha mayor facilidad. Más información sobre<br />
toros puede leerse en Smith (1998).<br />
Conclusiones<br />
Los vacunos son animales que temen lo novedoso y se habitúan a las rutinas. Poseen<br />
buena memoria, y los animales que tienen una buena experiencia previa de manejo serán<br />
más fáciles de manejar que aquellos que vienen de una historia de manejo rudo. Tanto los<br />
factores genéticos como la experiencia influyen en la forma en que un animal reaccionará<br />
al manejo. Una buena comprensión de los patrones de comportamiento natural facilitará<br />
el trabajo con animales. Para reducir el estrés, los productores progresistas deberían<br />
trabajar de modo de habituarlos a una variedad de métodos calmos de manejo, incluyendo<br />
la gente a pie, a caballo o en vehículos. Los métodos para entrenar los animales a aceptar<br />
nuevas experiencias servirán para reducirles el estrés cuando se los traslade a un lugar<br />
nuevo.<br />
Referencias bibliográficas<br />
Adams, A. (1903) Log of a Cowboy. Houghton Mifflin, Nueva York. Reimpreso en 1964 por Bison Book,<br />
University of Nevada Press, Reno, Nevada.<br />
Alam, M.G.S. y Dobson, H. (1986) Effect of various veterinary procedures on plasma concentrations of<br />
cortisol, luteinizing hormones and prostaglandin F2 metabolite in the cow. Veterinary Record 118, 7-10.<br />
Algers, B. (1984) A note on responses of farm animals to ultra sound. Applied <strong>Animal</strong> Behavior Science<br />
12, 387-391.<br />
Amaral, A. (1977) Mustang: Life and Legends of Nevada’s Wild Horses. University of Nevada Press,<br />
Reno, Nevada.<br />
Ames, D.R. (1974) Sound stress and meat animals. En: Proceedings of the International Livestock<br />
Environment Symposium. SP-0174, American Society of Agricultural Engineers, St. Joseph, Michigan, p.<br />
324.<br />
Arave, C.W. (1996) Assessing sensory capacity of animals using operant technology. Journal of <strong>Animal</strong><br />
Sciences 74, 1996-2009.<br />
Arave, C.W., Lamb, R.C., Arambel, M.J., Purcell, D. y Walters, J.L. (1992) Behavior and maze learning<br />
ability of dairy calves are influenced by housing, gender and size. Applied <strong>Animal</strong> Behavior Science 33,<br />
149-163.<br />
Becker, B.G. and Lobato, J.F.P. (1977) Effect of gentler handling on the reactivity of Zebu crossed calves<br />
to humans. Applied <strong>Animal</strong> Behavior Science 53, 219-224.
Biggs, D. y Biggs, C. (1996) Using the magnetic nature of herd movement. Stockman Grass Farmer,<br />
Septiembre. Mississippi Valley Publishing, Ridgeland, Mississippi, 15-17.<br />
Biggs, D. y Biggs, C. (1997) Gatekeepers: low stress tactics for moving cattle. Stockman Grass Farmer,<br />
Septiembre. Mississippi Valley Publishing, Ridgeland, Mississippi, 36-37. Binstead, M. (1977) Handling<br />
cattle. Queensland Agricultural Journal 103, 293-295.<br />
Boandle, K.E., Wohlt, J.E. y Carsia, R.V. (1989) Effect of handling, administration of a local anesthetic<br />
and electrical dehorning on plasma cortisol in Holstein calves. Journal of Dairy Science 72, 2193-2197.<br />
Burri, R. (1968) The Gaucho. Crown Publishing, Nueva York.<br />
Burrows, H.M. y Dillon, R.D. (1997) Relationship between temperament and growth in a feedlot and<br />
commercial carcass traits of Bos indicus crossbreeds. Australian Journal of Experimental Agriculture 37,<br />
407-411.<br />
Cockram, M.S. (1990) Some factors influencing behavior of cattle in a slaughter house lairage. Anima<br />
Production 50, 475-481.<br />
Coulter, D.B. y Schmidt, G.M. (1993) Special senses 1: vision. En: Swenson, M.J. y Reece, W.O. (comps.)<br />
Dike’s Physiology of Domestic <strong>Animal</strong>s. 11a. Edición. Comstock Publishing, Ithaca, Nueva York.<br />
Dantzer, R. y Mormede, P. (1983) Stress in farm animals: a need for re-evaluation. Journal of <strong>Animal</strong><br />
Science 57, 6-18.<br />
Darbrowska, B., Harmata, W. y Lenkiewiez, Z. (1981) Color perception in cows. Behavior Process 6, 1-10.<br />
Deng, F.M. (1972) The Dinka of Sudan. Holt, Rinehart and Winston, Nueva York. Evans-Pritchard, E.E.<br />
(1940) The Nuer. Clarendon, Oxford, Reino Unido.<br />
Ewbank, R. (1968) The behavior of animals in restraint. En: Fox, M.W. (comp.) Abnormal Behavior in<br />
<strong>Animal</strong>s. W.B. Saunders, Filadelfia, Pennsylvania.<br />
Fell, L.R. y Shutt, D.A. (1986) Adrenal response of calves to transport stress as measured by salivary<br />
cortisol. Canadian Journal of <strong>Animal</strong> Science 66, 637-641.<br />
Fordyce, G. (1987) Weaner training. Queensland Agricultural Journal 113, 323-324.<br />
Fordyce, G., Goddard, M.E., Tyler, R., Williams, C. y Toleman, M.A. (1985) Temperament and bruising in<br />
Bos indicus cross cattle. Australian Journal of Experimental Agriculture 25, 283-288.<br />
Fordyce, G., Dodt, R.M. y Wythes, J.R. (1988) Cattle temperaments in extensive herds in northern<br />
Queensland. Australian Journal of Experimental Agriculture 28, 683-687.<br />
Fowler, M.E. (1995) Restraint and Handling of Wild and Domestic <strong>Animal</strong>s. 2a. Edición. Iowa State<br />
University Press, Ames, Iowa.<br />
Fraser, A.F. (1960) Spontaneously occurring forms of tonic immobility in farm animals. Canadian Journal<br />
of Comparative Medicine 24, 330-333.<br />
Fraser, A.F. y Broom, D.M. (1990) Farm <strong>Animal</strong> Behavior and Welfare. Baillière Tindall, Londres.
Gilbert, B.J. y Arave, C.W. (1986) Ability of cattle to distinguish among different wavelengths of light.<br />
Journal of Dairy Science 69, 825-832.<br />
Grandin, T. (1980a) Livestock behavior as related to handling facilities design. International Journal for the<br />
Study of <strong>Animal</strong> Problems 1, 33-52.<br />
Grandin, T. (1980b) Observations of cattle behavior applied to the design of cattle handling facilities.<br />
Applied <strong>Animal</strong> Ethology 6, 19-31.<br />
Grandin, T. (1981) Bruises on Southwestern feedlot cattle. Journal of <strong>Animal</strong> Science 53 (Suppl. 1), 213<br />
(resumen).<br />
Grandin, T. (1987) <strong>Animal</strong> handling. En: Price, E.O. (comp.) Farm <strong>Animal</strong> Behavior. Veterinary Clinics of<br />
North America: Food <strong>Animal</strong> Practice 3 (2), 323-338.<br />
Grandin, T. (1990) Forget that rodeo cowboy stuff. Beef. Intertec Publishing, Minneapolis, Minnesota, 26<br />
(6), 14-18.<br />
Grandin, T. (1993) Behavioral agitation during handling of cattle is persistent over time. Applied <strong>Animal</strong><br />
Behavior Science 36, 1-9.<br />
Grandin, T. (1997) Assessment of stress during handling and transport. Journal of <strong>Animal</strong> Science 75, 249-<br />
257.<br />
Grandin, T. (1998a) Handling methods and facilities to reduce stress on cattle. Veterinary Clinics of North<br />
America: Farm <strong>Animal</strong> Practice 14, 325-341.<br />
Grandin, T. (1998b) Calm and collected. Beef, Marzo. Intertec Publishing, Minneapolis, Minnesota, 74-75.<br />
Grandin, T. (1998c) Can acting like a predator produce low stress cattle handling? Cattleman, Octubre.<br />
Winnipeg, Manitoba, p. 42.<br />
Grandin, T. (1999) Safe handling of large animals. Occupational Medicine: State of the Art Reviews 14,<br />
195-212.<br />
Grandin, T. y Deesing, M.J. (1998) Behavioral genetics and animal science. En: Grandin, T. (comp.)<br />
Genetics and the Behavior of Domestic <strong>Animal</strong>s. Academic Press, San Diego, California, pp.1-30.<br />
Grandin, T., Deesing, M.J., Struthers, J.J., y Swinker, A.M. (1995) Cattle with hair whorls above the eyes<br />
are more behaviorally agitated during restraint. Applied <strong>Animal</strong> Behavior Science 46, 117-123.<br />
Harger, C.M. (1928) Frontier Days. Macrae Smith, Filadelfia, Pennsylvania. Hasker, P.J.S. y Hirst, D.<br />
(1987) Can cattle be mustered by audio conditioning? Queensland Agriculture Journal 113, 325-326.<br />
Hassal, A.C. (1974) Behavior patterns in beef cattle in relation to production in the dry tropics. Proceedings<br />
of the Australian Society of <strong>Animal</strong> Production 10, 311-313.<br />
Hearnshaw, H., Barlow, R. y Want, G. (1979) Development of a ‘temperament’ of handling difficulty score<br />
for cattle. Proceedings Australian Association of <strong>Animal</strong> Breeding and Genetics 1, 164-66.<br />
Hediger, H. (1968) The Psychology and Behavior of <strong>Animal</strong>s in Zoos and Circuses. Dover Publications,<br />
Nueva York.
Heffner, R.S. y Heffner, H.E. (1983) Hearing in large mammals: horse (Equus caballus) and cattle (Bos<br />
taurus). Behavioral Neuroscience 97 (2), 299-309.<br />
Heffner, R.S. y Heffner, H.E. (1992) Hearing in large mammals: sound-localization acuity in cattle (Bos<br />
taurus) and goats (Capra hircus). Journal of Comparative Psychology 106, 107-113.<br />
Herrman, J. (1998) Patience and silence are the major virtues in successful stockherders. Stockman Grass<br />
Farmer, Octubre. Mississippi Valley Publishing, Ridgeland, Mississippi, pp. 1 y 8.<br />
Hough, E. (1958) The roundup. En: Neider, C. (comp.) The Great West. Coward-McCann, Nueva York.<br />
Houpt, K. y Wolski, T.R. (1982) Domestic <strong>Animal</strong> Behavior for Veterinarians and <strong>Animal</strong> Scientists. Iowa<br />
State University Press, Ames, Iowa.<br />
Hutson, G.D. (1982) Flight distance in Merino sheep. <strong>Animal</strong> Production 35, 231-235. Jacobs, G.H.,<br />
Deegan, J.F. y Neitz, J. (1998) Photopigment basis for dichromatic colour vision in cows, goats and sheep.<br />
Visual Neuroscience 15, 581-584.<br />
Johnston, J.D. y Buckland, R.B. (1976) Response of male Holstein calves from seven sires to four<br />
management stresses as measured by plasma corticoid levels. Canadian Journal of <strong>Animal</strong> Science 56, 727-<br />
732.<br />
Julian, S. (1978) Gentle on the range. Western Livestock Journal, Noviembre. Denver, Colorado, pp. 24-30.<br />
Kilgour, R. (1971) <strong>Animal</strong> handling in works: pertinent behavior studies. En: Proceedings of the 13th Meat<br />
Industry Research Conference. Hamilton, New Zealand, pp. 9-12.<br />
Kilgour, R. y Dalton, C. (1984) Livestock Behavior: a Practical Guide. Granada Publishing, Frogmore, St.<br />
Albans, Reino Unido.<br />
Lanier, E.K., Friend, T.H., Bushong, D.M., Knabe, D.A., Champney, T.H. y Lay, D.G. (1995) Swim<br />
habituation as a model for eustress and distress in the pig. Journal of <strong>Animal</strong> Science 73 (Suppl.1), 126<br />
(resumen).<br />
Lanier, J. (1999) The effect of gender, breed and whorl position on the reaction of cattle to stimulus<br />
associated with an auction ring. Tesis de Maestría en Artes, Colorado State University.<br />
Lanier, J.L., Grandin, T., Green, R.D., Avery, D. y McGee, K. (1999a) The effect of sudden intermittent<br />
movements and sounds associated with an auction ring. En: 1999 Beef Program Report, Colorado State<br />
University, Fort Collins, Colorado, pp. 225-230.<br />
Lanier, J.L., Grandin, T., Chaffin, A. y Chaffin, T. (1999b) Training American bison calves 1999. Bison<br />
World 24 (4), 94-99.<br />
Lanier, J.L., Grandin, T., Green, R.D., Avery, D. y McGee, K. (2000) The relationship between reaction to<br />
sudden intermittent movements and sounds to temperament. Journal of <strong>Animal</strong> Science (en prensa).<br />
LeDoux, J. (1996) The Emotional Brain. Simon and Schuster, Nueva York.<br />
Lemmon, W.B. y Patterson, G.H. (1964) Depth perception in sheep: effects of the interrupting the motherneonate<br />
bond. Science 145, 835-836.
LeNeindre, P, Boivin, X. y Boissy, A. (1996) Handling extensively kept animals. Applied <strong>Animal</strong> Behavior<br />
Science 49, 73-81.<br />
Linford, L. (1977) Stampede. New Mexico Stockman 42 (11), 48-49.<br />
Lott, D.F. y Hart, B. (1977) Aggressive domination of cattle by Fulani herdsmen and its relation to<br />
aggression in Fulani culture and personality. Ethos 5, 172-186.<br />
Lott, D.F. y Hart, B. (1979) Applied ethology in a nomadic cattle culture. Applied <strong>Animal</strong> Ethology 5, 309-<br />
319.<br />
Lott, D.F. y Hart, B.L. (1982) The Fulani and their cattle applied behavioral technology in a nomadic cattle<br />
culture and its psychological consequences. National Geographic Research Reports 14, 425-430.<br />
Lynch, J.J. y Alexander, G. (1973) The Pastoral Industries of Australia. University Press, Sydney,<br />
Australia, pp. 371-400.<br />
McDonald, P. (1981) Thinking like a cow makes the job easier. Beef, Octubre. Intertec Publishing,<br />
Minneapolis, Minnesota, pp. 81-86.<br />
Miller, C.P., Wood-Gush, D.G.M. y Martin, P. (1986) The effect of rearing systems on the responses of<br />
calves to novelty. Biology of Behavior 11, 50-60.<br />
Miller, P.E. y Murphy, C.J. (1995) Vision in dogs. Journal of the American Veterinary Medical Association<br />
12, 1623-1634.<br />
Nation, A. (1998) Western graziers practice management intensive grazing without fences. Stockman Grass<br />
Farmer, Septiembre. Mississippi Valley Publishing, Ridgeland, Mississippi, pp. 1-12.<br />
Nation, A. (1999) Herding is not as easy as it looks. Stockman Grass Farmer, Septiembre. Mississippi<br />
Valley Publishing, Ridgeland, Mississippi, pp.1-13.<br />
Orihuelo, J.A. y Solano, J.J. (1994) relationship between order of entry in slaughterhouse raceway and time<br />
to traverse raceway. Applied <strong>Animal</strong> Behavior Science 40, 313-317.<br />
Paine, R. (1994) Herds of the Tundra: a Portrait of Saami Reindeer Pastoralism. Smithsonian Institute<br />
Press, Washington, DC.<br />
Petschel, P.A., Schalles, R.R. y Owenby, C.E. (1980) Effects of stress on calves grazing Kansas Hills<br />
range. Journal of <strong>Animal</strong> Science (Suppl. 1), 24-25 (resumen).<br />
Phillips, M., Grandin, T., Graffam, W., Irlbeck, N.A. y Cambre, R.C. (1998) Crate conditioning of Bongo<br />
(Tragelephus eurycerus) for veterinary and husbandry procedures at Denver Zoological Gardens. Zoo<br />
Biology 17, 25-32.<br />
Pick, D.F., Lovell, G., Brown, S. y Dail, D. (1994) Equine color vision revisited. Applied <strong>Animal</strong> Behavior<br />
Science 42, 61-65.<br />
Price, E.O. (1998) Behavioral genetics and the process of animal domestication. En: Grandin, T. (comp.)<br />
Genetics and the Behavior of Domestic <strong>Animal</strong>s. Academic Press, San Diego, California, pp. 31-65.
Price, E.O. y Wallach, S.J.R. (1990) Physical isolation of hand reared Hereford bulls increases their<br />
aggressiveness towards humans. Applied <strong>Animal</strong> Behavior Science 27, 263-267.<br />
Price, S., Sibley, R.M. y Davies, M.H. (1993) Effects of behavior and handling on heart rate in farmed red<br />
deer. Applied <strong>Animal</strong> Behavior Science 37, 111-123.<br />
Prince, J.H. (1977) The eye and the vision. En: Swenson, M.J. (comp.) Duke’s Physiology of Domestic<br />
<strong>Animal</strong>s. Cornell University Press, Nueva York, pp. 696-712.<br />
Randle, H.D. (1998) Facial hair whorl position and temperament in cattle. Applied <strong>Animal</strong> Behavior<br />
Science 56, 139-147.<br />
Ray, D.E., Hansen, W.J., Theurer, B. y Stott, G.H. (1972) Physical stress and corticoid levels in steers.<br />
Proceedings Western Section, American Society of <strong>Animal</strong> Science 23, 255-259.<br />
Rehkamper, G. y Gorlach, A. (1998) Visual identification of small sizes by adult dairy bulls. Journal of<br />
Dairy Science 81, 1574-1580.<br />
Reinken, G. (1988) General and economic aspects of deer farming. En: Reid, H.W. (comp.) The<br />
Management and Health of Farmed Deer. Londres, pp. 53-59.<br />
Ried, R.L. y Mills, S.C. (1962) Studies of carbohydrate metabolism in sheep. XVI: The adrenal response to<br />
physiological stress. Australian Journal of Agricultural Research 13, 282-294.<br />
Roche, B.W. (1988) Coacher mustering. Queensland Agricultural Journal 114, 215-216.<br />
Rogan, M.T. y LeDoux, J.E. (1996) Emotion: systems, cells and synaptic plasticity. Cell, 83, Cambridge,<br />
Massachusetts, pp. 369-475.<br />
Saslow, C.A. (1999) Factors affecting stimulus visibility in horses. Applied <strong>Animal</strong> Behavior Science 61,<br />
273-284.<br />
Savory, A. (1978) Ranch and range management using short duration grazing. En: Beef Cattle Science<br />
Handbook. Agriservices Foundation, Clovis, California, pp. 376-379.<br />
Schwabe, C.W. y Gordon, A.H. (1988) The Egyptian w3s-sceptor and its modern analogue: uses in animal<br />
husbandry, agriculture and surveying. Agricultural History 62, 61-69.<br />
Seligman, C.G. y Seligman, B.Z. (1932) Pagan Tribes of the Nilotic Sudan. Routledge and Kegan Paul,<br />
Londres.<br />
Smith, B. (1998) Moving’em: a Guide to Low Stress <strong>Animal</strong> Handling. Graziers Hui, Kamuela, Hawaii.<br />
Smith, B., Leung, P. y Love, G. (1986) Intensive Grazing Management: Forage, <strong>Animal</strong>s, Men, Profits.<br />
Graziers Hui, Kamuela, Hawaii.<br />
Stephens. D.B. y Toner, J.N. (1975) Husbandry influences on some physiological parameters of emotional<br />
responses in calves. Applied <strong>Animal</strong> Ethology 1, 233-243.<br />
Stermer, R., Camp, T.H. y Stevens, D.G. (1981) Feeder Cattle Stress During Transportation. Paper No. 81-<br />
6001. American Society of Agricultural Engineers, St. Joseph, Michigan.
Stricklin, W.R., Heisler, C.E. y Wilson, L.L. (1980) Heritability of temperament in beef cattle. Journal of<br />
<strong>Animal</strong> Science 51 (Suppl. 1), 109 (resumen).<br />
Talling, J.C., Waran, N.K. y Wathers, C.M. (1996) Behavioral and physiological responses of pigs to<br />
sound. Applied <strong>Animal</strong> Behavior Science 48, 187-202.<br />
Talling, J.C., Waran, N.K., Wathers, C.M. y Lines, J.A. (1998) Sound avoidance by domestic pigs depends<br />
upon characteristics of the signal. Applied <strong>Animal</strong> Behavior Science 58 (3-4), 255-266.<br />
Thines, G. y Soffie, M. (1977) Preliminary experiments on color vision in cattle. British Veterinary Journal<br />
133, 97-98.<br />
Tillman, A. (1981) Speechless Brothers: the History and Care of Llamas. Early Winters Press, Seattle,<br />
Washington.<br />
Tulloh, N.M. (1961) behavior of cattle in yards. II. A study of temperament. <strong>Animal</strong> Behavior 9, 25-30.<br />
Uetake, K. y Kudo, Y. (1994) Visual dominance over hearing in feed acquisition procedure of cattle.<br />
Applied <strong>Animal</strong> Behavior Science 42, 1-9.<br />
Voisinet, B., Grandin, T., Tatum, J.D., O’Connor, S.D. y Struthers, J.J. (1997) Feedlot cattle with calm<br />
temperaments have higher average daily gains than cattle with excitable temperaments. Journal of <strong>Animal</strong><br />
Science 75, 892-896.<br />
Ward, F. (1958) Cowboy at Work, Hastings House Publishers, Nueva York.<br />
Waynert, D.E., Stookey, J.M., Schwartzkopf-Gerwein, J.M., Watts, C.S. y Waltz, C.S. (1999) Response of<br />
beef cattle to noise during handling. Applied <strong>Animal</strong> Behavior Science 62, 27-42.<br />
Western Livestock Journal (1973) ‘Put on’ foils escape minded animals. Western Livestock Journal, Julio.<br />
Denver, Colorado, pp. 65-66.<br />
Williams, E. (1998) How to place livestock and have the stay where you want them. Stockman Grass<br />
Farmer, Septiembre. Mississippi Valley Publishing, Ridgeland, Mississippi, pp. 6-7.<br />
Wyman, W.D. (1946) The Wild Horse and the West. Caxton Printers, Caldwell, Idaho.<br />
Wythes, J.R. y Shorthose, W.R. (1984) Marketing Cattle: its Effect on Live Weight and Carcass Meat<br />
Quality. Australian Meat research Committee Review No. 46. Australian Meat and Research Corporation,<br />
Sydney, Australia.<br />
Zavy, M.T., Juniewicz, P.E., Williams, A.P y Von Tungeln, D.L. (1992) Effect of initial restraint, weaning<br />
and transport stress on baseline and ACTH stimulated cortisol responses in beef calves of different<br />
genotypes. American Journal of Veterinary Research 53, 552-557.
LA ZONA <strong>DE</strong> FUGA Y EL PUNTO <strong>DE</strong> BALANCE:<br />
CÓMO ENTEN<strong>DE</strong>RLOS<br />
Por Temple Grandin<br />
Depto. de Ciencia <strong>Animal</strong><br />
Colorado State University<br />
Fort Collins, CO 80523-1171<br />
Traducción del Dr. Marcos Giménez-Zapiola<br />
Esta fotografía ilustra la zona de fuga de un gran rebaño ovino. Las manadas de bovinos<br />
se comportan de manera muy parecida. Se puede observar que las ovejas se mueven en<br />
círculo alrededor de los pastores, a la vez que se mantienen a una distancia segura de<br />
ellos y tratan de tenerlos a la vista. También se nota que las ovejas tienden a moverse en<br />
sentido contrario al del pastor. Por esta razón, para mover a un grupo de animales en<br />
cierta dirección, el ganadero puede caminar en la dirección contraria a la deseada en los<br />
animales. Si se camina en dirección contraria, los animales tienden a acelerar su<br />
movimiento; si se camina en la misma dirección, el movimiento animal tiende a hacerse<br />
más lento. Estos principios se cumplen en todas las especies que viven en manada.<br />
El punto de balance se encuentra en la cruz del animal. Todas las especies de ganado se<br />
moverán hacia adelante si el ganadero está ubicado detrás del punto de balance, y<br />
retrocederán si está ubicado adelante de dicho punto. Muchas personas, al trabajar con el<br />
ganado, cometen el error de quedarse parados adelante del punto de balance cuando<br />
tratan de hacer que un animal avance en una manga. Una vez que están adentro de una<br />
manga, los bovinos y los porcinos tenderán a avanzar sin necesidad de aplicarles picanas<br />
eléctricas, si el trabajador del ganado camina hacia atrás, en dirección opuesta a los<br />
animales, pasando sucesivamente el punto de balance de cada uno de ellos. No es<br />
necesario picanear a cada animal. Si los animales están avanzando por sí mismos en la<br />
manga, hay que dejarlos seguir solos. Frecuentemente avanzarán con sólo golpear la<br />
pared de la manga con la palma de la mano.<br />
El siguiente diagrama ilustra la zona de fuga general de un animal. El tamaño efectivo de<br />
la zona de fuga de cada animal en particular variará según su nivel de amansamiento. La
zona de fuga también depende del nivel de calma que tenga el animal, y se agranda<br />
cuando éste se pone nervioso o cuando uno se le aproxima de frente. Los animales<br />
tranquilos son más fáciles de manejar; cuando se ponen nerviosos, se necesitan 20 a 30<br />
minutos para que se vuelvan a calmar.<br />
ZONA CIEGA<br />
(<strong>DE</strong>TRÁS <strong>DE</strong>L ANIMAL)<br />
PUNTO <strong>DE</strong> BALANCE<br />
(LÍNEA <strong>DE</strong> LA CRUZ <strong>DE</strong>L ANIMAL)<br />
Cuando el trabajador se mueva hacia la posición A, que está fuera de la zona de fuga, el<br />
animal dejará de alejarse. Si pasa a la posición B, penetrará en la zona de fuga y hará que<br />
el animal comience a moverse. Si se trabaja con el ganado entendiendo los conceptos de<br />
la zona de fuga y el punto de balance, se consigue moverlo más fácilmente. La zona de<br />
fuga es el espacio personal del animal, y su tamaño está determinado por su nivel de<br />
domesticación o salvajismo. Los animales totalmente mansos no tienen zona de fuga, y la<br />
gente los puede tocar. El animal comienza a apartarse del ganadero cuando éste atraviesa<br />
el límite de su zona de fuga. Si todos los animales de un grupo están mirando de frente al<br />
ganadero, significa que éste se encuentra fuera de su zona de fuga.<br />
Cuando el ganadero está afuera de la zona de fuga, los animales se dan vuelta y lo<br />
miran de frente manteniéndose a una distancia segura:
Cuando el ganadero entra en la zona de fuga, los animales se dan vuelta y se alejan de<br />
él:<br />
El siguiente es el esquema del movimiento del ganadero para hacer que el ganado avance,<br />
trabajando del lado interior de una manga curva:<br />
Cada uno de los animales avanza cuando el operario ganadero cruza su punto de balance,<br />
caminando hacia atrás. Para volver adelante de la manga, el ganadero debe ir<br />
directamente, alejándose de los animales.<br />
Si se trabaja en una manga recta, el movimiento del operario ganadero para mover a los<br />
animales hacia el cepo o casilla de sujeción es el siguiente:
Chasque aquí para el vídeo<br />
Para hacer que los animales se adelanten, hay que caminar paralelamente a ellos pero en<br />
sentido contrario. Para volver hacia adelante, hay que caminar en sentido oblicuo,<br />
alejándose para dejar la zona de fuga de los animales que están en la manga.<br />
Los bovinos, así como otros rumiantes, tienen la tendencia a moverse en la dirección<br />
opuesta cuando se penetra directamente su zona de fuga. El principio que ilustran estos<br />
dos diagramas es que el ganadero debe entrar en la zona de fuga en la dirección opuesta a<br />
la del movimiento que desea producir. Cuando regrese a su posición inicial, el ganadero<br />
caminará en la misma dirección del ganado, pero deberá hacerlo fuera de su zona de fuga.<br />
Cuando se sujeta a un animal en el cepo, el operario debería pararse fuera de su zona de<br />
fuga. Para mover al siguiente animal hacia el cepo, el ganadero entrará en su zona de fuga<br />
desde adelante, y el animal se adelantará cuando crucen el punto de balance a la altura de<br />
su hombro.<br />
Para hacer que se mueva solamente el animal de adelante, el operario deberá detenerse<br />
cuando haya atravesado su punto de balance.<br />
Cuando se arrea ganado en terrenos amplios y abiertos, el movimiento calmo y ordenado<br />
de los animales se logra muy fácilmente siempre que se entienda el funcionamiento de la<br />
zona de fuga y se apliquen unos pocos principios básicos. Para hacer que los animales se<br />
muevan ordenadamente, el vaquero debe alternar su posición, entrando y saliendo<br />
sucesivamente de la zona de fuga colectiva de la manada:<br />
La presión no debe ser continua, sino que es más efectiva una presión oscilante sobre el<br />
límite de la zona de fuga.
El jinete se debe mover en zig-zag, adelantándose y atrasándose con respecto a la<br />
manada. Cuando vaya hacia atrás, en dirección opuesta a la manada, entrará en su zona<br />
de fuga y acelerará el movimiento. Cuando vaya hacia adelante, en la misma dirección<br />
que la manada, se alejará de la zona de fuga de la manada, y frenará su movimiento.<br />
Para que los animales se mantengan en calma y se los pueda mover fácilmente, el<br />
ganadero debe trabajar en el borde de la zona de fuga. Para hacer que los animales se<br />
muevan, entrará en la zona de fuga; para hacer que se detengan, retrocederá hasta salir de<br />
la zona de fuga. El operario debe evitar el punto ciego del animal, que está detrás de su<br />
cola. Es conveniente abstenerse de penetrar profundamente en la zona de fuga. Los<br />
animales se ponen muy inquietos si una persona se mete en su espacio personal y no<br />
tienen la posibilidad de alejarse. Si el ganado se da vuelta y se escapa hacia atrás del<br />
jinete cuando se lo arrea por un callejón en los corrales, la causa más probable es un<br />
exceso de penetración en su zona de fuga: al no poder fugar hacia adelante porque hay<br />
otros animales ocupando el espacio, los animales se dan vuelta para tratar de escapar del<br />
vaquero que los empuja. Cuando esto sucede, el vaquero debe retroceder para aumentar<br />
la distancia que hay entre él y los animales. Este retroceso debe hacerse a la primera<br />
indicación de que hay animales que quieren darse vuelta y escapar hacia atrás. Si un<br />
grupo de animales retrocede al olfatear algo o ver una sombra adelante, hay que tener<br />
paciencia y darle tiempo al primero para que supere el obstáculo; el resto de los animales<br />
lo seguirá. Si los animales retroceden en una manga, hay que alejarse de ellos; no hay que<br />
tocarlos ni golpearlos, pues retroceden en un intento por aumentar la distancia entre ellos<br />
y la gente. Normalmente, se tranquilizarán si se los deja<br />
solos.<br />
Un grupo de animales que se mueve en manada<br />
mantiene contacto visual entre sí, de modo que toda<br />
la manada se puede mover como un conjunto<br />
coordinado. El animal que está en la segunda<br />
posición, tras el que va adelante, está ubicado<br />
precisamente atrás de su punto de balance. Esa es la posición que debería ocupar una<br />
persona para mover esos animales.
Usando los principios<br />
de comportamiento animal en la zona<br />
de fuga, un operario ganadero podrá<br />
hacer entrar el ganado en un corral de<br />
manera tranquila y ordenada. Las<br />
posiciones que se ilustran en este<br />
diagrama permiten controlar el flujo<br />
de ganado a través de la puerta. Se<br />
puede acelerar o frenar el movimiento<br />
del ganado mediante el acercamiento<br />
y alejamiento (moviéndose hacia los<br />
animales y luego hacia atrás). Si el<br />
operario se mueve en el mismo plano, sin acercarse ni alejarse de los animales, su control<br />
del movimiento no será tan efectivo.
EL BIENESTAR ANIMAL EN LAS PLANTAS <strong>DE</strong> FAENA<br />
Presentado en la XXIX Conferencia Anual de la Asociación Norteamericana de<br />
Profesionales del Bovino<br />
Publicado en: American Association of Bovine Practitioners, Proceedings, págs. 22-26<br />
(1996)<br />
Por Temple Grandin, Ph.D.<br />
Depto. de Ciencia <strong>Animal</strong><br />
Colorado State University<br />
Fort Collins, Colorado 80523-1171<br />
Traducción del Dr. Marcos Giménez-Zapiola<br />
RESUMEN<br />
Hay cinco causas básicas de problemas de bienestar animal en plantas de faena:<br />
1. 1. Deficiencias en el diseño o en las características del equipo de noqueo o<br />
insensibilización<br />
2. 2. Elementos de distracción que estorban el movimiento animal, tales como<br />
reflejos brillantes en suelos mojados, siseos de equipos de aire comprimido, ruidos<br />
o sonidos agudos, y salidas de ventilación que lanzan corrientes de aire contra los<br />
animales que avanzan. Estos factores de distracción pueden arruinar el<br />
funcionamiento de sistemas bien diseñados, y hacer que los animales se pongan<br />
nerviosos. Cuando esto sucede, hará falta picanearlos para que se muevan.<br />
3. 3. Falencias en la capacitación de los empleados y en su supervisión por parte del<br />
personal superior.<br />
4. 4. Falta de mantenimiento de los equipos e instalaciones, tales como las pistolas<br />
de noqueo que fallan, los pisos desgastados o lisos (que hacen que los animales<br />
resbalen y caigan).<br />
5. 5. Mal estado de los animales que llegan a las plantas, tales como los animales<br />
enfermos o incapaces de moverse.<br />
Otro problema que se presenta son los porcinos y bovinos de líneas genéticas excitables,<br />
que son más susceptibles a agitarse durante su manejo. Estas cinco áreas problemáticas<br />
deben ser atendidas para mantener un estándar elevado de bienestar animal. Un<br />
relevamiento de 29 plantas de faena canadienses indicó que el 27% tenía pisos<br />
antideslizantes excelentes, y el 21% tenía pisos lisos, que hacían resbalar a los animales.<br />
En un 24% había ruidos de máquinas o siseos de escapes de aire que provocaban<br />
detenciones en los animales. Las salidas de ventilación que lanzaban corrientes de aire<br />
contra los animales eran un problema en el 9% de las plantas. Es común que las<br />
corrientes de aire obstaculicen el movimiento de los animales.
INTRODUCCIÓN<br />
Los problemas de bienestar animal en plantas de faena tienen cinco causas básicas:<br />
1. 1. Equipamiento y métodos de trabajo que provocan estrés.<br />
2. 2. Distracciones que interrumpen el movimiento animal.<br />
3. 3. Falta de capacitación del personal.<br />
4. 4. Mal mantenimiento de los equipos.<br />
5. 5. Mal estado de los animales al llegar a la planta.<br />
Para corregir un problema de bienestar animal, hay que determinar su causa. Por ejemplo,<br />
la instalación de un equipo de noqueo nuevo no resolverá los abusos causados por<br />
empleados carentes de capacitación y de supervisión, ni la agitación de los animales a<br />
raíz del siseo de los equipos de aire comprimido. En este trabajo, se pasará revista a la<br />
bibliografía científica existente sobre el tema, así como a las observaciones de la autora<br />
en más de 200 plantas de faena de EE.UU., Canadá, México, Unión Europea, Australia y<br />
Nueva Zelanda. Se llevaron a cabo relevamientos en plantas de EE.UU. y Canadá con el<br />
fin de determinar la incidencia de las distracciones y de los problemas con los equipos en<br />
las interrupciones del movimiento o nivel de agitación de los animales. En la última<br />
sección, se considerarán los beneficios económicos del bienestar animal y el interés del<br />
público en el tema.<br />
EL EQUIPAMIENTO Y LOS MÉTODOS <strong>DE</strong> TRABAJO<br />
El equipamiento se divide en dos categorías básicas: equipos para el noqueo y sistemas<br />
de manejo (tales como mangas, corrales y dispositivos para la inmovilización). Hay<br />
numerosas investigaciones sobre los métodos de noqueo o insensibilización, pero hasta<br />
hace poco tiempo, el estrés y el malestar durante el encierro y el movimiento de los<br />
animales antes del lugar de noqueo fueron pasados por alto. El extinto Ron Kilgour, de<br />
Nueva Zelanda, fue el primer investigador que planteó la necesidad de poner mayor<br />
énfasis en los procedimientos previos al noqueo o a la faena (Kilgour, 1978).<br />
El noqueo o insensibilización<br />
Los métodos efectivos de noqueo, que inducen una insensibilidad instantánea, están<br />
nuestra disposición. Con respecto al noqueo mediante la pistola de perno retráctil, se<br />
pueden consultar las amplias revisiones del tema en Leach (1984), Grandin (1994a) y<br />
Eikelenboom (1983). Los métodos de noqueo eléctrico, usados a escala industrial en<br />
porcinos y ovinos, son efectivos e inducen instantáneamente la insensibilidad. Se debe<br />
hacer pasar una corriente de un mínimo de 1,25 amp a través del cerebro del porcino para<br />
asegurar la inducción de la insensibilidad (Hoenderken, 1982). Esto es especialmente<br />
importante en el caso de cerdos pesados, de más de 100 kg. En ovinos, se necesita 1 amp<br />
(Gregory y Wotton, 1984). A diferencia de los porcinos y ovinos, en los bovinos no se<br />
producen cambios epileptiformes en el electroencefalograma cuando se hace pasar un<br />
solo choque eléctrico entre el cuello y el pecho (Cook et al., 1993). En el ganado vacuno,<br />
se debe usar un procedimiento de noqueo en dos pasos. Primero, se debe aplicar una<br />
corriente de 2,5 amp en la cabeza, y luego, una segunda corriente que pase de la cabeza al
cuerpo (Gregory, 1993). Los trabajos de Warrington (1974), Leach (1985), Grandin<br />
(1985, 1986) y Gregory (1994) aportan más información sobre este tema.<br />
El noqueo por aplicación de dióxido de carbono se usa en muchos países para<br />
insensibilizar a los porcinos. Ha habido preocupación por el bienestar animal, debido a<br />
que el CO2 es un gas acre, que irrita el tracto respiratorio (Gregory, 1994). Hoenderken<br />
(1982) ha informado que se presenta una fase de excitación motriz en el cerdo mientras<br />
aún está consciente. En cerdos Yorkshire puros, Forslid (1987) comprobó que la fase de<br />
excitación comienza después de que el animal está inconsciente. Hay una amplia<br />
variación en las reacciones de los porcinos al CO2 (Dodman, 1977; Grandin, 1988a).<br />
Estas varían desde ninguna reacción cuando los cerdos olfatean el gas, a intentos<br />
violentos de escapar. Los porcinos cuyos análisis de halotano dan resultados positivos<br />
exhiben mayor excitación (Troeger y Waltersdorf, 1991). El noqueo por dióxido de<br />
carbono puede ser un buen método con algunos tipos genéticos de porcinos, pero puede<br />
causar mucho estrés a otros tipos.<br />
El manejo previo a la faena<br />
Existen buenos sistemas para el manejo de bovinos y ovinos en las plantas de matanza.<br />
Ambas especies se mueven tranquilamente a lo largo de mangas de una sola fila, y suben<br />
en calma en sistemas bien diseñados de transporte e inmovilización. El movimiento en<br />
fila india es un comportamiento natural en el vacuno. En EE.UU., los grandes cajones o<br />
casillas de noqueo, que contenían más de un bovino, han sido reemplazados por líneas de<br />
transporte e inmovilización. La línea de transporte e inmovilización de paredes laterales<br />
en V fue introducida en la década de 1970 (Schmidt, 1972; Willems y Markley, 1972). Se<br />
la ha reemplazado, en la década de 1990, por el carril central de doble riel (Giger et al.,<br />
1977; Grandin, 1988b y 1991). Los vacunos y ovinos se mantienen en calma en las líneas<br />
transportadoras porque están en contacto con animales adelante y atrás de ellos. Las<br />
líneas en V no funcionan tan bien con los porcinos. La autora ha observado que los<br />
cerdos delgados y magros no quedan bien sujetos, los de gran musculatura son<br />
pellizcados en los cuartos, y los gordos de conformación redondeada son sujetados en una<br />
postura cómoda. Los cerdos magros son sostenidos adecuadamente en las líneas de carril<br />
central.<br />
En Inglaterra, la legislación exige que la cabeza del bovino quede sujeta por un<br />
dispositivo inmovilizador para la faena con pistola de perno retráctil. El propósito de esta<br />
legislación fue mejorar la precisión del noqueo. En algunas circunstancias, la sujeción de<br />
la cabeza puede aumentar el estrés. Ewbank et al. (1992) hallaron que los niveles de<br />
cortisol eran más altos en los cajones de noqueo con inmovilizadores de cabeza que en<br />
los que no lo tenían. Requirió un promedio de 32 segundos inducir al animal a meter la<br />
cabeza en un yugo mal diseñado, como el usado en este estudio. El estrés puede ser<br />
mínimo en un cepo bien diseñado para atrapar la cabeza del animal, donde éste será<br />
noqueado de inmediato (Tume y Shaw, 1992; Frank Shaw, comunicación personal).<br />
La autora ha presenciado el noqueo eléctrico de ganado bovino con la cabeza<br />
inmovilizada en Nueva Zelanda. Cada animal ingresaba en calma al cajón de noqueo y<br />
era insensibilizado dentro de los 2 segundos posteriores a que su cabeza quedara<br />
atrapada. Se puede encontrar información sobre el diseño de dispositivos inmovilizadores<br />
de la cabeza en CSIRO (1989) y Grandin (1993 y 1994). El estrés provocado por una<br />
inmovilización prolongada puede ser un gran problema cuando se administra a los
animales inyecciones endovenosas poco antes de la matanza. Payne y Young (1995)<br />
informan que las inyecciones endovenosas de glucoproteínas anticongelantes pueden<br />
mejorar la calidad de la carne congelada.<br />
Los errores de diseño en mangas y corrales de encierro causan estrés. Una de las fallas<br />
más graves de diseño es disponer la manga de modo tal que su entrada parece un pasillo<br />
sin salida. El ganado bovino se mueve con mayor facilidad a lo largo de una manga curva<br />
que en una recta, pero aquélla debe estar correctamente diseñada (Grandin, 1980, 1990 y<br />
1993). La experiencia práctica ha demostrado que el animal que está en el corral de<br />
encierro debe estar en condiciones de ver por lo menos dos a tres largos de cuerpo en la<br />
manga antes de llegar a la curva. Si la manga dobla muy abruptamente a la salida del<br />
corral de encierro, los animales tenderán a frenarse antes de entrar.<br />
Warris et al. (1994) descubrieron que los porcinos tenían más estrés en los mataderos con<br />
mangas de una sola fila que allí donde se los noqueaba en pequeños grupos. La intensidad<br />
de los chillidos estaba altamente correlacionada con las mediciones de estrés fisiológico y<br />
la carne PSE (pálida, suave y exudativa). El noqueo eléctrico de cerdos en grupos es lo<br />
más práctico para mataderos que faenan menos de 240 cabezas por hora. La autora ha<br />
observado que este tipo de matanza suele hacerse mayor dureza y torpeza a mayores<br />
velocidades. En plantas de faena más grandes, una manga bien diseñada producirá menos<br />
estrés que una de diseño pobre. Wedding et al. (1993) comprobaron que tanto el diseño<br />
de las instalaciones como la capacitación del plantel afectaban los niveles de estrés en<br />
porcinos.<br />
El estrés causado por el hecho de forzar a los cerdos a pasar por una manga de una sola<br />
fila podría ser eliminado si se los noqueara grupalmente con dióxido de carbono. Barton-<br />
Gade et al. (1993) han desarrollado un sistema de bajo estrés para el encierro y arreo,<br />
apto para mover grupos de cinco cerdos en un elevador que desciende hacia el CO2. Para<br />
evaluar el noqueo por CO2 se debe usar un enfoque sistémico total. Un poco de<br />
incomodidad durante la inducción de la anestesia puede ser un precio pequeño a pagar<br />
por grandes reducciones en el estrés del manejo.<br />
LAS DISTRACCIONES QUE INTERRUMPEN EL MOVIMIENTO ANIMAL<br />
Los animales se detendrán y recularán a menudo en aquellos sistemas de manejo que<br />
presenten factores de distracción, tales como reflejos brillantes, corrientes de aire en<br />
contra o sonidos agudos. Un relevamiento de 33 instalaciones de faena canadienses, que<br />
iban desde las pequeñas hasta la más grande del país, reveló que los bovinos y los<br />
porcinos suelen frenarse –y deben ser picaneados en exceso- debido a distracciones que<br />
pueden ser fácilmente eliminadas:
INCI<strong>DE</strong>NCIA <strong>DE</strong> DISTRACCIONES QUE OBSTACULIZABAN EL<br />
MOVIMIENTO <strong>DE</strong>L GANADO<br />
Tipo de distracción<br />
Problemas de iluminación (muy brillante<br />
o muy débil)<br />
Corrientes de aire de ventilación contra<br />
los animales que avanzaban<br />
Se veían movimientos o reflejos<br />
brillantes<br />
Sonidos agudos de motores o siseo de<br />
escapes de aire comprimido<br />
Aceptable<br />
(se mueven<br />
fácilmente)<br />
No aceptable,<br />
(exceso de<br />
detenciones)<br />
28 (85%) 5 (15%)<br />
30 (91%) 3 ( 9%)<br />
25 (76%) 8 (24%)<br />
25 (76%) 8 (24%)<br />
Este tipo de distracciones arruina el funcionamiento de mangas e inmovilizadores bien<br />
diseñados, porque los animales tienen que ser picaneados con frecuencia cuando se<br />
rehúsan a avanzar. A veces, el agregado de más luces o el cambio de sus ubicaciones<br />
elimina los reflejos brillantes en pisos y paredes, lo que mejora el movimiento de los<br />
bovinos y porcinos. En dos plantas, el sistema de transporte de doble riel central funcionó<br />
bien cuando se lo instaló, pero a medida que las lámparas que iluminaban la línea de<br />
inmovilización se opacaron con el tiempo, las frenadas de los animales ante la entrada se<br />
fueron agravando gradualmente. Los animales tienden a moverse de los lugares oscuros a<br />
los más iluminados (Grandin, 1980; Van Putten y Elshoff, 1978). La luz no debe brillar<br />
directamente contra los ojos de los animales que avanzan.<br />
Las corrientes de aire que cruzan la entrada al cajón de noqueo o que caen sobre la manga<br />
hacen que tanto cerdos como vacunos se detengan. En el 9 por ciento de las plantas<br />
estudiadas, había problemas graves con las detenciones del ganado a causa de corrientes<br />
de aire de ventilación en esos lugares. El movimiento de los animales también será<br />
interrumpido si éstos pueden ver movimientos de gente o de puertas adelante de ellos. En<br />
una planta, el ganado se frenaba al ver una pequeña cadena que bailoteaba sobre la<br />
manga, y en otra, ante los reflejos brillosos que producían las vibraciones de una pared<br />
metálica. Cuando los animales están tranquilos, se detendrán y mirarán directamente a las<br />
cosas que les impiden avanzar.<br />
En el 24 por ciento de las plantas visitadas, los animales se asustaron de manera visible a<br />
causa de ruidos repentinos de siseo de aire comprimido o de sonidos muy agudos. Las<br />
observaciones efectuadas por la autora indican que los sonidos agudos causan más<br />
agitación que los sonidos graves, como el ruido sordo de cadenas o engranajes. El oído<br />
del ganado bovino es más sensible a la frecuencia de 8.000 hz (Ames, 1974), pero llega a<br />
oír frecuencias de hasta 21.000 hz (Algers, 1984). Los ruidos estrepitosos o tintineantes<br />
hacen que los animales titubeen o salten. Los ovinos faenados en un matadero industrial<br />
ruidoso tenían niveles superiores de cortisol que los faenados en un matadero<br />
experimental silencioso (Pearson et al., 1977). Los ruidos súbitos causados por una puerta<br />
que golpeaba estrepitosamente contra una pared aumentaron el ritmo cardíaco de ciervos
(Price et al., 1993). En ocho plantas donde el ganado se frenaba a causa de los ruidos, en<br />
cinco casos era por siseo de los equipos de aire comprimido y en los tres restantes, por los<br />
ruidos agudos de motores. En una planta, la eliminación del chillido en un mecanismo<br />
hidráulico hizo que el ganado estuviera más tranquilo. En tres plantas, las puertas de<br />
entrada al cajón de noqueo tenían siseo en los equipos de aire comprimido. En un caso, se<br />
instalaron silenciadores en las salidas de aire y se logró una reducción drástica en la<br />
excitación del ganado. Otras distracciones que pueden estorbar el movimiento son las<br />
sombras, los canales de desagüe y los cambios en los tipos de pisos o cercos.<br />
LA CAPACITACIÓN Y SUPERVISIÓN <strong>DE</strong>L PERSONAL<br />
A lo largo de veinte años de experiencia, la autora ha constatado que aquellas plantas de<br />
faena que tienen buenos niveles de bienestar animal están dirigidas por un gerente que<br />
capacita y supervisa a sus empleados. Las plantas cuyo gerenciamiento es laxo suelen<br />
manejar abusivamente a los animales (Grandin, 1988c y 1994a). El mantenimiento de un<br />
estándar elevado de bienestar requiere de atención y vigilancia constantes de parte de la<br />
dirección de la planta. Un buen gerente trabaja constantemente en el mejoramiento de<br />
detalles y procedimientos. Una vez que se han eliminado, los empleados están en<br />
condiciones de utilizar a fondo los principios del comportamiento animal para hacer que<br />
éstos se muevan en calma y con facilidad (Grandin, 1993; Kilgour y Dalton, 1984).<br />
Se ha observado que el error más común de parte de los empleados es tratar de mover<br />
demasiados animales a la vez. Para cualquier especie, los corrales de encierro no deberían<br />
llenarse más del 75 por ciento. El personal también debe ser entrenado para que sepa<br />
manejar los tiempos que se requiere para mover cada grupo de animales. Cada lote que<br />
ingresa al corral de encierro no debe entrar antes de que haya lugar para que los primeros<br />
puedan seguir hacia la manga. Este procedimiento aprovecha el comportamiento natural<br />
de los animales, que siguen al que va adelante. Es de máxima importancia que los<br />
empleados se mantengan en calma, que eviten los movimientos bruscos o llamativos, y<br />
que no griten. Las picanas eléctricas deberían ser usadas lo menos posible.<br />
EL MANTENIMIENTO <strong>DE</strong> LOS EQUIPOS<br />
Las dos principales áreas problemáticas observadas por la autora en cuanto al<br />
mantenimiento son la pistola de noqueo de perno retráctil y los pisos lisos. Un<br />
relevamiento de 29 plantas de faena canadienses indicó que el 21 por ciento tenía pisos<br />
lisos.<br />
Estado de los pisos en 29 plantas de faena del Canadá<br />
Cantidad de sistemas de<br />
matanza<br />
8 27%<br />
Porcentaje Estado<br />
Pisos excelentes,<br />
antideslizantes<br />
15 52% Pisos aceptables<br />
6 21% Pisos lisos, inaceptables
La mayor parte de los problemas con pisos resbaladizos se debían al desgaste de la<br />
terminación rugosa de la superficie de hormigón o al piso liso en el cajón de noqueo. La<br />
autora ha realizado estudios sobre el bienestar animal en plantas de faena de EE.UU. y<br />
Canadá, y el problema número uno de equipamiento eran los pisos lisos, que hacían que<br />
los animales se cayeran. Cockrum y Corley (1991) comprobaron que los resbalones<br />
aumentaban el estrés, y también notaron que ésta era un área problemática. La autora ha<br />
observado que el segundo problema más común de mantenimiento de equipos en EE.UU.<br />
es la falta de cuidado de la pistola de noqueo neumática de perno retráctil. Estas pistolas<br />
requieren un mantenimiento cuidadoso para que conserven al máximo su potencia de<br />
impacto.<br />
EL ESTADO <strong>DE</strong> LOS ANIMALES<br />
Los animales que llegan a las plantas en mal estado suelen sufrir. Un estudio reciente de<br />
plantas de faena de vacas y toros de EE.UU. indica que el 1 por ciento de las vacas de<br />
descarte de razas carniceras, y el 1,1 por ciento de las lecheras, llegan caídas y sin<br />
capacidad para caminar (Colorado State University, 1995). La mayoría de estos animales<br />
estaban en mal estado antes de salir de los campos de origen. En Gregory (1994) y<br />
Grandin (1993) se puede encontrar más información acerca de las pérdidas por<br />
mortandad y el estrés metabólico. También ha habido problemas crecientes con bovinos y<br />
porcinos altamente excitables, que son muy difíciles de arrear y más susceptibles a<br />
ponerse nerviosos (Grandin, 1992 y 1994b). La autora ha observado que este incremento<br />
en ganado bovino y porcino excitable parece darse en los animales más magros. Esta es<br />
un área que debe ser investigada, pues el bienestar de los animales excitables se<br />
encuentra a veces muy comprometido.<br />
LAS VENTAJAS ECONÓMICAS <strong>DE</strong>L BIENESTAR ANIMAL<br />
El manejo cuidadoso y calmo del ganado por parte de gente capacitada en buenas<br />
instalaciones reduce las contusiones y contribuye a mantener la calidad de la carne. Las<br />
contusiones cuestan a la industria de la carne vacuna de EE.UU. US$ 1 por cabeza en<br />
animales de corrales de engorde y US$ 3,91 por cabeza en vacas y toros (Colorado State<br />
University, 1992 y 1995). En Australia, las contusiones cuestan a la industria de la carne<br />
36 millones de dólares australianos al año (Blackshaw et al., 1987). La industria de la<br />
carne de cerdo de EE.UU. pierde 34 centavos por cabeza debido a la carne PSE, y 8<br />
centavos por cabeza debido a las contusiones (National Pork Producer´s Association,<br />
1994). Las mejoras en el manejo de los porcinos, y la reducción o eliminación de las<br />
picanas eléctricas, bajarán la incidencia de las hemorragias petequiales (Calkins et al.,<br />
1980). El mejoramiento del bienestar animal podrá mejorar también la seguridad de los<br />
trabajadores, pues el ganado calmo será menos propenso a atropellarlos o retroceder<br />
contra ellos.<br />
EL INTERÉS <strong>DE</strong>L PÚBLICO<br />
El trato humanitario de los animales es hacer lo que se debe. El público está adquiriendo<br />
una preocupación creciente por la manera en que se trata a los animales. El tratamiento de<br />
los animales caídos e incapacitados para moverse ha sido tema de debate en la televisión<br />
nacional de EE.UU., y el transporte del ganado es un asunto muy importante en
Inglaterra. La gente que no sabe del tema de la matanza a menudo pregunta: “¿Saben los<br />
animales que van a morir?”, o “¿Tienen miedo a la sangre?”. Anil y McKinsey (1995)<br />
informaron que los cerdos que observaban el noqueo y la matanza de otros cerdos<br />
presentaron poco o ningún cambio en el ritmo cardíaco, el nivel de cortisol o el de<br />
endorfinas de tipo B. Observaciones efectuadas por la autora indican que las pequeñas<br />
distracciones consideradas anteriormente tienen más probabilidades de generar excitación<br />
o detenciones que la visión de sangre o de otro animal siendo noqueado. El ganado<br />
caminará voluntariamente hacia un dispositivo de inmovilización que está cubierto de<br />
sangre (Grandin, 1994a). La autora también ha observado que aparentemente la sangre de<br />
animales relativamente tranquilos tiene escaso impacto, pero que si los animales padecen<br />
una agitación severa durante 10 o 15 minutos, es posible que segreguen una feromona del<br />
miedo. Los demás animales comenzarán a detenerse y se rehusarán a caminar cerca del<br />
lugar donde otro animal ha sufrido estrés.<br />
Investigaciones realizadas con ratas y cerdos indican que puede haber feromonas del<br />
miedo en la sangre y la orina. La orina de una cerda estresada hizo que otros cerdos<br />
evitaran un comedero, mientras que la orina de un animal calmo no tuvo efectos<br />
(Vieuville-Thomas y Signoret, 1992). Stevens y Saplikoski (1973) informaron que la<br />
sangre y el tejido muscular de ratas estresadas eran evitados, mientras que tejidos<br />
cerebrales o agua no tuvieron efecto. La sangre de cobayos o de seres humanos tenía<br />
escaso impacto en ratas (Hornbuckle y Beall, 1974; Stevens y Gerzog-Thomas, 1977).<br />
LA MATANZA RITUAL<br />
La matanza ritual sin insensibilización o noqueo previo es un tema de preocupación en<br />
muchos países. Cuando se evalúa la faena ritual desde el punto de vista del bienestar<br />
animal, hay que distinguir el aspecto de la inmovilización del aspecto concreto del<br />
degüello. En EE.UU., algunas plantas utilizan métodos de inmovilización altamente<br />
estresantes, tales como atar y colgar animales totalmente despiertos de una de las patas<br />
traseras. La suspensión de vacunos de una pata trasera hace que muchos animales<br />
comiencen a mugir y a luchar, y a veces se quiebran la pata. En Europa y EE.UU., los<br />
bovinos son sujetados en dispositivos de inmovilización que los mantienen derechos o<br />
que los ponen patas para arriba (Grandin, 1994a; Grandin y Regenstein, 1994). La autora<br />
ha observado que los bovinos puestos en posición invertida sobre sus lomos suelen<br />
aspirar sangre, y que los métodos estresantes de inmovilización enmascaran la reacción<br />
del animal a su degüello.<br />
Dunn (1990) comprobó que la inversión de los animales sobre sus lomos durante 103<br />
segundos hizo que los niveles de cortisol fueran el doble que en los animales<br />
inmovilizados en la posición normal. Actualmente, se exigen en el Reino Unido aparatos<br />
que sujeten a los animales en posición normal. La autora ha observado que el diseño<br />
apropiado y la aplicación suave de tales dispositivos de inmovilización pueden eliminar<br />
las señales visibles de malestar animal, tales como la lucha. El inmovilizador debe estar<br />
equipado con válvulas limitadoras de la presión, que impidan que se aplique una presión<br />
excesiva sobre el cuerpo del animal, que le cause dolor o malestar. Las piezas del aparato<br />
que entren en contacto con el cuerpo del animal deben moverse lentamente, pues los<br />
movimientos bruscos e irregulares tienden a ponerlo nervioso. El degüello debería<br />
hacerse inmediatamente después de sujetada la cabeza.
La reacción del animal al degüello puede ser observada cuando el animal está sujeto en<br />
una posición cómoda y normal. La mayoría de los investigadores concuerdan en que el<br />
degüello sin noqueo previo no induce una inconsciencia instantánea (Daly et al., 1988;<br />
Blackmore, 1984). En algunos casos, el estado de conciencia en terneros puede durar más<br />
de un minuto (Blackmore, 1984). La oclusión de los vasos sanguíneos demorará a veces<br />
la baja en la presión de la sangre que se necesita para inducir la inconsciencia (Anil et al.,<br />
1995a).<br />
Los vacunos muestran muy poca reacción a un corte kasher correctamente hecho<br />
(shechitah) con un cuchillo largo con filo de navaja (Grandin, 1994a). Bager et al. (1984)<br />
hicieron una observación similar. Las observaciones y mediciones del comportamiento<br />
animal son un método muy importante de evaluación del dolor (Short y Poznak, 1992).<br />
La matanza halal, hecha con cortes de puñal, produjo una lucha vigorosa y una angustia<br />
evidente (Grandin, 1994a). Al permitirse que la incisión volviera a cerrarse al retirar el<br />
puñal, se provocaba una mayor lucha de parte del animal luchaba, y el ganado excitado<br />
tardaba más en desplomarse. Se puede concluir que un corte correctamente hecho es<br />
mucho menos doloroso que un corte mal hecho.<br />
La insensibilización o noqueo eléctrico aplicado solamente en la cabeza es usado en<br />
muchas plantas de matanza halal, tanto de ovinos como bovinos. Debido a las diferencias<br />
en la anatomía de los vasos sanguíneos de ambas especies, el noqueo eléctrico de<br />
vacunos aplicado sólo en la cabeza debe ser seguido por una estocada en el pecho que<br />
asegure la pérdida rápida de presión sanguínea (Anil et al., 1995b). La reducción al<br />
mínimo del estrés y la incomodidad durante la matanza ritual requiere un matarife hábil y<br />
un dispositivo de inmovilización bien diseñado, que sujete al animal en una posición<br />
cómoda y natural.<br />
CONCLUSIONES<br />
A fin de mantener un estándar elevado de bienestar durante el manejo del movimiento y<br />
la matanza, el personal superior del matadero debe estar atento a los detalles del<br />
procedimiento, así como capacitar y supervisar a sus empleados. El manejo laxo es una<br />
de las principales causas de los bajos niveles de bienestar animal. Para alcanzar buenos<br />
niveles de bienestar, las plantas de faena deberán estar dotadas de equipos de manejo y<br />
noqueo bien diseñados, que tienen que contar con un buen mantenimiento por parte de<br />
empleados capacitados y conscientes de su tarea. Las pequeñas distracciones que hacen<br />
que los animales se frenen y se rehúsen a avanzar a lo largo del sistema deben ser<br />
eliminadas. Las detenciones suelen ser causadas por reflejos brillantes, siseo de aire<br />
comprimido, gente que se mueve delante de los animales o corrientes de aire contra el<br />
sentido de avance de los mismos.
BUENAS PRÁCTICAS <strong>DE</strong> TRABAJO PARA EL MANEJO E<br />
INSENSIBILIZACIÓN <strong>DE</strong> ANIMALES<br />
(Actualizado al 1 o de julio de 1999)<br />
Por Temple Grandin, Ph.D.<br />
Depto. de Ciencia <strong>Animal</strong><br />
Colorado State University<br />
Fort Collins, CO 80523, EE.UU.<br />
(Traducción del Dr. Marcos Giménez Zapiola)<br />
Estas pautas son un complemento de la Guía de manejo animal para plantas de faena<br />
(Grandin 1991a). Más que en indicar diseños de equipamiento o prácticas de manejo,<br />
estas recomendaciones ponen su mayor énfasis en el uso de estándares objetivos para<br />
medir los resultados del manejo sobre el bienestar animal. Se describirán procedimientos<br />
de medición para evaluar dicho bienestar, así como recomendaciones para contribuir a<br />
mejorarlo. Los procedimientos de medición propuestos son lo suficientemente simples<br />
para ser fácilmente aplicados en condiciones normales de trabajo, y deberían ser<br />
repetidos por lo menos una vez por semana. Las mediciones deberían ser tomadas tanto al<br />
comienzo como al final de cada turno de trabajo, para determinar el efecto de la fatiga de<br />
los empleados.<br />
Si el puntaje queda por debajo del nivel aceptable según esta guía, la gerencia de la planta<br />
de faena debería adoptar medidas para corregir el problema. Los resultados de la<br />
Encuesta de 1996 sobre manejo e insensibilización en plantas de faena de bovinos,<br />
porcinos y ovinos bajo inspección federal (Grandin 1997), demostraron que los niveles<br />
mínimos aceptables propuestos en esta guía pueden ser alcanzados fácilmente a un costo<br />
mínimo.<br />
Se deben obtener mediciones objetivas en las siguientes áreas, que son puntos críticos de<br />
control para el bienestar animal:<br />
1.Porcentaje de porcinos y ovinos en los que el insensibilizador eléctrico se colocó en<br />
posición incorrecta.<br />
2. Porcentaje de bovinos que debieron recibir más de un disparo del insensibilizador de<br />
perno retráctil.<br />
3. Porcentaje de animales con sensibilidad total o parcial en el gancho de desangrado.<br />
4. Porcentaje de animales que resbalaron o cayeron al piso.<br />
5. Porcentaje de bovinos que vocalizaron en el área de la manga de insensibilización, que<br />
incluye el cajón de insensibilización o noqueo, la manga inmovilizadora que conduce al<br />
mismo, y el corral de encierro previo.
6. Porcentaje de porcinos que vocalizaron en el cajón de insensibilización o manga<br />
transportadora inmovilizadora.<br />
7. Porcentaje de animales picaneados con una picana eléctrica.<br />
8. Procedimientos con animales caídos (no ambulatorios). Es necesario desarrollar<br />
procedimientos de medición en este punto crítico de control.<br />
Los porcentajes mínimos aceptables fueron determinados por la autora sobre la base de<br />
más de veinte años de experiencia práctica en más de un centenar de plantas de faena de<br />
EE.UU. Un mal desempeño en cualquiera de los puntos críticos de control antedichos<br />
tiene como resultado una reducción en el bienestar animal. Esta guía también contiene<br />
criterios acerca del equipo de insensibilización, y recomendaciones que permitirán a las<br />
plantas de faena obtener puntajes aceptables respecto del bienestar animal. Se analizarán<br />
además otras áreas de interés para el bienestar, como la matanza ritual y el manejo de<br />
animales caídos.<br />
LA INSENSIBILIZACION<br />
Especificaciones para la insensibilización eléctrica. El equipo para la insensibilización<br />
eléctrica debe funcionar dentro de parámetros eléctricos que han sido verificados,<br />
mediante la investigación científica, en cuanto a que inducen instantáneamente la<br />
insensibilidad. Se ha demostrado científicamente que un insensibilizador eléctrico debe<br />
tener suficiente amperaje para inducir un ataque epileptiforme que asegure que el animal<br />
quede instantáneamente insensibilizado. Un amperaje insuficiente puede hacer que el<br />
animal quede paralizado sin perder la sensibilidad.<br />
PORCINOS. Para porcinos de peso de faena, se requiere un mínimo de 1,25 amp<br />
(Hoenderken 1982, Gregory 1988). Para ovinos, se necesita un mínimo de 1 amp<br />
(Gregory y Wotton 1984, Gilbert et al 1991). Estos amperajes deben mantenerse durante<br />
un segundo para inducir una insensibilidad instantánea. El Consejo de Europa (1991)<br />
recomienda estos amperajes mínimos. Debe haber suficiente voltaje para transmitir el<br />
amperaje mínimo recomendado. Para asegurar la insensibilidad de los porcinos, el voltaje<br />
mínimo recomendado es 250 voltios (Troeger y Woltersdorf 1989). Las investigaciones<br />
han demostrado también que una frecuencia eléctrica demasiado alta fallará en inducir la<br />
insensibilidad. Warrington (1974) encontró que las frecuencias de 50 ciclos eran las más<br />
efectivas para inducir la insensibilidad. Frecuencias de 2000 a 3000 hz fallan en la<br />
producción de la insensibilidad instantánea, y pueden provocar dolor (Croft 1952, van der<br />
Wal 1978). No obstante, en cerdos pequeños, de menos de 80 kg de peso, Anil y<br />
McKinstry (1994) descubrieron que las ondas de alta frecuencia sinuosas (1592 hz) o<br />
rectas (1642 hz), aplicadas en la cabeza con 800 ma (0,80 amp) inducían un ataque e<br />
insensibilidad. Una desventaja es que los cerdos recuperaban la sensibilidad más<br />
rápidamente que cuando se usaba un insensibilizador de 50-60 ciclos. Los cerdos de este<br />
experimento pesaban un tercio menos que el promedio de los cerdos para faena en<br />
EE.UU., y esto quizás explique por qué los amperajes más bajos fueron efectivos.<br />
Algunas plantas insensibilizan a los animales con amperajes inferiores a los mínimos<br />
recomendados por el Consejo de Europa, con el fin de reducir los coágulos en la carne.<br />
No se debería permitir insensibilizar a porcinos de peso adecuado para faena con menos
de 1,25 amp (Hoenderden 1982, Grandin 1994a), a menos que se comprueben parámetros<br />
eléctricos distintos mediante registros eléctricos o de neurotransmisores cerebrales.<br />
Dado que sólo se requiere una segunda aplicación de 1,25 amp para inducir la<br />
insensibilidad instantánea en cerdos de peso adecuado para faena, es opinión de la autora<br />
que se debería permitir que las plantas usaran circuitos que bajaran el amperaje del<br />
segundo golpe a 1,25 amp para porcinos y 1 amp para ovinos. Se debería alentar a las<br />
plantas a usar circuitos electrónicos de amperaje constante, que previenen saltos en el<br />
mismo. Tanto la experiencia práctica como la investigación han demostrado que este tipo<br />
de circuitos reduce notablemente las hemorragias petequiales (coágulos sanguíneos)<br />
(Grandin 1985, Brackmore y Peterson 1981).<br />
Dado que los porcinos son faenados a mayores pesos en EE.UU. que en Europa, el<br />
insensibilizador eléctrico debe aplicar el amperaje mínimo recomendado por el Consejo<br />
de Europa (1991) para asegurar una insensibilización instantánea. En la opinión de la<br />
autora, en EE.UU. no se debería permitir el uso de insensibilizadores de alta frecuencia<br />
hasta tanto se realicen investigaciones que comprueben que inducen un ataque<br />
epileptiforme inmediato en cerdos de más peso. En el experimento de Anil y McKinstry<br />
(1994), los porcinos fueron insensibilizados con un aplicador en la cabeza. Nunca se ha<br />
comprobado que la insensibilización de alta frecuencia tenga efecto instantáneo cuando<br />
se utilizan electrodos en la cabeza y en el cuerpo para inducir un paro cardíaco, como los<br />
que se usan en casi todas las grandes plantas de faena de EE.UU. No obstante, las plantas<br />
de cerdos deberían ser autorizadas en la actualidad a emplear frecuencias de ciclaje más<br />
altas, siempre que el choque inicial tenga un mínimo de 1,25 amp, con 50 a 60 hz,<br />
durante al menos un segundo.<br />
Actualización sobre la insensibilización eléctrica de porcinos (al 1 o de julio de 1999)<br />
La insensibilización eléctrica de alta frecuencia es efectiva cuando se aplica en la cabeza<br />
una corriente de 800 hz con 1,3 amp, y una segunda corriente de 50 a 60 hz en el pecho,<br />
para inducir un paro cardíaco (Berghaus y Troeger, 1998). Es una insensibilización en<br />
dos etapas, con una primera corriente de alta frecuencia aplicada en la cabeza, seguida de<br />
una segunda, aplicada en el pecho. La alta frecuencia no debe ser utilizada con una sola<br />
aplicación que afecte al mismo tiempo la cabeza y el cuerpo. Las frecuencias más altas<br />
que los 50 a 60 hz no sirven para inducir el paro cardíaco. La insensibilización de alta<br />
frecuencia aplicada en la cabeza debe ser seguida de otro choque para obtener el paro<br />
cardíaco, a fin de prevenir que haya un exceso de patadas, que son peligrosas y deterioran<br />
la calidad de la carne. La insensibilización de porcinos en dos etapas se puede efectuar<br />
con equipos manuales o automáticos. No se deben usar frecuencias superiores a 1642 hz.<br />
BOVINOS. A diferencia de los porcinos y ovinos, la insensibilización eléctrica del<br />
ganado bovino requiere una aplicación en dos etapas. Debido al gran tamaño de los<br />
animales, se debe aplicar un primer choque a través de la cabeza para dejarlo insensible,<br />
y un segundo choque de la cabeza al cuerpo para producir el paro cardíaco (Gregory<br />
1993). Una única corriente de 400 voltios y 1,5 amp, pasada del cuello al pecho, no<br />
alcanza para inducir cambios de tipo epileptiforme en el cerebro (Cook et al 1991). Para<br />
asegurar que los electrodos mantengan contacto firme con la cabeza del bovino durante el<br />
choque, ésta deberá ser inmovilizada mediante un aparato mecánico. El Consejo de<br />
Europa requiere la aplicación de un mínimo de 2,5 amp a través de la cabeza para inducir
una reacción epileptoide inmediata en el electro-encefalograma del ganado mayor. Se<br />
debería usar una frecuencia de 50 a 60 hz, a menos que se verifiquen frecuencias más<br />
altas mediante mediciones cerebrales eléctricas o de neurotransmisores. Se deberá limpiar<br />
frecuentemente los electrodos para asegurar una buena conexión eléctrica. La rutina<br />
mínima de limpieza es una vez por día. Para mayor seguridad, se deben desconectar los<br />
electrodos de la fuente de energía antes de limpiarlos.<br />
Los parámetros eléctricos apropiados para la insensibilización por paro cardíaco no<br />
pueden ser determinados a través de signos clínicos, porque el paro cardíaco enmascara<br />
las señales del ataque epileptoide. Se requiere la medición de funciones cerebrales para<br />
verificar cualquier parámetro eléctrico nuevo que se pueda utilizar en el futuro.<br />
1. INSENSIBILIZACION ELÉCTRICA<br />
(en plantas grandes, medir al menos 100 animales)<br />
Niveles de rendimiento para asegurar el bienestar animal:<br />
Excelente: 99,5 a 100% de ubicación correcta de electrodos<br />
Aceptable: 99 a 99,4% de ubicación correcta<br />
No Aceptable: 95 a 98% de ubicación correcta, o hasta 4% de porcinos que vocalizan<br />
debido a que los electrodos son conectados antes de estar firmemente colocados<br />
Problema Grave: menos del 95% de ubicación correcta, o más de 4% de vocalización en<br />
respuesta a la colocación de los electrodos<br />
Si sólo se aplica corriente en la cabeza, los electrodos deben ser ubicados de manera que<br />
la corriente atraviese el cerebro (Croft 1952, Warrington 1974). Los electrodos pueden<br />
ser colocados a ambos lados de la cabeza, o uno arriba y otro abajo de la cabeza. Otra<br />
ubicación verificada científicamente para la insensibilización aplicada solamente en la<br />
cabeza es con un electrodo bajo la mandíbula y el otro a un lado del cuello, detrás de la<br />
oreja. Para insensibilizar porcinos mediante el paro cardíaco, un electrodo debe ser<br />
colocado en la cabeza, y el otro, el cualquier parte del cuerpo, pues así se inducirá el<br />
paro. El electrodo de la cabeza puede ser puesto en la frente, al costado o arriba de la<br />
cabeza, bajo la mandíbula, o en el hueco detrás de las orejas. Nunca se lo deberá colocar<br />
en el cuello, pues de esta manera la corriente no atravesaría el cerebro, ni tampoco en<br />
partes sensibles, como el interior de los oídos, los ojos o el recto.<br />
2. PERNO RETRÁCTIL. CRITERIOS <strong>DE</strong> EFICACIA EN LA<br />
INSENSIBILIZACION<br />
(en grandes plantas, medir al menos 100 animales)<br />
Niveles de rendimiento para asegurar el bienestar animal:<br />
Excelente: 99 a 100% de animales insensibilizados instantáneamente con un disparo<br />
Aceptable: 95 a 98% de animales insensibilizados instantáneamente con un disparo<br />
No Aceptable: 90 a 94% de animales insensibilizados<br />
instantáneamente con un disparo<br />
Problema Grave: menos de 90% de animales insensibilizados instantáneamente con un<br />
disparo. Si la eficacia del primer disparo cae por debajo del 95%, se deben tomar medidas<br />
inmediatas para mejorar el porcentaje.
La Encuesta indicó que la causa más frecuente de baja eficacia en la insensibilización<br />
mediante el perno retráctil fue el mal mantenimiento de la pistola. Esta debe ser limpiada<br />
y mantenida de acuerdo con las especificaciones de fábrica, para mantener el máximo<br />
poder de impacto e impedir que se dispare sola o que no tenga fuerza suficiente. Cada<br />
planta debería elaborar un sistema verificable de mantenimiento para sus equipos de<br />
insensibilización de perno retráctil. Otra causa importante de fallas en el primer disparo<br />
es el mal diseño ergonómico de los equipos de aire comprimido muy voluminosos. A<br />
veces, se puede mejorar la ergonomía mediante el uso de una manija con extensión y de<br />
buenos contrapesos. Los métodos desagradables de inmovilización que hagan que el 3%<br />
o más de los animales vocalicen no deberán ser usados como sustituto de mejoras<br />
ergonómicas en la pistola. Jamás se deberá utilizar la inmovilización eléctrica como<br />
método para sujetar animales despiertos antes o durante la insensibilización. Varios<br />
estudios científicos han demostrado que esto es altamente desagradable (Lambooy 1985,<br />
Pascoe 1986, Grandin et al 1986, Rushen 1986). La medición de la vocalización es<br />
imposible en animales inmovilizados eléctricamente, porque quedan paralizados y no<br />
pueden emitir sonidos. La inmovilización eléctrica no debe ser confundida con la<br />
insensibilización eléctrica. Si se la realiza correctamente, ésta última hace pasar una<br />
corriente de alto amperaje a través del cerebro, que induce una insensibilidad instantánea.<br />
La inmovilización eléctrica sujeta a un animal despierto paralizando sus músculos, pero<br />
no induce cambios epileptoides en el electro-encefalograma (Lambooy 1985).<br />
Una tercera causa de fallas en los disparos de perno retráctil es la sobrecarga laboral o la<br />
fatiga del operario. La medición al final de cada turno de trabajo permitirá detectar este<br />
problema. En algunas plantas grandes, será necesario trabajar con dos operadores de la<br />
pistola, o bien rotarlos frecuentemente.<br />
Intervalo entre la insensibilización y el desangrado<br />
Insensibilización por perno retráctil:<br />
El lapso entre su aplicación y el desangrado no necesita ser medido por razones de<br />
bienestar animal, a menos que se trate del perno no-penetrante. Se necesitarían estudios<br />
adicionales para determinar el intervalo recomendable para este tipo de pernos. Todas las<br />
plantas encuestadas utilizaban pernos penetrantes.<br />
Insensibilización por choque eléctrico/paro cardíaco:<br />
El intervalo máximo es de 60 segundos. Todas las grandes plantas de faena ya están por<br />
debajo del mismo.<br />
Insensibilización eléctrica reversible, sólo en la cabeza:<br />
Se recomienda enfáticamente un intervalo de 15 segundos (Blackmore y Newhook 1981),<br />
con un máximo de 30 segundos (Hoenderken 1983). La investigación científica<br />
demuestra claramente que los porcinos comenzarán a recobrar la sensibilidad a los 30<br />
segundos de haber sido insensibilizados mediante la aplicación de corriente sólo en la<br />
cabeza.<br />
3. INSENSIBILIDAD EN EL RIEL <strong>DE</strong> <strong>DE</strong>SANGRADO<br />
(En grandes plantas, medir al menos 100 animales)<br />
Niveles de rendimiento para asegurar el bienestar (animales insensibilizados que<br />
pueden exhibir sensibilidad parcial):<br />
Excelente: bovinos, menos de 1 por 1000; porcinos, menos de 1 por 2000
Aceptable: bovinos, menos de 1 por 500; porcinos, menos de 1 por 1000<br />
La insensibilidad deberá ser controlada tanto al comienzo como al final de cada turno<br />
laboral. Los siguientes síntomas son indicadores de una posible recuperación de la<br />
sensibilidad, y se deberá aplicar inmediatamente un disparo de perno retráctil a los<br />
animales que exhiban uno o más de estos signos:<br />
1. respiración rítmica<br />
2. vocalización mientras cuelgan del riel de desangrado<br />
3. reflejos oculares en respuesta al tacto<br />
4. pestañeo<br />
5. reflejo de enderezamiento del lomo arqueado (Grandin 1994, Gregory 1988)<br />
Los animales deberán colgar derechos del riel, y tener la cabeza floja. Los movimientos<br />
de las extremidades deberán ser pasados por alto si la lengua cuelga hacia abajo y el<br />
animal está definidamente insensible. Los movimientos de la boca son signos de la<br />
agonía cerebral y no deberán ser tenidos en cuenta (Gregory 1988). Deberá tenerse<br />
tolerancia cero para el colgado en el riel de desangrado de animales despiertos, sin<br />
haberlos insensibilizado o en posición invertida.<br />
4. MEDICIÓN <strong>DE</strong> LOS RESBALONES Y CAÍDAS<br />
Es imposible lograr un buen nivel de bienestar animal, así como un manejo calmo y<br />
tranquilo, cuando los animales resbalan o caen en el piso. Todas las áreas por donde los<br />
animales caminen deberán contar con una superficie antideslizante. Se observará a los<br />
animales durante todas las etapas del proceso, y si se observa que resbalan o caen, se<br />
deberán tomar medidas para corregirlo. Los resbalones en las básculas, las rampas de<br />
descarga y los cajones de insensibilización pueden ser evitados mediante la instalación de<br />
una retícula de barras de hierro en el piso. Para mejorar la adherencia de los pisos ya<br />
existentes, un buen método es aplicarles una máquina surcadora para hormigón. Dado<br />
que los resultados de la Encuesta indicaron que los mayores problemas de resbalones y<br />
caídas se presentaban en la zona de la manga de insensibilización, la medición deberá<br />
hacerse allí.<br />
Medición de resbalones y caídas en la zona de la manga de insensibilización. Incluye el<br />
cajón de insensibilización, la entrada del inmovilizador, la manga y el corral de encierro.<br />
(Todas las especies. En grandes plantas, medir al menos 50 animales)<br />
Niveles de rendimiento para asegurar el bienestar animal:<br />
Excelente: sin resbalones ni caídas<br />
Aceptable: resbalones en menos del 3% de los animales<br />
No Aceptable: 1% de caídas (el cuerpo toca el piso)<br />
Problema Grave: 5% de caídas, 15% o más de resbalones<br />
5. MEDICIÓN <strong>DE</strong> LA VOCALIZACIÓN <strong>DE</strong>L GANADO<br />
La vocalización es un indicador de malestar animal. Dunn (1990) informó que una<br />
cantidad significativamente mayor de animales vocalizaban cuando se los sujetaba en un<br />
aparato inmovilizador que invertía su posición, respecto de los animales sujetados en
posición normal. Investigaciones preliminares de Bridget Voisinet en el laboratorio de la<br />
autora en Colorado State University demuestran que la cantidad de veces que el animal<br />
vocaliza en la zona de la manga de insensibilización, sometidos a un manejo<br />
deliberadamente estresante, tiene una relación directa con sus niveles de cortisol (la<br />
hormona del estrés) en la sangre.<br />
Según la Encuesta de 1996 (Grandin 1997), el porcentaje de animales que vocalizaban en<br />
la zona de la manga de insensibilización variaba desde el 3% o menos, en las tres plantas<br />
con mejor manejo, hasta el 12 y 32%, en las dos plantas con peor manejo. La<br />
vocalización del ganado en esa zona se originaba en el uso de picanas eléctricas, los<br />
resbalones en el cajón de insensibilización, yerros en la aplicación del perno retráctil, o<br />
exceso de presión en el dispositivo inmovilizador. Los resultados de dicha encuesta<br />
demostraban que las plantas que exhibían altos porcentajes de vocalización en el ganado<br />
podían reducir fácilmente sus puntajes. El promedio de vocalización de las dos plantas<br />
donde se trataba más duramente al ganado bajó del 22% al 4,5% al reducirse el uso de la<br />
picana eléctrica. La Encuesta de 1996 mostró claramente que el ganado rara vez vocaliza<br />
durante el movimiento o la insensibilización, a menos que se lo exponga a alguna<br />
circunstancia desagradable fácilmente observable. De un total de 1125 animales<br />
observados, sólo 112 (10%) vocalizaron. De este total, sólo hubo 2 casos en que la<br />
vocalización no respondía a un hecho desagradable, como aplicaciones de picana<br />
eléctrica, resbalones, caídas, yerros en la aplicación del insensibilizador o exceso de<br />
presión en el dispositivo inmovilizador. Otros sucesos desagradables que pueden<br />
provocar vocalizaciones son los golpes con las puertas o los pellizcos provocados por el<br />
dispositivo inmovilizador. Esto demuestra que la vocalización es un indicador de<br />
malestar.<br />
Niveles de rendimiento en la vocalización de los animales (en el corral de encierro,<br />
manga, cajón de insensibilización o equipo inmovilizador):<br />
(en grandes plantas, medir al menos 100 animales)<br />
Excelente: 0,5% o menos del ganado vocaliza<br />
Aceptable: 3% o menos del ganado vocaliza<br />
No Aceptable: 4 a 10% del ganado vocaliza<br />
Problema Grave: más de 10% del ganado vocaliza<br />
Cuando se evalúa la vocalización, se deberán observar animales que provengan de más de<br />
un establecimiento ganadero o corral de engorde. Para que la medición sea simple, cada<br />
animal deberá ser clasificado como vocalizador o no-vocalizador. Las vocalizaciones<br />
deberán ser registradas mientras los animales están en los lugares de medición. Las<br />
vocalizaciones emitidas en los corrales generales no deberán ser contadas, pues el ganado<br />
que espera en calma en los mismos frecuentemente se comunicará entre sí por sonidos.<br />
En una planta, un lote de vacas Holstein hambrientas se puso a mugir en dirección de un<br />
empleado que estaba echando aserrín en otro corral, aparentemente porque lo confundió<br />
con alimento.<br />
Observaciones en una planta de faena de ovinos indican que es totalmente inútil tomar el<br />
nivel de vocalización durante el proceso de faena como medida de problemas de manejo,<br />
pues las ovejas vocalizaban entre ellas incluso cuando marchaban en calma a la manga de
inmovilización. Las ovejas que se frenaban y debían ser empujadas, en cambio, no<br />
vocalizaban. Esta es una diferencia entre la especie bovina y la ovina.<br />
Actualización sobre vocalización bovina (al 1 o de julio de 1999)<br />
El aislamiento de un bovino de sus compañeros de manada es otro acontecimiento que<br />
puede estresar al animal y llevarlo a vocalizar. Este problema es común en plantas de<br />
faena muy pequeñas, con una velocidad lenta en la línea de faena. Para que no haya<br />
vocalización, el ganado bovino de cualquier categoría debe ser insensibilizado (o<br />
degollado, en el caso de la matanza ritual) inmediatamente después de entrado al<br />
dispositivo inmovilizador o al cajón de insensibilización. Datos recogidos en 1999 en 18<br />
plantas de faena bovina indican que la mayoría puede conseguir un nivel aceptable de<br />
vocalización (3% o menos), pues 14 (78%) de ellas lo lograron. La principal causa de un<br />
alto porcentaje de vocalización era el uso excesivo de la picana eléctrica. Una mejor<br />
iluminación a la entrada del dispositivo de inmovilización, así como la remoción de<br />
elementos de distracción que frenaban a los animales, contribuyeron a reducir la<br />
vocalización porque disminuyeron la necesidad de usar la picana eléctrica. En una de las<br />
plantas que no aprobaron la evaluación, los altos porcentajes de vocalización se debían a<br />
que el dispositivo inmovilizador presentaba bordes rotos y filosos.<br />
<br />
6. MEDICION <strong>DE</strong> LA VOCALIZACION EN PORCINOS<br />
Investigaciones realizadas en plantas de faena de porcinos indican que la intensidad de<br />
los chillidos en la zona de la manga de insensibilización se correlaciona con medidas<br />
fisiológicas de estrés y con calidad inferior en la carne (Warts et al 1994). Los chillidos<br />
fueron medidos con un medidor de sonido. White et al (1995) también encontró que la<br />
intensidad de los chillidos de los cerdos se correlaciona con el malestar.<br />
Dado que es imposible determinar chillidos individuales en los cerdos cuando se está<br />
manejando un grupo, la medición individual de la vocalización sólo puede realizarse en el<br />
dispositivo inmovilizador. La Encuesta de 1996 indicó que hay dos grandes causales de<br />
vocalización en los porcinos: mala aplicación del insensibilizador eléctrico y pellizcos del<br />
dispositivo inmovilizador. Los resultados de dicha encuesta muestran que la vocalización<br />
de los cerdos, una vez inmovilizados, variaba entre 0 y 14% de los animales. De un total<br />
relevado de 11 plantas, 8 de ellas (72%) no tuvieron casos de chillidos por mala<br />
aplicación del insensibilizador eléctrico. En dos plantas, entre el 2 y el 4% de los<br />
animales chilló durante la insensibilización. Se debería estudiar la posibilidad de utilizar<br />
medidores de nivel sonoro para monitorear la vocalización de porcinos durante el proceso<br />
de faena.<br />
Niveles de rendimiento en la vocalización de porcinos (en el dispositivo<br />
inmovilizador o durante la insensibilización:<br />
Excelente: sin vocalización<br />
Aceptable: hasta el 1% de vocalización, sin que haya casos de mala aplicación del<br />
insensibilizador<br />
No Aceptable: 2 a 5% de vocalización, por cualquier causa<br />
Problema Grave: 5% o más de vocalización, por cualquier causa
Principios de funcionamiento de los dispositivos inmovilizadores, para reducir el<br />
estrés y bajar la vocalización<br />
En diversas publicaciones, la autora ha delineado los principios etológicos del manejo e<br />
inmovilización de animales para provocarles bajo estrés (Grandin 1991, 1993, 1994,<br />
1995, 1996). Los porcinos y los bovinos deberían ingresar al dispositivo inmovilizador<br />
con un mínimo de frenadas. La corrección de problemas en estos dispositivos también<br />
contribuye a reducir magulladuras y defectos en la calidad de la carne, como las manchas<br />
de sangre. Los principios básicos de la inmovilización con bajo estrés, que minimizarán<br />
la vocalización y la agitación, son:<br />
1. Para los bovinos, bloquear la visión del animal con pantallas que le impidan ver gente<br />
u objetos en movimiento mientras ingresan al dispositivo inmovilizador. Para tapar la<br />
visión del animal en los inmovilizadores del tipo del cajón, instalar pantallas metálicas<br />
alrededor de la cabeza del animal.<br />
2. Bloquearle al animal la visión de una ruta de escape, hasta que está completamente<br />
sujeto por el dispositivo inmovilizador (Grandin 1991). Esto es especialmente importante<br />
en las líneas transportadoras-inmovilizadoras. Es suficiente una cortina flexible, del<br />
mismo material de las cintas transportadoras, al final de la línea. En este tipo de líneas,<br />
los bovinos suelen agitarse cuando pueden ver una salida hacia adelante, debajo de la<br />
tapa sujetadora, y sus patas traseras todavía no han entrado a la rampa móvil. Si se<br />
prolonga hacia adelante la tapa sujetadora para que no se vea hacia afuera, los<br />
animales se calmarán y la mayoría ingresará en calma a la línea transportadorainmovilizadora.<br />
Este tipo de sujetadores verticales cerrados también puede ser<br />
beneficioso para los porcinos, cuando se usan líneas transportadoras-inmovilizadoras.<br />
3. Eliminar el siseo de los aparatos de aire comprimido, y otras distracciones sonoras,<br />
como los chirridos y los golpes. Véase la sección sobre distracciones.<br />
4. El dispositivo inmovilizador debe estar adecuadamente iluminado. Los animales no<br />
ingresarán a un lugar oscuro, ni tampoco si los encandila el brillo directo de una luz. Para<br />
reducir las detenciones al ingresar a la línea transportadora-inmovilizadora, hay que<br />
instalar una luz sobre la entrada de la manga, de modo de iluminarla sin encandilar a los<br />
animales mientras se acercan. Las luces que provengan de abajo de la línea<br />
transportadora-inmovilizadora deben ser bloqueadas con un falso piso para impedir que<br />
los animales retrocedan debido al efecto visual de estar sobre un precipicio.<br />
5. Proveer pisos antideslizantes en los inmovilizadores del tipo del cajón. Las rampas de<br />
entrada al transportador-inmovilizador deberán tener listones antideslizantes en el piso.<br />
Los animales tienden a entrar en pánico cuando pierden pie.<br />
6. En los dispositivos de inmovilización, las piezas que presionan sobre el cuerpo del<br />
animal, que son movidas por cilindros neumáticos o hidráulicos, deben cerrarse con un<br />
movimiento lento y parejo. Los movimientos repentinos y espasmódicos ponen nerviosos<br />
a los animales. En los equipos existentes, hay que instalar controles de flujo que aseguren<br />
un movimiento suave y estable de las partes que sujetan el cuerpo del animal.
7. Utilizar el concepto de presión óptima. El dispositivo inmovilizador debe aplicar una<br />
presión tal que el animal tenga la sensación de estar sujeto, evitando a una presión<br />
excesiva que le cause dolor. Instalar un regulador de presión que reduzca el nivel máximo<br />
que se pueda aplicar. Si el animal está completamente sostenido por el dispositivo, se<br />
necesitará muy poca presión para inmovilizarlo. Si un animal bala o chilla en respuesta<br />
directa a la aplicación de la presión, ésta deberá ser reducida.<br />
8. El dispositivo inmovilizador deberá sostener completamente al animal, o bien tener un<br />
piso antideslizante para que éste pueda mantenerse en pie sin resbalar. Los animales<br />
entran en pánico si perciben que pueden caerse. Los dispositivos de inmovilización<br />
deberían sujetar a los animales en una postura cómoda y derecha, mientras no hayan sido<br />
insensibilizados.<br />
9. Equipar los dispositivos de inmovilización con controles que permitan al operador<br />
manejar el nivel de presión que está aplicando. <strong>Animal</strong>es de diferentes tamaños<br />
requerirán distintos niveles de presión. Los sistemas hidráulicos o neumáticos deberían<br />
contar con controles que permitieran detener el dispositivo aunque el cilindro esté en la<br />
mitad de su recorrido.<br />
10. Nunca se deberá sujetar a un animal en un dispositivo inmovilizador de cuello<br />
durante más de unos pocos segundos. El animal inmovilizado con este método debería ser<br />
insensibilizado o sacrificado ritualmente inmediatamente después de aplicado el<br />
dispositivo de sujeción. La inmovilización de la cabeza es mucho más desagradable que<br />
la sujeción del conjunto del cuerpo. Los animales pueden ser sujetados por más tiempo en<br />
un inmovilizador cómodo aplicado a todo el cuerpo. Se deberá observar la reacción del<br />
animal. Si éste vocaliza o lucha, es señal de que el dispositivo le está causando malestar.<br />
11. Los dispositivos de inmovilización no deberán tener bordes filosos que lastimen al<br />
animal. Las partes que entran en contacto con el animal deberán tener superficies suaves<br />
y redondeadas, y estar diseñadas de modo tal que se eviten los puntos del cuerpo donde la<br />
presión causará malestar.<br />
12. En las líneas transportadoras-inmovilizadoras laterales de paredes en V, ambos lados<br />
deberán moverse a la misma velocidad.<br />
Para concluir esta sección sobre inmovilización del animal, en la mayoría de las plantas<br />
es posible modificar los dispositivos existentes a fin de disminuir los puntajes de<br />
vocalización y agitación. Las detenciones a la entrada de la línea también son fáciles de<br />
reducir. La mayoría de las modificaciones necesarias para disminuir la agitación y la<br />
vocalización de los animales pueden ser instaladas a un costo mínimo. El costo estimado<br />
para modificar un sistema se ubica habitualmente entre los US$ 200 y los US$ 2000.<br />
7. EMPLEO <strong>DE</strong> LA PICANA ELÉCTRICA<br />
La reducción en el uso de picanas eléctricas mejora el bienestar animal. Muchas plantas<br />
de faena bien manejadas han eliminado las picanas eléctricas en los corrales de espera. La
Encuesta de 1996 demuestra que, en plantas de faena bovina que cuentan con operarios<br />
bien capacitados, entre el 90 y el 95% de los animales podían ser movilizados a través de<br />
todas las etapas de procesamiento en la planta sin necesidad de la picana eléctrica. Las<br />
regulaciones del USDA (Departamento de Agricultura de EE.UU.) requieren que el<br />
voltaje de las picanas eléctricas sea de 50 voltios o menos. Una manera fácil de probar<br />
una picana eléctrica para determinar si emite un choque demasiado fuerte es aplicarla a<br />
un animal durante un segundo. Si hace que el animal vocalice, su voltaje debería ser<br />
aminorado. No se deberían usar picanas cuya potencia alcance para voltear o paralizar al<br />
animal. Y nunca se las debería aplicar en partes sensibles del animal, tales como ojos,<br />
oídos, nariz o ano.<br />
Niveles de rendimiento en el uso de la picana eléctrica en bovinos (según el<br />
porcentaje de animales picaneados):<br />
nivel<br />
corral de<br />
encierro y<br />
manga<br />
entrada al cajón de<br />
insensibilización o<br />
al inmovilizador<br />
porcentaje de<br />
bovinos<br />
picaneados<br />
excelente ninguno 5% o menos 5% o menos<br />
aceptable 5% o menos 20% o menos 25% o menos<br />
problema serio --- --- 50% o más<br />
Niveles de rendimiento en el uso de la picana eléctrica en porcinos:<br />
corral de encierro entrada al porcentaje de<br />
nivel<br />
y manga inmovilizador cerdos picaneados<br />
excelente ninguno 10% o menos 10% o menos<br />
aceptable --- --- 25% o menos<br />
problema serio<br />
(debe ser corregido)<br />
--- --- 80% o más<br />
Nota importante: las picanas eléctricas jamás deberán ser aplicadas a los ovinos.<br />
Recomendaciones de manejo para reducir el uso de la picana eléctrica y mantener la<br />
eficiencia en el trabajo<br />
1. Remover elementos de distracción que provoquen detenciones en los animales que<br />
avanzan, tales como siseos de los aparatos de aire comprimido, sombras, reflejos de<br />
metales brillantes, corrientes de aire de ventilación sobre sus caras, movimientos de<br />
personas o dispositivos mecánicos delante de los animales. Se recomienda meterse en las<br />
mangas y mirar qué cosas pueden hacer que los animales se detengan. Instalar pantallas o<br />
tiras del material de las cintas transportadoras, para evitar que los animales vean<br />
movimientos adelante a medida que se acercan al inmovilizador o al cajón de<br />
insensibilización. A veces, los reflejos pueden ser eliminados cambiando las luces de<br />
lugar. Las corrientes de aire de ventilación que soplan sobre la manga contra los animales<br />
que avanzan pueden hacer imposible disminuir el uso de la picana eléctrica, de modo que<br />
puede ser necesario corregir el sistema de ventilación de la planta.
2. Proveer una iluminación adecuada. Los animales pueden rehusarse a entrar a un lugar<br />
oscuro. Se puede facilitar la entrada al inmovilizador apuntando la luz hacia adelante. La<br />
luz NO <strong>DE</strong>BERÁ ENCANDILAR a los animales que se acercan. Puede ser difícil hacer<br />
que los animales salgan de un corral de encierro muy iluminado por la luz solar y entren a<br />
una manga que está dentro de un edificio cerrado. Los problemas de iluminación pueden<br />
hacer casi imposible el manejo calmo del ganado. Otro problema habitual con la<br />
iluminación es que un sistema de manejo puede funcionar bien cuando las luces son<br />
nuevas, pero los animales se detendrán cada vez más, a medida que se van opacando con<br />
el tiempo. Experimentar con lámparas portátiles para encontrar qué iluminación es más<br />
eficaz. Los animales también pueden detenerse ante los reflejos de luces en superficies<br />
metálicas, o ante el brillo del agua en el piso. A menudo, los reflejos desaparecen cuando<br />
se cambian las luces de lugar.<br />
3. Reducir el ruido. Los animales son muy sensibles a los ruidos agudos. La reducción de<br />
los sonidos agudos de motores o de sistemas hidráulicos mejora el movimiento de los<br />
animales. Los chirridos y golpes metálicos deben ser corregidos, y el siseo del aire<br />
comprimido debe ser asordinado.<br />
4. Mover grupos pequeños. Cuando se maneja ganado bovino y porcino, el corral de<br />
encierro y las zonas de preparación que conducen al mismo nunca deberían ser llenados a<br />
más de 3/4 de su capacidad. Lo mejor es llenarlos por la mitad. No hay que empujar los<br />
portones giratorios para apretar a los animales: los bovinos y los porcinos necesitan<br />
espacio para darse vuelta. En el caso de los ovinos, se pueden mover grupos grandes, y el<br />
corral de encierro puede ser llenado por completo.<br />
5. Utilizar otros instrumentos para mover a los animales. Las picanas eléctricas deberían<br />
ser sustituidas, en lo posible, por otros instrumentos como paletas de plástico, varillas con<br />
un banderín, o paneles en el caso de los porcinos. Los animales deberían moverse<br />
fácilmente, y los operarios no deberían golpearlos. Los bovinos y porcinos pueden ser<br />
movidos a lo largo de las mangas si el operario camina hacia atrás, pasando a su lado en<br />
sentido contrario al que se desea en los animales.<br />
6. Problemas con animales excitables. Hay algunos animales que tienen un temperamento<br />
muy excitable y son difíciles de llevar. Algunos cerdos y vacunos magros son muy<br />
excitables. Estos animales tenderán a tener altos niveles de vocalización. La dirección de<br />
las plantas de faena deberá trabajar con los productores para resolver este problema. Los<br />
cerdos de genética excitable pueden ser más fáciles de manejar en la planta de faena si<br />
durante el engorde quienes los manejan caminan diariamente dentro de los corrales. Esto<br />
acostumbra a los cerdos excitables al trato humano. Los productores deberían ser instados<br />
a producir animales que sean razonablemente fáciles de manejar.<br />
8. ANIMALES SIN CAPACIDAD AMBULATORIA<br />
Cada planta deberá elaborar pautas y procedimientos escritos para el manejo humanitario<br />
de animales que no tienen capacidad ambulatoria. El arrastre de animales caídos capaces<br />
de sentir es una violación a las regulaciones de la Ley Federal sobre Matanza
Humanitaria (1978). Los animales caídos pueden ser arrastrados si ya se los ha<br />
insensibilizado. Si se utiliza un montacargas frontal para transportar porcinos u ovinos<br />
caídos, hay que hacer rodar al animal hacia adentro de la pala. Esto requiere de dos<br />
personas, a menos que el montacargas tenga una pala especial con tapa: una persona<br />
maneja el cargador y la otra hace rodar al animal hacia adentro de la pala. La carga de<br />
animales caídos dentro de la pala empujándolos contra una pared o cerco no es aceptable.<br />
El uso de horquillas de levante hidráulico, metiéndolas bajo el animal caído, no es un<br />
método aceptable para cargarlos. El AMI (Instituto Norteamericano de la Carne) y el<br />
USDA (Departamento de Agricultura de EE.UU.) deberán elaborar métodos seguros para<br />
la inspección de los animales que llegan caídos en los camiones, de manera que no sea<br />
necesario retirarlos del transporte antes de efectuarle la inspección ante-mortem. El<br />
bienestar animal mejoraría notablemente, porque los animales caídos podrían ser<br />
insensibilizados dentro del camión. El personal de las plantas debería elaborar<br />
procedimientos que ayuden a reducir la frecuencia de animales no-ambulatorios en las<br />
instalaciones. El uso de pisos antideslizantes es esencial. La actividad de montarse y las<br />
peleas entre animales pueden causar lesiones. Este problema es típico en toros y cerdos<br />
padres. Cuando los toros montan a otros animales, se los deberá retirar a otro corral. La<br />
monta por los toros es una causa frecuente de contusiones y de lesiones que inmovilizan a<br />
las vacas.<br />
La matanza ritual<br />
Los bovinos adultos, los terneros, los ovinos y otros animales que van a ser faenados<br />
ritualmente sin previa insensibilización deberían ser inmovilizados en posición vertical y<br />
cómoda.<br />
Los animales pequeños, tales como las ovejas y las cabras, pueden ser sujetados<br />
manualmente por una persona durante la matanza ritual. Las plantas que realizan<br />
matanzas rituales deberían usar los mismos procedimientos de medición aquí<br />
recomendados. Los puntajes referidos a la insensibilización serán omitidos en las plantas<br />
que faenan ritualmente sin previa insensibilización. En bovinos, los porcentajes de<br />
vocalización deberían ser 5% o menos del total en el corral de encierro, manga y<br />
dispositivo inmovilizador. Se acepta un porcentaje de vocalización levemente superior<br />
porque el animal debe ser sujetado durante más tiempo en el dispositivo inmovilizador,<br />
en comparación con la matanza convencional. El porcentaje de vocalización de 5% o<br />
menos puede ser alcanzado fácilmente. Los niveles de rendimiento para el uso de picanas<br />
eléctricas y para resbalones deberían ser idénticos a los de la faena convencional.<br />
Densidad en los corrales<br />
Los corrales deberán ser llenados conforme a las pautas del AMI (Instituto<br />
Norteamericano de la Carne)(Grandin 1991a).<br />
Todos los animales deben tener espacio para echarse. Todos los animales deben tener<br />
acceso a agua de bebida.<br />
Mantenimiento<br />
Corrales, calles, mangas, inmovilizadores y todo otro equipamiento deben ser mantenidos<br />
limpios y bien conservados. Deben estar libres de salientes que puedan lesionar a los<br />
animales.
Conclusión<br />
Se puede alcanzar un nivel aceptable de bienestar animal si las mediciones en los puntos<br />
críticos de control referidos a la aplicación del insensibilizador, la insensibilidad del<br />
animal, los resbalones y caídas, la vocalización y el uso de la picana eléctrica están en el<br />
rango de lo aceptable. El desempeño dentro de estos valores es simple y fácil de alcanzar<br />
en condiciones comerciales de trabajo. El equipo de insensibilización eléctrica debe tener<br />
los parámetros de amperaje, voltaje y frecuencia que han sido comprobados para la<br />
inducción confiable de la insensibilidad, ya sea a través de registros eléctricos o de<br />
neurotransmisores cerebrales.<br />
Finalmente, los gerentes de las plantas de faena deben estar comprometidos con el<br />
bienestar animal. Aquellas plantas cuyos gerentes insisten en el uso de buenas prácticas<br />
de manejo y de insensibilización, alcanzan un manejo que asegura que el personal trabaje<br />
correctamente con los animales, tanto en el movimiento como en la faena.<br />
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS<br />
Anil, M.H. y McKinstry, J.L. 1992. The effectiveness of high frequency electrical stunning in pigs. Meat<br />
Science, 31:481-491.<br />
Bergaus, A. y Troeger L. 1998. Electrical stunning of pigs: Minimum current flow time required to induce<br />
epilepsy at various frequencies. Proceedings 44th International Congress of Meat Science and Technology,<br />
Barcelona, España, pp. 1070-1081.<br />
Blackmore, D.K. 1988. Quality control of stunning. Proceedings of the 34th International Congress of<br />
Meat Science and Technology, CSIRO, Brisbane, Australia.<br />
Blackmore, D.K. y Peterson, G.V. 1981a. Stunning and slaughter of sheep and calves in New Zealand. New<br />
Zealand Veterinary Journal, 29:99-102.<br />
Blackmore, D.K. y Newhook, J.C. 1981b. Insensibility during slaughter of pigs in comparison to other<br />
domestic stock. New Zealand Veterinary Journal, 29:219-222.<br />
Blackmore, D.K y Newhook, J.C. 1983. The assessment of insensibility in sheep, calves, and pigs during<br />
slaughter. En: G. Eikelenboom (comp.). Stunning <strong>Animal</strong>s for Slaughter, Marinus Nijhoff Boston, pp 13-<br />
25.<br />
Cook, C.J. 1992. Stunning Science, a guide to better electrical stunning. Meat Industry Research<br />
Conference, MIRINZ, HamiIton, New Zealand.<br />
Cook, C.J; Devine, C.E., Gilbert, KV. et al 1991. Electroencephalograms and electrocardiograms in young<br />
bulls following upper cervical vertebrae to brisket stunning. New Zealand Veterinary Journal, 39:121-125.<br />
Council of Europe 1991. Council Directive of 18 November on Stunning of <strong>Animal</strong>s Before Slaughter<br />
(74/577/EEC). Official Journal of the European Communities, No. L316, 26 November, 10-11.<br />
Croft, P.S. 1952. Problems with electrical stunning. Veterinary Record, 64:255-258.<br />
Dunn, C.S. 1990. Stress reaction of cattle undergoing ritual slaughter using two methods of restraint.<br />
Veterinary Record, 126: 522-525.
Gilbert K.V.; Cook, C.J., Devine, C.E. et al 1991. Electrical stunning in cattle and sheep: electrode<br />
placement and effectiveness. Proceedings of the 37th International Congress of Meat Science Technology ;<br />
245-248.<br />
Grandin, T. 1997. Survey of Handling and Stunning in Federally Inspected Beef Pork, Veal and Sheep<br />
Slaughter Plants. ARS Research Project No. 3602-32000-002-08G, USDA<br />
Grandin, T. 1996. Factors that impede animal movement at slaughter plants. Journal of American<br />
Veterinary Medical Association, 209: 757-759.<br />
Grandin, T. 1995. Restraint of livestock. Proceedings of the <strong>Animal</strong> Behavior and the Design of Livestock<br />
and Poultry Systems International Conference, Northeast Regional Agricultural Engineering Service,<br />
Cornell University, Cooperative Extension, Ithaca, New York, pp.208-223.<br />
Grandin, T. 1994. Euthanasia and slaughter of livestock. Journal of American Veterinary Medical Assoc.<br />
204:1354-1360.<br />
Grandin, T. 1993a. Report on Handling and Stunning Practices in Canadian Meat Packing Plants,<br />
conducted for Agriculture Canada, The Canadian Federation of Humane Societies and The Canadian Meat<br />
Council.<br />
Grandin, T. 1993b. Welfare of livestock in slaughter plants. En: Grandin T. ed. Livestock handling and<br />
transport. Wallingford, Oxon, UK: CAB International, 289-311.<br />
Grandin, T. 1991a. Recommended animal handling guidelines for meat packers. Washington, DC:<br />
American Meat Institute.<br />
Grandin, T. 1991b. Principles of abattoir design to improve animal welfare. En: J. Matthews (comp.)<br />
Progress in Agricultural Physics and Engineering, CAB International, Wallingford, Oxon UK, pp.279-304.<br />
Grandin, T. 1988. Behavior of slaughter plant and auction employees towards animals. Anthrozoo, 1:205-<br />
213.<br />
Grandin, T. 1985/1986. Cardiac arrest stunning of livestock and poultry. En: Fox M.W. y Mickley L.D.<br />
(comps.). Advances in <strong>Animal</strong> Welfare Science. Boston: Martinus Nijhoff Publishers, 1-30.<br />
Grandin, T., Curtis, S.E., Widowski, T.M. et al. 1986. Electro-immobilization versus mechanical restraint<br />
in an avoid-avoid choice test. Journal of <strong>Animal</strong> Science, 62:1469-1480.<br />
Grandin, T. y Regenstein, J.M. 1994. Religious Slaughter and <strong>Animal</strong> Welfare: A Discussion for Meat<br />
Scientists. Meat Focus International, March, CAB International, Wallingford, Oxon, U.K. pp.115-123.<br />
Gregory, N.G. 1994. Preslaughter handling, stunning and slaughter. Meat Science, 36: 45-56.<br />
Gregory, N.G. 1993. Slaughter technology. Electrical stunning of large cattle, Meat Focus International,<br />
January, CAB International, Wallingford, Oxon U.K.<br />
Gregory, N.G. 1988. Humane slaughter. Proceedings of the 34th International Congress of Meat Science<br />
and Technology, CSIRO, Brisbane, Australia.<br />
Gregory, N.G. y Wotton, S.B. 1984. Sheep slaughtering procedures. III head to back electrical stunning.<br />
British Veterinary Journal, 140: 570-575.<br />
Hoenderken, R. 1983. Electrical and carbon dioxide stunning of pigs for slaughter. En: Eikelenboom G.<br />
(comp.). Stunning of <strong>Animal</strong>s for Slaughter. Boston: Martinus Nijhoff Publishers, 59-63.
Lambooy, E. 1985. Electro-anesthesia or electro immobization of calves, sheep, and pigs, by Feenix<br />
Stockstill. Veterinary Quarterly, 7: 120-126.<br />
Pascoe, P.J. 1986. Humaneness of electro-immobilization unit for cattle, American Journal of Veterinary<br />
Research, 10: 2252-2256.<br />
Rushen, J. 1986. Aversion of sheep to electro-immobilization and physical restraint. Applied <strong>Animal</strong><br />
Behavior Science, 15: 315-324.<br />
Troeger, K. and Woltersdorf, W. 1989. Measuring stress in pigs during slaughter, Fleischwirtsch, 69: (3)<br />
373-376.<br />
Warrington, P.D. 1974. Electrical stunning: A review of literature. Veterinary Bulletin, 44: 617-633.<br />
Warriss, P.D.; Brown, S.N. y Adams, S.J.M. 1994. Relationships between subjective and objective<br />
assessments of stress at slaughter and meat quality in pigs. Meat Science, 38: 329-340.<br />
White, R.G.; DeShazer, J.A. y Tressler, C.J. et al 1995. Vocalizations and physiological response of pigs<br />
during castration with and without anesthetic. Journal of <strong>Animal</strong> Science, 73: 381-386.
LA CONDUCTA ANIMAL Y SU IMPORTANCIA EN EL MANEJO <strong>DE</strong>L<br />
GANADO<br />
Por Temple Grandin<br />
Departamento de Ciencia <strong>Animal</strong><br />
Colorado State University<br />
Fort Collins, CO 80523-1171, EE.UU.<br />
Veterinaria Mexicana, 16: 1985<br />
Versión en español revisada y editada por el Dr. Marcos Giménez-Zapiola<br />
Es muy importante que las personas que se dedican a la crianza y al manejo del ganado<br />
conozcan y comprendan su comportamiento natural, para facilitar su trabajo y evitar<br />
accidentes.<br />
Los bovinos dependen en alto grado de su visión (10) y son sensibles a los contrastes<br />
bruscos entre luz y oscuridad en los corrales y mangas de manejo, razón por la cual con<br />
frecuencia se rehusarán a cruzar un área sombreada o de luz muy brillante en una manga.<br />
Tienen visión periférica en un ángulo amplio, de 360°, y pueden ver hacia atrás de ellos<br />
sin necesidad de voltear la cabeza (14) (Fig. 1).<br />
Fig. 1. El ganado tiene visión panorámica. El área gris clara muestra el campo de visión del<br />
animal donde no tiene percepción de la profundidad. El sector gris oscuro frente a la cabeza del<br />
animal representa el campo de visión binocular. Tiene percepción de profundidad en un ángulo<br />
de 25 a 50 grados.
En las plantas de faena, el drenaje debe situarse fuera de los cercos, porque el ganado<br />
puede retroceder al tener que pasar sobre las rejillas de desagüe.<br />
Es frecuente observar que al retroceder el primer animal de un grupo, la situación se<br />
vuelva un problema colectivo. Una vez que un animal se rehúsa, la tendencia a hacerlo se<br />
manifiesta en el siguiente, que está parado junto a él en la manga de manejo (5). Cuando<br />
los animales son colocados en una manga de una sola fila, no se les debe forzar a<br />
avanzar, a menos que puedan ver un espacio abierto hacia donde dirigirse. Un animal que<br />
se rehúsa a moverse una vez, continuará haciéndolo con cierta frecuencia.<br />
Las paredes cerradas en mangas y corrales de encierro<br />
Las paredes de las mangas de trabajo de una sola fila, las rampas de embarque y los<br />
corrales de encierro deben ser cerradas. Con ello se evita que el ganado se distraiga con<br />
personas, camiones u otros objetos fuera de la manga, que percibe con su visión<br />
periférica, y los animales se moverán con mayor fluidez (8 ).<br />
Los animales se rehusarán a avanzar si la manga parece un callejón sin salida, por lo que<br />
deben poder ver una vía de escape (9 ). Las puertas corredizas al final de una manga de<br />
una sola fila deben construirse con tubos, a fin de que el ganado que se aproxima vea<br />
animales al otro lado de la misma, estimulando en esta forma la conducta de seguimiento.<br />
Es muy importante contar con un corral de encierro bien diseñado, ya que facilitará la<br />
entrada de los animales a la manga en una sola fila. Las paredes y la puerta trasera del<br />
mismo deben ser cerradas (2, 16). Para evitar aglomeraciones en la puerta de acceso a la<br />
manga, una de las paredes del corral de encierro debe formar una línea recta con un lado<br />
de la manda, y la otra pared debe estar en un ángulo de 30° (figura 2).<br />
Fig. 2. Corral de encierro circular con paredes cerradas y puerta giratoria sólida. Una persona<br />
puede operar la puerta desde afuera del corral. Se deben instalar pequeñas puertas de escape<br />
para los trabajadores. El corral de encierro debe terminar en un embudo a la entrada de la<br />
manga, con una pared recta y la otra en ángulo de 30°. Los animales tenderán a atascarse si<br />
ambos lados están en ángulo respecto de las paredes de la manga.
El corral de encierro debe estar construído sobre piso plano. Un corral hecho en declive<br />
provocará resbalones y caídas. Si se requiere una rampa, ésta debe situarse en la manga<br />
en una sola fila.<br />
La eliminación de sitios oscuros<br />
El ganado con frecuencia se rehusará a entrar a edificios, porque adentro éstos están más<br />
oscuros que el exterior. De noche, se facilitará la entrada a un edificio o vehículo si se<br />
ilumina su interior. Las luces no deben ser dirigidas directamente a los ojos de los<br />
animales que se acercan. El ganado tiende a acercarse a la luz, pero no si ésta los<br />
deslumbra, como lo hace el sol, por ejemplo. Las rampas de embarque y las mangas<br />
deben por ello orientarse al norte o al sur para evitar que tengan al sol de frente.<br />
Durante el día, la conducción del ganado hacia un edificio, como por ejemplo, una planta<br />
de faena, será más fácil si la manga de una sola fila, que sale del corral de encierro, se<br />
extiende 3 o 4 m hacia afuera de la pared o del techo. Los animales se movilizarán con<br />
mayor facilidad si están ya alineados en una sola fila antes de entrar al edificio. La pared<br />
del edificio jamás debe coincidir con la unión de la manga y el corral de encierro (6 ).<br />
Las mangas deben techarse únicamente con materiales cerrados, al igual que las básculas<br />
y otros sitios donde se maneja ganado. No deben usarse techos con espacios abiertos,<br />
pues los animales se rehusarán a circular por áreas de luz y oscuridad alternadas, que<br />
produzcan sombras en el piso.<br />
Los efectos del ruido<br />
El ruido excesivo distrae mucho a los bovinos, ya que escuchan frecuencias más elevadas<br />
que el humano (1, 2). La sensibilidad auditiva del ganado alcanza su máximo a los 8000<br />
hz, mientras que los humanos somos más sensibles entre los 1000 y 3000 hz. El bovino se<br />
moverá con mayor facilidad si se reducen los gritos y otros ruidos. Las puertas metálicas<br />
ruidosas pueden recubrirse con material de caucho para reducir el nivel de ruido.<br />
Las mangas curvas<br />
La manga curva (Fig. 3) tiene ventajas sobre la recta por dos razones. Primero, evita que<br />
el animal vea el acoplado, el cepo o el cajón de noqueo antes de estar casi adentro de<br />
ellos. Segundo, la manga curva también utiliza la tendencia natural a caminar en círculo<br />
alrededor de una persona. Cuando alguien entra a un corral, generalmente los animales se<br />
voltean y lo miran. Conforme la persona camina por el corral, los animales se moverán en<br />
círculo alrededor de él (5).
Fig. 4. Manga curva de una sola fila. El trabajador ganadero camina por la pasarela ubicada en<br />
el lado interno. Las paredes deben ser cerradas, pero la puerta corrediza de ingreso a la manga<br />
debe estar construida de tal forma que los animales vean a través de ella.<br />
Los bovinos pueden ser arreados con mayor facilidad si la persona se ubica en ángulo<br />
respecto de la parte posterior del animal (Bud Williams, Comunicación personal, 1978)<br />
(Fig. 4).<br />
Fig. 4. Posiciones para manejar a un solo animal más eficientemente.<br />
La figura 5 muestra la mejor posición para el vaquero cuando se mueve al hato a lo largo<br />
de un cerco. Si la persona se acerca demasiado al grupo, los animales tenderán a<br />
escaparse de él hacia afuera.
Fig. 5. Posiciones para manejar más eficientemente a un grupo de bovinos a lo largo de una<br />
barda.<br />
Una manga de manejo de una sola fila debe contar con una pasarela a lo largo del radio<br />
interno para uso de los trabajadores (ver Fig. 3). Esta pasarela debe ir a lo largo de toda la<br />
manga y debe estar por lo menos un metro por debajo de su borde superior. Cuando la<br />
persona camina a lo largo de ella está obligada a mantenerse en el ángulo mostrado en la<br />
figura 4. Las paredes cerradas eliminarán todas las distracciones visuales, salvo la<br />
persona en la pasarela. Las figuras 6 y 7 muestran corrales curvos para manejo del<br />
ganado. El diseño de la ilustración 7 puede utilizarse en un rancho o en un corral de<br />
engorda. Si se elimina la rampa de embarque el diseño puede utilizarse para una planta de<br />
faena.
Fig. 6. Diseño de un corral curvo. La manga curva y el corral de encierro circular de las figuras<br />
2 y 3 pueden usarse en este diseño. El corral de encierro circular tiene 3,5 m de radio. La manga<br />
curva, el corral de encierro circular y el pasillo curvo se diseñan dibujando tres semicírculos a<br />
lo largo de la línea punteada.<br />
Fig. 7. Vista aérea de un corral curvo que conduce a un bañadero. Es el mismo diseño básico de<br />
la figura 6. Se pueden bañar 600 animales por hora en este sistema.<br />
La distancia de fuga
Cuando una persona invade los límites de la zona de fuga de un animal (Fig. 4), éste<br />
tenderá a cambiar de lugar. Si se penetra más profundamente en esta zona, el animal<br />
escapará o bien se volverá para perseguir a la persona. Kilgour (l0) demostró en sus<br />
experimentos la existencia de una zona de fuga. Unos toros, al moverse, mantenían una<br />
distancia constante entre sí y una pared móvil. Cuando la pared se les aproximaba mucho,<br />
los toros se alejaban corriendo.<br />
El mejor lugar para trabajar es el límite de la zona de fuga (Fig. 4). La persona penetra<br />
esta zona para obligar al animal a moverse y se retira de ella para que el animal se<br />
detenga. La figura 8 muestra la zona de fuga de los ovinos, que tienen principios de<br />
comportamiento similares a los bovinos:<br />
Fig. 8. Un hato de borregos rodea a dos personas. El área libre alrededor de ellos es la zona de<br />
fuga.<br />
La amplitud de la zona de fuga depende de la domesticidad o ferocidad del animal. Para<br />
determinarla, camine lentamente hacia el animal; cuando éste empiece a moverse, se<br />
habrá alcanzado el límite de la zona de fuga. Un animal manso que permite que la<br />
persona lo toque será difícil de arrear. Se recomienda guiar a este tipo de animales atados<br />
con una cuerda o atrayéndolos con alimento.<br />
En ocasiones, el ganado llega a tratar de saltar afuera de la manga de manejo. La causa<br />
más común es la invasión profunda de su zona de fuga, por lo que trata de huir. El<br />
trabajador ganadero debe retirarse de esta zona, logrando así que el animal se tranquilice.<br />
Lo peor que puede hacer es tratar de sujetar al animal para forzarlo a que baje, ya que con<br />
ello se encabritará aun más al invadir más profundamente su zona de fuga. Si se arrea<br />
ganado por un pasillo o hacia un corral de encierro, el trabajador ganadero debe ser muy<br />
cuidadoso y evitar penetrar en la zona de fuga (6 ). Los animales, al ver una persona muy<br />
cerca, se sentirán atrapados y tratarán de enfrentarla o de huir. Cuando el operario<br />
observa que el ganado que lleva en arreo empieza a darse vuelta y trata de retroceder,<br />
debe retirarse y salir de la zona de fuga que ha penetrado. Bajo ningún concepto debe<br />
acercarse más al animal, sino que siempre deberá retroceder al percibir el primer indicio<br />
de inseguridad en los animales<br />
Cuando se maneja ganado en un área confinada, tal como una manga o corral de encierro,<br />
no deben usarse perros. En estas situaciones el perro suele penetrar profundamente en la<br />
zona de fuga, y los bovinos no tienen posibilidad de huir de él. El perro que penetra la
zona de fuga provoca una situación que causa gran tensión para el ganado que está<br />
confinado en un área reducida, y sólo deben utilizarse perros en áreas abiertas y en<br />
corrales espaciosos, donde los animales tengan lugar para escapar (7).<br />
Los bovinos son animales gregarios, y si se aísla a un individuo, éste se tornará<br />
sumamente excitado y agitado. El animal que se queda solo en el corral de encierro una<br />
vez que sus compañeros han entrado a la manga, intentará saltar hacia afuera porque no<br />
quiere quedarse solo. Si un animal aislado se rehúsa a entrar en la manga, deben ponerse<br />
más animales junto con él. Muchas lesiones serias a los trabajadores han ocurrido porque<br />
una persona se metió al corral de encierro con un solo animal. Un animal aislado ataca y<br />
lastima más fácilmente al trabajador.<br />
El diseño de los bañaderos<br />
La rampa de entrada al baño no debe ser de superficie lisa, sino que el piso debe ser<br />
antideslizante, con acanaladuras profundas o ranuras para que el animal pueda apoyarse<br />
(4, 6). Las figuras 10 y 11 muestran el diseño para la entrada a un baño.<br />
Fig. 9. Diseño para la entrada de un baño. El animal camina hacia abajo par la rampa que tiene<br />
un ángulo de 25°. Esta rampa tiene acanaladuras profundas para que el animal no resbale. El<br />
borde de la rampa se esconde bajo el agua.
Fig. 10. Fotografía de la entrada del baño mostrado en la figura 9. El techo inclinado hacia<br />
abajo obliga al animal a sumergirse con la cabeza para adelante.<br />
Con este diseño el ganado sumergirá la cabeza y no será necesario hundirlo con un palo.<br />
Una chapa ajustable de 2.7 m de largo inclinada hacia abajo (Fig. 10) obliga al animal a<br />
entrar al baño con la cabeza hacia adelante. Evita también que el animal salte al centro<br />
del bañadero manteniendo la cabeza encima del agua.<br />
El ganado ingresa al baño por una rampa inclinada de 2 m que se encuentra en un ángulo<br />
de 20 a 25°. Esta rampa tiene acanaladuras o ranuras antideslizantes. Tiene como<br />
finalidad orientar el centro de gravedad del animal hacia el agua. La porción de la rampa<br />
que se hunde abruptamente en el agua está escondida, y parece como si la rampa<br />
continuara. Cuando el animal camina más allá de la rampa, cae al baño. La rampa debe<br />
ser antideslizante para evitar que el animal se asuste y se rehúse a entrar. A la entrada de<br />
la rampa, la altura de la chapa inclinada que empuja al animal hacia abajo es de 1.52 m.<br />
Si el ganado tiene cuernos,<br />
deberá estar más alta.<br />
El diseño de las rampas de embarque<br />
Las rampas de embarque deben tener paredes cerradas. En la parte superior, las rampas<br />
de desembarque deben tener un tramo horizontal de al menos 2 m de largo, para que los<br />
animales tengan un área nivelada al comenzar a caminar cuando descienden del<br />
transporte. La inclinación de una rampa fija no debe exceder los 20°. En el caso de una<br />
rampa ajustable, la mayor inclinación aceptable es de 25° cuando se la eleva al máximo.<br />
Las rampas de cemento deben contar con escalones de 10 cm de alto y 30 cm de largo.<br />
Los escalones funcionan mejor que las ranuras o acanaladuras. Cada escalón debe tener<br />
dos acanaladuras profundas para evitar resbalones. de piso a nivel
Resumen<br />
En el manejo del ganado, es de importancia crucial conocer sus patrones de<br />
comportamiento. Este artículo describe algunas de las particularidades fisiológicas y<br />
psicológicas a tener en consideración para el diseño de corrales, mangas, bañaderos y<br />
rampas de embarque. Se pasa revista a la posición de la persona que mueve a los<br />
animales, el concepto de “zona de fuga”, la visión periférica de ángulo muy amplio que<br />
tienen los animales, así como su susceptibilidad a los ruidos, luces fuertes y demás<br />
situaciones que provocan pánico a una manada.<br />
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS<br />
1. AMES, D. R.: Sound stress in meat animals. Proceedings of the International Livestock Environment<br />
Symposium. American Society of Agricultural Engineers, St. Joseph, Michigan, 1974.<br />
2. GRANDIN, T.: Observations of cattle behavior applied to the design of cattle handling facilities, Appl.<br />
Anim. Ethol., 6: 19-4l (1980).<br />
3. GRANDIN, T.: Livestock behavior as related to handling facility design. Int. J. Study Anim. Probl., 1:<br />
33-52 (1980).<br />
4. GRANDIN, T.: Safe design and management of cattle dipping vats. American Society of Agricultural<br />
Engineers, Technical Paper No. 80-S518, St. Joseph, Michigan, 1980.<br />
5. GRANDIN, T.: Livestock psychology and handling facility design, en Beef Cattle Science Handbook,<br />
Vol. 19, Winrock International, Morrilton, Arkansas, 1983.<br />
6. GRANDIN, T.: Design of corrals, squeeze chutes and dip vats, en F. H. Baker y M. E. Mason (comp.),<br />
Beef Cattle Science Handbook, Vol. 19, Winrock International, Morrilton, Arkansas, 1983.<br />
7. GRANDIN, T.: Reducing stress of handling to improve productivity of livestock, Vet. Med. Small Anim.<br />
Clin., 79: 827-831 (1984).<br />
8. HUTSON, G. D. y HITCHCOCK, D. K.: The movement of sheep around corners, Appl. Anim Ethol., 4:<br />
349-355 (1978).<br />
I. HUTSON, G. D.: The effect of previous experience on sheep movement through yards, Appl. Anim.<br />
Ethol., 6: 233-240 (1980).<br />
10. KILGOUR, R.: <strong>Animal</strong> handling in works, pertinent behavior studies, l3th Meat Industry Research<br />
Conference, Hamilton, New Zealand, 1971, 9-12.<br />
11. KILGOUR, R.: Sheep Behaviour: Its importance in farming systems, handling, transport and<br />
preslaughter treatment, West Australia Dept. of Agriculture, Perth, Australia, 1976.<br />
12. KILGOUR, R.., MATHEUS, L. R., TEMPLE, W. y FOSTER, M.: Using operant test results for<br />
decisions on cattle welfare, en W. F. Hall (comp.), The Behaviour and Welfare of Farm <strong>Animal</strong>s.<br />
Proceedings of the Conference on the Human-<strong>Animal</strong> Bond, Minneapolis, 1981.<br />
13. LYNCH, J. J. y ALEXAN<strong>DE</strong>R, G.: The Pastoral Industries of Australia, Sydney University Press,<br />
Sydney, Australia, 1971.<br />
14. PRINCE, J. H.: The eye and vision, en M. J. Swenson (comp.) Dukes Physiology of Domestic <strong>Animal</strong>s,<br />
Cornell University Press, Ithaca, New York, 1977.<br />
15. RI<strong>DE</strong>R, A., BUTCHBAXER, A. F. y HARP, S.: Beef working sorting and loading facilities. American<br />
Society of Agricultural Engineers. Technical Paper. No. 74-4523, St. Joseph, Michigan, 1974.
EN ENGOR<strong>DE</strong> A CORRAL, EL GANADO CALMO GANA MÁS PESO POR DÍA<br />
QUE EL GANADO ARISCO 1<br />
Publicado en Journal of <strong>Animal</strong> Science (1997) 75: 892-896<br />
B.D. Voisinet, T. Grandin, 2 J. D. Tatum, S. F. O'Connor, 3 y J. J. Struthers<br />
Departmento de Ciencia <strong>Animal</strong><br />
Colorado State University<br />
Fort Collins, Colorado 80523-1171<br />
Traducción del Dr. Marcos Giménez-Zapiola<br />
RESUMEN:<br />
Este estudio se realizó para evaluar el efecto del temperamento en la ganancia diaria de<br />
peso de animales en engorde a corral. Los animales (292 novillos y 144 vaquillonas)<br />
fueron llevados a instalaciones para el engorde a corral del estado de Colorado. Las<br />
razas y cruzas estudiadas fueron: Braford (n= 177), Simmental x Angus Colorado (n=<br />
92), Brangus Colorado (n= 70), Simbrah (n= 65), Angus (n= 18) y Tarantesa x Angus<br />
(n= 14). Durante el procesamiento y pesaje de rutina, se clasificó a los animales por su<br />
temperamento mediante una escala numérica (puntaje en la manga de compresión). El<br />
ganado fue agrupado en dos clases según la composición racial: cruza índica (con un<br />
25% o más de sangre cebú o Brahman) y no-índica. Los animales que tenían sangre<br />
índica fueron más excitables y obtuvieron un puntaje promedio de temperamento más<br />
alto (3,45 + 0,09) que los animales que no tenían influencia de razas índicas (1,80 +<br />
0,10) (P < 0,001). Los datos también mostraron que las vaquillonas tienen puntajes de<br />
temperamento más altos que los novillos (P < 0,05). La evaluación del temperamento<br />
dentro de cada grupo racial demostró también que los aumentos en el puntaje daban<br />
como resultado una disminución en las ganancias medias de peso por día (P < 0,05).<br />
Estos datos demuestran que el ganado que estaba más calmo y tranquilo mientras se lo<br />
manejaba obtuvo mayores ganancias medias de peso por día que el ganado que se ponía<br />
nervioso durante los trabajos de rutina.<br />
Palabras clave: Ganado bovino de carne, Temperamento, Ganancia de peso, Diferencias<br />
de género.<br />
1 El estudio fue apoyado por la National Cattlemen´s Beef Association, Englewood,<br />
Colorado 80515. Los autores expresan su reconocimiento a la compañía Deseret Cattle &<br />
Citrus, de St. Cloud, Florida, por su cooperación y asistencia.<br />
2 A quien se deberá dirigir la correspondencia.<br />
3 Dirección actual: Gerber Agric., Inc., 650 S. Cherry St., Suite 600, Denver, CO 80222.
Introducción<br />
"Si a nadie le gustan las vacas salvajes ¿para qué criarlas?" Esta cita, de La Filosofía<br />
Lasater de la cría vacuna (Lasater, 1972 y 1999), parece obvia por razones de seguridad<br />
del animal y del trabajador. Algunos productores ganaderos, de hecho, consideran que el<br />
temperamento es un rasgo importante cuando seleccionan el ganado que van a comprar<br />
(Elder et al., 1980). Sin embargo, a menudo se pasan por alto las implicancias<br />
económicas del temperamento del ganado. Son cada vez más frecuentes los informes<br />
sobre animales muy excitables, que se ponen muy agitados cuando se los inmoviliza o<br />
arrea (Grandin, 1994). Esta tendencia podría ser contraproducente para la industria de la<br />
carne.<br />
Pocos experimentos han tratado de identificar la vinculación entre el temperamento y<br />
diversas medidas de productividad. Un estudio informó que las vacas con temperamentos<br />
calmos tenían aumentos del 25 al 30% en la producción láctea (Drugociu et al., 1977).<br />
Las observaciones tienden a mostrar que los animales de peor temperamento tienen pesos<br />
vivos y ganancias de peso inferiores (Tulloh, 1961; Fordyce y Goddard, 1984), aunque no<br />
se han presentado muchos datos. El presente estudio fue realizado para identificar la<br />
relación entre temperamento y productividad, medida según el aumento diario de peso.<br />
Materiales y métodos<br />
El ganado. Cuatrocientos treinta y seis animales de 7 a 11 meses de edad, 292 novillos y<br />
144 vaquillonas, fueron llevados a instalaciones para engorde a corral cercanas a Fort<br />
Collins, Colorado, para su terminación. Las composiciones raciales incluían:<br />
• Braford (3/8 Brahman x 5/8 Hereford, o 1/2 Brahman x 1/2 Hereford)<br />
• Simmental x Angus Colorado<br />
• Brangus Colorado (3/8 Brahman x 5/8 Angus Colorado, o 1/4 Brahman x 3/4<br />
Angus Colorado)<br />
• Simbrah (3/8 Brahman x 5/8 Simmental)<br />
• Angus<br />
• Tarantesa x Angus<br />
Los animales Braford, Brangus Colorado y Simbrah serán considerados como cruzas con<br />
Bos indicus; los Simmental x Angus Colorado, los Angus y los Tarantesa x Angus serán<br />
considerados como Bos taurus.<br />
Todos los animales fueron recibidos en el corral de engorde durante el mes de diciembre<br />
de 1994, y se los aclimató a las condiciones del engorde en corrales durante 2 a 3<br />
semanas, antes de comenzar la prueba. Los animales de cruza con Bos indicus provenían<br />
de Florida; los Simmental x Angus Colorado venían de Nebraska, y los Angus y<br />
Tarantesa x Angus fueron obtenidos en Wyoming. Todos los animales, no importa su<br />
origen, habían sido producidos en establecimientos extensivos, con mínima interacción<br />
con seres humanos. Mientras estuvieron en el corral de engorde, los animales fueron<br />
distribuídos en grupos de entre 20 y 50 cabezas, siendo los lotes asignados según el<br />
rancho de origen, y por ende, raza, género y peso. Todos fueron alimentados hasta lograr
un espesor de grasa subcutánea de 9 a 13 mm (con una meta de 11 mm) a la altura de la<br />
12a. costilla, determinado por índices visuales y por mediciones con ultrasonido.<br />
Todos los lotes recibieron una dieta que consistía básicamente de maíz entero y silaje de<br />
maíz. Para conocer la dieta en detalle, véase O´Connor et al. (1997). Los implantes de<br />
crecimiento fueron aplicados al comenzar el período de terminación y nuevamente a los<br />
120 días. Los protocolos de implante fueron los siguientes: los novillos recibieron un<br />
implante inicial de Synovex-S (Syntex <strong>Animal</strong> Health, St.Louis, MO) y un segundo<br />
implante de Revalor-S (Hoescht Roussel Agri-Vet, Sommerville, NJ). Las vaquillonas<br />
recibieron Finaplix-H (Hoescht Roussel Agri-Vet) en ambas oportunidades. Cada<br />
vaquillona recibió 0,4 mg/día de acetato de melengestrol (MGA) durante todo el período<br />
de engorde a corral.<br />
Procedimiento experimental. Cada aproximadamente 28 días, se midieron las ganancias<br />
de peso y el espesor de la grasa subcutánea de todos los animales. Dos observadores<br />
independientes evaluaron el temperamento de cada uno de los animales en distintos<br />
procesamientos. Cada observador registró un puntaje de temperamento para cada animal.<br />
La cantidad total de animales impedía completar en un mismo día la observación de todos<br />
ellos. El observador 1 asignó una puntuación a animales que ya habían pasado entre 4 y 8<br />
veces por la manga de este corral de engorde. El observador 2 calificó a animales que<br />
tenían su primera experiencia en esas instalaciones de trabajo. Los observadores midieron<br />
el temperamento del lote de animales utilizando métodos levemente diferentes. El<br />
observador 1 calificó a 436 animales Bos taurus y de cruzas índicas mediante un sistema<br />
de medición del temperamento similar al empleado en Grandin (1993), asignando<br />
puntajes del 1 al 5. El temperamento de cada animal fue evaluado mientras estaba en la<br />
casilla de una báscula para un solo animal, donde no se lo inmovilizaba. El observador 2<br />
calificó a 304 animales de cruzas índicas mientras estaban inmovilizados en la manga de<br />
compresión con la cabeza sujeta por el cepo, y asignó puntajes del 1 al 4. Los puntajes<br />
asignados corresponden a los comportamientos descriptos en las siguientes escalas:<br />
• 1: calmo, sin movimientos<br />
• 2: movimientos incesantes<br />
• 3: torsiones y sacudimientos ocasionales del dispositivo (manga de compresión o<br />
báscula)<br />
• 4: movimiento vigoroso y sacudimiento continuo del dispositivo<br />
• 5 (4): corcovos, giros o lucha violenta<br />
La inmovilización de los animales en la manga de compresión hidráulica reduce el<br />
margen de movimiento, y por ende, la nitidez de las diferencias entre las distintas<br />
categorías de la escala. Por ello, se empleó una escala de cuatro puntos para la medición<br />
del temperamento del animal sujeto por ese dispositivo. No se puede hacer<br />
comparaciones entre observadores debido a las diferencias en la movilidad de los<br />
animales en la manga de compresión y en la casilla de la báscula, y a la cantidad de<br />
categorías de las dos escalas de temperamento. Por estas diferencias de método, los dos<br />
conjuntos de datos se analizan por separado, como si pertenecieran a dos experimentos<br />
independientes. En consecuencia, los experimentos 1 y 2 se refieren a los datos recogidos<br />
por los observadores 1 y 2, respectivamente.
Análisis estadístico. Los datos fueron analizados mediante el procedimiento GLM de la<br />
Sociedad Norteamericana de Estadística (SAS, 1985). La ganancia diaria promedio fue<br />
analizada con un modelo que incluía raza, género (cuando correspondía), temperamento,<br />
raza paterna (como efecto aleatorio) y espesor de la grasa subcutánea. El temperamento<br />
fue analizado con un modelo que incluía raza, género (cuando correspondía), raza paterna<br />
y espesor de la grasa.<br />
Se compararon de a pares los promedios de cada categoría de temperamento, raza y<br />
género.<br />
Resultados y análisis<br />
El cuadro 1 presenta los promedios mínimos cuadráticos de los pesos de entrada y salida<br />
de los animales (en ambos casos, sin desbaste), los días en engorde y la ganancia diaria<br />
media, según la raza.<br />
Cuadro 1. Promedios mínimos cuadráticos de los datos de engorde, según raza a<br />
Raza b n<br />
Peso inicial<br />
(kg)<br />
Peso final<br />
(kg)<br />
Días en<br />
engorde<br />
Ganancia diaria<br />
media, c kg/día<br />
Braford 177 290 468 201 .95 +- .03<br />
Brangus Colorado 70 308 507 206 .98 +- .04<br />
Simbrah 65 320 552 212 1.10 +- .04<br />
Angus 18 305 543 194 1.24 +- .06<br />
Simmental/ Angus<br />
Colorado<br />
92 264 569 213 1.44 +- .02<br />
Tarantesa/Angus 14 301 550 207 1.21 +- .09<br />
a Datos correspondientes a los 436 animales calificados por el observador 1.<br />
b Los datos han sido ajustados para un espesor de grasa constante de 11 mm, mediante<br />
técnicas de análisis de covariancia. El modelo incluye raza, género (sólo para las cruzas<br />
índicas), raza paterna y espesor de grasa.<br />
c Las cifras representan el promedio y el error estándar.<br />
Análisis de las diferencias raciales en el temperamento<br />
Experimento 1. El observador 1 recolectó datos sobre el ganado Bos indicus y Bos<br />
taurus. Nuestros análisis demostraron que los puntajes de temperamento diferían según<br />
los grupos raciales. No hubo diferencias en los puntajes de las distintas cruzas índicas<br />
según las diferencias en sus porcentajes de sangre cebú o Brahman (1/4, 3/8 o 1/2). Los<br />
promedios del puntaje de temperamento de los animales de cruzas índicas fueron más<br />
altos (P< 0,001) que los de los novillos de razas Bos taurus. Esto concuerda con<br />
investigaciones que han demostrado que el ganado Bos indicus es más temperamental o<br />
excitable que el Bos taurus (Elder et al., 1980; Hearnshaw y Morris, 1984; Fordyce et al.,<br />
1988). Debido a estas diferencias, los datos sobre ganancia de peso fueron analizados por<br />
separado para los grupos raciales Bos indicus y Bos taurus. Los promedios de puntaje de
temperamento por raza se presentan en el cuadro 2. Hubo diferencias dentro del grupo de<br />
razas de cruza índica, donde los Braford y Brangus Colorado presentaron temperamentos<br />
más excitables que los Simbrah (P< 0,05). Para determinar con precisión los promedios<br />
del puntaje de temperamento de cada tipo de cruza índica y de Bos taurus, el análisis no<br />
tuvo en cuenta a las vaquillonas, pues las razas taurinas sólo tenían novillos.<br />
Cuadro 2. Promedios mínimos cuadráticos del puntaje de<br />
temperamento según raza, solamente novillos (experimento 1)<br />
Raza a<br />
Promedio de puntaje de<br />
temperamento b,c<br />
Braford 3.62 +- .15 d<br />
Brangus Colorado 3.78 +- .22 d<br />
Simbrah 2.89 +-.22 e<br />
Total de las Cruzas Bos<br />
indicus<br />
3.46 +- .09 g<br />
Angus 1.70 +- .19 f<br />
Simmental x Angus<br />
Colorado<br />
1.77 +- .07 f<br />
Tarantesa x Angus 2.36 +- .31 e<br />
Total de los Bos taurus 1.80 +- .10 g<br />
a El modelo incluye raza, raza paterna y espesor de grasa.<br />
b 1= calmo, sin movimientos; 2= movimientos incesantes; 3= torsiones y sacudimientos<br />
ocasionales del dispositivo de encierro; 4= movimiento vigoroso y sacudimiento continuo<br />
del dispositivo de encierro; 5=: corcovos, giros o lucha violenta.<br />
c Las cifras representan el promedio y el error estándar.<br />
d,e,f Las letras distintas indican que las diferencias en los promedios tienen P < 0,05.<br />
g Las letras distintas indican que las diferencias en los promedios tienen P < 0,001.<br />
Aunque las diferencias entre los grupos raciales fueron estadísticamente significativas,<br />
pueden no ser representativas de diferencias de temperamento realmente basadas en la<br />
raza, debido a que también había diferencias en el origen de cada grupo. Tal como se<br />
señalara en la sección Materiales y métodos, todos los animales de cruzas índicas<br />
provenían de un mismo lugar, los Tarantesa x Angus vinieron de un segundo lugar, y los<br />
Simmental x Angus Colorado se originaron en un tercer lugar.<br />
Experimento 2. Una vez inmovilizados en la manga de compresión, no se observaron<br />
diferencias de temperamento (P < 0,4) entre los animales de las distintas cruzas índicas.<br />
El ganado Braford tuvo un promedio de puntaje de temperamento de 2,0 +- 0,12; el<br />
Brangus Colorado, de 2,18 +- 0,17; y el Simbrah, de 2,11 +- 0,14, en una escala de<br />
puntaje de 1 a 4. En este experimento no se incluyeron los animales de razas Bos taurus.
Análisis de las diferencias en ganancia de peso<br />
Experimento 1. Nuestros resultados muestran un efecto significativo del puntaje de<br />
temperamento sobre la ganancia diaria media de peso para las razas de cruzas índicas y<br />
para las taurinas (Cuadro 3). Los novillos Bos taurus con temperamentos más calmos<br />
tuvieron un promedio de aumento de peso superior en 190 g/día al de los novillos con los<br />
puntajes más altos o de temperamentos más excitables (P < 0,05). Si se exceptúan los<br />
novillos de cruzas índicas que tuvieron un puntaje de temperamento de 1, las ganancias<br />
diarias de peso de ambos grupos raciales declinaron a medida que aumentaba el puntaje<br />
de temperamento. El ganado Bos indicus de temperamento calmo (puntaje 1) no encuadra<br />
en este patrón, porque tuvo los aumentos diarios de peso más bajos (0,75 kg/día). Sin<br />
embargo, suponemos que este resultado aparentemente contradictorio puede deberse a<br />
que se trata de muy pocos animales (n= 4) y hay un alto error estándar.<br />
Cuadro 3. Promedios mínimos cuadráticos de la ganancia diaria, según temperamento y<br />
raza (Experimento1)<br />
Puntaje de<br />
temperamento a,b<br />
n<br />
Bos taurus c Cruzas índicas d<br />
Ganancia diaria e<br />
(kg/día)<br />
n<br />
Ganancia diaria e<br />
(kg/día)<br />
1 37 1,38 +- 0,05 f 4 0,75 +- 0,12 h<br />
2 70 1,29 +- 0,04 g 40 1,07 +- 0,04 f<br />
3 17 1,19 +- 0,06 g 94 1,02 +- 0,03 fg<br />
4 0 --- 113 1,01 +- 0,03 fg<br />
5 0 --- 61 0,97 +- 0,04 gh<br />
a<br />
El modelo incluyó temperamento, raza, género (sólo en cruzas índicas), raza paterna y<br />
espesor de grasa.<br />
b<br />
1= calmo, sin movimientos; 2= movimientos incesantes; 3= torsiones y sacudimientos<br />
ocasionales del dispositivo de encierro; 4= movimiento vigoroso y sacudimiento continuo<br />
del dispositivo de encierro; 5= corcovos, giros o lucha violenta.<br />
c<br />
Sólo novillos..<br />
d<br />
Novillos y vaquillonas.<br />
e<br />
Las cifras representan el promedio y el error estándar.<br />
f,g,h<br />
Las letras distintas indican que las diferencias en los promedios tienen P < 0,05.<br />
Experimento 2. El observador 2 calificó a 304 animales de cruza índica según la escala<br />
de cuatro puntos descripta anteriormente (Cuadro 4). El puntaje de temperamento fue una<br />
fuente significativa de variación en el aumento promedio de peso por día. Los animales<br />
con puntajes de 1 y 2 tuvieron aumentos diarios de peso mayores que los animales con<br />
puntajes de 3 (P < 0,05).
Cuadro 4. Promedios mínimos cuadráticos de aumento diario<br />
de peso según puntaje de temperamento (Experimento 2)<br />
Puntaje de<br />
temperamento a<br />
n<br />
Cruzas índicas b<br />
Ganancia diaria<br />
promedio b (kg/día)<br />
1 89 1,04 +-0,03 c<br />
2 119 1,05 +- 0,03 c<br />
3 76 0,95 +- 0,03 d<br />
4 20 0,94 +- 0,06 cd<br />
a El modelo incluyó temperamento, raza, género, raza paterna y espesor de grasa.<br />
b Las cifras representan el promedio y el error estándar.<br />
c,d Las letras distintas indican que las diferencias en los promedios tienen P< 0,05.<br />
El empleo de dos observadores y de distintos métodos experimentales atestigua la<br />
robustez de nuestros resultados y la fuerza del efecto del temperamento en la ganancia de<br />
peso. Debido a la falta de inmovilización que había en la báscula, el animal tenía una<br />
mayor capacidad de movimiento. En consecuencia, el observador 1 asignó más puntajes<br />
altos, de 4 (25,9 %) o 5 (14,0 %), que el observador 2, que sólo registró el 6,6 % de<br />
animales con el nivel 4. Pese a esas diferencias, los resultados obtenidos en el estudio<br />
mantienen su consistencia. De estos datos, extraemos como conclusión que el factor<br />
determinante de las diferencias en el promedio diario de ganancia de peso es la diferencia<br />
de temperamento, que favorece a los animales calmos en contraste con los excitables o<br />
ariscos. Dicho de otra manera, el ganado calmo obtuvo ganancias superiores, sin que se<br />
pueda afirmar que el ganado excitable haya tenido una depresión en sus ganancias diarias<br />
de peso. Sin embargo, se necesita más investigación para establecer esto con seguridad.<br />
Análisis de las diferencias por género<br />
Debido a que sólo había hembras en los grupos de ganado de cruzas índicas, el análisis<br />
por género se limita a esas categorías raciales. El género fue una fuente significativa de<br />
variación, no solamente en el promedio de ganancia diaria, como era de esperar, sino<br />
también en los puntajes medios de temperamento. Independientemente del observador o<br />
del sistema de puntuación, las vaquillonas obtuvieron puntajes de temperamento<br />
consistentemente más altos que sus coetáneos machos (Cuadro 5). En el experimento 1,<br />
las vaquillonas tuvieron un puntaje promedio de temperamento de 3,72, y los novillos, de<br />
3,39. En el experimento 2, sus promedios de puntaje fueron 2,23 y 1,97,<br />
respectivamente.
Cuadro 5. Diferencias en el promedio de temperamento de las cruzas índicas según<br />
género<br />
Promedios de puntaje de<br />
temperamento b<br />
Género a Experimento 1 Experimento 2<br />
Hembras<br />
(vaquillonas)<br />
3,72 +- 0,11 c 2,23 +- 0,10 d<br />
Machos (novillos) 3,39 +- 0,11 c 1,97 +- 0,10 d<br />
a El modelo incluye raza, género, raza paterna y espesor de grasa.<br />
b Las cifras representan el promedio y el error estándar.<br />
c Las letras distintas indican que las diferencias en los promedios tienen P < 0,01.<br />
d Las letras distintas indican que las diferencias en los promedios tienen P < 0,05.<br />
Estudios anteriores han encontrado diferencias similares en temperamento entre las razas<br />
británicas y las continentales (Stricklin et al., 1980). Otras investigaciones, centradas en<br />
razas de Bos taurus, hallaron tendencias parecidas, pero no llegaron a detectar diferencias<br />
significativas de temperamento según el género (Tulloh, 1961; Schrode y Hammack,<br />
1971). Sugerimos como hipótesis que las diferencias por género pueden hacerse<br />
evidentes solamente en algunas razas. Por ejemplo, dado el temperamento más calmo de<br />
las razas de Bos taurus, las diferencias debidas al género pueden ser menos pronunciadas<br />
que en las razas índicas y sus cruzas (Elder et al., 1980; Fordyce et al., 1988).<br />
Estudios análogos con roedores, que se caracterizan por manifestar miedo o ansiedad<br />
(típicamente considerados como sinónimos), han hallado diferencias comunes pero<br />
inconsistentes en el comportamiento según el género (Gray, 1987; Johnston y File, 1991.<br />
Los estudios sobre el miedo pueden contribuir a nuestro conocimiento del temperamento,<br />
teniendo en cuenta que el miedo, como estado fisiológico del sistema nervioso, tiene<br />
como resultado final cierto tipo de comportamiento (Gray, 1987). Agreguemos que<br />
Boissy (1995) ha definido la temerosidad como el rasgo que determina el grado al cual un<br />
individuo se espantará ante situaciones alarmantes.<br />
Los mecanismos de evolución y/o adaptación que subyacen a las diferencias de<br />
temperamento entre géneros no son plenamente conocidas. La experiencia práctica en<br />
ranchos ganaderos demuestra que las vaquillonas son más temperamentales que las vacas.<br />
El hecho de que el cambio en la disposición se produce justo después del parto ha sido<br />
verificado en experimentos con roedores. Inmediatamente después de parir, y durante la<br />
lactancia, las ratas exhiben una declinación en su reactividad emocional o temerosidad<br />
(Hard y Hansen, 1985). Las ratas que no han parido fueron más temerosas que las<br />
parturientas en diversos ensayos, incluyendo los que medían la demora en salir de una<br />
caja a un terreno abierto y la inclinación a huir de un intruso (Fleming y Luebke, 1981).<br />
Es probable que la reducción en la temerosidad de las ratas parturientas se asocie a<br />
cambios hormonales (Fleming y Luebke, 1981).<br />
Además de las diferencias de temperamento de origen genético, es posible que el<br />
temperamento sea afectado por los protocolos de implantes promotores del crecimiento,<br />
que se confunden totalmente con los efectos del género. Sin embargo, no hemos
encontrado investigaciones que apoyen o refuten esta posibilidad en las vaquillonas. Se<br />
han realizado dos estudios sobre novillos y toros para examinar los efectos del zeranol en<br />
el comportamiento. Ninguno de ellos halló un efecto significativo de esos implantes en<br />
las mediciones de agitación (Vanderwert et al., 1985; Baker y Gonyou, 1986).<br />
La experiencia pasada también afecta las reacciones al manejo y a la inmovilización.<br />
Crookschank et al. (1979) demostraron que la agitación y los niveles de cortisol del<br />
ganado bovino decrecen a lo largo de experiencias sucesivas de manejo. El<br />
amansamiento de los animales tiene por lo menos algún éxito en la reducción de la<br />
aversión a la inmovilización y al manejo, aunque no tanta como para superar los efectos<br />
de procedimientos altamente desagradables (Hargreaves y Hutson, 1990). En un estudio,<br />
bovinos de razas continentales, pasados reiteradamente a través de una manga de<br />
compresión en un mismo día, se pusieron cada vez más agitados (Grandin, 1993). En<br />
contraste, toros Angus calmos no tuvieron aumentos en su agitación en los pasajes<br />
adicionales por las instalaciones de trabajo (Voisinet, datos inéditos). Otra investigación<br />
sobre ovinos, sin embargo, ha demostrado que si se les da a los animales la oportunidad<br />
de evitar procedimientos de manejo altamente desagradables, tales como la electroinmovilización,<br />
lo harán de manera consistente a lo largo de numerosas pruebas (Grandin<br />
et al., 1986). Las diferencias en los resultados de los estudios probablemente se deban a<br />
las diferencias en los niveles de miedo y a la percepción del animal sobre cuán<br />
desagradable será un procedimiento. Los animales tienen capacidad para discriminar<br />
entre distintos tipos de interacción con los seres humanos según sean agradables o<br />
desagradables (Gonyou et al., 1986), y también entre distintos lugares de un conjunto de<br />
instalaciones de encierro, en los que han experimentado situaciones altamente<br />
desagradables (Rusher, 1986). Los niveles de rechazo manifestados por un animal en<br />
particular son relativamente persistentes a lo largo de muchas experiencias de manejo<br />
(Fordyce y Goddard, 1984; Lyons, 1989; Grandin, 1993). Por esta razón, y al margen de<br />
que la agitación en respuesta a una situación particular de manejo aumente o disminuya a<br />
lo largo del tiempo, sería de esperar que el nivel de agitación o el puntaje de<br />
temperamento de un animal individual se mantengan relativamente estables con respecto<br />
a los de sus compañeros de grupo. Las estimaciones de la heredabilidad del<br />
temperamento en el ganado bovino muestran que es un rasgo moderadamente heredable<br />
(Schrode y Hammack, 1971; Stricklin et al., 1980; Fordyce et al., 1988).<br />
A pesar de que no se ha completado a la fecha un análisis económico, los beneficios de<br />
seleccionar animales que sean más calmos y dóciles pueden ir más allá de tener animales<br />
mejores, más seguridad laboral y menos deterioro de las instalaciones. Otra ventaja de<br />
seleccionar animales de temperamento más calmo sería un mayor bienestar animal, pues<br />
se reducirían las lesiones que sufren durante el manejo.<br />
Se necesita más investigación para determinar los mecanismos fisiológicos que están<br />
detrás del efecto del temperamento en el promedio de ganancia diaria de peso.<br />
Implicancias<br />
La selección de ganado de temperamento calmo puede convertirse en un factor clave para<br />
maximizar la eficiencia productiva de la ganancia de peso en los corrales de engorde. El<br />
temperamento bovino es heredable, y las diferencias de temperamento persisten cuando<br />
se mide este rasgo a lo largo de un período de tiempo. Estos dos factores, considerados en
conjunto, sugieren que la selección cuidadosa a favor de un temperamento calmo puede<br />
mejorar no solamente la seguridad de los animales y de los operarios, sino también los<br />
resultados económicos, a través de la elevación de los promedios diarios de ganancia de<br />
peso.<br />
Referencias bibliográficas<br />
Baker, A. M. y H. W. Gonyou (1986) J. Anim. Sci. 62:1224<br />
Boissy, A. (1995) Fear and fearfulness in animals. Q. Rev. Biol. 70: 165<br />
Crookshank, H. R., M. H. Elissalde, R. G. White, D. C. Clanton y H. E. Smalley (1979) Effect of<br />
transportation and handling of calves upon blood serum composition. J. Anim. Sci. 48:430<br />
Drugociu, G., L. Runceanu, R. Nicorici, V. Hritcu y S. Pascal (1977) Nervous typology of cows as a<br />
determining factor of gender and productive behaviour. Anim. Breed. Abstr. 45:1262<br />
Elder, J. K., J. F. Kearnan, K. S. Waters, G. H. Dunwell, F. R. Emmerson, S. G. Knott y R. S.<br />
Morris (1980) A survey concerning cattle tick control in Queensland. 4. Use of resistant cattle and pasture<br />
spelling. Aust. Vet. J. 56:219<br />
Fleming, A. y C. Luebke (1981) Timidity prevents the virgin female rat from being a good mother:<br />
Emotionality differences between nulliparous and parturient females. Physiol. & Behav. 27:863<br />
Fordyce, G. E., R. M. Dodt y J. R. Wythes (1988) Cattle temperaments in extensive beef herds in<br />
northern Queensland 1. Factors affecting temperament. Aust. J. Exp. Agric. 28:683<br />
Fordyce, G. E. y M. E. Goddard (1984) Maternal influence on the temperament of Bos indicus-cross<br />
cows Proc. Aust. Soc. Anim. Prod. 15:345<br />
Gonyou, H. W., P. H. Hemsworth y J. L. Barnett (1986) Effects of frequent interactions with humans in<br />
growing pigs Appl. Anim. Behav. Sci. 16:269<br />
Grandin, T. (1993) Behavioral agitation during handling of cattle is persistent over time Appl. Anim.<br />
Behav. Sci. 36:1<br />
Grandin, T. (1994) Solving livestock handling problems Vet. Med. 89: 989<br />
Grandin, T., S. E. Curtis, T. M. Widowski y J. C. Thurmon. (1986) Electro-immobilization versus<br />
mechanical restraint in an avoid-avoid choice test for ewes J. Anim. Sci. 62:1469<br />
Gray, J. A. (1987) The Psychology of Fear and Stress (2nd Ed.) Cambridge University Press, Cambridge,<br />
U.K.<br />
Hard, E. y S. Hansen (1985) Reduced fearfulness in the lactating rat Physiol. & Behav. 35:641<br />
Hargreaves, A. L. y G. D. Hutson (1990) The effect of gentling on heart rate, flight distance and aversion<br />
of sheep to a handling procedure Appl. Anim. Behav. Sci. 26:243<br />
Hearnshaw, H. y C. A. Morris (1984) Genetic and environmental effects on a temperament score in beef<br />
cattle Aust. J. Agric. Res. 35:723<br />
Johnston, A. L. y S. E. File (1991) Gender differences in animal tests of anxiety Physiol. & Behav. 49:245<br />
Lasater, L. M. (1972) The Lasater Philosophy of Cattle Raising Texas Western Press, The University of<br />
Texas at El Paso<br />
Lasater, L.M (1999) La filosofía Lasater de la cría vacuna 2a. edición, Editorial Santa Cruz, San Angelo,<br />
Texas<br />
Lyons, D. M. (1989) Individual differences in temperament of dairy goats and the inhibition of milk<br />
ejection Appl. Anim. Behav. Sci. 22:269<br />
O'Connor, S. F., J. D. Tatum, D. M. Wulf, R. D. Green y G. C. Smith (1997) Genetic effects on beef<br />
tenderness in Bos indicus composite and Bos taurus cattle J. Anim. Sci.(en prensa)<br />
Rushen, J. (1986) Aversion of sheep to electro-immobilization and physical restraint Appl. Anim. Behav.<br />
Sci. 15:315<br />
SAS (1985) SAS User's Guide: Statistics (Version 5 Ed.) SAS Inst. Inc., Cary, NC.<br />
Shrode, R. R. y S. P. Hammack (1971) Chute behavior of yearling beef cattle J. Anim. Sci. 33:193<br />
Stricklin, W. R., C. E. Heisler y L. L. Wilson. (1980) Heritability of temperament in beef cattle J. Anim.<br />
Sci. 51(Suppl. 1):109
Tulloh, N. M. (1961) Behaviour in cattle yards. II. A study of temperament Anim. Behav. 9:25<br />
Vanderwert, W., L. L. Berger, F. K. McKeith, A. M. Baker, H. W. Gonyou y P. J. Bechtel (1985)<br />
Influence of zeranol implants on growth, behavior and carcass traits in Angus and Limousin bulls and<br />
steers J. Anim. Sci. 61:310
EL GANADO ARISCO Y LA CARNE OSCURA:<br />
CÓMO MINIMIZAR SU IMPACTO<br />
Por Temple Grandin, Ph.D.<br />
Publicado en BEEF, febrero de 2000, págs. 16-18<br />
Traducción del Dr. Marcos Giménez-Zapiola<br />
Son cada vez más habituales los informes que se reciben de las plantas de faena sobre<br />
animales vacunos descontrolados y difíciles de manejar. No es sólo una cuestión de trato<br />
humanitario y eficiencia en el procesamiento, sino también de calidad. El ganado<br />
descontrolado tiende a rendir más carne oscura (dark cutters), un defecto grave en la<br />
calidad, pues reduce el período de vida útil de los cortes en el anaquel del supermercado<br />
y también le da un color indeseable al producto.<br />
Hay dos razones principales por las cuales está sucediendo esto: los cambios en la<br />
genética y las mejoras en el registro de datos. A medida que más productores ganaderos<br />
se unen a programas de alianzas, hay más ganado cuyos resultados son medidos desde el<br />
nacimiento hasta la faena. El problema de los animales descontrolados es más grave en el<br />
ganado de genética arisca que además nunca ha sido manejado por gente a pie hasta que<br />
llega a la planta de faena.<br />
Los criadores ganaderos y los engordadores a corral pueden prevenir el problema de los<br />
animales descontrolados si acostumbran al ganado a ser trabajado tanto por gente a pie<br />
como por gente a caballo. Lo ideal sería que esto se hiciera en el rancho de origen y<br />
también en el corral de engorde.<br />
¿Por qué aparece este problema ahora?<br />
El ganado ha sido arreado a caballo durante décadas, de modo que ¿por qué aparece<br />
este problema ahora? Algunas de las razas actualmente en boga son más ariscas que las<br />
Angus o Hereford puras. En general, las razas británicas Hereford, Shorthorn y Angus<br />
son más mansas que la mayoría de las razas originadas en el continente europeo.<br />
La búsqueda de la carne magra también puede haber contribuido a los problemas de<br />
temperamento. He observado que, dentro de una misma raza, los animales magros y<br />
delgados, con huesos finos, son mucho más propensos a entrar en pánico o a ponerse<br />
nerviosos que los animales de esqueleto más pesado. En otras palabras, si uno cría<br />
vacunos que se parecen a los ciervos, tenderán a actuar como ciervos, no importa su raza.<br />
El problema de los animales de genética arisca es que se ponen agresivos cuando se los<br />
enfrenta a una situación nueva, como les sucede en una planta de faena en la cual la gente<br />
trabaja a pie. El ganado de genética arisca puede ser manso y tranquilo mientras está en<br />
un lugar conocido con gente conocida. Pero puede estallar y entrar en pánico cuando se lo<br />
pone súbitamente frente a nuevas experiencias.<br />
Los animales de las razas Angus y Hereford son tranquilos y suelen tener más<br />
capacidad para tolerar experiencias nuevas, tales como entrar a una pista de ventas o ser<br />
manejado por gente a pie por primera vez. Algunos rancheros están criando cruzas de<br />
Angus y razas continentales con miras a obtener animales más grandes y magros para el
programa de Angus Certificado. Algunas de estas cruzas son muy ariscas, incluso más<br />
que las cruzas entre razas británicas.<br />
Una buena manera de seleccionar toros para programas de cruzamiento es observar su<br />
comportamiento en la pista de ventas. Si resoplan y golpean las cercas, es el tipo de toros<br />
que se debería evitar. Es probable que produzcan terneros que huirán del camión<br />
repartidor de alimento en los corrales de engorde y que se pondrán muy agitados al llegar<br />
a la planta de faena.<br />
El ganado de temperamento nervioso debe ser acostumbrado a soportar las imágenes y<br />
los sonidos asociados a las situaciones novedosas. En sus ranchos de origen, deben ser<br />
habituados a gente que camine en calma entre ellos, a vaqueros montados a caballo y al<br />
paso de los distintos vehículos. Cuando estas novedades les sean presentadas por primera<br />
vez, deberá ser en un contexto neutral e inofensivo.<br />
Informes de los corrales de engorde y las plantas de<br />
faena<br />
En un corral de engorde, el gerente me informó que los animales que venían de un<br />
determinado rancho eran muy alocados y difíciles de manejar cuando el personal<br />
trabajaba a pie. Dado que estos animales no toleraban que se les acercara una persona<br />
caminando, los empleados encontraban que les era más fácil trabajarlos siempre a<br />
caballo. Cuando esos animales iban a la planta de faena, eran expuestos por primera vez<br />
en su vida al manejo de alguien que trabajaba a pie. En esa situación, se ponían muy<br />
descontrolados, eran difíciles de manejar y sus carcasas presentaban un 20 por ciento de<br />
carne oscura.<br />
Les recomendé que cuando recibieran animales de ese rancho, comenzaran de<br />
inmediato a entrenarlos para que toleraran que una persona caminara en calma en medio<br />
de su corral. El ganado diferencia entre una persona que camina entre ellos y otra que<br />
camina por la calle exterior al corral, de modo que se debe caminar adentro del corral<br />
para que el aprendizaje sea efectivo. Esos animales también deberían acostumbrarse a la<br />
experiencia de ser sacados de los corrales y arreados por los callejones tanto por gente a<br />
pie como a caballo.<br />
En otro caso, el encargado de los corrales de una planta de faena me informó sobre los<br />
problemas que tenían con animales descontrolados en los lotes provenientes de un corral<br />
de engorde en particular. Me dijo que eran muy difíciles de sacar de los corrales, y que se<br />
ponían muy agitados por más que sus empleados trataran de moverlos en calma. Cuando<br />
me dijo el nombre del corral de engorde del que venían esos animales tan violentos, casi<br />
no lo pude creer. Yo lo había visitado anteriormente, y había visto que manejaban el<br />
ganado era manejado con mucha calma cuando lo llevaban a la manga para ser vacunado.<br />
Casi nunca usaban la picana eléctrica. Este corral de engorde tenía uno de los mejores<br />
niveles de manejo animal de la industria.<br />
Luego descubrí la causa del problema. Gran parte de los animales que venían de este<br />
corral de engorde nunca habían sido sacados de un corral por alguien que estuviera a pie.<br />
Habían sido arreados por jinetes tanto en los ranchos de origen como en el corral de<br />
engorde. Cuando se los vacunaba, una persona montada a caballo los traía de su corral de<br />
estadía, los entraba al corral de encierro circular, y de allí los hacía pasar a la manga. En<br />
la mayoría de los corrales de engorde, el trabajo de los últimos 30 metros, que incluye la
entrada al corral circular y la salida de éste hacia la manga de vacunación, lo hace una<br />
persona a pie. En esta empresa, en cambio, el ganado jamás pasaba por la experiencia de<br />
ser manejado por gente a pie. Las únicas personas que veían a pie eran las que trabajaban<br />
en la manga de inmovilización.<br />
En otro rancho pasaba lo contrario: era imposible trabajar a caballo con el ganado. El<br />
propietario siempre trabajaba a pie, y la primera vez que los animales veían gente a<br />
caballo era cuando se los enlazaba para marcarlos. Por ello, ese ganado había adquirido<br />
miedo a las personas montadas a caballo. Es probable que, al llegar al corral de engorde,<br />
estos animales serían difíciles de manejar por gente a caballo.<br />
Las primeras experiencias son las que no se olvidan<br />
La primera experiencia de un animal con algo nuevo puede tener un efecto muy<br />
duradero en su comportamiento futuro. Los animales tienden a reaccionar ante cada<br />
situación según haya sido su primera experiencia. Si la primera experiencia de un ternero<br />
con la gente es mala, ya sea a pie o a caballo, es probable que ese animal sea difícil de<br />
manejar por el resto de su vida.<br />
Durante las semanas previas a la marcación, los ganaderos deberían recorrer los lotes de<br />
animales con una actitud neutra e inofensiva, metiéndose entre ellos tanto a pie como a<br />
caballo. También se debería enseñar al ganado a tolerar el movimiento de vehículos. Este<br />
manejo contribuirá a producir animales más mansos, que serán más productivos en el<br />
corral de engorde.<br />
Investigaciones realizadas en Colorado State University indican que los animales que se<br />
agitan y ponen nerviosos durante el trabajo en la manga tienen menores ganancias de<br />
peso en el corral de engorde y producen un porcentaje más alto de carne oscura y dura.<br />
Los investigadores australianos también han comprobado que los terneros habituados a<br />
que la gente se mueva entre ellos, tanto a pie como a caballo, se convierten en animales<br />
más mansos cuando crecen.<br />
En una reunión reciente, un ranchero me preguntó si ponerle una caravana en la oreja a<br />
un ternero recién nacido puede tener un efecto negativo en su comportamiento futuro. Si<br />
bien los bovinos tienen recuerdos imborrables, no existen investigaciones que determinen<br />
que un ternero recién nacido tenga buena memoria. El trato requerido para ponerle una<br />
caravana a pocos días de nacido será mucho menos estresante que el que hará falta más<br />
adelante, cuando haya que enlazarlo o pasarlo por una manga. Para evitar posibles<br />
problemas, sería mejor tratar al ternero con suavidad y hacer este trabajo lo más temprano<br />
que se pueda tras el nacimiento del animal.<br />
El temperamento arisco de los continentales<br />
En todos los casos arriba comentados, los animales pertenecían a las razas continentales<br />
puras o eran cruzas con las mismas. ¿Por qué podrían ser más ariscos que los de razas<br />
índicas o británicas?<br />
Los científicos franceses P. Le Neindre, X. Boivin y A. Boissy publicaron un artículo<br />
en Applied <strong>Animal</strong> Behavior Science, donde se ocupan de los problemas observados
cuando las razas ganaderas que originariamente habían sido desarrolladas para usos<br />
intensivos, como las lecheras, son trasladadas a campos extensivos. Ellos sostienen que<br />
los animales que han sido mansos bajo un sistema intensivo pueden volverse indómitos<br />
cuando se los larga en campos abiertos.<br />
Pienso que el problema se debe a su tendencia a entrar en pánico al ser expuestos<br />
súbitamente a situaciones novedosas. Muchos rancheros me han contado historias de<br />
animales de razas continentales que son mansos y tranquilos mientras están en el rancho<br />
donde han nacido, pero se vuelven locos cuando se los lleva a la pista de ventas. Los<br />
criadores de ganado puro para reproducción han reconocido la importancia de seleccionar<br />
animales que sean menos ariscos. Existen diferencias marcadas de temperamento entre<br />
las distintas líneas genéticas de una misma raza.<br />
Cuando hablo ante reuniones de productores ganaderos, los rancheros suelen<br />
preguntarme por qué las razas británicas, como la Hereford y la Angus, son más mansas<br />
que las continentales. Puede tener que ver con la forma en que los primeros criadores de<br />
ganado bovino seleccionaron animales en Gran Bretaña y en el continente. Las razas<br />
Hereford y Angus fueron desarrolladas en Gran Bretaña como razas productoras de carne<br />
que eran criadas en pasturas. No tenían un trato cotidiano con la gente. Cuando había que<br />
trabajar con ese ganado en las instalaciones de aquellos tiempos, los animales que se<br />
descontrolaban o se ponían agresivos eran descartados. Seguramente hubo una fuerte<br />
presión selectiva en favor de los animales mansos.<br />
En contraste, las razas continentales originarias de Francia, Italia y Alemania fueron<br />
desarrolladas desde el comienzo para cumplir con varios propósitos. Mientras que los<br />
Hereford y Angus fueron seleccionados para producir carne, las razas de los países del<br />
continente debían proveer vacas lecheras, animales de tiro y también producir carne. Es<br />
posible que el ganado continental se haya criado en medio de una asociación mucho<br />
mayor con la gente que el ganado británico. Hay razas europeas como la Salers y la<br />
Simmental que todavía son utilizadas como ganado lechero hoy en día. Si un animal es<br />
manejado todos los días por la gente y se cría en un ambiente lleno de personas y de<br />
actividad, estas experiencias se convierten en su hogar familiar. En la actualidad, los<br />
británicos todavía crían sus animales en pasturas, mientras que muchos animales de razas<br />
carniceras criados en países del continente europeo viven en pequeños galpones y tienen<br />
una asociación muy estrecha con sus dueños. Cuando los animales se crían de esta<br />
manera, hay mucho menos descarte por mal temperamento.<br />
Si los terneros son expuestos a muchas experiencias novedosas cuando son jóvenes, los<br />
productores ganaderos lograrán que sus animales sean más mansos. Aunque la genética<br />
arisca esté presente, no habrá comportamientos nerviosos, pues los animales habrán<br />
aprendido que la abundancia de gente, vehículos y actividades no constituyen una<br />
amenaza.<br />
Una de las mejores formas de lograr que un animal manifieste su temperamento innato<br />
es exponerlo repentinamente a una situación novedosa y alarmante, como por ejemplo<br />
una pista de ventas. Los animales que se agiten excesivamente en esta situación serán<br />
aquellos que posean un temperamento genéticamente arisco.
GUÍA PARA RESOLVER PROBLEMAS USUALES<br />
EN EL MANEJO <strong>DE</strong> LOS ANIMALES<br />
Por la Dra. Temple Grandin<br />
Profesora del Departamento de Ciencia <strong>Animal</strong><br />
Colorado State University<br />
Fort Collins, Colorado 80523-1171<br />
Publicado en Meat & Poultry, marzo de 2000<br />
Traducido por el Dr. Marcos Giménez-Zapiola<br />
Para atender las necesidades de los clientes de hoy en día, va a haber una demanda cada<br />
más mayor de carne de calidad, que esté libre de defectos tales como la carne vacuna<br />
oscura y la carne porcina pálida, suave y exudante (PSE). La carne vacuna oscura es<br />
rechazada por los consumidores porque es más seca, tiene un color distinto, su pH es más<br />
alto y su vida útil es más corta. La carne de cerdo PSE se seca demasiado porque tiene<br />
poca capacidad de retención del agua.<br />
El buen trato y el bienestar de los animales se están convirtiendo en un asunto cada vez<br />
más importante para el consumidor, y los grandes compradores de carne, como la<br />
empresa McDonald´s Corp., de Oak Brook, Illinois, han comenzado a ejercer auditorías<br />
sobre las prácticas de manejo e insensibilización de los animales durante la faena. La<br />
mayoría de los problemas del manejo de animales son fáciles de solucionar. El reentrenamiento<br />
de los empleados y una mejor supervisión bastan para resolver la mayor<br />
parte de los problemas. Una auditoría sistemática ayudará luego a mantener las buenas<br />
prácticas de manejo.<br />
La gente controla el manejo de las cosas que puede medir. Los elevados niveles de<br />
vocalización durante el procesamiento (chillidos, mugidos y balidos) son una señal de<br />
problemas en el manejo. En las plantas que tienen un buen nivel, solamente el 3 por<br />
ciento o menos de los animales emitirá señales vocales. Las mejores plantas de faena de<br />
porcinos tienen salas de insensibilización que están en silencio la mitad del tiempo.<br />
La carne PSE u oscura es causada por una combinación de factores internos y externos a<br />
las plantas de faena. Esta guía de soluciones simples permitirá diferenciar estos factores.<br />
La carne vacuna oscura se produce cuando el animal agota sus reservas de glucógeno,<br />
que es la fuente de energía de los músculos. Se parece a un automóvil que marcha bien<br />
hasta que se le vacía el tanque de combustible. Algunos de los factores que drenan las<br />
reservas del animal son los cambios severos en el clima, el exceso de implantes<br />
promotores del crecimiento, el manejo rudo y la permanencia en los corrales de la planta<br />
durante la noche previa a la faena. Ningún factor basta para producir la carne oscura;<br />
generalmente se trata de una combinación de factores.<br />
La carne porcina PSE es causada por una combinación de factores genéticos y factores<br />
internos a la planta de faena, tales como el uso excesivo de la picana eléctrica y las fallas<br />
en el proceso de enfriado. Las plantas que mejoran el manejo en la manga de noqueo<br />
logran reducir el PSE en un 10 por ciento. Los últimos cinco minutos en la manga de<br />
noqueo son críticos. Un buen cerdo puede ser arruinado justo antes de ser insensibilizado<br />
para la faena.
Se puede utilizar esta guía para detectar y corregir aquellas fallas, tanto internas como<br />
externas a la planta de faena, que pueden contribuir a que haya carne oscura o PSE. Esta<br />
guía también servirá a quienes la sepan aprovechar para obtener puntajes excelentes en<br />
las auditorías de McDonald's o de otro gran cliente.<br />
Problema: altos niveles de carne oscura<br />
Causas probables Soluciones<br />
Los animales de<br />
determinados corrales de<br />
engorde (feedlots) originan<br />
un porcentaje elevado de<br />
carcasas de carne oscura<br />
Algunos animales de<br />
determinados corrales de<br />
engorde se agitan mucho y<br />
son difíciles de manejar<br />
Alto porcentaje de animales<br />
que se montan entre sí,<br />
produciendo más carcasas<br />
de carne oscura<br />
Lotes de ganado que pasan<br />
la noche en corrales de<br />
espera<br />
Manejo rudo y exceso de<br />
uso de la picana eléctrica<br />
Cambios repentinos en la<br />
temperatura, o temperaturas<br />
extremadamente altas. Estos<br />
factores tendrán un efecto<br />
mayor en los animales<br />
ariscos o que han sido<br />
implantados para lograr la<br />
ganancia de peso máxima<br />
Trabajar junto con los corrales de engorde (feedlots) para reducir<br />
el uso excesivo de implantes promotores de crecimiento. Los<br />
implantes de TBA (una hormona masculina sintética) y de<br />
estrógenos están asociados a una mayor susceptibilidad a la carne<br />
oscura. Estos productos deberían ser usados con mesura<br />
Algunas cruzas con razas continentales son excitables. Antes de<br />
salir para la planta de faena, los animales de estas cruzas debe ser<br />
acostumbrados a tolerar le presencia de operarios que trabajan a<br />
pie. El ganado habituado a ser arreado a caballo en el corral de<br />
engorde puede ser difícil de manejar por gente a pie cuando llega<br />
a la planta<br />
Controlar las orejas para detectar implantes aplastados.<br />
Suministrar más bebederos y más espacio en los comederos de<br />
los corrales de engorde. Los animales que luchan por llegar a un<br />
comedero o bebedero sobrecargado tienden a montarse más<br />
Reducir la cantidad de animales que pasan la noche en espera<br />
Re-entrenar a los empleados y aplicar lo recomendado en la<br />
sección de esta guía referida a los animales que retroceden<br />
La carne oscura aparece con mayor frecuencia entre las 24 y las<br />
48 horas posteriores a cambios severos en el clima. Faenar el<br />
ganado de inmediato, o bien retenerlo en el corral de engorde 10 a<br />
15 días para que los animales puedan reponer sus reservas de<br />
glucógeno
posible<br />
Novillos castrados a una<br />
edad tardía<br />
Ganado de distinto origen<br />
se mezcla poco antes de la<br />
faena. Las montas,<br />
topetazos y empujones<br />
agotan el glucógeno<br />
(energía) de los músculos<br />
de los animales<br />
Algunos productores ganaderos hacen esto para lograr una alta<br />
ganancia de peso. Trabajar con los proveedores de ganado para<br />
que castren los terneros a una edad más temprana<br />
Abstenerse de mezclar ganado de lotes distintos, ya sean de<br />
engorde a corral o de pasturas. Cuando se los mezcla, los<br />
animales luchan para establecer un nuevo orden de dominación.<br />
Puede tomarles más de una semana recuperar sus niveles de<br />
glucógeno<br />
Problema: Altos niveles de carne porcina pálida, suave y exudante<br />
Causas probables Soluciones<br />
Uso excesivo de picanas<br />
eléctricas en la zona de<br />
insensibilización previa a la<br />
faena<br />
Los cerdos de ciertos<br />
productores son excitables y<br />
difíciles de arrear<br />
Los cerdos de ciertos<br />
productores tienen altos<br />
niveles de PSE, por más<br />
que se los maneje en calma<br />
en la planta de faena<br />
Los cerdos de gran tamaño,<br />
mucho peso y músculos<br />
grandes tienen más PSE<br />
que los cerdos pequeños.<br />
Esto sucede más<br />
Re-entrenar a los empleados para que mejoren el movimiento de<br />
los animales. Retirar las picanas eléctricas de las manos de los<br />
operarios y ponerlas en una repisa, donde deberían estar la mayor<br />
parte del tiempo. Un caño de plástico, un banderín o una paleta<br />
deberían ser las principales herramientas de arreo<br />
Asesorar a los productores para que hagan que sus empleados<br />
caminen dentro de los corrales todos los días durante el período<br />
de engorde, para enseñar a los animales a levantarse en calma y a<br />
moverse alrededor de las personas. Este problema también puede<br />
reducirse mediante cambios en la genética<br />
El productor ganadero necesita cambiar sus reproductores para<br />
eliminar los genes que transmiten la propensión a sufrir estrés.<br />
También se puede cortar la alimentación antes del embarque, pues<br />
los cerdos llenos de comida tienen más PSE<br />
Mejorar el enfriado de la carne. Las carcasas de mayor tamaño se<br />
enfrían más lentamente y retienen más el calor corporal.<br />
Posiblemente convenga cambiar la genética. Todos los cerdos<br />
deben tener por lo menos dos horas de descanso y deben ser<br />
duchados antes de insensibilizarlos para la faena
frecuentemente en tiempos<br />
calurosos<br />
Problema: Los animales se frenan y se resisten a avanzar a lo largo del sistema.<br />
Se necesita un uso constante de picanas eléctricas para mantener el ritmo<br />
de avance de acuerdo con la velocidad de la faena<br />
Causas probables Soluciones<br />
Los animales se frenan y se<br />
resisten a entrar en la<br />
manga de transporte e<br />
inmovilización<br />
En días soleados, los<br />
animales se resisten a entrar<br />
a un edificio o un espacio<br />
techado, aunque se mueven<br />
sin problemas de noche o en<br />
días nublados<br />
A veces, los animales<br />
avanzan con facilidad, y<br />
otras veces, se ponen<br />
difíciles de arrear sin<br />
motivos aparentes<br />
Los animales se resisten a<br />
entrar al cajón de noqueo<br />
Instalar una lámpara, como las de los atracaderos de camiones,<br />
para<br />
iluminar la entrada de la manga. Se debe iluminar la entrada, y<br />
NUNCA apuntar directamente a los ojos de los animales que<br />
avanzan. Si esto no funciona, controlar que la parrilla del techo<br />
del transportador no toque el lomo de los animales. Si sigue<br />
habiendo detenciones, pueden deberse a la falta de un piso falso<br />
bajo la línea de transporte e inmovilización. Instalar un piso falso<br />
de acero o de cinta de transporte para que los animales no puedan<br />
ver el espacio vacío abajo de la manga. Asegurarse de que los<br />
animales no puedan ver a la gente o a los objetos que se mueven<br />
detrás de la manga<br />
Los animales tienden a moverse de los lugares oscuros a los<br />
lugares iluminados. Para que entre más luz, instalar paneles<br />
traslúcidos en el techo o en las paredes, que permitan tener una<br />
iluminación natural con menos contrastes<br />
Buscar si hay cambios en el funcionamiento de los conductos de<br />
aire de ventilación situados sobre las mangas y callejones. Los<br />
animales se detendrán si sienten una corriente de aire contra sus<br />
caras cuando entran a la manga de noqueo. Las corrientes de aire<br />
pueden cambiar cuando se activan los diferentes ventiladores del<br />
sistema. Los cambios en la dirección del viento y en las<br />
estaciones del año también pueden alterar las corrientes de aire<br />
Agregar un trozo de cinta transportadora a la parte inferior de la<br />
puerta, para que el animal no pueda ver las manos del operario<br />
que le va a sujetar las patas. Instalar silenciadores en las salidas de<br />
aire comprimido para reducir los ruidos. Instalar una pantalla para<br />
que el animal no vea, antes de entrar al cajón, personas o carcasas
Los animales se resisten a<br />
salir del corral de encierro y<br />
a entrar en la manga de una<br />
fila<br />
Los bovinos o porcinos se<br />
frenan en un callejón o en la<br />
báscula<br />
en movimiento adelante. Los animales también se frenarán si<br />
pueden ver bajo la puerta las patas del animal noqueado<br />
previamente<br />
Re-entrenar a los empleados para que arreen grupos más<br />
pequeños de vacunos o porcinos y para que llenen el corral de<br />
encierro hasta la mitad. Los vacunos y porcinos necesitan espacio<br />
para girar. Los ovinos pueden ser manejados en grandes grupos.<br />
Recorrer la manga con la mirada a la misma altura que los<br />
animales para detectar factores de distracción, tales como<br />
extremos de cadenas que se mueven, agua que gotea en el reflejo<br />
de un charco, piezas de metal que traquetean o movimientos de<br />
gente adelante. Reubicar las luces en el techo para eliminar<br />
reflejos. Suprimir chirridos en la entrada de la manga<br />
Detectar objetos en movimiento que pueden no ser obvios, tales<br />
como las aletas de un ventilador que se mueve lentamente por el<br />
viento, o un pedazo suelto de plástico o de cinta aisladora que<br />
cuelga de un caño situado arriba de los animales
EFECTO <strong>DE</strong> LAS AUDITORÍAS <strong>DE</strong> BIENESTAR ANIMAL EN PLANTAS <strong>DE</strong><br />
FAENA<br />
POR PARTE <strong>DE</strong> UNA GRAN EMPRESA <strong>DE</strong> COMIDAS RÁPIDAS<br />
Por Temple Grandin, Ph.D.<br />
Departamento de Ciencia <strong>Animal</strong><br />
Colorado State University<br />
Fort Collins, Colorado 80523-1171<br />
Publicado en Journal of the American Veterinary Medical Association,<br />
Vol. 216, No. 6 (15 de marzo de 2000), pp. 848-851. La autora agradece<br />
el apoyo de McDonald’s Corporation y su equipo de HACCP.<br />
Traducción del Dr. Marcos Giménez-Zapiola<br />
Objetivo: Determinar el porcentaje de animales que son noqueados correctamente y que<br />
vocalizan (balan o mugen) cuando un gran cliente comprador de carne realiza auditorías<br />
en las plantas de faena.<br />
Diseño: Registro de las prácticas habituales.<br />
Muestra del estudio: 22 plantas de faena bajo inspección federal (USDA).<br />
Procedimiento: Las tres variables evaluadas en cada planta fueron la eficacia en el<br />
noqueo, la insensibilidad en el riel de desangrado y la vocalización.<br />
Resultados: Del total de 22 plantas, 17 (77%) lograban el 95% o más de animales<br />
noqueados con un solo disparo de la pistola de perno retráctil. Veinte plantas (91%)<br />
alcanzaban el 100% de animales completamente insensibles antes de colgarlos del riel de<br />
desangrado. Dieciocho de 21 plantas (86%) tenían niveles de vocalización del ganado de<br />
3% o menos. El promedio de vocalización en todas las plantas fue 3,08%, con un rango<br />
de 0,66 a 17%.<br />
Conclusiones: Los resultados del estudio indican que las auditorías a las plantas de<br />
faena por parte de los grandes compradores pueden motivar a la industria de la carne a<br />
mejorar sus prácticas de manejo y noqueo.<br />
Existe una creciente preocupación pública por el bienestar animal. Durante un viaje por<br />
Europa, la autora tomó conocimiento de que varias grandes cadenas de supermercados<br />
están haciendo auditorías a sus proveedores de carne para asegurarse de que cumplen con<br />
las reglamentaciones sobre matanza humanitaria. Hasta hace poco tiempo, no se hacía<br />
este tipo de auditorías en las plantas de faena de EE.UU. El 5 de febrero de 1999, el<br />
Instituto Norteamericano de la Carne (American Meat Institute), con el apoyo de un<br />
fondo de McDonald’s Corporation, organizó un encuentro en Kansas City con el objeto<br />
de enseñar a los representantes de la industria las pautas desarrolladas por ese instituto<br />
para el manejo y el noqueo. En esta reunión, se presentó a los representantes de las<br />
industrias de la carne y de las comidas rápidas un sistema objetivo de calificación de las<br />
prácticas de manejo y de noqueo. 1, 2 Un representante de McDonald’s Corporation<br />
anunció que su equipo de puntos críticos de control para el análisis de riesgos (HACCP),<br />
que hace auditorías de seguridad alimentaria a sus plantas proveedoras, trabajaría con la
autora para agregar a su programa la auditoría del manejo y el noqueo de los animales. La<br />
compañía Wendy’s International, Inc., también comenzó a auditar a sus proveedores en<br />
estos aspectos.<br />
En un estudio de plantas de faena dirigido por la autora en 1996 para el Departamento de<br />
Agricultura de EE.UU. (USDA), la magnitud de los problemas encontrados fue<br />
sorprendente, teniendo en cuenta que todas las plantas inspeccionadas tuvieron un<br />
preaviso de varias semanas. En esa oportunidad, sólo 3 plantas de un total de 10 lograban<br />
insensibilizar el 95% o más de los animales con un solo disparo de la pistola de perno<br />
retráctil. 2 Una planta de faena de terneros inspeccionada para ese estudio, que tenía una<br />
efectividad del 100% en el primero disparo, no fue incluída en el cálculo del promedio<br />
general de eficacia en el primer disparo. En una de las plantas, los empleados paralizaban<br />
a los animales con picanas eléctricas para poder noquearlos, y en otra, el capataz de la<br />
sala de matanza picaneaba excesivamente a los animales, y el dispositivo inmovilizador<br />
los apretaba demasiado. Esto daba como resultado un nivel de vocalización (mugidos y<br />
balidos) que afectaba al 32% de los animales. De las 7 plantas de faena estudiadas en<br />
1996, sólo 3 alcanzaban puntajes de vocalización del 3% o menos de los animales. Cada<br />
planta fue visitada una sola vez en 1996 debido a restricciones de tiempo y presupuesto.<br />
El propósito de este estudio es determinar los porcentajes de animales que son noqueados<br />
correctamente y que vocalizan una vez que un gran comprador de carne (es decir,<br />
McDonald’s Corp.) realiza auditorías a sus plantas proveedoras.<br />
Materiales y métodos<br />
Los métodos de auditoría utilizados en este estudio fueron similares a los del estudio<br />
realizado en 1996 para el USDA. 3 Tanto en las auditorías de 1999 como en el estudio de<br />
1996, las visitas a las plantas de faena fueron anunciadas con varias semanas de<br />
anticipación. Las visitas sin anuncio previo podían terminar en negativas a la entrada o en<br />
la ausencia del personal directivo clave. En este estudio, las auditorías de bienestar<br />
animal se combinaron con las de seguridad alimentaria mediante el HACCP, para<br />
economizar tiempo y costos. Esto permitió asegurar que los gerentes a cargo de los temas<br />
claves de control de calidad estuvieran presentes, para examinar los registros de HACCP.<br />
Durante la primera mitad de 1999, se hicieron auditorías de una única visita a 22 plantas<br />
de faena. Quince de ellas faenaban novillos y vaquillonas engordadas a corral, y las otras<br />
7 faenaban vacas de campo. La autora visitó juntamente con el equipo de HACCP 14 de<br />
estas 22 plantas, que estaban en las inmediaciones de 4 ciudades de las principales zonas<br />
de engorde a corral de Kansas, Texas y Nebraska. Durante estas visitas, la autora recogió<br />
datos y entrenó a los integrantes del equipo de HACCP. Otras 5 plantas de Kansas, Texas<br />
y Wisconsin fueron auditadas por uno de los miembros de este equipo. Las otras 3<br />
plantas, situadas en Colorado y en Pennsylvania, fueron auditadas por la autora. De las<br />
22 plantas auditadas, 13 (59%) tenían velocidades de cadena (es decir, ritmos de faena)<br />
de 300 o más cabezas por hora; 6 (27%) tenían velocidades de 101 a 299 cabezas por<br />
hora, y las 3 restantes (14%), de 100 cabezas o menos por hora. El estudio incluyó a todas<br />
las plantas que faenan más de 300 cabezas por hora del país, con una sola excepción. La<br />
visita a esta planta fue cancelada por razones de programación. Las plantas de faena<br />
auditadas son representativas de la gran industria de la carne, pero quizás no tanto de las<br />
plantas de faena de vacas, porque no se cubrió las regiones de la costa oeste y del sudeste<br />
del país. Debido a las agendas de viaje sobrecargadas de la autora y de los miembros del
equipo de HACCP, 22 plantas fueron la cantidad máxima que se pudo auditar. La autora<br />
no determinó el itinerario ni eligió las plantas auditadas.<br />
En todas las plantas con cadenas de matanza de menos de 100 cabezas por hora, se<br />
recogieron datos de 100 a 300 animales, según la velocidad de la faena. Los datos se<br />
recolectaron en bloques de 100, 200 o 300 animales. En las tres plantas más pequeñas,<br />
cuyas cadenas de faena promediaron 65 cabezas por hora, se recogieron datos sobre 50<br />
animales. Los animales fueron calificados por sí o por no en tres variables, usando los<br />
mismos métodos del estudio de 1996. 2 Esta escala sí/no fue adoptada para evitar sesgos<br />
basados en la intensidad del malestar animal. Las tres variables fueron el porcentaje de<br />
animales insensibilizados con un solo disparo de la pistola de noqueo de perno retráctil,<br />
el porcentaje de animales insensibles al colgar del gancho de desangrado, y el porcentaje<br />
de animales que vocalizaron durante el movimiento y el noqueo. La efectividad del<br />
primer disparo y la insensibilidad en el gancho fueron consideradas por separado, pues a<br />
veces el animal parece haber sido correctamente noqueado pero exhibir señales de<br />
recuperar la sensibilidad en el riel de desangrado. Los animales fueron considerados<br />
como sensibles en el gancho si se observaba cualquiera de los siguientes signos: reflejos<br />
oculares en respuesta al tacto, pestañeo, reflejo de enderezarse, vocalización o respiración<br />
rítmica. Durante el movimiento y el noqueo, cada animal fue clasificado como<br />
vocalizador o no vocalizador, sin importar si estaba en el corral de encierro, la manga de<br />
una sola fila, el cajón de noqueo o el inmovilizador. La persona que recogía los datos<br />
sobre vocalización estaba ubicada en una posición cercana al cajón de noqueo o a la<br />
entrada del inmovilizador.<br />
Resultados<br />
Del total de 22 plantas, 17 (77%) noqueaban al 95% o más de los animales con un solo<br />
disparo de la pistola de noqueo de perno retráctil. El promedio de eficacia en el primer<br />
disparo fue de 94,3%. Dos plantas de faena tuvieron promedios de eficacia bajos, de 77 y<br />
72% en el primer disparo. Si se excluyen los resultados de estas dos plantas con bajos<br />
rendimientos, el promedio general de eficacia en el primer disparo sube a 96,6%. Las tres<br />
plantas con mejores puntajes tuvieron una eficacia del 100, 99 y 99%.<br />
Las dos plantas de bajo puntaje arriba mencionadas utilizaban pistolas neumáticas que no<br />
tenían un mantenimiento adecuado. Otra planta, cuya eficacia en el primer disparo era del<br />
94%, tenía una falla en el gatillo de la pistola neumática de noqueo. Dos plantas con<br />
puntajes inferiores al 95% intentaban noquear 390 cabezas por hora con un solo operario,<br />
lo que no le daba tiempo suficiente para apuntar la pistola neumática. Una planta que<br />
faenaba 390 cabezas por hora logró un 95% de eficacia en el primer disparo empleando a<br />
dos personas que usaban pistolas de noqueo de perno retráctil activadas por cartuchos.<br />
Una planta que faenaba 330 cabezas por hora pudo alcanzar una eficacia del 95% en el<br />
primer disparo con un solo operario, usando una pistola nueva de perno penetrante que no<br />
inyecta aire en el cerebro del animal. La inyección de aire es motivo de preocupación en<br />
cuanto a la seguridad alimentaria, debido a las partículas cerebrales que pueden<br />
trasladarse al corazón u otras partes del cuerpo. 4<br />
En las 17 plantas donde la autora recolectó información (14 con el equipo de HACCP y 3<br />
ella sola), se tabuló la información sobre el tipo de pistolas de noqueo de perno retráctil.<br />
En 5 de ellas se usaron pistolas activadas a cartucho, y todas ellas lograron 95% o más de<br />
eficacia en el primer disparo, con un promedio conjunto de 97,2%. En las 12 restantes,
que usaban pistolas neumáticas, el promedio de eficacia en el primer disparo fue 92,4%,<br />
aunque 7 de ellas lograron puntajes de 95% o más. La mayoría de las plantas de faena<br />
han dejado de utilizar pistolas neumáticas que inyectan aire en el cerebro, pero 2 de estas<br />
12 plantas todavía las usan.<br />
Veinte plantas (91%) del total de 22 lograban un 100% de animales completamente<br />
insensibles en el riel de desangrado. En una de las 2 plantas donde hubo animales<br />
sensibles en el gancho, había una sola persona matando 390 cabezas por hora. En la otra,<br />
La pistola neumática había sido mantenida de acuerdo con las especificaciones de<br />
fábrica, pero no impulsaba el perno retráctil con fuerza suficiente. La pistola no rebotaba<br />
ni golpeaba hacia atrás al dispararla. Un animal tuvo el reflejo de enderezarse, aún<br />
cuando había sido correctamente insensibilizado. Es probable que esto se debiera a que el<br />
trépano cilíndrico se había desgastado.<br />
De un total de 21 plantas, 18 (86%) alcanzaron puntajes de 3% o menos de animales que<br />
vocalizaban. El promedio de vocalización para todas las plantas fue de 3,08%. Los<br />
puntajes variaron entre 0,66 y 17%. Diez plantas sobre 21 (48%) tuvieron porcentajes del<br />
1% o menos. Cuatro plantas tuvieron puntajes altos, del 7, el 8, el 12 y el 17%. No se<br />
recogió este dato en una planta, pero la autora estima que el puntaje de vocalización<br />
estaba entre el 2 y el 3%. En la planta que tuvo el 8% de vocalización, el ganado se<br />
rehusaba a ingresar a una manga de inmovilización oscura, y se empleaba una picana<br />
eléctrica para forzarlo a entrar. Se tomaron datos de esta planta luego de instalar una<br />
lámpara que iluminara la entrada de la manga, y la vocalización bajó a cero, porque no<br />
había necesidad de picanear a los animales para que entraran. La iluminación de la<br />
entrada de una línea de transporte e inmovilización suele facilitar el ingreso. 5,6 En las<br />
plantas con 12 y 17% de animales que vocalizaban, los animales retrocedían debido al<br />
“efecto visual de precipicio”, pues podían ver a través de la base del transportador, que<br />
estaba a más de 3 metros del piso. Un falso piso reducirá el retroceso de los animales,<br />
pues les genera la ilusión de que tienen donde apoyarse aunque sus pezuñas estén en el<br />
aire una vez que están montados en el transportador. En la otra planta de mucha<br />
vocalización (7%), el inmovilizador tenía piezas rotas de bordes filosos que se hincaban<br />
en los animales, y además se les aplicaba al máximo una picana eléctrica de intensidad<br />
variable. Una vez que se bajó la intensidad, se auditaron 100 animales más y el total de<br />
vocalización bajó del 7 al 2,5%. Este porcentaje remanente parecía estar respondiendo a<br />
los bordes rotos y filosos del dispositivo de inmovilización. En las dos plantas donde se<br />
midieron dos veces los porcentajes de vocalización, se utilizaron los porcentajes iniciales<br />
para el cálculo del promedio general. No se pudo hacer una segunda medición en las<br />
plantas con 12 y 17% de vocalización, porque no hubo tiempo de instalar un piso falso en<br />
el transportador durante el tiempo limitado de la auditoría.<br />
En las 17 plantas de faena en que la autora recolectó los datos (14 con el equipo de<br />
HACCP y 3 sola), los puntajes promedio fueron como sigue: eficacia del primer disparo<br />
de noqueo, 93,8%; insensibilidad en el riel de desangrado, 91%; vocalización, 2,73%. En<br />
las 5 plantas donde solamente un miembro del equipo de HACCP recolectó los datos, los<br />
puntajes promedio fueron: eficacia del primer disparo de noqueo, 98,4%; insensibilidad<br />
en el riel de desangrado, 100%; vocalización, 4,2%. Un miembro del equipo de HACCP<br />
auditoreó él solo 3 plantas pequeñas y 2 medianas. La autora auditoreó todas las plantas<br />
con velocidades de cadena de más de 300 cabezas por hora.
Discusión<br />
En el estudio de 1996, se midieron 6 variables: la insensibilidad en el riel de desangrado,<br />
la eficacia del primer disparo de noqueo, la vocalización, el uso de la picana eléctrica, las<br />
caídas y los resbalones. 2 En las auditorías de 1999, sólo se midieron tres variables:<br />
insensibilidad en el riel de desangrado, eficacia del primer disparo de noqueo y<br />
vocalización. Los procedimientos utilizados para recolectar los datos fueron los mismos<br />
en ambas mediciones.<br />
El equipo de HACCP necesitaba contar con un procedimiento simplificado de auditoría<br />
de bienestar animal, que pudiera ser llevado a cabo en alrededor de 2 horas,<br />
conjuntamente con la auditoría del HACCP para la seguridad alimentaria. El puntaje en la<br />
vocalización parece ser un indicador sensible de problemas de manejo y estrés severo.<br />
Los resultados de otra investigación indican que el porcentaje de animales que vocalizan<br />
aumenta en respuesta al uso de la picana eléctrica, el exceso de presión del mecanismo<br />
inmovilizador, los resbalones y caídas, y los yerros en el noqueo. 2,7 El porcentaje de<br />
vocalización también aumenta cuando se pone a los animales patas para arriba o se los<br />
marca, y se correlaciona con el aumento de las concentraciones de cortisol en la sangre. 8<br />
La marca con hierros al rojo provoca un porcentaje significativamente mayor de animales<br />
que vocalizan, que la marca fría o la inmovilización en la manga de compresión. 9 Existen<br />
evidencias de que ciertos tipos genéticos de ganado Holstein y Angus vocalizan más que<br />
otros tipos de las mismas razas. a, b Si bien algunos tipos de ganado son más propensos a<br />
vocalizar, en el estudio que aquí se expone, todas las plantas de faena que reducían al<br />
mínimo el uso de la picana eléctrica y que arreaban el ganado en calma tuvieron puntajes<br />
de 3% o menos, lo que satisface las recomendaciones del Instituto Norteamericano de la<br />
Carne (American Meat Institute). 1<br />
Las observaciones realizadas por la autora en el estudio de 1996 y las auditorías de 1999<br />
indican que hay más variación entre las plantas de faena en la intensidad de los choques<br />
eléctricos de las picanas que en la tendencia del ganado a vocalizar. En algunas de las<br />
plantas observadas en 1996 había picanas eléctricas de fabricación casera que hacían<br />
vocalizar a casi todos los animales, y en otro caso, las picanas eran tan débiles que no<br />
provocaban vocalización, y los ganados casi no reaccionaban. Uno de los problemas de<br />
medir el uso de la picana eléctrica en el ganado es que suele ser difícil determinar si un<br />
animal recibió efectivamente un choque. Esto es especialmente difícil cuando se operan<br />
picanas a batería, en las que hay que oprimir un botón. La medición de la vocalización es<br />
mucho más fácil, porque se clasifica al animal como vocalizador si se le escucha<br />
cualquier vocalización mientras está en la zona de noqueo, no importa su intensidad. Los<br />
puntajes de vocalización suelen reflejar problemas con bordes filosos, presión excesiva<br />
del dispositivo inmovilizador, y resbalones o caídas. Los resultados del estudio de 1996 y<br />
de las auditorías de 1999 indican claramente que los puntajes de vocalización disminuyen<br />
cuando se reduce el uso de la picana eléctrica. 2,3,7<br />
Dadas las diferencias entre las plantas incluídas en el estudio de 1996 y las auditorías de<br />
1999, no fue posible hacer comparaciones estadísticamente válidas entre los datos de<br />
ambas mediciones. El estudio de 1996 incluyó un porcentaje más alto de plantas de faena<br />
pequeñas. De las 10 plantas visitadas ese año, 2 eran grandes, con velocidades de cadena<br />
de más de 300 cabezas por hora, 3 eran medianas y 5 eran pequeñas, con velocidades de<br />
cadena de menos de 100 cabezas por hora. Las auditorías de 1999 incluyeron más plantas
grandes, y sus resultados pueden haber sido afectados debido a que las realizaba una gran<br />
empresa compradora de carne en vez del USDA.<br />
Hay indicaciones de que la industria ha hecho mejoras significativas desde 1996. Dos<br />
grandes plantas de faena, con velocidades de cadena de más de 300 cabezas por hora,<br />
fueron visitadas en 1996 y 1999. En ambas, la eficacia del primer disparo de noqueo<br />
mejoró, pasando del 85 al 97% en un caso y del 88 al 95% en el otro. En ambas<br />
mediciones, todos los animales estaban insensibilizados en el riel de desangrado. La<br />
principal causa de la mejora había sido la incorporación de manijas de diseño<br />
ergonómico, que facilitaban al operador la colocación de la pesada pistola neumática. Las<br />
tres plantas pequeñas de faena de vacas visitadas en 1999 tuvieron más eficacia en el<br />
primer disparo de noqueo que las 5 plantas pequeñas comparables visitadas en 1996. En<br />
1999, estas plantas tuvieron niveles de eficacia del primer disparo de noqueo del 96, 97 y<br />
99%, y puntajes de vocalización del 2, 2 y 0%. Todos los animales estaban<br />
insensibilizados en el riel de desangrado. Las 5 plantas pequeñas visitadas en 1996<br />
tuvieron una eficacia en el primer disparo de noqueo del 80, 86, 86, 88 y 91%. En una de<br />
ellas, hubo un animal completamente sensible colgado del riel de desangrado. Los<br />
puntajes de vocalización de 4 de las plantas más pequeñas de 1996 fueron 32, 12, 6,6 y<br />
1%. No se recolectaron los puntajes de vocalización en una planta pequeña que faenaba<br />
animales caídos, porque se los insensibilizaba antes de trasladarlos al lugar de la faena.<br />
Otro gran indicador de mejoría en la industria desde 1966 es el reemplazo de las picanas<br />
eléctricas por otros instrumentos de arreo, tales como banderas, bolsas plásticas y varillas<br />
con banderines plásticos en las puntas. La práctica de la autora como consultora permitió<br />
comprobar que 6 de las plantas auditadas en 1999, que antes recurrían insistentemente a<br />
la picana eléctrica, las habían reemplazado por otros instrumentos de arreo. Entre los que<br />
se observaron, había bolsas plásticas llenas de papel arrugado, banderas y bolsas infladas.<br />
Dos plantas de faena auditadas en 1999 habían realizado amplias experimentaciones con<br />
la iluminación, para reducir las frenadas a la entrada del cajón de noqueo. En una de<br />
ellas, el 96% de los animales entraba voluntariamente al cajón de noqueo cuando se les<br />
abría la puerta.<br />
Luego de las auditorías de 1999, una gran planta de faena que tenía deficiencias en las<br />
prácticas de manejo e insensibilización fue retirada de la lista de proveedores aprobados<br />
de McDonald’s Corporation. El personal directivo de las otras plantas parecía tomar en<br />
serio las auditorías, y han corregido la mayoría de las deficiencias. Las dos plantas en las<br />
que se hallaron animales mal insensibilizados en el riel de desangrado posiblemente<br />
necesiten auditorías sorpresivas para forzarlas a mejorar. Sin embargo, las auditorías<br />
anunciadas parecen ser efectivas en la mayoría de las plantas. Muchas empresas<br />
procesadoras de carne están haciendo sus propias auditorías internas respecto de la<br />
eficacia del primer disparo de noqueo, la insensibilidad en el riel de desangrado y la<br />
vocalización. Los gerentes de plantas de faena han informado que las auditorías sobre las<br />
prácticas de manejo e insensibilización han reducido la cantidad de contusiones en las<br />
carcasas y de animales caídos en la manga. Para mantener estándares elevados, las<br />
prácticas de manejo y noqueo deben ser auditadas de manera metódica. La gente maneja<br />
las cosas que mide.<br />
A lo largo de 27 años de carrera en el diseño de sistemas de inmovilización y de mangas<br />
para plantas de faena, la autora ha observado que las prácticas de manejo y noqueo suelen<br />
deteriorarse pocos meses después de haberse implantado un nuevo sistema, debido a que
la gerencia dejaba de seguir de cerca su funcionamiento. Parte de este programa que está<br />
poniendo en práctica McDonald’s Corporation es hacer que las plantas de faena hagan<br />
auditorías internas sobre el bienestar animal.<br />
Durante la primera mitad de 1999, la autora ha observado un aumento en el compromiso<br />
de los gerentes de plantas de faena con el bienestar animal, que no había percibido hasta<br />
entonces. Durante la segunda mitad de 1999, después de que este informe fue aceptado<br />
para su publicación, se hicieron auditorías en otras 19 plantas de faena ubicadas en 11<br />
estados. De ellas, 18 alcanzaron el 95% o más de eficacia en el primer intento de noqueo<br />
con la pistola de perno retráctil. Las 19 plantas lograban insensibilizar el 100% de los<br />
animales antes de colgarlos del riel de desangrado. Ninguna de ellas operaba a una<br />
velocidad de cadena de 390 cabezas por hora. Además, a fines de 1999, todas las plantas<br />
habían eliminado el uso de pistolas de noqueo por inyección de aire. Estas observaciones,<br />
así como los resultados de este estudio, indican que cuando los grandes compradores de<br />
carne, como McDonald’s Corporation o Wendy’s International, Inc., comienzan a<br />
monitorear el bienestar animal, la gerencia de las plantas de faena se toma el asunto más<br />
en serio.<br />
________________________________________________________________________<br />
a<br />
Jane Morrigan, Department of <strong>Animal</strong> Science, Agricultural College, Atlantic University, Truro,<br />
Nova Scotia, Canadá: Comunicación personal.<br />
b<br />
Joe Stookey, College of Veterinary Medicine, University of Saskatchewan, Saskatoon, SK,<br />
Canadá: Comunicación personal, 1999.<br />
________________________________________________________________________<br />
Referencias<br />
1. Grandin T. Good management practices for animal handling and stunning. Washington, DC:<br />
American Meat Institute, 1977.<br />
2. Grandin T. Objective scoring of animal handling and stunning practices at slaughter plants. J<br />
Am Vet Med Assoc 1998; 212:36-39.<br />
3. Grandin T. Survey of stunning and handling practices in federally inspected beef, veal, pork and<br />
sheep slaughter plants. Project No. 3602-3200-002-086. Beltsville, MD: USDA-Agricultural Research<br />
Service, 1996.<br />
4. Schmidt GR, Hossner KL, Yemm RS et al. Potential for disruption of central nervous system<br />
tissue in beef cattle by different types of captive bolt stunners. J Food Protect 1999; 62: 390-393.<br />
5. Grandin T. Factors that impede animal movement in slaughter plants. J Am Vet Assoc 1996;<br />
209:757-759.<br />
6. Grandin T. Solving livestock handling problems in slaughter plants. En: Gregory, NG, comp.<br />
<strong>Animal</strong> welfare and meat science. Wallingford, Oxon, UK: CAB International, 1998; 42-63.<br />
7. Grandin T. Feasibility of using vocalization scoring as aan indicator of poor welfare during<br />
cattle slaughter. Appl Anim Behav Sci 1998; 56:121-128.<br />
8. Dunn CS. Stress reactions of cattle undergoing ritual slaughter using two methods of restraint.<br />
Vet Rec 1990; 126: 522-525.<br />
9. Warriss CS, Stookey JM. Effects of restraint and branding on rates and acoustic parameters of<br />
vocalization in beef cattle. Appl Anim Behav Sci 1998; 55:125-135.
I. Introducción<br />
RECOMENDACIONES PARA EL MANEJO <strong>DE</strong><br />
ANIMALES EN LAS PLANTAS <strong>DE</strong> FAENA<br />
(American Meat Institute, Washington, DC, 1991)<br />
Por Temple Grandin<br />
Depto. de Ciencia <strong>Animal</strong><br />
Colorado State University<br />
Fort Collins, CO 80523-1171<br />
Traducción del Dr. Marcos Giménez-Zapiola<br />
El manejo correcto del ganado es de importancia extrema para las empresas faenadoras,<br />
por razones éticas obvias. Una vez que los animales llegan a las plantas de faena, es<br />
importante que los procedimientos de manejo sean adecuados, no solamente para<br />
asegurar el bienestar animal, sino también porque allí puede estar la diferencia entre<br />
pérdidas y ganancias, tanto por la calidad de la carne como por la seguridad de los<br />
operarios. La Ley Federal de Faena Humanitaria (Humane Slaughter Act), aprobada en<br />
EE.UU. en 1978, exige a las industrias faenadoras el cumplimiento de estándares<br />
rigurosos para el manejo y la faena de los animales. El cumplimiento de dichos<br />
estándares es monitoreado por alrededor de 7.000 inspectores federales en todo el país.<br />
La industria de la carne toma en cuenta estas reglamentaciones con la mayor seriedad.<br />
Para obtener los mejores resultados en cuanto al manejo animal, la dirección de cada una<br />
de estas plantas debe asignarle la mayor prioridad a la calidad del tratamiento y de la<br />
insensibilización o noqueo. La gerencia superior debe jugar un papel activo. Las plantas<br />
que han alcanzado mejores niveles de manejo y de insensibilización de los animales son<br />
aquellas cuyos directivos monitorean de cerca el trabajo de sus líneas de faena. Los<br />
empleados y gerentes encontrarán en este manual la información que los ayudará a<br />
mejorar la calidad del trabajo, tanto en el manejo como en el noqueo de los animales. Los<br />
operarios que procesan centenares de animales, día tras día, necesitarán cada tanto que<br />
sus supervisores les recuerden que el ganado debe ser tratado siempre con cuidado.<br />
<strong>Animal</strong>es saludables, manejados correctamente, harán que la industria de la carne<br />
funcione con seguridad, eficiencia y rentabilidad. Este manual está diseñado para<br />
contribuir a asegurar que las prácticas de manejo correctas aquí recomendadas sean<br />
ampliamente comprendidas.<br />
II. Recomendaciones sobre el transporte y las instalaciones para el<br />
encierro del ganado<br />
Prevención de lesiones y contusiones<br />
Para evitar las caídas y las lesiones que inmovilizan a los animales, es indispensable que<br />
el piso sea antideslizante. Es imposible tener un manejo humanitario y eficiente con pisos
esbaladizos. Todas las zonas por las que pasen los animales deben contar con superficies<br />
que impidan los resbalones. Se puede dotar de rugosidad a los pisos existentes mediante<br />
un martillo neumático liviano o una máquina acanaladora. En las básculas, corrales de<br />
encierro y zonas de mayor tráfico, se logrará un afirmado seguro de los animales<br />
mediante una malla cuadriculada de barras de acero de 2,5 cm. Se recomienda armar una<br />
malla con cuadrados de 30 cm de lado, con soldaduras en todas las intersecciones.<br />
Conviene usar varillas pesadas para evitar que la malla se doble.<br />
Cuando se hagan pisos nuevos de hormigón armado para ganado bovino, se recomienda<br />
que tengan un diseño cuadriculado o romboidal de 20 cm de lado, con surcos en V, de 4<br />
cm x 4 cm. Para porcinos u ovinos, conviene estampar una parrilla de metal expandido de<br />
4 cm de ancho directamente sobre el cemento húmedo. Un piso que sólo tenga una<br />
terminación rugosa se desgastará con el tiempo, y quedará liso. Por ello, los pisos deben<br />
tener surcos. También es indispensable que se emplee la mezcla adecuada de cemento,<br />
para tener el máximo de resistencia al desgaste.<br />
Un buen ejemplo de piso antideslizante<br />
Los portones, cercos y mangas deberán tener superficies lisas, para evitar magulladuras.<br />
Los bordes agudos de menor diámetro, como los de hierro angular, extremos de caños y<br />
canaletas, provocarán magulladuras. Los postes de caño redondo de más de 7,5 cm de<br />
diámetro difícilmente lastimarán a los animales. En las mangas, las puertas de tipo<br />
guillotina deberán tener contrapesos para evitar que caigan sobre los lomos y les causen<br />
contusiones. Esta es una causa frecuente de daños en la valiosa zona del lomo. El borde<br />
inferior de estas puertas debería ser forrado con recortes de ruedas de automóvil o de<br />
correas transportadoras. Las guías del portón tienen que estar empotradas en la pared de<br />
la manga para que no haya un borde sobresaliente que pueda lastimar a los animales. En<br />
los callejones de tránsito, los portones abiertos deben tener trancas para que no se<br />
entrecierren solas, pues el ganado se lastimará al quedar atrapado entre el extremo de la<br />
puerta y la pared.
Este tipo de saliente aguda causará grandes<br />
lesiones en el cuero y en la carne<br />
Si se presiona a los animales contra una superficie plana y lisa, como una pared de manga<br />
de cemento, no se les causarán contusiones. Sin embargo, un tornillo o una pieza metálica<br />
que sobresalga dañará el cuero y la carne. Los puntos donde se producen lesiones pueden<br />
ser detectados visualmente, ya sea por tener matas de pelo o una superficie brillosa.<br />
Contra lo que se suele creer, el ganado puede recibir contusiones instantes antes de la<br />
faena, y los animales que ya han sido noqueados o insensibilizados también pueden sufrir<br />
lesiones mientras no se hayan desangrado. La entrada al cajón de noqueo o inmovilizador<br />
debería ser inspeccionada frecuentemente, para detectar piezas rotas con bordes agudos.<br />
Los relevamientos en plantas de faena indican que los lotes de animales astados tienen el<br />
doble de contusiones que los de animales mochos o descornados. Unos pocos animales<br />
astados pueden hacer mucho daño, y no basta con despuntarles los cuernos para que haya<br />
menos lesiones.<br />
Cómo mejorar el movimiento de los animales<br />
Los vacunos, porcinos y ovinos poseen un ángulo visual muy amplio, que les permite ver<br />
hacia atrás sin girar la cabeza. Esto explica que a menudo retrocedan ante sombras o<br />
charcos de agua, lo que debe ser evitado porque frena el flujo de producción. Los canales<br />
de drenaje deben estar ubicados fuera de las áreas por donde los animales deben caminar,<br />
pues una canaleta o una rejilla de desagüe atravesados en el camino harán que los<br />
animales se detengan o reculen. Si hay objetos flameando adelante de los animales, como<br />
por ejemplo, un abrigo colgado de la cerca, los animales también se frenarán. Cuando se<br />
moja a los cerdos dentro de la manga, hay que evitar rociarles la cara, porque esto los<br />
hará retroceder.<br />
Los animales tienden a moverse de áreas más oscuras a áreas más iluminadas, de modo<br />
que se puede usar la luz para atraerlos hacia las mangas. Se deberá iluminar la manga<br />
hacia adelante, y nunca hacia atrás, para no encandilar a los animales que avanzan. Otra<br />
alternativa es iluminar toda la zona de la manga, de modo de eliminar contrastes de luces<br />
y sombras que puedan confundir a los animales.<br />
Las cercas y paredes compactas, que no permiten a los animales ver hacia afuera, son<br />
convenientes en las mangas que conducen a la casilla de noqueo, así como en el corral de<br />
encierro previo a la manga. En estas áreas de trabajo, los laterales cerrados sirven para<br />
que el ganado no se ponga nervioso al ver movimientos y gente tras las paredes. Los<br />
animales tienden a estar más en calma en mangas de paredes cerradas. También se
ecomienda que el portón del corral de encierro sea macizo, para impedir que los<br />
animales vean hacia atrás y traten de volver a los corrales que acaban de dejar.<br />
En algunas plantas de faena de cerdos, es útil que la manga tenga un lado cerrado y otro<br />
abierto, para que los empleados puedan ver los animales y resolver problemas cuando<br />
haga falta. Cuando la manga tenga un lado abierto, se deberá restringir el tráfico de<br />
empleados por ese costado para reducir la agitación de los cerdos.<br />
Es importante que se reduzca el ruido en el área de insensibilización o noqueo de los<br />
animales, pues eso contribuirá a que se mantengan en calma y se los pueda manejar con<br />
mayor facilidad. El ganado es más sensible que los seres humanos a los sonidos agudos,<br />
por lo que se recomienda poner silenciadores en los escapes de aire comprimido, o bien<br />
ubicar a éstos afuera de las instalaciones. Las puertas deben tener topes de goma para que<br />
no retumben. También conviene poner topes en el dispositivo inmovilizador, para que sea<br />
más seguro y silencioso al abrirse. Es mejor usar cañerías grandes y reemplazar las<br />
bombas de agua ruidosas por otras más silenciosas; hay marcas más silenciosas que otras.<br />
El uso de conexiones de goma entre las fuentes de energía y la cañería metálica sirve para<br />
impedir que el ruido de los motores se transmita por todas las instalaciones. Cualquier<br />
equipo nuevo que se ponga en las áreas de manejo y de noqueo deberá ser instalado de<br />
manera que haga el menor ruido posible.<br />
Cómo mejorar el bienestar animal y la calidad de la carne<br />
Todo animal debe tener acceso a agua de bebida limpia. En épocas calurosas (más de 21°<br />
C), los cerdos deben ser rociados con agua en los corrales de espera. Para maximizar el<br />
efecto de refresco, los rociadores deben lanzar un chorro de agua suficientemente grueso<br />
como para mojar a los animales. No se deben usar pulverizadores tan finos que lancen<br />
una nube de vapor, pues aumentarán la humedad en lugar de refrescar a los cerdos. Los<br />
animales deberán ser rociados intermitentemente para mantenerlos siempre mojados. Es<br />
muy importante que los cerdos se mantengan frescos, porque los cerdos acalorados<br />
rendirán más carne PSE (pálida, suave y exudativa) debido al estrés. Los porcinos se<br />
acaloran en exceso con facilidad, porque están cubiertos por una capa de grasa y además<br />
no traspiran. En épocas frías, todas las plantas de faena de cerdos deberán también tener<br />
un área de encierro calefaccionada previa a la manga de noqueo, donde los animales<br />
puedan ser bañados antes de faenarlos.<br />
El uso correcto de picanas y herramientas de inducción<br />
Las picanas eléctricas deben ser utilizadas con mesura para hacer que el ganado se<br />
mueva. Jamás deberán estar conectadas directamente a la corriente de la línea eléctrica,<br />
sino que se deberá utilizar un transformador. Los porcinos requieren menos voltaje que<br />
los bovinos. Un transformador como el de los timbres de la puerta de casa funcionará<br />
bien para los cerdos. Un bajo voltaje en las picanas eléctricas contribuirá a reducir tanto<br />
la carne PSE como los coágulos de sangre en la carne. Las picanas conectadas a una línea<br />
eléctrica a lo largo de la manga no deberán superar los 50 voltios. Desde el punto de<br />
vista del manejo de los animales, las picanas a batería son ideales, porque aplican un<br />
estímulo direccional bien localizado entre sus dos puntas.<br />
La necesidad de usar la picana eléctrica puede ser reducida al mínimo mediante el empleo<br />
de otras herramientas aptas para hacer que los animales se muevan, como los banderines<br />
o tiras de plástico (recortadas de bolsas para la basura) atadas en la punta de una varilla o
incluso de un palo de escoba. Resulta muy fácil hacer que el ganado se dé vuelta y avance<br />
para salir del corral de encierro hacia la manga, con solamente sacudir estos pedazos de<br />
plástico cerca de sus cabezas. Para trabajar con cerdos, son útiles las cintas de lona, y<br />
para las ovejas, las matracas.<br />
Los camioneros deben ser cuidadosos con el uso de la picana eléctrica. Una de las<br />
principales causas de contusiones es el apuro en hacer que el ganado baje del camión.<br />
Cuando dos animales se atoran en la puerta de salida del camión, se suelen producir<br />
contusiones graves en ambos. La dirección de las plantas de faena debería supervisar de<br />
cerca la descarga de los camiones.<br />
La provisión de espacio adecuado en los corrales<br />
Los corrales de las plantas de faena deben contar con capacidad suficiente para que los<br />
animales puedan ser descargados de inmediato de los camiones. En un vehículo detenido,<br />
el calor aumenta rápidamente. Para reducir la incidencia de la carne PSE, los porcinos<br />
deberían ser dejados en descanso durante dos a cuatro horas antes de ser faenados. Las<br />
plantas de mayor tamaño deben contar con corrales de descarga para uno o dos camiones,<br />
además de otros corrales menores para los lotes pequeños de ganado. La asignación de<br />
espacio en los corrales de espera dependerá de las condiciones climáticas, el tamaño de<br />
los animales y las variaciones en el tiempo de estadía.<br />
Como regla general, un novillo o vaca de 540 kilogramos de peso vivo debería contar con<br />
2 m 2 , y un cerdo, la tercera parte de esa superficie. Estas equivalencias dejará suficiente<br />
espacio para el trabajo cuando se trate de sacar los animales del corral. Si se llenan los<br />
corrales con los animales más apretados, al operario le será más difícil vaciarlos. Estos<br />
promedios de espacio por animal proveen de lugar suficiente para que todos puedan<br />
echarse en el piso.<br />
Recomendaciones para el diseño de instalaciones de manejo<br />
El siguiente diagrama muestra un esquema moderno de corrales y manga para una planta<br />
de faena de ganado. Todo el movimiento animal es en un solo sentido y no hay cruces de<br />
tráfico. Cada uno de los corrales alargados contiene la carga de un camión de ganado.<br />
Los animales entran por un extremo y salen por el otro. El corral de encierro redondo y la<br />
manga curva facilitan el movimiento del ganado hacia la casilla de noqueo.
Este diseño moderno de corrales ganaderos tiene varias características ventajosas. Las<br />
rampas de descarga tienen una plataforma llana de 3 m, para que los animales caminen<br />
antes de comenzar a bajar. Cada uno de los corrales de descarga puede contener los<br />
animales de un camión completo. Los corrales de descarga son convenientes tanto para<br />
plantas bovinas como porcinas, pues facilitan un desembarco rápido de los camiones. Los<br />
corrales alargados y en diagonal eliminan los ángulos agudos, y permiten un tráfico en un<br />
único sentido. El callejón, corral y manga son curvos, y aprovechan la tendencia natural<br />
del ganado a moverse en círculos.<br />
La manga curva es más eficiente para el trabajo con ganado porque toma en cuenta su<br />
comportamiento natural, y también porque le impide ver el final de la manga cuando<br />
están por entrar a ella. Este tipo de manga debe estar correctamente diseñado. Si la unión<br />
del corral con la manga presenta una curva demasiado cerrada, parecerá un pasillo sin<br />
salida, y el ganado de cualquier especie reculará si la manga parece no tener salida.<br />
Manga curva bien diseñada,<br />
con paredes cerradas<br />
Los corrales de encierro redondos funcionan bien para hacer entrar a la manga el ganado<br />
bovino, porcino u ovino.<br />
Corral de encierro redondo, con la<br />
cantidad adecuada de animales
El tamaño de los portones del corral de encierro para cerdos puede variar de acuerdo con<br />
la velocidad de la línea de matanza y el tamaño de la planta. Como regla general, los<br />
radios recomendados, que determinan el largo de los portones giratorios, son los<br />
siguientes: 3,5 m para bovinos; 2 m para porcinos; y 2,5 m para ovinos. Los principios<br />
básicos del diseño son similares para las tres especies, con una única diferencia<br />
importante: los corrales de encierro de bovinos y ovinos deberán tener una entrada en<br />
embudo a la manga, en tanto que para porcinos deberán tener una entrada abrupta, pues<br />
los cerdos tienden a atorarse en los embudos. El corral de encierro jamás debe estar<br />
instalado en una rampa, pues los animales se amontonarán unos sobre otros. En caso de<br />
haber rampas, la parte inclinada deberá estar dentro de la manga. En las instalaciones<br />
para porcinos, lo que mejor funciona es el sistema de corral y manga al mismo nivel, sin<br />
rampas.<br />
La correcta descarga de los animales<br />
Para todas las especies, las plantas de faena deben tener capacidad de descarga suficiente<br />
para que los camiones puedan desembarcar los animales de inmediato. Las grandes<br />
plantas deberían contar con no menos de dos rampas, preferiblemente tres. Estas deben<br />
tener una plataforma llana a la salida del camión, antes de comenzar la bajada. La<br />
pendiente no debe exceder los 20 grados. En las rampas de cemento, es conveniente que<br />
haya escalones porque permiten una mejor tracción que los surcos o los listones cuando<br />
las rampas están sucias.<br />
Una rampa de descarga bien diseñada<br />
Para ganado bovino, se recomiendan escalones de 9 cm de altura y 30 cm de ancho. Si el<br />
espacio lo permitiera, se puede hacer una rampa más gradual con escalones de 40 cm de<br />
ancho. Para cerdos, escalones de 7 cm de alto y 25 de ancho funcionarán bien. En rampas<br />
ajustables, se recomiendan listones transversales a 20 cm de distancia entre ellos. Todas<br />
las superficies, ya sea en las rampas o en los pisos, deben ser antideslizantes. Muchos<br />
animales se lesionan en rampas de descarga resbaladizas.<br />
Prácticas recomendadas para el transporte<br />
Los acoplados deberán mantenerse en buen estado de funcionamiento. Para cumplir con<br />
reglamentaciones ambientales, los pisos deben ser a prueba de filtraciones, para impedir<br />
que la orina y el estiércol chorreen sobre los caminos. Como el ganado bovino actual es<br />
más alto, es indispensable que los acoplados de semi-remolque tengan suficiente altura en<br />
las aberturas entre compartimientos, de modo que no se produzcan lesiones en los lomos
de los animales. La sobrecarga de los camiones aumentará las contusiones. En un estudio,<br />
las lesiones aumentaron al cargarse dos cabezas de más. La sobrecarga de camiones de<br />
cerdos incrementará las pérdidas por mortandad y PSE. Para evitar daños en la piel, los<br />
transportes de cerdos deben ser limpiados después de cada descarga.<br />
Cuando la temperatura supera los 15° C, se recomienda usar arena o aserrín mojado para<br />
mantener frescos a los cerdos. Si excede los 23° C, hay que rociarlos con agua antes de<br />
embarcarlos, ya sea en la granja o en las instalaciones de subasta. En épocas calurosas,<br />
nunca se deberá cubrir el piso con paja. Cuando hagan menos de 15° C, se podrá usar<br />
paja o una capa gruesa de aserrín seco, para que conserven el calor. En las regiones<br />
septentrionales, si la temperatura cayera a - 12° C, convendrá tapar con placas de madera<br />
alrededor de la mitad de los agujeros de ventilación de los acoplados de aluminio para el<br />
transporte de cerdos.<br />
Los terneros pueden requerir cuidados especiales durante el transporte, porque son muy<br />
jóvenes. Si el clima está fresco (menos de 15° C), hay que tener la precaución de poner<br />
paja en el piso, para que los terneros se puedan echar, y tapar algunos agujeros de<br />
ventilación para que no se enfríen demasiado.<br />
El personal ocupado en el transporte y el manejo de los animales debe entender los<br />
fenómenos de la baja sensación térmica por efecto del viento y del estrés calórico. El frío<br />
causado por el viento puede causar la muerte del ganado. Si el ganado tiene el pelo<br />
mojado, pierde su capacidad de aislamiento térmico. Las pérdidas por mortandad suelen<br />
ser mayores cuando la temperatura baja al punto de congelación y el camión recibe el<br />
impacto de lluvia o de aguanieve. El clima frío pero seco es menos peligroso para el<br />
ganado, porque la capa de piel mantiene su capacidad de aislamiento térmico. El efecto<br />
del viento puede hacer que la parte trasera del acoplado se ponga muy fría. Si un camión<br />
que transporta cerdos viaja a 80 km/h un día de - 6° C, la sensación térmica de los<br />
animales será de -30° C.<br />
La combinación de alta temperatura y humedad es especialmente dañina para los cerdos.<br />
Cuando el Índice de Seguridad Climática del Ganado se sitúe en la zona de Peligro o<br />
Emergencia, es conveniente programar los embarques de porcinos para las primeras horas<br />
del día.<br />
Este diagrama provee una guía para los gerentes de planta y los camioneros, a fin de<br />
reducir el riesgo del estrés calórico. El peligro para los animales aumenta junto con la
temperatura y la humedad. Cuando las condiciones ambientales están en la zona de alerta,<br />
los camioneros deberán tener cuidado de que los cerdos se mantengan frescos. Cuando se<br />
pasa a las condiciones de peligro o emergencia, el transporte deberá efectuarse a horas<br />
tempranas o de noche (Fuente: Instituto de Conservación <strong>Animal</strong>, Guía del transporte de<br />
ganado).<br />
Si esto no fuera posible, los camiones deberán mantenerse siempre en marcha, y sus<br />
conductores no deben tener permiso para detenerse a tomar café mientras el camión esté<br />
cargado. Una vez que lleguen a la planta, deberán descargar el ganado de inmediato.<br />
Densidades de Carga Recomendadas para Camiones de Ganado<br />
Novillos o vacas<br />
terminados para faena<br />
Peso promedio:<br />
Astados o con cuernos<br />
recortados ( más de<br />
10% del lote)<br />
Superficie por cabeza:<br />
Sin Cuernos<br />
(mochos)<br />
Superficie por cabeza:<br />
360 kg 1,01 m 2 0,96 m 2<br />
450 kg 1,20 m 2 1,11 m 2<br />
540 kg 1,42 m 2 1,35 m 2<br />
630 kg 1,76 m 2 1,67 m 2<br />
Cerdos<br />
Peso de Mercado<br />
Invierno<br />
Verano<br />
(más de 23° C)<br />
90 kg 0,32 m 2 0,37 m 2<br />
113 kg 0,40 m 2 0,46 m 2<br />
Corderos y Ovejas<br />
Peso de Matanza<br />
Trasquilados Con lana<br />
27 kg 0,20 m 2 0,21 m 2<br />
36 kg 0,23 m 2 0,24 m 2<br />
45 kg 0,26 m 2 0,27 m 2<br />
54 kg 0,30 m 2 0,31 m 2<br />
Fuente: Livestock Conservation Institute.<br />
Recomendaciones para la seguridad de los operarios de corrales y camiones<br />
ganaderos<br />
1. Las picanas eléctricas deben estar conectadas a través de un transformador. Los<br />
circuitos de luz conectados a la red general son un peligro tanto para las personas como<br />
para el ganado.<br />
2. Las puertas de escape y demás dispositivos de protección deben estar instalados de<br />
manera tal que permitan al personal huir del ganado agitado. Esto es especialmente<br />
importante en las áreas que tengan paredes macizas o cerradas. Las paredes de cemento<br />
deben contar con huecos que permitan al personal trepar si hace falta.<br />
3. En el área de descarga hay que estar muy alerta, pues un camionero que viene<br />
retrocediendo puede no ver al trabajador de la planta.
III. Recomendaciones y principios básicos para el manejo del ganado<br />
Los principios del buen manejo son similares para las distintas especies de ganado<br />
domesticado. Se trata de animales de manada, que se pondrán nerviosos si se los separa<br />
de su grupo. Si un animal aislado se agita, hay que ponerle otros animales al lado. Jamás<br />
hay que entrar al corral de encierro o cualquier otro lugar reducido donde haya uno o dos<br />
animales agitados, nerviosos. Los animales se mantendrán más calmos si se los deja estar<br />
en grupo.<br />
Hay que tratarlos con calma y suavidad. Los bovinos, los porcinos y los ovinos se agitan<br />
y estresan cuando se los pincha con una picana eléctrica o se los golpea con un palo.<br />
Mucha gente pregunta si los animales se dan cuenta de que van a ser faenados. Los<br />
animales se comportan de la misma manera en una planta de faena y en la manga del<br />
campo en que se han criado. No tienen la menor idea de lo que es ser faenado. Saben que<br />
los están moviendo, y probablemente crean que van a ser cargados nuevamente en un<br />
camión. En un estudio, se comprobó que los animales se comportaban con más<br />
tranquilidad en la planta de faena que en la manga inmovilizadora del corral de engorde<br />
del que provenían.<br />
El ganado se puede poner muy agitado o retroceder frente a sonidos extraños o al olor de<br />
la sección de faena de la planta. Pero no saben de qué se trata, porque jamás han oído u<br />
olfateado algo así antes.<br />
Dos principios a entender: la zona de fuga y el punto de balance<br />
El movimiento de los animales será mucho más fácil si los operarios conocen los<br />
conceptos de la zona de fuga y el punto de balance. La zona de fuga es el espacio<br />
personal del animal, y su tamaño depende del grado de mansedumbre o fiereza del<br />
animal. Los animales totalmente mansos no tienen zona de fuga, y la gente los puede<br />
tocar. Un animal comenzará a alejarse de la persona que se aproxima cuando ésta pase el<br />
límite de su zona de fuga. Si todo un grupo de animales está mirando de frente al<br />
operario, significa que él está fuera de la zona de fuga.<br />
zona ciega<br />
(detrás del animal)
punto de<br />
balance<br />
Este diagrama de la zona de fuga de un bovino muestra las posiciones en que debe<br />
ubicarse el operario para hacer que el animal se mueva. Para que éste se adelante, la<br />
persona debe pasar de la posición A a la posición B, a ambos lados del borde de la zona<br />
de fuga. Para que el animal se detenga, el operario debe ubicarse adelante del punto de<br />
balance, situado a la altura del hombro; para que siga adelante, debe correrse hacia atrás<br />
de dicho punto.<br />
Para que los animales se mantengan en calma y sea fácil moverlos, el operario ganadero<br />
deberá trabajar sobre el límite de la zona de fuga. Si quiere que se muevan, deberá entrar<br />
en la zona de fuga; si quiere que se detengan, deberá retroceder hasta quedar fuera de la<br />
zona de fuga. Las mejores posiciones aparecen en el diagrama. El operario ganadero<br />
deberá evitar el punto ciego detrás de la cola del animal. También se debe evitar una<br />
penetración profunda de la zona de fuga. Los animales se alteran mucho cuando hay una<br />
persona dentro de su espacio personal y no pueden alejarse de él. Cuando los animales,<br />
llevados por un callejón de los corrales de la planta, se dan vuelta y escapan hacia atrás<br />
del vaquero, es probable que éste haya penetrado demasiado en su zona de fuga. Los<br />
animales se dan vuelta en su intento de alejarse de la presión del ganadero. Cuando<br />
sucede ésto, hay que retroceder y aumentar la distancia entre uno y los animales. Este<br />
retroceso hay que hacerlo a la primera señal de que los animales intentan darse vuelta. Si<br />
un grupo de animales se detiene a causa de un olor o una sombra que hay adelante, hay<br />
que tener paciencia y esperar a que el primer animal pase ese punto. Los demás lo<br />
seguirán. Si los animales retroceden en una manga, hay que alejarse de ellos. No hay que<br />
tocarlos ni golpearlos, pues retroceden para aumentar la distancia con el operario.<br />
Normalmente, se quedarán quietos si uno los deja solos.<br />
El punto de balance está a la altura del hombro del animal. Todas las especies de ganado<br />
se moverán hacia adelante si la persona se para detrás de ese punto, y retrocederán si lo<br />
hace adelante del mismo. En la manga, muchos trabajadores cometen el error de ponerse<br />
adelante del punto de balance de un animal al que al mismo tiempo quieren hacer
avanzar. Los vacunos o porcinos que están entrando a una manga se moverán hacia<br />
adelante sin necesidad de picanearlos si el operario camina hacia atrás y pasa su punto de<br />
balance, moviéndose en el sentido opuesto al del animal. Si los animales están entrando a<br />
la manga por sí solos, hay que dejarlos hacerlo sin intervenir. Muchas veces se los podrá<br />
mover golpeando la pared de la manga con la palma de la mano.<br />
Cómo aprovechar el impulso animal a seguir al de adelante<br />
El ganado tiende a seguir al líder, y los operarios deben aprovechar este comportamiento<br />
natural para moverlos con facilidad. Los animales entrarán mejor a una manga si se la<br />
vacía parcialmente antes de comenzar a llenarla de nuevo. Una manga donde quedaron<br />
algunos animales permite utilizar el comportamiento de seguimiento. Los operarios<br />
suelen ser remisos a trabajar de esta forma, porque temen que se les corte la hilera de<br />
animales y queden lugares vacíos en la cinta transportadora que los lleva al cajón de<br />
noqueo. Sin embargo, una vez que los operarios aprenden a usar este método, descubren<br />
que es más fácil mantener el ritmo de llenado de la manga. Una vez que los animales<br />
entran al corral de encierro, enfilan directamente hacia la manga.<br />
Uno de los errores más comunes es llenar de más el corral de encierro. El tamaño y la<br />
densidad animal en los corrales de encierro de cerdos varían según el tamaño de las<br />
plantas de faena y la velocidad de sus líneas de matanza. En las plantas de bovinos, no se<br />
debería meter más de 18 cabezas en el corral de encierro.<br />
El ganado se mueve en fila,<br />
siguiendo al líder<br />
Corral de cerdos con entrada abrupta para prevenir el atoramiento<br />
En plantas de faena de cerdos, si la línea transportadora es de 300 cabezas por hora, el<br />
corral de encierro no debería tener más de 15 cabezas; si se faenan 800 cabezas por hora,<br />
el máximo a encerrar sería de 25 cerdos. Los operarios también deben tener cuidado de<br />
no apretar demasiado el portón del corral de encierro, pues los animales necesitan espacio<br />
para darse vuelta. El portón giratorio debe ser usado para acompañar el avance de los<br />
animales, y nunca para presionarlos por la fuerza. El trabajador del ganado debe<br />
concentrarse en hacer que los animales de adelante entren a la manga, y no en empujar a<br />
los de atrás contra los de adelante.
Las puertas de entrada a la manga, ya sean corredizas o que se cierran contra los animales<br />
que retroceden, deben estar abiertas cuando cada grupo entra al corral de encierro, pues el<br />
ganado reculará ante una puerta cerrada.<br />
Para facilitar la entrada del ganado a la manga,<br />
conviene mantener abiertas las puertas levadizas<br />
unidireccionales<br />
Las puertas levadizas unidireccionales pueden estar equipadas de una soga que permita<br />
abrirlas por control remoto desde el corral de encierro. Para hacer que el ganado se dé<br />
vuelta hacia la entrada de la manga, se necesitará menos de la picana eléctrica si se<br />
utilizan varillas con banderines plásticos. Para que el animal gire, hay que bloquearle la<br />
visión de un lado de la cabeza con el banderín. Si el líder se frena a la entrada de la<br />
manga, bastará un solo toque con la picana eléctrica. Una vez que entra el líder, los<br />
restantes animales lo seguirán.<br />
Cómo trabajar con cerdos excitables<br />
Durante los últimos cinco años, han habido problemas en aumento con cerdos altamente<br />
excitables, que son difíciles de trabajar en las plantas de faena. Estos animales chillan, se<br />
apiñan y se amontonan unos sobre otros. Es difícil hacer que estos cerdos se separen y<br />
marchen hacia la manga, pues constantemente se echan hacia atrás. En la región del<br />
Oeste Medio, solamente el 5% de los cerdos tienen este problema, pero en el Sudeste los<br />
cerdos excesivamente excitables representan entre el 10 y el 20%. Esto se debe a una<br />
combinación de dos factores: la selección genética para la ganancia rápida de peso y la<br />
carencia de estimulación en los centros de engorde en confinamiento.<br />
La industria de la faena y los productores ganaderos necesitan trabajar juntos para lograr<br />
cerdos que tengan a la vez una ganancia rápida de peso y carne de buena calidad. Los<br />
cerdos altamente excitables tienen problemas severos de carne PSE debido a la agitación<br />
que sufren durante el manejo. Los niveles de carne PSE son elevados a pesar de que este<br />
tipo de cerdos dan resultados negativos a la prueba de halotano sobre el SEP o Síndrome<br />
del Estrés Porcino (PSS en la sigla en inglés). El manejo calmo y silencioso es casi<br />
imposible debido a su mal temperamento.<br />
Los problemas debidos a la excitabilidad también pueden reducirse si se provee a los<br />
cerdos en confinamiento de trozos de mangueras plásticas para que las masquen, se les da<br />
mayor contacto con la gente en los corrales, y se les pone una radio. El uso de la radio en<br />
los galpones de engorde ayuda a que los animales se habitúen a distintos tipos de sonidos.<br />
La falta de pisos adecuados en los galpones también puede causar problemas, pues los<br />
cerdos engordados sobre pisos de plástico o metal tienen un exceso de crecimiento en sus<br />
pezuñas. Estos animales se echarán hacia atrás constantemente en la planta de faena.
Medidas básicas para la seguridad del personal<br />
1. Lo más peligroso es un novillo aislado del resto y muy agitado. Muchas lesiones<br />
graves en el manejo del ganado son causadas por un solo animal que está separado del<br />
resto y se ha agitado. En un caso, un hombre recibió 27 puntos de costura después de<br />
meterse en el corral de encierro a fastidiar a un animal que había quedado solo.<br />
2. Jamás hay que perseguir al ganado que se escapa. Un animal que queda suelto dentro<br />
del terreno de la planta va a volver a los corrales siempre que se lo deje solo. Si un animal<br />
se escapa dentro de la planta, los empleados deben quedarse quietos mientras una persona<br />
designada para tal fin se ocupa de noquearlo o de conducirlo hacia afuera por alguna<br />
salida.<br />
3. Hay que mantenerse alejado del punto ciego detrás de la cola del animal. Si no puede<br />
ver a quien tiene atrás, lo más probable es que trate de patearlo.<br />
4. Conviene tener un cerco de protección en torno de la zona de inmovilización previa a<br />
la faena, con postes verticales que impidan a un animal suelto pasar a otras partes de la<br />
planta.<br />
IV. Prácticas recomendadas para la insensibilización o noqueo de los<br />
animales<br />
Una correcta insensibilización de los animales va a brindar carne de mejor calidad. Una<br />
insensibilización eléctrica incorrecta causará coágulos de sangre en la carne y fracturas<br />
óseas. Las buenas prácticas de insensibilización son también necesarias para que una<br />
planta cumpla con la Ley de Matanza Humanitaria, así como por razones de bienestar<br />
animal. Si el noqueo está bien hecho, el animal no siente dolor y queda inconsciente<br />
instantáneamente. Un animal que ha sido insensibilizado como corresponde va a tener<br />
una carcasa inmóvil, que los empleados podrán procesar con seguridad.<br />
El noqueo con la pistola de perno retráctil<br />
Para que se produzca un estado de inconsciencia instantáneo, el perno o proyectil debe<br />
penetrar el cerebro con un impacto que produzca una conmoción aguda. Las ubicaciones<br />
indicadas para la pistola de noqueo se muestran en el diagrama siguiente. En el ganado<br />
bovino, el impacto se debe aplicar en el medio de la frente, en el cruce de dos líneas<br />
imaginarias que unen las bases de los cuernos con los ojos del lado contrario. Algunas<br />
plantas que aprovechan los sesos colocan la pistola en el hueco de la nuca, atrás de la<br />
base de los cuernos. Esta ubicación es menos efectiva, por lo que se recomienda la<br />
posición de adelante, en la frente del animal.<br />
Posiciones correctas para la aplicación<br />
de la pistola de perno retráctil
Pistola de noqueo de perno retráctil, colocada en la posición<br />
correcta de la cabeza del novillo<br />
En los ovinos, la pistola de perno retráctil se coloca arriba de la cabeza. Esta posición es<br />
más efectiva con esta especie porque el cráneo es muy grueso a la altura de la frente. En<br />
los porcinos, la pistola se coloca en la frente. Un buen operador de pistola de noqueo sabe<br />
que no debe ponerse a perseguir la cabeza del animal, sino que tiene que tomarse su<br />
tiempo y concentrarse en hacer un único disparo bueno. La pistola debe colocarse<br />
perpendicular al hueso. Hay que cumplir todas las recomendaciones e instrucciones del<br />
fabricante del equipo. Las pistolas neumáticas, activadas por aire comprimido, deben<br />
tener la presión de aire adecuada. La baja presión es una de las causas de fallas en el<br />
noqueo.<br />
Otra gran causa de deficiencias en las pistolas de perno retráctil es la falta del debido<br />
mantenimiento. En plantas de faena grandes, estas herramientas requieren limpieza y<br />
cambio de selladuras todas las noches. Por ejemplo, una planta de faena de bovinos que<br />
opera con dos turnos y tiene un ritmo de matanza de 250 cabezas por hora necesitará dos<br />
a tres pistolas, y éstas deberán recibir un servicio de mantenimiento completo todas las<br />
noches. Es importante que las cargas de las pistolas se mantengan bien secas, y que se<br />
emplee la potencia de carga indicada.<br />
Se deberá controlar frecuentemente los reflejos oculares de los animales noqueados, para<br />
asegurarse de que la insensibilización realmente los ha dejado inconscientes. No deberían<br />
tener ninguna reacción cuando se les toca el párpado o la córnea. Si el animal pestañea,<br />
no ha sido correctamente insensibilizado. No debería haber respiración, ni tampoco<br />
síntomas del reflejo de enderezamiento cuando el animal cuelga del gancho. Los reflejos<br />
pueden hacer que se muevan las patas de un animal noqueado, pero la cabeza debería<br />
colgar verticalmente y estar floja.<br />
La correcta inmovilización para el noqueo<br />
Si se utiliza un cajón de noqueo, deberá ser lo suficientemente estrecho como para<br />
impedir que el animal se dé vuelta. El piso debe ser antideslizante, de modo que el animal<br />
pueda estar parado sin perder pie. Es mucho más fácil insensibilizar a un animal que está<br />
parado y no se mueve. Solamente deberá entrar un animal en cada compartimiento de<br />
noqueo, para impedir que se pisen unos a otros.
Un cajón de noqueo bien diseñado<br />
La mayoría de las plantas de faena grandes inmovilizan al<br />
ganado con el sistema de la línea de transporte e inmovilización.<br />
Existen dos tipos: el dispositivo lateral de paredes en V y el<br />
nuevo sistema de carril central elevado. En el primero, el ganado<br />
queda sujeto entre dos cintas transportadoras laterales en ángulo. En el segundo, el<br />
ganado va montado sobre el carril transportador, que le separa las patas. Este sistema<br />
tiene la ventaja de facilitar la aplicación de la pistola de noqueo y de mejorar la<br />
ergonomía, pues el operario puede estar parado más cerca del animal. Cualquiera de estos<br />
sistemas de transporte e inmovilización es más seguro para el operario que el cajón de<br />
noqueo. Las cintas de transporte e inmovilización son recomendadas para toda planta que<br />
faene más de 100 cabezas por hora. A estas velocidades, los cajones de noqueo son<br />
difíciles de operar y peligrosos. En una planta que faenaba 160 cabezas por hora, el<br />
reemplazo de cajones de noqueo múltiples por una línea de transporte e inmovilización<br />
permitió evitar por lo menos un accidente grave por año.<br />
Línea de transporte e inmovilización lateral de paredes en V<br />
Línea de transporte e inmovilización de carril central<br />
La iluminación de la sala de inmovilización debe estar sobre la cinta transportadora para<br />
inducir a los animales a alzar la cabeza hacia el operario de la pistola de noqueo. No se<br />
debe permitir que el ganado vea luces abajo de la línea transportadora, pues eso lo hará<br />
retroceder a la entrada. Los sistemas de inmovilización deberán estar equipados con un<br />
techo largo y sólido que impida a los animales recular. Este dispositivo deberá tener el<br />
largo suficiente como para hacer que el animal esté completamente instalado sobre el<br />
carril transportador antes de llegar al lugar donde se le aplicará la pistola de noqueo.
Si un animal está por entrar por sí mismo a la línea de transporte, no hay que pincharlo<br />
con la picana eléctrica. El sistema de cremallera central requiere menos picaneo para<br />
inducir al ganado a entrar. Es necesario que los operarios abandonen el hábito del<br />
“picaneo automático”.<br />
La insensibilización con pistola de perno retráctil: técnicas recomendadas y normas<br />
de seguridad para el personal<br />
1. Las pistolas activadas por cartuchos SIEMPRE deberán estar des-amartilladas antes<br />
de colocarlas.<br />
2. NUNCA JAMAS hay que arrojarle una pistola a cartuchos a otra persona.<br />
3. Hay que inspeccionar los cerrojos de los cajones de noqueo, para asegurarse de que<br />
funcionen con seguridad.<br />
4. Hay que mantener en su lugar las cubiertas protectoras de las puntas expuestas de los<br />
mecanismos de sujeción, para evitar que los empleados sufran pellizcos durante el<br />
funcionamiento normal del equipo inmovilizador.<br />
5. Si un operario debe meterse dentro de la línea de transporte e inmovilización para<br />
destrabarla, primero hay que desactivarla para impedir que alguien la pueda poner en<br />
marcha.<br />
6. Las pistolas de noqueo activadas por cartuchos deberán estar siempre descargadas<br />
cuando se las saque de la zona donde se practica la insensibilización.<br />
7. Es esencial que las pistolas de noqueo activadas por aire comprimido estén bien<br />
mantenidas, para evitar un excesivo retroceso al dispararlas, que puede causar tensión y<br />
lesiones en las manos, el brazo o la espalda del operador.<br />
Insensibilización eléctrica de porcinos y ovinos<br />
La producción instantánea e indolora de un estado de inconsciencia requiere del pasaje a<br />
través del cerebro del animal de una corriente con un amperaje suficiente como para<br />
inducir un ataque epiléptico. Si el amperaje es insuficiente, o el recorrido de la corriente<br />
no atraviesa en cerebro, el animal sentirá el dolor. Aunque quede paralizado y sea incapaz<br />
de moverse, padecerá un fuerte choque eléctrico o los síntomas de un ataque cardíaco.<br />
Cuando el noqueo eléctrico está bien hecho, en cambio, el animal no sentirá nada.<br />
Hay dos tipos de insensibilización o noqueo eléctrico: el que se aplica solamente en la<br />
cabeza y el que induce un paro cardíaco. La mayoría de las plantas grandes usan el<br />
noqueo por paro cardíaco, que va de la cabeza a la espalda o de la cabeza al costado del<br />
cuerpo, porque se obtiene un animal quieto, más fácil y seguro de desangrar. El noqueo<br />
por ataque cardíaco requiere del uso de un mecanismo de inmovilización que impida que<br />
el animal caiga y se aparte de las puntas del insensibilizador antes de recibir el choque<br />
completo. El noqueo por paro cardíaco mata al animal por electrocución. El noqueo que<br />
se aplica solamente en la cabeza es reversible, y los porcinos y ovinos que reciben la<br />
insensibilización en la cabeza deben ser desangrados dentro de un plazo máximo de 30<br />
segundos, para evitar que recuperen la sensibilidad. Se recomienda un intervalo de 10 a<br />
17 segundos.
Equipo de noqueo eléctrico de cabeza a espalda, correctamente ubicado en un cerdo<br />
inmovilizado en una línea transportadora en V<br />
Cuando se emplea la insensibilización o noqueo por paro cardíaco, un<br />
electrodo debe estar colocado en la frente o en el hueco detrás de las<br />
orejas del animal, y el otro, en la espalda o en el costado del cuerpo.<br />
No se debe permitir que el electrodo de la cabeza se deslice hacia atrás, al cuello. Cuando<br />
se usa el noqueo aplicado solamente en la cabeza, los electrodos pueden estar colocados<br />
ya sea en la frente o sujetos a ambos lados de la cabeza como si fueran orejeras. Los<br />
cerdos deben ser humedecidos antes de insensibilizarlos. La varilla del insensibilizador<br />
debe ser aplicada al animal durante dos a tres segundos para noquearlo adecuadamente.<br />
Los aparatos de noqueo deberían contar con un cronómetro.<br />
Las plantas de faena deben emplear el amperaje, el voltaje y la frecuencia aptas para<br />
producir la inconsciencia de modo confiable. Un animal correctamente insensibilizado no<br />
se diferenciará de otro incorrectamente insensibilizado (Gilbert y Devine, 1991). El flujo<br />
de electricidad por la médula espinal mimetiza el ataque epiléptico. Si hay alguna duda,<br />
se deberán verificar los parámetros eléctricos mediante mediciones científicamente<br />
válidas.<br />
Para impedir que el animal sufra y que aparezcan coágulos de sangre en la carne, la<br />
varilla del insensibilizador debe ser presionada contra el animal antes de apretar el botón.<br />
El operador debe tener cuidado de no apurar ni interrumpir el circuito al aplicar el<br />
insensibilizador, porque hará que los músculos del animal se tensen más de una vez, y se<br />
pueden multiplicar los coágulos. Las varillas y los cables deben ser controlados a menudo<br />
para asegurar la continuidad de la corriente eléctrica. Un interruptor desgastado puede<br />
cortar el circuito lo suficiente como para provocar coágulos de sangre. Los electrodos<br />
deben mantenerse limpios para que hagan un buen contacto eléctrico. Los operadores<br />
nunca deberán aplicar dos veces el insensibilizador, ni utilizar la varilla como si fuera una<br />
picana eléctrica.<br />
Los circuitos de los aparatos modernos de insensibilización están diseñados para tener un<br />
amperaje constante. Se establece un amperaje dado y se varía el voltaje de acuerdo con la<br />
resistencia de los cerdos o las ovejas. Los circuitos de los equipos antiguos son de voltaje<br />
constante, y son inferiores porque pueden permitir grandes saltos en el amperaje, que<br />
llegan a fracturar huesos y a causar salpicaduras de sangre. La distancia entre el electrodo<br />
de la cabeza y el de la espalda no debería superar los 35 cm. Los equipos para noqueo de<br />
cerdos deben estar equipados con electrodos romos que no perforen al animal. Los<br />
equipos más modernos para la insensibilización de ovinos son de Nueva Zelanda, y<br />
emplean chorros de agua para conducir la electricidad a través del manto de lana.<br />
Cómo prevenir las salpicaduras y coágulos de sangre<br />
Hay que tratar con suavidad a los animales. El trato suave permite evitar daños en los<br />
vasos sanguíneos más pequeños, como los que ocurren cuando los animales se agolpan o<br />
chocan contra las instalaciones. El uso de la picana eléctrica debería ser restringido al
mínimo. Los animales jamás deben ser dejados en el sistema de inmovilización durante<br />
los recreos o el almuerzo. Las salpicaduras de sangre también pueden aumentar cuando<br />
un lado de la línea de transporte en V marcha más rápido que la otra, lo que provoca<br />
estiramientos de la piel y daños a los vasos sanguíneos. Tanto los ovinos como los<br />
porcinos deben ser desangrados dentro de los 15 segundos de insensibilizados a fin de<br />
minimizar los daños a la carne. Las cremalleras de las paredes y de la cubierta deben<br />
tener buena aislación para que las salpicaduras de sangre no causen pérdidas de corriente<br />
eléctrica.<br />
Las fluctuaciones abruptas de temperatura, y los períodos de clima extremadamente<br />
caluroso, pueden aumentar notablemente la incidencia de las salpicaduras de sangre. En<br />
estas circunstancias, las plantas deberán poner cuidado adicional en el manejo de los<br />
animales, para minimizar los problemas causados por las salpicaduras de sangre.<br />
La insensibilización eléctrica de ovinos y porcinos: recomendaciones para la<br />
seguridad de los trabajadores<br />
1. El lugar de trabajo del operador de noqueo debe mantenerse siempre seco.<br />
2. Las varillas de los aparatos de noqueo deben estar diseñadas de modo tal que puedan<br />
ser aplicadas con una sola mano. Hay que evitar los modelos en los que los dos<br />
electrodos son aplicados por separado, uno en cada mano. Este diseño aumenta el riesgo<br />
de electrocución por choques que atraviesan el pecho.<br />
3. El operador debe usar botas de goma y estar parado en un piso con cubierta plástica<br />
aislante.<br />
4. El marco del inmovilizador y la estructura de la pasarela de los trabajadores deben<br />
tener una toma a tierra perfecta. No obstante, el lado del inmovilizador que puede ser<br />
tocado por el operario deberá estar recubierto por material de aislamiento duro, como el<br />
de las tablas plásticas para cortar carne.<br />
Prácticas recomendadas para la matanza ritual<br />
Tanto por razones humanitarias como de seguridad, las plantas que llevan a cabo faenas<br />
rituales deben instalar equipos inmovilizadores modernos, que sujeten al animal en su<br />
posición normal. Debería eliminarse la práctica de colgar bovinos adultos o terneros con<br />
las patas para arriba. Hay muchas variedades de dispositivos inmovilizadores que<br />
permiten un trato humanitario.<br />
Casilla aprobada por la Sociedad Norteamericana de Prevención de la Crueldad con<br />
los <strong>Animal</strong>es (ASPCA: American Society for the Prevention of Cruelty against<br />
<strong>Animal</strong>s)<br />
Este aparato consiste en un compartimiento estrecho, con una abertura adelante para la<br />
cabeza del animal. Cuando el animal entra al cajón, se lo empuja hacia adelante con la<br />
puerta trasera, y se le aplica un mecanismo de levante en el pecho. La cabeza queda<br />
inmovilizada por una traba en la base de la mandíbula, de modo que el rabino puede<br />
cumplir con la matanza ritual (shehita). El recorrido vertical del levante del pecho debe<br />
limitarse a 70 cm, de modo que no separe al animal del piso. La puerta trasera de empuje<br />
debería contar con un regulador o con válvulas de control especiales, manejadas por el<br />
operador, para que éste pueda controlar la presión que se ejerce sobre el animal. La<br />
casilla debería ser operada de atrás hacia adelante, y la sujeción de la cabeza sería el
último paso. El operador deberá evitar los sacudones súbitos de los controles. Por lo<br />
general, los animales se quedarán quietos si el cajón se cierra lentamente en torno de<br />
ellos, y se necesitará menos presión para sujetarlos.<br />
Casilla aprobada por la ASPCA<br />
(Sociedad Norteamericana de<br />
Prevención de la Crueldad con los<br />
<strong>Animal</strong>es) para la matanza ritual<br />
Una casilla del tipo de la aprobada por ASPCA puede ser fácilmente instalada en un fin<br />
de semana, afectando mínimamente el funcionamiento de la planta. Tiene una capacidad<br />
máxima de 100 animales por hora, pero funciona mejor a 75 cabezas por hora. Se puede<br />
construir una versión reducida de esta casilla para la faena de terneros.<br />
Sistema de transporte e inmovilización<br />
Tanto el inmovilizador en V como el de carril central elevado pueden ser utilizados para<br />
sujetar vacunos, porcinos y ovinos en posición vertical durante la matanza ritual<br />
(shehita). La línea debe ser detenida para cada animal, y una persona debe sujetar la<br />
cabeza del animal hacia arriba para que el rabino lo degüelle. Investigaciones realizadas<br />
en Holanda indican que el sistema de carril central tiene la ventaja de reducir los<br />
coágulos de sangre en la carne.<br />
Faena ritual en un inmovilizador de carril central
Sistemas pequeños de inmovilización<br />
Las plantas pequeñas (locker plants) que solamente faenan ritualmente unos pocos<br />
terneros o corderos por semana pueden construir una celda a bajo costo con cañería, que<br />
podrá ser usada para sujetar al animal de un modo similar al del inmovilizador de carril<br />
central.<br />
Recomendaciones sobre la matanza ritual: normas de seguridad para los<br />
trabajadores<br />
1. Atar y levantar en el aire animales de gran tamaño o terneros puede ser algo muy<br />
peligroso. Ha causado muchos accidentes graves, tales como la pérdida de un ojo,<br />
lesiones permanentes en las rodillas y heridas en la cabeza causadas por patadas. En una<br />
planta, el reemplazo del mecanismo de levante con fajas por un inmovilizador redujo los<br />
accidentes a la quinta parte. El fajado y alzado de ovinos también es peligroso, y ha<br />
habido varios casos de pérdidas de piezas dentales a causa de patadas.<br />
V. Recomendaciones de manejo de animales incapacitados o sin<br />
movilidad<br />
Aunque los animales heridos o incapacitados (también llamados “caídos”) representan<br />
menos del uno por mil del ganado que llega a las plantas de faena, adquieren<br />
significación porque requieren atención especial en las áreas de trabajo con los animales,<br />
como la descarga de los transportes, los corrales de estadía y las zonas de inspección.<br />
Como principio general, todos los animales que llegan a la planta en ese estado deberían<br />
ser despachados para la matanza lo más rápidamente posible para minimizar su<br />
sufrimiento.<br />
Descarga de los camiones<br />
Los camiones que transportan ganado deberían ser descargados sin demora. Los que<br />
traigan animales incapacitados deberían descargar primero los animales con capacidad<br />
ambulatoria, y luego, bajar inmediatamente los animales incapaces de caminar. Una<br />
descarga postergada puede causar pérdidas por mortandad y por agravamiento del estado<br />
de los animales debido a las temperaturas extremas y al estrés.<br />
Una carretilla bien diseñada para transportar<br />
animales discapacitados
Para descargar un animal sin capacidad ambulatoria, el personal de la planta debería<br />
utilizar la salida del camión que esté más cerca del animal, y procurar que éste no sufra<br />
más estrés del necesario en la operación. En algunos casos, puede ser útil emplear una<br />
tabla deslizante o una carretilla. Una vez colocado sobre la tabla, ésta puede ser arrastrada<br />
fuera del camión, y luego, se podrá cargar al animal en un medio más adecuado para su<br />
transporte al área de inspección.<br />
La Ley de Matanza Humanitaria (Humane Slaughter Act) prohíbe que se arrastre a los<br />
animales caídos o incapacitados por el piso de los corrales de recepción y de encierro, o<br />
por la manga de noqueo. Mediante el uso de tablas deslizantes y carretillas, los animales<br />
podrán ser transportados de manera humanitaria y eficiente a un corral de espera o a otras<br />
áreas donde puedan ser examinados por un inspector, insensibilizados y faenados.<br />
Los animales discapacitados deberían ser manejados y movidos lo menos posible. Los<br />
camiones que llevan animales caídos deben atracar en los descargaderos más próximos a<br />
la zona de faena, y los animales sin capacidad ambulatoria deberán ser inspeccionados<br />
por el veterinario del USDA (Departamento de Agricultura de EE.UU.), noqueados y<br />
faenados tan rápidamente como sea posible.<br />
Consideraciones sobre la inspección y la faena<br />
Las normas del USDA exigen que todo animal “sospechoso” -que presente signos de<br />
anomalías o enfermedades- sea apartado y examinado rigurosamente por un veterinario<br />
del servicio de inspección federal. Para las empresas procesadoras de carne, esto significa<br />
que los animales caídos deberán ser mantenidos aparte de los demás, en corrales para<br />
ganado “sospechoso”, para su inspección federal. Los animales “sospechosos” deben ser<br />
faenados por separado, de manera que los inspectores puedan examinar cuidadosamente<br />
sus carcasas y vísceras.<br />
La planta de faena deberá llamar al veterinario del USDA tan pronto como llegue cada<br />
animal incapacitado para moverse. Una vez que el inspector federal lo haya examinado,<br />
el personal de la planta deberá identificar el punto de producción donde se lo pueda<br />
faenar más rápidamente por separado. Este punto de faena por separado debería ser<br />
analizado junto con el inspector del USDA. Es preciso señalar que las plantas no siempre<br />
necesitan esperar hasta el final del turno de trabajo para faenar un animal “sospechoso”.<br />
La espera puede prolongar el sufrimiento de un animal incapacitado para moverse.<br />
Si un novillo o una vaca se cae cuando está en la manga que conduce al noqueo, deberá<br />
ser insensibilizado antes de arrastrarlo. Se recomienda hacerlo con una pistola de perno<br />
retráctil activada por cartuchos, dotada de una manija larga que permita llegar hasta el<br />
animal caído. Si se derrama sangre en la manga, hay que lavarla para que los siguientes<br />
animales no se frenen al olerla. En plantas de cerdos, la manga que conduce al<br />
insensibilizador deberá estar equipada con puertas laterales, de modo que los animales<br />
que se echan al piso por exceso de estrés puedan ser retirados fácilmente.<br />
Faena de emergencia de animales lesionados<br />
Si llega a la planta un animal herido y sufriente, y no está disponible un veterinario del<br />
USDA para examinarlo, puede ser necesario ejecutar una “Faena de Emergencia”. La<br />
cláusula N o 311.27 de la legislación norteamericana permite que las plantas hagan esta<br />
acción de emergencia por razones humanitarias, pero también requiere que se conserve la<br />
carcasa y los órganos para su inspección. La cabeza y todas las vísceras, con excepción
del estómago, la vejiga y los intestinos, deben estar adosadas a sus lugares naturales, pues<br />
en caso contrario se decomisará automáticamente todo el animal. Cuando llegue el<br />
inspector, la carcasa y los órganos podrán ser examinados y aprobados o decomisados de<br />
acuerdo con las evidencias del caso.<br />
Los animales enfermos, moribundos o que han recibido tratamientos recientes con<br />
fármacos y se presentan para la faena antes de completar el período de espera establecido,<br />
no están incluídos en la cláusula de faena de emergencia.<br />
El manejo de cerdos caídos<br />
Gran parte de los problemas con los cerdos que se apartan o se caen al piso son genéticos.<br />
La debilidad de los cuartos traseros se puede corregir mediante la selección. Los porcinos<br />
pueden sufrir un colapso por el Síndrome del Estrés Porcino (PSS en la sigla en inglés).<br />
Este es un defecto genético que hace que los cerdos sean propensos al paro cardíaco. Los<br />
animales caídos por el PSS a veces se recuperan si se los deja solos. Nunca hay que<br />
arrojarle agua fría al cerdo caído por esta causa, pues eso le provocará un choque en todo<br />
su sistema y lo matará. Se recomienda mojar el piso alrededor del animal echado, y dejar<br />
que la evaporación lo refresque.<br />
VI. Conclusión<br />
Mediante la aplicación de los principios aprendidos en este manual, los operarios podrán<br />
lograr un manejo y una faena más eficientes y humanitarias de los animales. Estas<br />
recomendaciones prácticas también contribuirán a tener un lugar de trabajo más seguro.<br />
El manejo apropiado del ganado es un elemento crítico de la buena gestión empresaria.<br />
Estas prácticas aseguran que tanto los trabajadores como los animales se muevan en un<br />
contexto de comprensión y respeto.
Temple Grandin<br />
USO <strong>DE</strong> MEDIDAS <strong>DE</strong> VOCALIZACIÓN PARA MONITOREAR<br />
LA CALIDAD <strong>DE</strong>L MANEJO ANIMAL EN PLANTAS <strong>DE</strong> FAENA<br />
Depto. de Ciencia <strong>Animal</strong><br />
Colorado State University<br />
Fort Collins, CO 80523-1171, EE.UU.<br />
Traducción del Dr. Marcos Giménez Zapiola<br />
Antecedentes<br />
El manejo calmo del ganado en las plantas de faena contribuye a preservar la calidad de<br />
la carne. El ganado que se agita o excita durante el proceso es más propenso a rendir<br />
carne dura u oscura (Voisinet et al., 1997). Investigaciones anteriores han demostrado<br />
que la vocalización de los animales (mugidos y balidos) se correlaciona con niveles<br />
mayores de cortisol (Dunn, 1990). Grandin (1998a y b) comprobó que la vocalización se<br />
correlaciona con eventos desagradables, tales como el uso de la picana eléctrica. Cuando<br />
se redujo la aplicación de la picana eléctrica, disminuyó el porcentaje de animales que<br />
vocalizaban. Las mediciones sobre la vocalización pueden ser utilizadas para monitorear<br />
objetivamente el manejo. El manejo calmo también tiene la ventaja de reducir las<br />
contusiones (Grandin, 1981 y 2000).<br />
Objetivos<br />
El objetivo de este estudio ha sido determinar si el porcentaje de animales que vocaliza<br />
puede ser reducido cuando una planta de faena efectúa una serie de mejoras en las<br />
técnicas en el manejo y en el equipamiento. La pregunta planteada fue: ¿se reducirán los<br />
niveles de vocalización tras cada mejora sucesiva?<br />
Métodos<br />
En una planta de faena, se midió el nivel de vocalización de los animales mientras se<br />
movían por la manga y la línea transportadora-inmovilizadora. El ritmo de la faena era de<br />
200 animales por hora. Cada animal fue clasificado como calmo (silencioso) o<br />
mugiendo/balando (vocal), en un sistema de medición con dos puntajes (si/no).<br />
Tras la primera medición, se hicieron seis auditorías a medida que la planta fue aplicando<br />
mejoras en los métodos de manejo o en los equipos. En total, se fijó el puntaje a 700<br />
animales, en siete mediciones de 100 cabezas cada una. Los datos fueron recogidos a lo<br />
largo de varios meses, para controlar los resultados de cada mejora sucesiva.<br />
Los empleados fueron entrenados para reducir el uso de picanas eléctricas, y se hicieron<br />
modificaciones a la línea transportadora-inmovilizadora, para mejorar el movimiento del<br />
ganado y reducir la resistencia a avanzar. La planta faenaba vacas de diversas cruzas Bos<br />
taurus de carne, y de raza Holstein.<br />
Resultados y análisis<br />
Con cada mejora sucesiva en la técnica de manejo o en el equipamiento, el porcentaje de<br />
animales que vocalizaban se fue reduciendo (Cuadro 1). Hubo una mejora significativa,
ajando de un 17% inicial de animales que mugían o balaban, al 2% (X2=13,08,<br />
P>0,001). La proporción de animales que vocalizaban en cada grupo sucesivo de 100<br />
cabezas fue del 17%, 14%, 7%, 10%, 9%, 5% y 2%, respectivamente. La línea de faena<br />
se mantuvo siempre llena de animales.<br />
El porcentaje de animales que vocalizaban cuando se los introducía en la línea<br />
transportadora-inmovilizadora fue bajando progresivamente. El entrenamiento del<br />
personal para que aplicara principios etológicos al mover el ganado, y para que redujera<br />
el uso de la picana eléctrica, permitió bajar el nivel de vocalización.<br />
Entre los cambios de manejo, se destacan:<br />
1) Llenar a medias el corral de encierre previo a la manga.<br />
2) Retirar las picanas eléctricas de las manos de los empleados, y reemplazarlas por<br />
varillas con banderas de plástico. La picana eléctrica se tomaba sólo cuando era<br />
imprescindible (Cuadro 2).<br />
3) Enseñar a los empleados los principios de la zona de fuga y el punto de balance<br />
(Grandin, 2000).<br />
Se efectuaron los siguientes cambios en el equipamiento:<br />
1) Reemplazo de la cinta transportadora-inmovilizadora de paredes en V, por otra de<br />
carril elevado central (Grandin, 1991 y 2000).<br />
2) Agregado de una luz a la entrada de la casilla de noqueo.<br />
3) Instalación de un piso falso para que los animales no advirtieran que la cinta<br />
transportadora estaba a 3 metros de altura.<br />
4) Ampliación de la pantalla metálica en la casilla de noqueo, para impedir que el animal<br />
vea al operador de la pistola de noqueo antes de quedar totalmente inmovilizado y<br />
montado en la cinta transportadora.<br />
Estas mejoras para facilitar el movimiento del ganado se tratan extensamente en Grandin<br />
(1996 y 2000).<br />
El ganado tenderá a negarse a entrar a un cajón de noqueo o a una línea transportadora<br />
que estén a oscuras. Si se agrega iluminación a la entrada del cajón o del transportador,<br />
no debe encandilar al animal sino que debe ser indirecta.<br />
Los animales también se echarán atrás a causa del efecto visual de “precipicio” que<br />
produce la línea transportadora elevada. Esto sucede cuando los animales pueden ver<br />
hacia abajo, y un piso falso instalado apenas debajo de las patas les creará la ilusión<br />
visual de que hay un piso sólido.<br />
Conclusiones<br />
El porcentaje de vocalización puede ser utilizado para monitorear la calidad del manejo<br />
de los animales. A medida que se introdujeron mejoras sucesivas en los métodos de<br />
manejo y en el equipamiento de las plantas, se fueron reduciendo los porcentajes de<br />
animales que vocalizaban durante el proceso.<br />
Cuadro 1: Mejoras en los porcentajes de vocalización en una planta de faena de<br />
vacas, a medida que se cambiaron las prácticas de manejo y el equipamiento<br />
Porcentaje de<br />
vocalización<br />
(medición inicial)<br />
17%<br />
Línea transportadora-inmovilizadora en V; vacas<br />
reculaban a la entrada; picaneo excesivo<br />
provocaba vocalización
Auditoría # 1 14% No se hizo ningún cambio<br />
Entrenamiento de empleados para reducir<br />
“ # 2<br />
7%<br />
el uso de la picana eléctrica<br />
“ # 3 10% Más trabajo de entrenamiento con los empleados<br />
“ # 4 9% Más trabajo de entrenamiento con los empleados<br />
Reemplazo de línea transportadora-<br />
“ # 5<br />
5% inmovilizadora en V por carril elevado central<br />
Mejor iluminación, instalación de falso piso y<br />
“ # 6<br />
2%<br />
pantalla metálica para bloquear visión<br />
Cuadro 2: Reducción en la vocalización tras cambios de equipamiento, en plantas<br />
donde el uso de la picana eléctrica se limitó a los animales que reculaban<br />
Planta<br />
N o<br />
1<br />
2<br />
N o de<br />
cabezas<br />
100<br />
100<br />
Vocalización<br />
Inicial<br />
7%<br />
8%<br />
N o de<br />
cabezas<br />
100<br />
100<br />
Vocalización<br />
tras cambios<br />
2%<br />
0%<br />
X2 Modificaciones<br />
0,10<br />
0,01<br />
reducción del voltaje de<br />
la picana<br />
iluminación de la línea<br />
transportadora<br />
3 66 9% 29 0% 0,10 falso piso a la línea<br />
transportadora<br />
reducción de presión del<br />
4 13 23% 13 0% -- cepo en el cuello<br />
cambio de línea<br />
5 100 17% 100 2% 0,001 transportadorainmovilizadora<br />
en V por<br />
carril elevado central;<br />
iluminación; falso piso;<br />
pantalla para bloquear<br />
visión<br />
El X2 para el total de animales antes y después de los cambios es 28,6 P
Manejo y <strong>Bienestar</strong> del ganado en los Rastros<br />
traducido al español por:<br />
Agustín Orihuela<br />
TEMPLE GRANDIN<br />
Departamento de Ciencia <strong>Animal</strong><br />
Universidad del Estado de Colorado<br />
Fort Collins, Colorado 80523, USA<br />
Dirección General de Educación Tecnológica Agropecuaria, Coordinación Morelos.<br />
Apdo. Post. 5-78 Cuernavaca, Mor. 62051 Mexico.<br />
Introduccion<br />
El manejo gentil en facilidades bien diseñadas minimiza los niveles de estrés, mejora la<br />
eficiencia y mantiene una buena calidad de carne. El manejo tosco o equipo pobremente<br />
diseñado va en perjuicio tanto del bienestar animal como de la calidad de la carne. Los<br />
supervisores progresistas en los rastros reconocen la importancia de las buenas prácticas<br />
de manejo. Se requiere de supervisión constante para mantener estándares humanitarios<br />
altos.<br />
Que tanto estres es el sacrificio?<br />
Numerosos estudios se han realizado con el fin de determinar el grado de estrés que<br />
pueden generar diferentes prácticas ganaderas y el sacrificio. El método más común para<br />
evaluar estrés durante el manejo es la medición de cortisol (hormona del estrés). Se debe<br />
recordar que el cortisol es una medida tiempo-dependiente. Se toma de 15 a 20 minutos<br />
aproximadamente para que esta alcance su valor maximo después de que el animal sufrió<br />
estrés. Las evaluaciones del manejo y estres del sacrificio serian mas precisas si se<br />
midieran también reacciones conductuales, frecuencia cardiaca y otras características<br />
sanguíneas. La adrenalina y noradrenalina tienen un valor limitado en relación con el<br />
estrés que ocurre durante el sacrificio debido a que tanto el émbolo oculto como el<br />
aturdidor eléctrico provocan secreciones masivas de estas hormonas (Warrington, 1974;<br />
Pearson et al., 1977; van der Wal, 1978). Si el método de desensibilización se aplica<br />
correctamente el animal se encuentra inconsciente cuando la secrecion de la hormona<br />
ocurre y no habra disconfort.<br />
Las comparaciones absolutas de niveles de cortisol entre diferentes estudios, deben<br />
hacerse con mucho cuidado. Los niveles de cortisol pueden variar grandemente entre<br />
individuos (Ray et al., 1972). El ganado que muestra signos de una excitación conductual<br />
generalmente presenta niveles más altos que los animales tranquilos. Una revisión de<br />
muchos resultados indican que los niveles de cortisol en ganado caen dentro de tres
categorías básicas: (i) niveles básicos de descanso; (ii) niveles provocados por la sujeción<br />
en una manga o mediante una puerta trampa mientras se realiza el sangrado; y (iii)<br />
niveles excesivos que duplican o triplican los niveles de sujecion de los animales de<br />
granja. Los niveles basales varían desde los bajos de 2 ng ml -1 (Alam y Dobson, 1986) a<br />
9 ng ml -1 (Mitchell et al., 1988). La sujecion de ganado bronco criado bajo condiciones<br />
extensivas para realizarles pruebas de sangre bajo condiciones de granja, eleva las<br />
lecturas de cortisol a 25 - 33 ng ml -1 en novillos (Zavy et al., 1992), 63 ng ml -1 en<br />
novillos y vacas (Mitchell et al., 1988), 27 ng ml -1 en novillos (Ray et al., 1972) y en<br />
becerros al destete 24 - 46 ng ml -1 (Crookshank et al., 1979). En algunos estudios los<br />
niveles de cortisol se expresaron en nmol l -1 . Dichos valores se transformaron a ng ml -1<br />
multiplicándoles por el factor 0.36.<br />
Cuando el sacrificio se lleva a cabo de manera cuidadosa, los niveles de cortisol en el<br />
ganado pueden ser substancialmente menores en comparación con las condiciones de<br />
manejo en la granja. Tume y Shaw (1992) encontraron que los novillos y vaquillas<br />
sacrificados en un pequeño rastro con fines de investigación, tuvieron niveles de cortisol<br />
promedio de tan sólo 15 ng ml -1 , mientras que el ganado sacrificado en rastros<br />
comerciales mostro niveles similares a los obtenidos durante el manejo en la granja. Los<br />
niveles de Beta-endorfina, que es otro indicador de estres, no fueron diferentes entre los<br />
dos grupos. Los siguientes valores promedio corresponden a ganado comercial<br />
sacrificado con pistola de émbolo oculto: 45 ng ml -1 (Dunn, 1990), 25 - 42 ng ml-1<br />
(Mitchell et al., 1988), 44.28 ng ml -1 (Tune y Shaw, 1992), y 24 ng ml -1 (Ewbank et al.,<br />
1992). Cuando las cosas van mal los niveles de estres se incrementan grandemente.<br />
Cockram y Corley (1991) encontraron un valor mediano de 63 ng ml -1 . Un animal tuvo<br />
una maxima de 162 ng ml -1 . El rastro observado por Cockram y Corley (1991) tenía un<br />
corral de embudo pobremente diseñado y pisos resbalosos. Aproximadamente el 38% se<br />
resbalaban al salir de los corrales y el 28% se resbalo justo antes de entrar en la manga.<br />
Los niveles de cortisol tambien se incrementan al ocurrir demoras y el ganado tener que<br />
esperar formado en la manga. Este es el unico estudio donde las vocalizaciones previas a<br />
la desensibilizacion no se correlacionan con los niveles de cortisol. Lo que puede<br />
explicarse parcialmente debido a un estres previo causado por los pisos resbalosos.<br />
Ewbank et al. (1992) encontraron el menor valor promedio. Explicado por el excelente<br />
manejo previo a la llegada a la caja de desensibilizacion.<br />
Ewbank et al. (1992) encontraron una correlacion alta entre los niveles de cortisol y los<br />
problemas de manejo en la caja de desensibilizacion. El uso de un sujetador de cabeza<br />
pobremente diseñado que incrementa enormemente la agitación conductual y el tiempo<br />
que se requiere para sujetar el animal resulta en un salto de los niveles de cortisol de 24 a<br />
51 ng ml -1 . En el peor de los casos el nivel aumenta a 96 ng ml -1 . El ganado sacrificado<br />
en casetas de sujecion mal disenadas, donde se les voltea de cabeza, muestra valores<br />
promedios de 93 ng ml -1 (Dunn, 1990). Muy pocos toros sexualmente maduros han sido<br />
estudiados, sin embargo Cockram y Corley (1991) tuvieron unos pocos en su estudio. Los<br />
toros sexualmente maduros tienen niveles de cortisol menores que los novillos, vacas, o<br />
vaquillas (Tennessen et al., 1984).
En borregos se han publicado resultados menos dramáticos. El sacrificio en silencio<br />
dentro de un rastro con propósito de investigación, resultó en niveles promedio menores<br />
(40 ng ml -1 ) a los obtenidos en plantas comerciales ruidosas, que incluso tenían perros<br />
(61 ng ml -1 ) (Pearson et al., 1977). La trasquila y otras prácticas de manejo en la granja<br />
provocan niveles de estres similares o ligeramente mayores 73 ng ml -1 (Hargreaves y<br />
Hutson, 1990), 72 ng ml -1 (Kilgour y de Langen, 1970) y 60 ng ml-1 (Fulkerson y<br />
Jamieson, 1982). Dos horas de estres por sujecion y aislamiento incrementan los niveles<br />
de cortisol a 100 ng ml -1 en borregos acostumbrados a jaulas metabólicas (Apple et al.,<br />
1993). Los niveles basales fueron de 22 ng ml -1 . Los estudios indican que el sacrificio<br />
cuidadoso puede generar menos estrés que el manejo y sujeción dentro de la misma<br />
granja. Existe la necesidad de mejorar tanto las prácticas como el equipo. El estrés<br />
generado antes del sacrificio puede sobrepasar fácilmente los niveles de estrés en la<br />
granja cuando se utiliza equipo pobremente diseñado. Sin embargo, al emplear buenas<br />
instalaciones y personal bien entrenado, bovinos y ovinos pueden moverse a través del<br />
sistema entero sin el menor signo conductual de agitación. El autor ha observado ganado<br />
entrar en sujetadores para ser insensibilizados de la misma forma que las vacas entran a<br />
una sala de ordeña. El mover tranquilamente 1000 cerdos por hora en una planta rastro de<br />
alta velocidad es difícil. Sin embargo, con el fin de reducir el estrés en los animales, la<br />
incorporación de un segundo sistema de aturdimiento facilita un manejo gentil.<br />
Métodos par reducir estrés<br />
Cada procedimiento extra de manejo genera más estrés y hematomas. La eliminación de<br />
procedimientos innecesarios en el rastro, reduce el estrés. Bray et al. (1989) encontraron<br />
que un estrés múltiple generado por baño, ayuno y trasquila tiene un efecto detrimental<br />
acumulado en la calidad de la carne. Los cerdos deben ser separados e identificados antes<br />
de abandonar la granja. El pesaje de animales vivos en el rastro puede eliminarse si el<br />
sistema de mercadeo se basase en el peso de la canal. El bañar reses y borregos en<br />
Australia y Nueva Zelanda genera estrés adicional. Kilgour (1988) encontró que el bañar<br />
a los borregos es un procedimiento que genera mucho estrés. El baño tiene un efecto muy<br />
limitado en la limpieza de la canal, a menos que los borregos estén sumamente sucios<br />
(Glover y Davidson, 1977). El baño además incrementa los hematomas (Petersen, 1977).<br />
Los empleados deben entrenarse para manejar el ganado de forma gentil y minimizar el<br />
uso de la chicharra eléctrica. Los productores deben evitar la reproducción de animales<br />
nerviosos y excitables, difíciles de manejar. Cada vez hay más problemas con cerdos<br />
nerviosos que son casi imposibles de manejar humanitariamente en plantas rastro de alta<br />
velocidad (Grandin, 1991ª). Estos cerdos constantemente se frenan y regresan en pasillos,<br />
y muestran un comportamiento gregario excesivo. El proveer de estimulación ambiental<br />
extra en los edificios donde se encuentran los cerdos confinados tales como mangueras de<br />
hule para que se mastiquen y gente caminando en los corrales, produce cerdos más<br />
tranquilos y fáciles de manejar (Grandin, 1989; Pedersen et al., 1993). El encender el<br />
radio en los corrales de engorda a un volumen razonable evita excesivas reacciones de<br />
sobresalto ante ruidos tales como puertas que se azotan. Es especialmente importante el<br />
proveer de estimulación ambiental a cerdos que serán transportados una distancia corta<br />
hacia el rastro. Los animales expuestos a viajes cortos son frecuentemente difíciles de<br />
manejar.
Los rastros deben utilizar métodos de desensibilización que hayan sido verificados<br />
mediante pruebas científicas. Existen varias revisiones sobre métodos humanitarios de<br />
aturdimiento (Grandin, 1980c; 1985/86; Eikelenboom, 1983; UFAW, 1987; Gregory,<br />
1988, 1992; Devine et al., 1993). Mucha gente que observa por primera vez el sacrificio,<br />
piensa que los animales desensibilizados están conscientes, al ver las extremidades<br />
moviéndose por reflejo. En animales desensibilizados adecuadamente, las patas pueden<br />
moverse vigorosamente. Lo que no debe existir son: reflejos oculares, vocalizaciones o<br />
ritmo respiratorio. Cuando el animal es suspendido de cabeza, ésta última debe colgar<br />
hacia abajo con el cuello recto y flácido. No deben existir signos de una espalda<br />
arqueada. Los animales aún sensibles tratan de enderezarse por ellos mismos arqueando<br />
su espalda e irguiendo su cabeza.<br />
Reducción del ruido<br />
Las observaciones en muchos rastros indican que el equipo ruidoso incrementa la<br />
excitación y estrés. El autor ha observado mejoras en el manejo, y ganado más tranquilo<br />
una vez que se ha corregido el problema de ruido. Los ruidos metálicos y golpeteos deben<br />
eliminarse mediante el empleo de gomas y bandas de hule en puertas y el regreso de las<br />
carretillas debe diseñarse de manera que se evite el ruido de éstas últimas al chocar. Los<br />
escapes de aire de puertas neumáticas deben conducirse hasta fuera de la instalación o<br />
adecuar un silenciador, y los sistemas hidráulicos deben diseñarse con el propósito de<br />
minimizar el ruido. Los sonidos de alta frecuencia de bombas hidráulicas, molestan<br />
mucho al ganado. El ganado que permanece durante la noche en patios ruidosos cerca de<br />
la rampa de desembarque es más activo y presenta mayor número de hematomas en<br />
comparación con el ganado proveniente de corrales tranquilos (Eldridge, 1988). Grandin<br />
(1980ª) evaluó el uso de música con el fin de enmascarar ruidos. El ganado se acostumbra<br />
a la música en los corrales de contención y ésta provee un sonido familiar cuando los<br />
animales se acercan a equipo ruidoso.<br />
La sangre molesta al ganado?<br />
Mucha gente interesada en el bienestar del ganado se preocupa de que los animales vean<br />
o huelan la sangre. El ganado se frena y olfatea la sangre en el piso (Grandin, 1980ª); el<br />
lavar la sangre facilita el movimiento. El frenarse puede deberse a una reacción a lo<br />
nuevo. Un pedazo de papel en la manga o caja de aturdimiento produce una reacción<br />
similar. El ganado se frena y en ocasiones rehusa entrar a cámaras de aturdimiento o<br />
prensas, si los sistemas de ventilación arrojan el olor de la sangre en sus caras a la entrada<br />
de estos lugares. El ganado entrará más fácilmente si mediante un sistema de extracción<br />
de aire se crea una zona de presión negativa. Esto sacará el olor fuera del alcance del<br />
ganado a medida que ellos se aproximan a la entrada de la sala de desensibilización.<br />
Las observaciones en los rastros tipo "Kosher" indican que el ganado entra sin problema<br />
a la prensa pese a que esté cubierta de sangre. En el sistema de sacrificio de rito Judío<br />
(Kosher), se corta la garganta de un animal completamente consciente con un cuchillo<br />
filoso. El ganado tranquilamente coloca su cabeza en un artefacto sujetador y algunos<br />
animales lamen o beben la sangre presente. El sacrificio Kosher puede llevarse a cabo<br />
muy tranquilamente con muy escasos signos de agitación conductual si el aparato de<br />
sujeción se opera gentilmente (Grandin, 1992). Sin embargo, si algún animal se torna
agitado o frenético durante la sujeción, los animales siguientes con frecuencia se agitarán.<br />
Un día entero de sacrificio puede tornarse en una reacción en cadena continua de<br />
animales excitados. Al día siguiente, después de lavar el equipo los animales se muestran<br />
tranquilos. Probablemente los individuos excitados estén olfateando alguna ferohormona<br />
de alarma de la sangre de algún animal que sufrió un estrés severo. La sangre del ganado<br />
sometido a un estrés relativamente bajo, tiene muy poco efecto. No obstante, la sangre de<br />
animales que sufrieron un estrés severo y mostraron signos de agitación conductual por<br />
varios minutos, puede provocar reacciones de terror en otros animales. Eibl-Eibesfeldt<br />
(1970) observó que si se mata una rata instantáneamente en una trampa, ésta puede<br />
volver a utilizarse. La trampa no capturará más animales si hiere o falla en matar un<br />
animal inmediatamente.<br />
La investigación en ratas apoya esta idea. Las ratas muestran una reacción de terror ante<br />
la sangre de ratas o ratones sacrificados con bióxido de carbono (Stevens y Gerzog-<br />
Thomas, 1977). El bióxido de carbono provoca secreción de esteroides adrenocorticales<br />
(Woodbury et al., 1958). Las observaciones del autor sobre la eutanasia con bióxido de<br />
carbono en ratones muestran que estos se convulsionan e intentan escapar frenéticamente.<br />
La sangre de conejillos de Indias o humana tiene poco efecto en las ratas (Hornbuckle y<br />
Beall, 1974; Stevens y Gerzog-Thomas, 1977). Probablemente esto se deba a una<br />
cantidad reducida de estrés en la sangre de los donadores. El bióxido de carbono en altas<br />
concentraciones no produce excitación en los conejillos de Indias (Hyde, 1962). Stevens<br />
y Gerzog-Thomas (1977) también encontraron la substancia de alarma en la sangre y<br />
músculo, mientras que el tejido cerebral de la rata y ratón no provocó reacción de terror<br />
(Stevens y Gerzog-Thomas, 1977). En una prueba de opción las ratas evadieron músculo<br />
y sangre, pero no hubo diferencia entre tejido cerebral y agua (Stevens y Saplikoski,<br />
1973).<br />
Diseño de corrales y patios<br />
Los diferentes países tienen distintos requerimientos específicos; por ejemplo, por<br />
ejemplo el tamaño de los camiones determina la dimensión de cada corral de contención.<br />
Los espacios y facilidades deben diseñarse para funciones específicas tales como pesaje,<br />
separación e identificación. Se recomiendan corrales angostos y largos (Kilgour, 1971;<br />
Grandin, 1980ª,b, 1991ª). Una ventaja de los corrales largos y angostos es que son más<br />
eficientes en el movimiento del ganado. Los animales entran por un extremo y salen por<br />
el otro. Con el fin de eliminar las esquinas de 90º, los corrales pueden construirse en<br />
ángulos de 60º a 80º
Fig. 1<br />
Fig. 2<br />
Los corrales largos y angostos maximizan la longitud lineal de la cerca en relación con<br />
las superficies del suelo, lo que puede ayudar a reducir el estrés (Kilgour, 1978; Grandin,<br />
1980ª,b). El ganado bovino y los cerdos prefieren echarse a lo largo de la cerca (Stricklin<br />
et al., 1979; Grandin, 1980b). Las observaciones indican que los corrales largos y<br />
angostos pueden ayudar a reducir combates (Kilgour, 1976). El espacio mínimo<br />
requerido para contener novillos en engorda por menos de 24 horas es de 1.6 m2 para<br />
ganado sin cuernos y de 1.85 m2 para ganado con cuernos (Grandin, 1979; Midwest Plan<br />
Service, 1987), y 0.5 m2 para cerdos y corderos al sacrificio. Durante clima cálido los
cerdos requieren de mayor espacio. Sin embargo, el proveer demasiado espacio<br />
incrementa el estrés porque el ganado salvaje tiende a pasearse en corrales largos. Debe<br />
proveerse del espacio suficiente como para que todos los animales puedan echarse al<br />
mismo tiempo. Para evitar amontonamientos y pisoteos, 25 m es la longitud máxima<br />
recomendada en cada corral de contención, a menos que se instalen puertas divisorias con<br />
el fin de mantener grupos separados. Corrales más cortos son preferibles. Las<br />
recomendaciones sobre la anchura de los corrales y pasillos puede encontrarse en<br />
Grandin (1991ª).<br />
Evítese la mezcla de animales extraños<br />
Para reducir el estrés, evitar peleas, y conservar la calidad de la carne, no deben<br />
mezclarse animales extraños poco antes del sacrificio (Grandin, 1983ª; Tennessen et al.,<br />
1984; Barton-Gade, 1985). Las paredes cerradas entre corrales de contención evitan las<br />
peleas a través de las divisiones. Las paredes cerradas en corrales y patios son<br />
especialmente importantes para el manejo de animales silvestres como ciervos o búfalos.<br />
Los cerdos presentan problemas prácticos para mantenerles separados. En los Estados<br />
Unidos, los cerdos se transportan en vehículos con capacidad de más de 200 animales.<br />
Sin embargo, se les engorda en grupos mucho mas pequeños. Las observaciones en los<br />
rastros de los Estados Unidos indican que el mezclar 200 cerdos de tres o cuatro granjas<br />
resulta en menos combates que mezclar 6 - 40 cerdos. Una ventaja de los grupos grandes<br />
es que un cerdo atacado tiene la oportunidad e escapar. Price y Tennessen (1981)<br />
encontraron una tendencia hacia el incremento de canales con DFD y generación de más<br />
estrés cuando se mezclan grupos de siete toros en comparación con grupos más grandes<br />
de 21 toros. Las peleas entre los cerdos a peso de sacrificio pueden reducirse con la<br />
presencia de cerdos maduros en los corrales de contención (Grandin y Bruning, 1992).<br />
Otra forma de disminuir los combates es alimentar a los cerdos bajo dietas con exceso de<br />
triptofano por cinco días previos al sacrificio (Warner et al., 1992). Más información<br />
respecto a la conducta agresiva del cerdo puede encontrarse en la revisión realizada por<br />
Petherick y Blackshaw (1987).<br />
En Dinamarca, el diseño de los corrales en los rastros de cerdos es sumamente<br />
especializado. Los cerdos se manejan en corrales largos y angostos equipados con puertas<br />
de empuje. Una de estas puertas de empuje, operada eléctricamente mueve los cerdos<br />
hasta el corredor que lleva al corral de aturdimiento.
Fig. 3<br />
Este sistema lo inventó T. Wichmann del Instituto de investigaciones cárnicas Danés. Los<br />
Daneses han desarrollado también puertas bloqueadoras automáticas dentro de corrales<br />
largos de 2 m de ancho con el objeto e mantener grupos pequeños de 15 cerdos en<br />
bloques separados (Barton-Gade, 1989; Barto-Gade et al., 1993). Una puerta eléctrica se<br />
mueve a lo largo de cada corral y trae grupos de 15 cerdos hasta el corredor principal.<br />
Dichas puertas están equipadas con un dispositivo que limita su fuerza. Esta se detendrá<br />
si un cerdo es atrapado en ella. Después de que un grupo de cerdos es llevado al corredor,<br />
la puerta se regresa con el fin de acarrear al siguiente grupo de cerdos. Durante su regreso<br />
se levanta, de manera que pasa sobre los animales y en la posición inicial se baja y les<br />
empuja fuera del corral. Las puertas bloqueadoras están espaciadas a lo largo de cada<br />
corral para mantener tres o cuatro grupos de 15 cerdos separados. Dado que las puertas<br />
bloqueadoras regresan a su posición original en cada corraleta, se evita la sobrecarga de<br />
más de 15 animales cada vez. Si los compartimentos se sobrecargan, el sistema no<br />
trabajará. Este sistema puede entregar un flujo constante de 400 - 500 cerdos por hora al<br />
pasillo principal reduciendo enormemente los daños de hematomas generados por<br />
combates. Cada grupo de 15 cerdos fueron compañeros en la granja. Las desventajas de<br />
este sistema son su elevado costo y el hecho de que puede no funcionar con algunas de<br />
las nuevas líneas genéticas de cerdos que son altamente excitables y difíciles de manejar.
El rastro Danés que cuenta con este sistema tiene cerdos tranquilos que se desplazan<br />
fácilmente.<br />
Cuando se mezclan toros extraños, se incrementa la carne DFD debido al aumento de la<br />
actividad física durante los combates. La instalación tanto de barras de acero o parrillas<br />
eléctricas sobre los corrales de contención en los rastros, evita los cortes obscuros en los<br />
toros (Kenny y Tarrant, 1987). Estos dispositivos evitan las montas. Las parrillas<br />
eléctricas sólo deben usarse con animales que hayan sido engordados en corrales<br />
equipados con estos dispositivos. En Suecia y otros países donde se engordan pequeños<br />
grupos de toros, se recomiendan corraletas individuales en los rastros (Puolanne y Aalto,<br />
1981). En algunos rastros Europeos, el área de contención consiste en una serie de<br />
pasillos de una sóla fila que desembocan en el desensibilizador. Los toros se desembarcan<br />
directamente en estos pasillos y cada uno de ellos se mantiene separado mediante puertas<br />
guillotina. Otro diseño Europeo común es el de estaciones, donde los toros se amarran<br />
con un arnés.<br />
Diseño del piso y divisiones para reducir lesiones<br />
Los pisos deben tener una superficie antiderrapante (Grandin, 1983ª; Stevens y Lyons,<br />
1977). Los resbalones incrementan el estrés (Cockram y Corley, 1991). Para el ganado<br />
bovino, los pisos de concreto deben tener grecas de 2.5 cm de profundidad a cada 20 cm<br />
en un patrón cuadrangular o de diamante. En los rastros de cerdos y ovinos, el concreto<br />
fresco debe marcarse con la huella de malla de acero para construcción. Esta malla debe<br />
tener espacios de 3.8 cm (Grandin, 1982). Un acabado en concreto a base de la escoba<br />
evita resbalones cuando el piso es nuevo (Applegate et al., 1988) pero la experiencia en la<br />
práctica nos dice que pronto se desgasta y los animales se van a caer.<br />
Las grecas en el concreto pueden utilizarse dentro de los corrales de contención, pero los<br />
pasillos deben tener piso de concreto firme. En edificios para reses y cerdos, las tablillas<br />
pre-moldeadas funcionan. Las tablillas deben tener una superficie estriada. Las tablillas o<br />
ranuras que se utilizan en instalaciones para cerdos y borregos deben orientarse en la<br />
dirección apropiada para evitar que los animales vean luz saliendo a través del piso.<br />
Los animales se frenarán ante cambios súbitos en la textura y color del piso. La superficie<br />
del piso debe aparentar uniformidad y estar libre de charcos. En aquellas instalaciones<br />
que se lavan constantemente, deben instalarse contenedores de concreto entre los corrales<br />
para evitar que el agua de un corral fluya hacia otro. Los desagües deben ubicarse fuera<br />
del área donde los animales caminan. Las reses se frenan ante los desagües y utensilios<br />
metálicos atravesados sobre el corredor (Grandin, 1987). Los pisos no deben moverse o<br />
zarandearse cuando los animales caminan sobre ellos. Los pisos que se mueven provocan<br />
que los cerdos se frenen (Kilgour, 1988). La iluminación debe ser uniforme y difusa con<br />
el propósito de reducir sombras. Las lámparas pueden utilizarse con el fin de estimular a<br />
los animales para que entren a las mangas (Grandin, 1982). Mayor información sobre el<br />
efecto de la visión e iluminación en el manejo del ganado puede encontrarse en los<br />
capítulos 5, 10, 14 y 15.
Las reses y borregos pueden tener hematomas en su carne incluso si la piel aparece<br />
intacta. Los moretones pueden ocurrir hasta durante el momento del sangrado. Meischke<br />
y Horder (1976) determinaron que el ganado desensibilizado podía adquirir hematomas al<br />
momento de ser arrojados fuera de la caja de aturdimiento. Los cerdos son ligeramente<br />
menos susceptibles a los hematomas, pero la calidad de su carne se deteriora cuando se<br />
excitan o calientan. Las orillas de diámetros pequeños provocarán hematomas severos.<br />
Los ángulos de acero o viguetas no deben utilizarse en la construcción de corrales o<br />
mangas. Los animales que chocan contra las orillas tendrán hematomas. Se recomiendan<br />
postes de tubería y divisiones de rieles. Las superficies que entran en contacto con los<br />
animales deben ser suaves y redondeadas (Grandin, 1980c; Stevens y Lyons, 1977). Las<br />
terminaciones agudas de las tuberías deben redondearse. Aquellas áreas con divisiones<br />
cerradas deben tener los postes y las partes estructurales por la parte de fuera, lejos de los<br />
animales. Un animal que se frota contra una superficie metálica plana, no se producirá<br />
hematomas. Todas las puertas deben equiparse con mecanismos que eviten que se abran<br />
hacia el corredor. Las puertas tipo guillotina deberán contra pesarse y acolchonarse en el<br />
fondo utilizando una correa a manera de cinturón o una manguera de buen diámetro<br />
(Grandin, 1983ª).<br />
Diseño de mangas, embudos, y rampas de desembarque<br />
Mangas<br />
Todas las mangas deben tener paredes compactas con el fin de evitar que los animales<br />
vean la gente u otro tipo de distracciones a través de las divisiones. La entrada de los<br />
animales a la manga en ocasiones puede facilitarse mediante la instalación de láminas<br />
metálicas para evitar que los animales que se aproximan vean a la gente que está parada<br />
en la manga. Una manga curva de un sólo carril es especialmente recomendable para<br />
mover reses (Rider et al., 1974; Grandin, 1980ª), Un radio interno de 5 m es ideal para el<br />
ganado.<br />
Fig. 4<br />
(Recomendaciones adicionales se dan en el Capítulo 7). Los andadores para el manejador<br />
deben correr a lo largo de la manga, evitando el uso de andadores que pasen sobre los<br />
animales. En los rastros con espacio restringido, puede utilizarse un sistema de mangas<br />
en forma de serpentina (Grandin, 1984). Un sistema de mangas en un rastro debe ser lo<br />
suficientemente largo para asegurar el flujo continuo de animales hasta el
desensibilizador, pero no tan largo que ocasione estrés a los animales por estar esperando<br />
en línea.<br />
Las mangas rectas funcionan bien con los cerdos. En ocasiones se construyen dos mangas<br />
paralelas con un lado común, porque los cerdos entran más fácilmente (Grandin, 1982).<br />
Las paredes externas de las mangas son cerradas pero la interior común está construida<br />
con barras. Esto permite que los cerdos puedan verse entre sí y facilita el comportamiento<br />
gregario. Sin embargo, este sistema aún provoca estrés durante la desensibilización<br />
debido a que los cerdos tienen que esperar. El estrés puede reducirse grandemente si se<br />
instalan dos aturdidores. Esto permitirá dos líneas de cerdos moviéndose hacia adelante<br />
continuamente. Este concepto es económicamente viable para rastros grandes con un<br />
flujo de más de 500 cerdos por hora.<br />
Una posibilidad futura es la eliminación de las tradicionales mangas sencillas.<br />
Aturdidores múltiples podrían instalarse en varias mangas paralelas (Grandin, 1991c). Se<br />
eliminaría el converger cerdos hacia una sola fila. En Dinamarca se ha experimentado<br />
con un grupo de contenedores al que le cabe un corral de cerdos. El aturdir a un grupo de<br />
cerdos con gas de bióxido de carbono en un elevador acabará con los problemas de<br />
manejo asociados con la guía de cerdos nerviosos, excitables hacia arriba por una manga<br />
sencilla. Muchos problemas de manejo se solucionarían, pero existe preocupación en<br />
cuanto a lo humanitario que resulta el uso de CO2 en ciertas razas y líneas genéticas de<br />
cerdos. Forslid (1987) y Ring (1988) encontraron que el uso de CO2 resultó humanitario<br />
en cerdos Yorkshire y Landrance. Grandin (1988a) encontró que algunas razas tales<br />
como la Hampshire, se caracterizan por una mala reacción además de tornarse<br />
sumamente agitadas antes de perder la consciencia. Dodman (1977) también encontró<br />
variaciones en las reacciones de los cerdos hacia el CO2. La selección genética es una<br />
solución a este problema. Sin embargo es un área en la que hace falta mucha<br />
investigación.<br />
Embudos<br />
Los corrales denominados "embudos" en forma circular son muy eficientes para todas las<br />
especies. El radio recomendado para un corral de este tipo es de 3.5 m para ganado, 1.83<br />
- 2.5 m para cerdos y 2.4 m para borregos. Para todas las especies, se recomiendan<br />
paredes cerradas tanto en la manga como en el corral que desemboca en ésta (Rider et al.,<br />
1974 ; Brockway, 1975 ; Grandin, 1980b, 1982). Con propósitos de seguridad hacia el<br />
operador, deben construirse puertas para humanos con el fin de que la gente pueda<br />
escapar de algún animal que ataque. La hoja de la puerta del corral embudo debe ser<br />
también cerrada para evitar que los animales quieran regresar. Los animales salvajes<br />
tienden a comportarse más tranquilos en aquellas instalaciones con paredes cerradas.<br />
Estos corrales deben construirse sobre un piso nivelado. Los animales se amontonan si se<br />
construye sobre una superficie con pendiente (mayor información se ofrece en el Capítulo<br />
7).<br />
Los corrales "embudo" con esta misma forma (embudo), funcionan bien con reses y<br />
borregos pero no con cerdos. Un "embudo" para cerdos debe diseñarse con una entrada
abrupta a la manga con el fin de evitar que los animales se atasquen. Hoenderken (1976)<br />
diseñó un sistema con una serie de escalones que varían en amplitud al ancho de un<br />
cerdo, dos cerdos, tres cerdos. Este diseño funciona bien cuando se manejan los cerdos<br />
rápidamente en grupos. Pero no ante sistemas de flujo continuo. Un corral redondo con<br />
dos puertas que continuamente giran y una entrada abrupta hacia una manga de un carril<br />
es lo que se usa con éxito en varios rastros de cerdos en los Estados Unidos.<br />
Fig. 5a
Fig.5b
Fig.5b<br />
Fig. 5c<br />
Otro diseño es una simple forma de escalón equivalente al ancho de un cerdo. Esto evita<br />
el amontonamiento de los animales en la entrada de mangas de un carril (Grandin, 1982,<br />
1987). El amontonamiento de los animales puede prevenirse en el futuro mediante la<br />
instalación de puertas que restrinjan la entrada de los animales al inicio de las mangas de<br />
un carril. La entrada de la manga de un carril, debe proporcionar solamente 5 mm de cada<br />
lado de los cerdos. Las mangas dobles también deben tener este sistema en forma de<br />
escalón para evitar los amontonamientos.
Desembarque<br />
Con frecuencia más de una rampa de desembarque es necesaria para facilitar el descargar<br />
rápidamente un vehículo. Durante clima caluroso, un desembarque rápido es esencial<br />
porque la temperatura se eleva rápidamente en el interior de los vehículos estacionados.<br />
En algunas instalaciones, se requiere de corrales de desembarque (ver Fig. 1). Estos<br />
corrales permiten descargar a los animales rápidamente antes de separarlos, pesarlos o de<br />
revisar sus identificaciones. Después de que se realizan uno o dos procedimientos, los<br />
animales se mueven hacia un corral de contención. Las instalaciones utilizadas para el<br />
desembarque deben tener 2.5 - 3 m de ancho con el fin de proveer al animal con una clara<br />
salida hacia el corredor (Fig. 1 ; Grandin, 1980d).<br />
Rampas y pendientes<br />
Los patios de los rastros en forma ideal deben estar construidos a nivel del piso de los<br />
vehículos para eliminar el uso de rampas tanto para desembarque como movimiento hacia<br />
la cámara de desensibilización. Esto es especialmente importante en los cerdos. El ángulo<br />
máximo para una rampa de ganado fija es de 20 - 25o. De ser posible, la rampa hacia la<br />
cámara de aturdimiento no debe exceder 10o para cerdos, 15o para reses y 20o para<br />
borregos. Los ángulos de las rampas hacia las cámaras de desensibilización deben ser<br />
menores al máximo que corresponde al recomendable para rampas de embarque hacia los<br />
vehículos. Con el fin de reducir el riesgo de caídas, las rampas de desembarque deben<br />
tener una superficie plana en la parte más alta. Esto brinda a los animales una superficie a<br />
nivel sobre la cual caminar al momento en que salen del vehículo (Stevens y Lyons, 1977<br />
; Grandin, 1979 ; Agriculture Canada, 1984). Este mismo principio se aplica también en<br />
las rampas hacia las cámaras de desensibilización. Una porción a nivel facilita la entrada<br />
de los animales al inmobilizador o caja de aturdimiento.<br />
En las rampas de concreto se recomiendan escalones acanalados (Grandin, 1980c , 1991a<br />
; United States Department of Agriculture, 1967). Es más fácil caminar sobre ellos<br />
cuando la rampa se desgasta o ensucia. Mayores recomendaciones se dan en el Capítulo 7<br />
y en Grandin (1991a). Sin embargo, en instalaciones nuevas y limpias, los cerdos<br />
pequeños no muestran preferencia entre los escalones, y tablillas ligeramente separadas<br />
(Phillips et al., 1987, 1989). Para el sacrificio de cerdos finalizados, las tablillas deben<br />
estar a 15 cm de distancia unas de otras (Warris et al., 1991).<br />
Diseño de sistemas de sujeción<br />
El equipo de sujeción para someter a los animales durante la desensibilización y el<br />
sacrificio ha mejorado mucho. Una de las primeras innovaciones fue el sujetador<br />
transportador en "V" para cerdos (Regensburger, 1940). Consiste en dos transportadores<br />
oblicuos en forma de "V". Los cerdos viajan con sus patas colgando bajo el fondo de la<br />
"V" (Fig. 6). A finales de los 70s la compañía Nijhuis en Holanda diseñó un aturdidor<br />
automático incorporado a dos sujetadores tipo "V". Un sujetador corre más rápido que el<br />
otro para llevar los cerdos hacia la desensibilización. El sujetador tipo "V" es un sistema<br />
confortable para los borregos y cerdos con cuerpos redondeados y blandos (Grandin,<br />
1980d). La presión contra los flancos del cerdo provoca que este se relaje (Grandin et al.,
1989). No obstante, el sujetador tipo "V" no es apto para la transportación de cerdos muy<br />
pesados y musculosos con jamones sobre desarrollados. La "V" pellizca los enormes<br />
jamones y no soporta adecuadamente a los cerdos. Algunos cerdos muy largos y flacos<br />
tampoco son transportados adecuadamente.<br />
En rastros de cerdos más pequeños, un sujetador tipo caja prensa trabaja bien (Hlavacek,<br />
1963). Esta consiste en dos paneles acojinados que aprietan al cerdo, mismo que es<br />
arrojado una vez que ha sido desensibilizado. En los 80´s se desarrolló una versión<br />
modificada de este aparato para rastros Europeos pequeños. A finales de los 60´s el<br />
sujetador tipo "V" se modificó por Oscar Schmidt de la compañía Butcher´s de<br />
Cincinnati y Don Williams de Armour y Compañía en los Estados Unidos, para ser usado<br />
en ganado bovino. Una descripción completa y dimensiones pueden encontrarse en<br />
Grandin (1980d, 1983b).<br />
El desarrollo del sujetador tipo "V" para ganado bovino adulto fue una innovación mayor<br />
debido a que remplazó múltiples y peligrosas cajas de aturdimiento para el ganado en<br />
plantas procesadoras de alta velocidad. Después del aturdimiento el ganado se encadena<br />
por uno de sus miembros posteriores mientras el animal aún está sostenido por el<br />
sujetador. Los sistemas de sujetador tipo "V" funcionan muy bien con ganado gordo, sin<br />
embargo, existen problemas con becerros pequeños y animales flacos. Los becerros<br />
pequeños tienden a cruzar sus patas y caer a través del sujetador (Giger et al., 1977).<br />
Lambooy (1986) encontró que terneros de 200 kg tuvieron dificultad en entrar al<br />
sujetador.<br />
Investigadores en la Universidad de Connecticut desarrollaron un laboratorio prototipo<br />
para un nuevo tipo de sistema de sujeción (Westervelt et al., 1976 ; Giger et al., 1977).<br />
Donde los becerros y borregos se sostienen por su panza y parte baja del pecho mediante<br />
dos rieles móviles. Esta investigación demostró que los animales sujetos de esta forma<br />
estuvieron bajo un estrés mínimo. Los becerros y borregos viajaron calladamente sobre el<br />
sujetador y rara vez lucharon. La distancia entre los rieles proporciona suficiente espacio<br />
para el pecho del animal y evita una presión incómoda sobre el esternón. Este prototipo<br />
fue un gran paso adelante en el diseño de inmovilizadores humanitarios, pero todavía<br />
existen muchos componentes que hay que desarrollar para crear un sistema que pueda<br />
operar bajo condiciones comerciales.<br />
En 1986 el primer sujetador de riel doble se diseñó e instaló en un rastro comercial<br />
grande para becerros y borregos por Grandin Livestock Handling Systems y Clayton H.<br />
Landis en Souderton, Pennsylvania, USA (Grandin, 1988b).
Fig. 7<br />
Fig. 8<br />
En 1989 se instaló el primer sujetador de riel doble en un rastro grande para ganado<br />
bovino por Grandin Livestock Handling Systems y Swilley Equipment, Logan, Iowa<br />
(Grandin, 1991b). Hoy en día existen trece sistemas para ganado. El sistema de sujetador<br />
de doble riel tiene muchas ventajas en comparación con el sujetador de tipo "V". La<br />
desensibilización es más sencilla y precisa debido a que el operador puede pararse 28 cm<br />
más cerca del animal. El ganado penetra más fácilmente debido a que pueden entrar<br />
caminando con sus patas en una posición natural. El enganchar sus patas para<br />
posteriormente ser colgarlos se facilita ya que las patas se encuentran separadas y<br />
finalmente el ganado viaja más tranquilo en este tipo de sujetadores.<br />
El diseño adecuado es esencial para una operación humanitaria. El ganado que va<br />
entrando no debe ser capaz de ver luz saliendo de debajo del sujetador. Este debe tener un<br />
piso falso debajo de las patas del animal sujeto, para brindar al ganado que viene<br />
entrando la apariencia de un piso firme por donde pudieran seguir caminando. Para<br />
mantener el ganado tranquilo, los animales deben estar completamente sujetos y<br />
apoyados sobre el transportador antes de emerger de la repisa que los obliga a agacharse.<br />
Las patas posteriores deben perder el apoyo de la rampa de entrada antes de que los<br />
animales puedan ver por debajo de la rampa que les mantiene agachados. Si esta rampa es<br />
demasiado corta el ganado se inquieta más fácilmente. Tanto en las versiones de<br />
sujetadores de doble riel para ganado adulto como para becerros debe existir un claro de<br />
aproximadamente 5 cm entre la espalda del animal que entra y la rampa que les obliga a<br />
agacharse. Los sistemas de doble riel también se han diseñado para borregos y cerdos en<br />
nueva Zelanda y Holanda.
Cajas de aturdimiento convencionales<br />
Un error común es el construir cajas de aturdimiento demasiado anchas. Una caja de 76<br />
cm de ancho sujetará todo ganado con excepción de algunos de los toros más grandes.<br />
Las cajas de aturdimiento deben tener pisos antiderrapantes para permitirle al animal<br />
pararse sin resbalar.<br />
No se requiere el uso de sistemas para sujetar la cabeza durante la desensibilización en<br />
los sujetadores tipo "V" ni en los de doble riel. En una caja convencional de aturdimiento<br />
la eficiencia de la desensibilización puede mejorarse grandemente mediante el uso de un<br />
yugo para detener la cabeza. Los yugos y los sujetadores de cabeza automáticos para el<br />
ganado han sido desarrollados en Australia (CSIRO, 1989 ; Buhot et al., 1992), Nueva<br />
Zelanda, e Inglaterra. Ewbank et al. (1992) encontraron que el ganado muestra mayores<br />
niveles de estrés cuando se sujetan sus cabezas. El sistema que ellos observaron estaba<br />
muy pobremente diseñado y carecía de una puerta posterior de empuje. El forzar la<br />
cabeza de los animales a un sujetador fue difícil y tomó como promedio 32 segundos.<br />
Con el objeto de minimizar el estrés el yugo debe diseñarse de manera que el animal<br />
entre voluntariamente y debe ser desensibilizado inmediatamente después de que la<br />
cabeza es sujeta. El equipo Australiano sujetador de cabezas con puerta posterior de<br />
empuje funciona bien (CSIRO, 1989). La puerta posterior de empuje elimina el uso de las<br />
chicharras eléctricas. También pueden utilizarse lámparas con el fin de motivar al ganado<br />
para que mantenga su cabeza elevada para el aturdimiento. Los investigadores de Nueva<br />
Zelanda han diseñado un sistema humanitario para el aturdimiento eléctrico de ganado<br />
bovino mientras su cabeza se encuentra sujeta (Gregory, 1993). Las especificaciones para<br />
la posición correcta de los electrodos se dan en Cook et al. (1991).<br />
Sacrificio ritual<br />
El sacrificio ritual va en incremento en muchos países a medida que crece la demanda de<br />
los Musulmanes por carne tipo Halal. Algunas autoridades de las religiones Musulmanas<br />
permiten únicamente la desensibilización eléctrica en la cabeza para el sacrificio tipo<br />
Halal, pero el sacrificio Judío (Kosher) siempre se realiza sobre animales conscientes. En<br />
algunos países como los Estados Unidos, es legal suspender animales vivos de una de las<br />
patas posteriores para sacrificio ritual. Esta práctica además de cruel es muy peligrosa. El<br />
remplazar el enganchado de las patas posteriores y alistamiento por un aparato sujetador<br />
humanitario reduce grandemente los accidentes (Grandin, 1990). En Europa, Canadá y<br />
Australia se obliga la utilización de sistemas de sujeción humanitarios.<br />
El primer aparato de sujeción para el sacrificio ritual se desarrolló en Europa hace 40<br />
años. El corral tipo Weinberg consiste en una caseta angosta que lentamente invierte al<br />
animal hasta que se encuentra apoyado sobre su espalda. Genera menos estrés que el<br />
encadenamiento de la pata posterior y alzamiento, pero genera mucho mas estrés que la<br />
mayoría de los sistemas modernos de encadenamiento de las patas y levantamiento donde<br />
los animales se encuentran parados en posición vertical (Dunn, 1990). Los animales<br />
sujetos en la caseta tipo Weinberg exhiben niveles mucho más altos de vocalizaciones y<br />
cortisol (hormona del estrés) en comparación con el ganado sujeto pero parado en<br />
posición vertical. Hoy en día existe disponible una caseta giratoria mejorada denominada<br />
Facomia. Esta, sujeta la cabeza y cuerpo del animal de manera más segura que el
anticuado modelo Weinberg. Sin embargo, probablemente genera más estrés que el mejor<br />
método de sujeción que no invierte la posición del ganado. El ganado se resiste a invertir<br />
su posición. El ganado así tratado tuerce su cuello en un intento por enderezar sus<br />
cabezas, y pueden aspirar mayores cantidades de sangre.<br />
Una innovación significativa en equipo de sujeción para el sacrificio ritual fue la caseta<br />
tipo ASPCA (Marshall et al., 1963). Consiste en una caseta angosta con paredes cerradas<br />
con una apertura al frente para la cabeza del animal. Un soporte bajo la panza evita que el<br />
animal caiga después del corte de su garganta).<br />
Fig. 9
El diseño y operación apropiada es esencial (Grandin, 1992) El soporte no debe levantar<br />
del piso al animal. Algunos modelos viejos de este tipo de caseta generan estrés excesivo<br />
debido a que el animal se levanta del suelo mediante este soporte. Debe instalarse un tope<br />
que restrinja el viaje del soporte a 28 pulgadas (71 cm). Debe reducirse la presión<br />
neumática o hidráulica que opera la puerta posterior de empuje para evitar presión<br />
excesiva en la parte posterior del animal. El soporte de la cabeza debe también tener un<br />
tope para evitar que el cuello se doble excesivamente así como un sistema que limite la<br />
presión para evitar la aplicación de presión excesiva. Un soporte para detener la frente de<br />
la res hacia abajo, de un ancho de 25 cm (10 pulgadas) y forrado de hule, ayuda a<br />
incrementar el confort del animal. Deben instalarse reductores de velocidad o<br />
controladores de flujo en los sistemas hidráulicos o neumáticos para evitar movimientos<br />
repentinos y jaloneo de las máquinas. Mayor información acerca de estos equipos se<br />
brinda en el Capítulo 7.<br />
Para futura investigación se encuentra un sostenedor de cabeza en un sujetador tipo "V"<br />
dentro del equipo de sacrificio ritual (Grandin, 1980c) y el sacrificio ritual de becerros<br />
sobre sistemas de doble riel (Grandin, 1988b). El autor ha desarrollado un mecanismo<br />
sujetador de cabeza para ganado grande en sistemas de doble riel.
Fig. 10<br />
Este se está utilizando en plantas rastro de tamaño comercial, tanto para sacrificio ritual<br />
como apara aturdimiento mediante émbolo oculto. Para la utilización del aturdimiento<br />
mediante émbolo oculto existe una rendija en el soporte de la frente, misma que puede ser<br />
modificada para la realización de desensibilización mediante electricidad. El equipo de<br />
investigación en la Universidad de Connecticut también ha desarrollado un sujetador<br />
pequeño y barato para sujetar becerros y borregos durante el sacrificio ritual (Giger et al.,<br />
1977). Para becerros grandes puede construirse un modelo miniatura del ASPCA.<br />
Conclusiones<br />
El sacrificio cuidadoso genera menos estrés que el manejo y sujeción en la granja. Al<br />
evaluar diferentes sistemas, las variables de diseño de equipo básico deben aislarse del<br />
manejo brusco y distracciones que provocan que los animales se detengan. Las<br />
distracciones siguientes pueden arruinar el desarrollo de sistemas de manejo y sujeción:
1. sombras,<br />
2. iluminación pobre en la manga y entrada a los sujetadores,<br />
3. reflejo en el agua o brillo de metales,<br />
4. olores en la manga hacia animales que se aproximan,<br />
5. ruidos de alta frecuencia, y<br />
6. ver gente en su camino.<br />
El corregir estos problemas generalmente mejora el movimiento del ganado ante<br />
cualquier tipo de equipo.<br />
Los ingenieros que diseñan equipo deben poner mucha atención en el diseño de los<br />
detalles. Errores de trazo tales como dar un ángulo demasiado cerrado a la curva de una<br />
manga en la unión entre ésta y el embudo provocará que los animales se frenen. Los<br />
cerdos que se manejan en sistemas de mangas con errores sufren más estrés (Weeding et<br />
al., 1993). El manejo debe tornarse sumamente sensitivo hacia el bienestar de los<br />
animales. El factor individual más importante que determina como se tratan los animales<br />
es la actitud de la supervisión. El desarrollo en el diseño de equipo nuevo hará el manejo<br />
más fácil, humanitario y silencioso, pero todos los sistemas además deben tener buena<br />
supervisión. La supervisión debe cubrir muy de cerca tanto la conducta de los empleados<br />
como el mantenimiento del equipo.<br />
Referencias<br />
Fig. 1. Trazo de corrales, corral de aglomeración redondo y sistema de manga curva para<br />
una planta de sacrificio de reses.<br />
Level dock Muelle a nivel<br />
Ramp Rampa<br />
Unloading pen Corral de desembarque<br />
Round forcing pen Corral embudo redondo<br />
Raised walkway Andador elevado<br />
Curved holding lane Carril de contención curvo<br />
Walkway Andador<br />
Lengthen this space for scales or Alárguese este espacio<br />
para<br />
identification facility or sorting la ubicación de<br />
básculas o<br />
instalaciones de<br />
identificación o separación.<br />
Fig. 2. Corrales para ganado en ángulo de 60o<br />
Fig. 3. Sistema de rastro Danés para cerdos con puertas de empuje eléctricas.<br />
To stunning chute crowd pen Hacia el corral de<br />
aglomeración y manga de<br />
aturdimiento<br />
End pulley Fin de la polea<br />
Powered crowd gate attached chain Puerta eléctrica de<br />
aglomeración ligada a la<br />
cadena
Powered guillotine gate Puerta de<br />
guillotina eléctrica<br />
Crowd gate going around the pulley Puerta de aglomeración<br />
yendo a<br />
través de la polea<br />
Drive unit Unidad de manejo<br />
Swing gate in push gate open to admit Puerta de bandera en la<br />
puerta<br />
hogs to pen de empuje abierta para<br />
permitir<br />
la entrada de cerdos<br />
Lift tailgate Entrada levadiza posterior<br />
Truck Camión<br />
Unlouding dock Muelle de desembarque<br />
Gates on lift tailgate Puertas en la entrada<br />
levadiza posterior<br />
Push gate pushed by man Puerta de empuje<br />
movida por un hombre<br />
40 pigs per pen 40 cerdos por corral<br />
Push gate track Huellas para la puerta de<br />
empuje.<br />
Fig. 4. Manga curva para reses en una planta de sacrificio.<br />
Fig. 5. Corral de aglomeración redondo para cerdos con una entrada brusca para evitar<br />
amontonamientos.<br />
Vertical sliding entrance gate Puerta de entrada de<br />
deslizamiento vertical<br />
Race Manga<br />
Entrance restricter Restringidor de entrada<br />
Two revolving crowd gates Dos puertas giratorias de<br />
aglomeración<br />
Fig. 6. Sistema de sujeción y transporte tipo "V" para cerdos.<br />
Fig. 7. Diagrama de sujetador de doble riel para borregos, becerros y ganado.<br />
Entrance chute Entrada de la manga<br />
Solid hold down rack Repisa cerrada para<br />
mantener<br />
el ganado agachado<br />
Adjustable side Lado ajustable<br />
Incline conveyor Transportador inclinado<br />
Table convenyor Mesa transportadora<br />
Solid false floor Piso falso<br />
Double rail conveyor Transportador de doble<br />
riel<br />
Cleated non-slip entrance ramp Rampa de entrada con sobre<br />
relieve antiderrapante<br />
Leg spreader bars Barras separadoras de<br />
extremidades.<br />
Fig. 8. Novillo grande en el sujetador de doble riel.
Fig. 9. Caseta ASPCA para inmovilización del ganado durante el sacrificio ritual.<br />
Bracket attached to sliding panel Soporte integrado al panel<br />
deslizable<br />
Forehead bracket Soporte para la frente<br />
Chin lift Barbilla levantada<br />
Discharge gate in raise position Puerta de descarga en<br />
posición<br />
abierta<br />
Pusher attached to vertical slide gate Dispositivo de empuje<br />
adherido<br />
a la puerta de<br />
deslizamiento<br />
vertical<br />
Rear pusher extended Dispositivo de empuje<br />
trasero<br />
extendido<br />
Rear pusher retracted Dispositivo de empuje<br />
trasero<br />
contraído<br />
Concrete floor Piso de concreto<br />
Belly lift Dispositivo de levante por<br />
la<br />
panza<br />
Recess for belly lift Bajo relieve para el<br />
dispositivo de levante por<br />
la panza.<br />
Fig. 10. Dispositivo para sujetar la cabeza, para sacrificio ritual o desensibilización<br />
mediante émbolo oculto.<br />
Chin lift raised by chains attached to Elevador de barba<br />
movido por<br />
sliding panel cadenas ligadas al panel<br />
deslizable<br />
Forehead hold down attached to sliding Posicionador de la<br />
frente<br />
panel ligado al panel<br />
deslizable<br />
Biparting chin lift attached to sliding Elevador de barbilla<br />
ligado<br />
doors a las puertas deslizables<br />
Double rail restrainer Sujetador de doble riel
LAS ACTITU<strong>DE</strong>S <strong>DE</strong>L PERSONAL HACIA LOS ANIMALES<br />
EN PLANTAS <strong>DE</strong> FAENA Y LOCALES <strong>DE</strong> REMATE<br />
Prof. Temple Grandin, Ph.D.<br />
Depto. de Ciencia <strong>Animal</strong><br />
Colorado State University<br />
Fort Collins, CO 80523-1171, EE.UU.<br />
Publicado en Anthrozoos, 1988, Vol. I, N o 4, pp. 205-213<br />
Traducción del Dr. Marcos Giménez-Zapiola<br />
Resumen<br />
Es común que se maltrate a los animales en los locales de remate y en las plantas de<br />
faena. Los maltratos que se observan más frecuentemente son arrastrar a los animales<br />
caídos y golpear o picanear excesivamente a los animales. Tanto en los locales de<br />
subastas como en las plantas de matanza, los empleados están sometidos a presión para<br />
mantener un flujo constante de animales hacia la pista de ventas o la línea de faena. En<br />
ambos tipos de instalaciones, se necesita mover rápidamente grandes cantidades de<br />
animales. El objetivo de este estudio fue analizar el comportamiento de las personas que<br />
manejaban el ganado en dichas empresas. También se observó el desempeño de los<br />
gerentes de las plantas de faena, para conocer mejor la influencia de la conducta de los<br />
directivos sobre el trato de los empleados a los animales.<br />
Los mercados de remate de ganado en pie<br />
El 1984, un investigador fue contratado para hacer visitas sin anuncio previo a 51<br />
mercados de subasta de ganado en 11 estados del sudeste de EE.UU. Su itinerario fue<br />
predeterminado objetivamente por una persona que no tenía conocimiento alguno sobre<br />
las condiciones en que funcionaban esos mercados. En cada estado, se visitó el 10% de<br />
los locales de remate registrados oficialmente.<br />
El 21% de los locales investigados tenía un manejo excelente, y el 32%, en cambio, un<br />
manejo rudo o actos de crueldad (Cuadro 1). Al evaluar el estado de las instalaciones, se<br />
comprobó que el 35% las tenía en condiciones excelentes o bien mantenidas, y en el<br />
28%, en cambio, estaban sucias, rotas o tenían un diseño defectuoso (Cuadro 2).<br />
Los mercados con buenas instalaciones tendían a tener una menor incidencia de manejo<br />
rudo (Cuadro 3). La calidad de las instalaciones tuvo escaso efecto sobre los episodios<br />
manifiestos de crueldad, así como en la incidencia de trato rudo debido a deficiencias<br />
gerenciales. El 33% no tenía bebederos o comederos.<br />
El tamaño del mercado no mostró relación con la calidad de las prácticas de manejo, pero<br />
aquellos mercados que se especializaban en una especie tendían a tener mejor manejo.<br />
Tanto los mercados con "manejo excelente" como aquellos con "manejo no aceptable"<br />
preferían las picanas eléctricas a batería. Esto indica que el factor importante en el<br />
manejo no es la herramienta que se usa, sino cómo se la usa: un buen operario procurará
tocar al animal con la picana en vez de aplicarle la corriente eléctrica. Se observó una<br />
tendencia a un manejo más abusivo cuando se usaba picanas eléctricas conectadas a un<br />
cable suspendido sobre las líneas de trabajo. Este tipo de picana da un choque eléctrico<br />
menos focalizado que las picanas portátiles alimentadas a batería.<br />
Cuadro 1: Clasificación del manejo en los Mercados de Ganado del sudeste de<br />
EE.UU.<br />
Categoría Descripción %<br />
Manejo<br />
Excelente<br />
Manejo<br />
Aceptable<br />
No<br />
Aceptable:<br />
Manejo Rudo<br />
No<br />
Aceptable:<br />
Crueldad<br />
Los animales eran arreados en calma con un mínimo de picaneo. Se tenía<br />
cuidado de no golpear a los animales al cerrar las puertas. Nunca se los<br />
pateaba ni golpeaba con objetos duros<br />
Las prácticas de manejo no eran excelentes, pero no se aplicaban<br />
prácticas no aceptables<br />
Muchos animales eran manejados con rudeza por más de una persona, y<br />
los supervisores no trataban de detener el maltrato. La clasificación de<br />
"Manejo Rudo" se daba cuando se observaba cualquiera de los<br />
siguientes abusos como práctica rutinaria; aplicación constante de la<br />
picana eléctrica cuando los animales no tenían lugar adonde moverse,<br />
cierre de puertas contra los animales, hacinamiento y amontonamiento<br />
de los animales, golpes con palos u otros objetos, y aplicación constante<br />
de azotes.<br />
Los animales eran arrastrados, arrojados o alzados por la cola o las<br />
orejas. Esta clasificación también se aplicaba cuando la mayoría de los<br />
empleados trataba con rudeza a casi todos los animales, y aparentaba no<br />
tener ninguna consideración por ellos.<br />
Fuente: Grandin, 1985.<br />
Cuadro 2: Clasificación de las instalaciones de los Mercados de Ganado del<br />
sudeste de EE.UU.<br />
Categoría Descripcion %<br />
Excelente<br />
Aceptable<br />
Sucio o necesitado<br />
de arreglos<br />
importantes<br />
Todos los corrales y mangas estaban limpios y bien<br />
mantenidos, con un mínimo de salientes cortantes que<br />
pudieran lastimar a los animales. Había iluminación<br />
adecuada. Los mercados con buen diseño de corrales<br />
también entraron en esta categoría.<br />
La mayoría de los corrales y mangas estaban bien<br />
mantenidos y limpios. Un local con algunas tablas<br />
rotas o corrales barrosos caía en esta categoría.<br />
Muchos corrales con cercas o puertas rotas, que<br />
requieren reparaciones importantes. También<br />
comprende los locales sucios o con basura, cuyas<br />
35%<br />
37%<br />
22%<br />
21%<br />
47%<br />
20%<br />
12%
Diseño<br />
insatisfactorio<br />
Fuente: Grandin, 1985.<br />
mangas no mostraban evidencias de ser limpiadas<br />
rutinariamente.<br />
Esta clasificación se aplicaba cuando las fallas de<br />
diseño provocaban graves problemas de manejo, que<br />
incrementaban la frecuencia del trato rudo y que<br />
aumentaban el riesgo de que los animales se<br />
lesionaran.<br />
Cuadro 3: Relación entre el manejo y la calidad de las instalaciones<br />
Manejo<br />
Instalaciones Excelente/Aceptable No Aceptable/Cruel<br />
Excelentes/Aceptables 28 (76%) 9 (24%)<br />
No Aceptables 7 (50%) 7 (50%)<br />
(X 2 = 3.11; p = 0.08)<br />
El comportamiento del personal de plantas de faena<br />
Fueron visitadas 25 plantas de faena de EE.UU. y Canadá, todas ellas bajo inspección<br />
federal. En cada una, se dedicaron más de dos días a la observación de la conducta de los<br />
empleados que arreaban y mataban a los animales. Las visitas fueron realizadas por la<br />
autora entre 1975 y 1987. Las plantas fueron clasificadas en tres categorías:<br />
1. Se observan actos rutinarios de crueldad deliberada.<br />
2. El trato rudo es una práctica de rutina.<br />
3. El comportamiento de los empleados es bueno o excelente.<br />
No se tuvo en cuenta el estado del equipamiento y las instalaciones de las plantas, aun<br />
cuando tuviera influencia sobre los problemas de manejo, porque el estudio estaba ceñido<br />
al comportamiento de los empleados. De las 25 plantas, 8 (32%) estaban en la categoría<br />
1; en la categoría 2 hubo 3 (12%), y las 14 restantes (56%) estaban en la categoría 3.<br />
Doce plantas fueron estudiadas antes de 1982, y 13 después de 1982. La incidencia de la<br />
crueldad y el abuso cayeron del 67% entre 1975-82 al 23% en 1982-87.<br />
Factores que influyen sobre la incidencia del maltrato y la crueldad<br />
Las organizaciones que se caracterizaban por un manejo humanitario tenían un gerente<br />
que imponía un estricto código de conducta. Si un empleado maltrataba a un animal, se lo<br />
despedía o se lo trasladaba lejos de los animales. Las plantas de faena que presentaban<br />
problemas de crueldad en el trato tendían a tener un gerenciamiento flojo en el área<br />
ganadera. En cuatro casos, las plantas de faena mejoraron pronunciadamente su<br />
clasificación en cuanto al manejo después de contratar un nuevo gerente. En otro caso, el<br />
manejo empeoró.<br />
La imposición, por parte de la gerencia, de un código estricto de manejo, tenía mayor<br />
influencia sobre el comportamiento de los empleados que la ubicación regional de la<br />
planta o el origen cultural del personal.<br />
6%
No se encontró relación entre el tamaño del mercado de ganado o la planta de faena y la<br />
incidencia de mal comportamiento del personal, que resultara en trato rudo o crueldad.<br />
Sin embargo, las instalaciones mal diseñadas o mal mantenidas se correlacionaban con un<br />
aumento en la frecuencia del trato rudo y los accidentes de los animales. El manejo calmo<br />
es imposible si los animales están permanentemente frenándose, cayendo sobre suelos<br />
resbaladizos o atorados en las mangas. Las instalaciones deben estar bien iluminadas y<br />
limpias. Asimismo, es más fácil generar buenas actitudes en el personal cuando el<br />
entorno es agradable.<br />
No obstante ello, las buenas instalaciones no garantizan buen manejo. Los dos peores<br />
episodios de crueldad intencional con los animales fueron presenciados en plantas de<br />
faena que contaban con instalaciones nuevas y bien diseñadas. En un caso, el operario se<br />
complacía en arrancarle los ojos a las vacas antes de matarlas, y en el otro, el empleado<br />
clavó un gancho en el hombro de un cerdo vivo y lo cargó como si fuera un fardo de<br />
heno. La primera de estas plantas tenía un gerenciamiento laxo, y jamás corregía a sus<br />
empleados por el trato cruel, y la segunda dio una reprimenda al que le clavó el gancho<br />
al cerdo, pero en ningún caso hubo castigos severos a la crueldad.<br />
Mis observaciones personales indican que la incidencia del trato rudo tiende a ser menor<br />
en los estados del centro y el norte de EE.UU., con una frecuencia estimada en promedio<br />
en un 10-15%. En los estados del sur, parece haber más trato rudo, probablemente debido<br />
a una actitud más difundida de "macho". Kellert (1978, 1980) también ha observado<br />
diferencias regionales en las actitudes hacia los animales. En Europa, hay menos interés<br />
en el bienestar animal en los países meridionales (Curtis y Guither, 1983). Parece haber<br />
una relación entre el clima y el manejo. En Australia, hay más preocupación por los<br />
animales en las regiones más templadas del sur. En el norte tropical, el manejo es más a<br />
menudo rudo, de acuerdo con las observaciones personales y las referencias. Existe una<br />
tendencia entre los gerentes de plantas de faena de los países escandinavos y el Canadá a<br />
estar más preocupados por el manejo humanitario que sus colegas de EE.UU. Las plantas<br />
de faena de Holanda y Suecia son muy civilizadas. Los empleados están interesados en el<br />
bienestar animal, y la gerencia está interesada en el bienestar de los empleados. En<br />
contraste, los mataderos son espantosos en México. Existe la impresión de que las<br />
sociedades que tratan humanamente a la gente también tienden a tratar humanamente a<br />
los animales.<br />
En las plantas de faena estudiadas, aproximadamente el 4% del personal directamente<br />
involucrado con el ganado cometía actos de crueldad intencional. Esta gente parecía<br />
disfrutar mirando sufrir a los animales. Si una planta de faena o un corral de engorde<br />
tiene problemas de crueldad con los animales, por lo general sólo hay una o dos personas<br />
involucradas en los peores incidentes. Por otra parte, el manejo rudo tiende a<br />
generalizarse en las organizaciones mal gerenciadas. En algunas de las plantas de faena y<br />
locales de subasta peor gerenciadas, más de la mitad de los empleados incurría en trato<br />
rudo a los animales.<br />
Maltrato y crueldad en los niños<br />
Un descubrimiento perturbador del estudio de los mercados de ganado fue que la mitad<br />
de los que estaban en la categoría de manejo cruel permitían a menores de edad maltratar<br />
a los animales. En un local de remates, un niño de 7-8 años golpeaba permanentemente a<br />
los cerdos en la nariz mientras estaban en la pista de ventas, y ningún adulto hacía nada
por detenerlo. En otro caso, unos adolescentes parecían gozar golpeando el ganado con<br />
tablas. [Tres o cuatro casos distintos de niños atormentando terneros con picanas<br />
eléctricas fueron observados este año, y el verano pasado, estudiantes de mis cursos<br />
observaron conductas abusivas similares en una subasta en Texas, 1999]. Los niños que<br />
disfrutan maltratando a los animales pueden tener mayor predisposición a incurrir en<br />
comportamientos agresivos y crueles como adultos ( Felthous y Kellert, 1987). Leyton<br />
(1987) informa que los asesinos seriales Albert De Salvo (el estrangulador de Boston) y<br />
Edmund Kemper, quien cocinó pedazos de su víctima como estofado para fideos,<br />
torturaban gatos en su niñez. Un empleado de una planta de faena, que molestaba y<br />
trataba con rudeza a los animales, declaró que cuando era niño fue obligado a matar un<br />
novillo que era su mascota, agregando que luego de ello, jamás pudo sentir afecto por un<br />
vacuno. Su conducta se asemejaba al vituperio de los animales antes de sacrificarlos,<br />
característico de los cultos antiguos. Serpell (1986) afirma que el vituperio de la víctima<br />
ayuda al matador a distanciarse emocionalmente del animal que ha criado con cariño.<br />
Este empleado, sin embargo, nunca cometió un acto extremo de crueldad como los<br />
descriptos anteriormente.<br />
Factores correlacionados con mejoras en el manejo animal<br />
Los dos principales factores que motivan a los gerentes a mejorar el manejo en las plantas<br />
de faena son las sanciones legales y los incentivos económicos. La mayoría de las<br />
mejoras de manejo observadas en 1982-87 se pueden atribuir a las penalidades legales y a<br />
la búsqueda de ganancias. En 1978, la Ley de Matanza Humanitaria se hizo aplicable<br />
también al manejo previo. Y al mismo tiempo, un porcentaje mayor del ganado fue<br />
vendido sobre la base del peso de la carcasa en el gancho en vez del peso del animal vivo<br />
en pie. En la venta al gancho, la propiedad cambia de manos solamente después de la<br />
matanza, y el vendedor tiene que pagar el costo de las lesiones que presente la carcasa.<br />
Los vendedores han comenzado a ejercer una fuerte presión sobre la gerencia de las<br />
plantas de faena para mejorar el manejo, como también lo hacen en sus corrales de<br />
engorde. El ganado vendido sobre la base del peso vivo presenta casi el doble de<br />
descuentos por contusiones (Grandin, 1981). El trato rudo duplica la cantidad de<br />
contusiones.<br />
En los últimos 5 años, muchas plantas de procesamiento de porcinos también han<br />
comenzado a exportar al Japón. Los japoneses rechazan la carne de cerdo de mala<br />
calidad. La reducción del estrés y el nerviosismo en la casilla de noqueo mejora la calidad<br />
de esta carne (Grandin, 1986). Cuando una planta de faena comienza a exportar al Japón,<br />
su gerencia suele tomar medidas inmediatas para mejorar el manejo, pues observan al<br />
clasificador japonés rechazar más del 50% de su producción. Seis plantas visitadas en el<br />
período 1982-87 exportaban al Japón, y todas ellas tenían buen manejo. También fueron<br />
estudiadas cuatro plantas de faena de cerdos que no exportaban, y tres de ellas tenían<br />
manejo rudo o episodios de crueldad.<br />
Mis observaciones personales indican que el trato rudo más grave, el maltrato y la<br />
negligencia, tanto en las granjas, ranchos, mercados y corrales de engorde, se han<br />
mantenido estables en un 10-15% de las empresas de EE.UU. No han mostrado el<br />
mejoramiento que ha habido en las plantas de faena. Pese a que el manejo rudo causa<br />
grandes pérdidas, sigue existiendo porque el mercado está segmentado. La actitud de<br />
algunos participantes del mercado es "a mí no me importa si los terneros que vendí se
enferman durante el viaje, ése es problema del corral de engorde". El maltrato continuará<br />
a menos que haya un incentivo económico directo o que la presión por el bienestar<br />
animal lleve a sanciones legales. Aproximadamente el 25% de todas las empresas<br />
productoras tienen un manejo realmente excelente.<br />
La psicología del gerente de planta de faena<br />
Michael Lesy, en su libro The Forbidden Zone (1987), describe una planta espantosa,<br />
dirigida por un gerente<br />
charlatán y propenso a decir agudezas, que se la pasaba contando chistes de doble<br />
sentido. Este tipo de gerente es poco frecuente, y lo más común en la psicología de quien<br />
dirige una planta de matanza es simplemente la negación de la matanza. Los gerentes<br />
prefieren usar palabras como "despachar" o "procesar" para evitar esa realidad.<br />
A lo largo de los años, la autora ha efectuado muchas observaciones del comportamiento<br />
de los gerentes de plantas de faena. En empresas grandes, con oficinas centrales en<br />
alguna ciudad distante, la gerencia tiende a negar la realidad de la matanza. Las pocas<br />
veces que visitan las plantas, tienden a evitar el área de faena. Incluso gerentes que tienen<br />
sus oficinas en la misma planta muestran a veces esta actitud. Un gerente dijo a la autora<br />
que no iba a ampliar los corrales de ganado porque no quería verlos desde la ventana de<br />
su oficina. El quería que su planta pareciera "una fábrica de alimento".<br />
Las salas de empacado de carne, las cámaras frigoríficas, y la línea de despostado, donde<br />
la carcasa es cortada, suelen estar mucho mejor diseñadas y mantenidas que los corrales<br />
de ganado y la manga de faena. Varias plantas tenían corrales que se estaban cayendo a<br />
pedazos por falta de cuidado, mientras el resto de la planta estaba nuevo. Las actitudes de<br />
la gerencia también se reflejan en el hecho de que los empleos para el manejo de ganado<br />
y la matanza suelen ser los peor pagados de la línea de producción.<br />
Esta actitud carece de sentido económico. Las contusiones cuestan a la industria de la<br />
carne 46 millones de dólares al año, y los problemas de calidad de la carne debidos al<br />
estrés cuestan aun más (Livestock Conservation Institute, 1983; Grandin, 1986). El<br />
mejoramiento del manejo animal puede incrementar la aceptación de las chuletas de<br />
cerdo por parte de los japoneses en un 10 a 25% (Grandin, 1986). Corrales y mangas bien<br />
diseñados, y buenas prácticas de manejo, podrán reducir las contusiones y los problemas<br />
de calidad de la carne relacionados con el estrés (Grandin, 1980a, 1981, 1982a y b;<br />
Kilgour, 1971). El costo efectivo del ganado representa al menos la mitad de los costos<br />
operativos de una planta de faena.<br />
La autora también ha trabajado con gerentes e ingenieros que realmente se interesan por<br />
los animales, pero que igualmente se abstienen de visitar el área de matanza porque los<br />
pone mal. Muchos gerentes que tienen interés en los animales son a la vez productores<br />
ganaderos, o han tenido experiencia previa en el trabajo con ganado. Estas personas<br />
imponen un código de conducta riguroso, y parecen estar motivados por una<br />
preocupación genuina por los animales. Un gerente de ingeniería, que era al mismo<br />
tiempo criador de vacunos, hizo gastos no autorizados para mejorar el equipo de matanza<br />
de modo que redujera el sufrimiento animal. Un propietario de corrales de engorde,<br />
recientemente incorporado al negocio de la matanza, se hizo construir una oficina nueva<br />
con ventanales hacia los corrales de ganado, de manera tal que desde allí podía observar a<br />
sus empleados y asegurarse de que no maltrataran a los animales. Pero rara vez iba al<br />
área de matanza.
Los gerentes que provienen del departamento de compras de ganado suelen tener más<br />
interés en el trato a los animales que los que provienen de otros departamentos de la<br />
empresa. Los antecedentes del gerente afectan sus actitudes. Una de las plantas de faena<br />
mejor manejadas de EE.UU., cuya matanza se destaca por lo humanitario, es propiedad<br />
de una familia menonita, que también la administra. El trabajo duro y la calidad de los<br />
valores han transformado una pequeña empresa en una compañía con una facturación<br />
anual de más de 400 millones de dólares. Los directivos tienen una actitud humanitaria<br />
hacia los empleados y los animales, y la planta cuenta con los equipos más avanzados del<br />
sector. Están orgullosos de su empresa, que es una de las pocas que todavía organiza<br />
visitas abiertas para el público. Mientras las grandes empresas tratan de tapar lo que<br />
hacen, esta compañía está orgullosa de su funcionamiento. Otra planta de excelente<br />
manejo tenía muchos mormones en los puestos superiores.<br />
Psicología de los empleados de plantas de matanza<br />
En un estudio sobre las actitudes de estudiantes universitarios ante la matanza, Herzog y<br />
McGee (1983) descubrieron que, en la primera visita a los mataderos, la matanza de los<br />
animales les molestaba más que el destripado de las carcasas. Owens et al. (1981)<br />
realizaron un estudio sobre la psicología de los técnicos en eutanasia que deben matar<br />
perros y gatos en los depósitos públicos de animales abandonados. Encontraron que estos<br />
técnicos suelen sentirse culpables, pero a la vez sienten que están cumpliendo un servicio<br />
necesario. Uno de ellos comentó que prefería eliminar él mismo los animales que dejarlo<br />
en manos de alguien que no supiera lo que está haciendo. Los empleados de las plantas<br />
de faena hacen el mismo tipo de afirmación. Algunos decían que habían elegido el<br />
trabajo en la casilla de matanza para evitar que gente sádica lo hiciera.<br />
Algunos técnicos en eutanasia adoptan la actitud mecánica descripta en el estudio de<br />
Owens y otros (1981), donde se señala que en la mayoría de las respuestas se reflejaba el<br />
tema de protegerse del impacto total del acto de matar, separando los sentimientos de las<br />
acciones. Algunos lo lograban conversando de manera formal o intelectual sobre la<br />
eutanasia. Así como en la industria de la carne se usan eufemismos tales como<br />
"despachar", en vez de "matar", el personal de estos depósitos habla de PAD, por<br />
"ponerlos a dormir" (Arkow, 1985).<br />
Las personas que concretamente hacen la matanza en las plantas de faena tienen tres tipos<br />
diferentes de enfoque respecto de su trabajo: mecánico, sádico y del ritual sagrado. Son<br />
tres posturas observadas habitualmente, pero sólo en la gente que se ocupa de matar al<br />
animal o de llevarlo a la casilla de matanza.<br />
El enfoque mecánico<br />
La actitud mecánica es la más común. La persona que se dedica a matar al animal hace su<br />
trabajo como si estuviera abrochando cajas en una línea transportadora. No tiene<br />
emociones respecto de su acto. La mayoría de las personas que tienen esta actitud matan<br />
al animal con eficiencia y sin causarle dolor. Son empleados que estarán charlando sobre<br />
el tiempo o intercambiando chismes mientras matan centenares de animales cada día. Los<br />
animales son un commodity, una materia prima indiferenciada. Un ingeniero asesor que<br />
criaba cerdos y que había diseñado un sistema para faenar porcinos por electrocución. Si<br />
bien para él los cerdos eran un commodity, no soportaba mirar cuando se mataba a los<br />
vacunos. Su enfoque mecánico sólo servía para loa porcinos.
Algunos empleados de plantas de faena que han matado animales durante muchos años<br />
actúan como si éstos fueran objetos inanimados. No les hablan, no les dicen cosas ni se<br />
enojan con ellos. Una persona que ha asumido plenamente el enfoque mecánico ya no<br />
tiene emociones frente a su trabajo. Serpell (1986) afirma que las personas que matan<br />
animales rutinariamente se insensibilizan progresivamente. Las primeras matanzas los<br />
conmueven, pero luego se habitúan y el acto de matar se convierte en un reflejo sin<br />
emoción. Es habitual que los empleados de estas plantas reconozcan que se conmovían en<br />
los primeros tiempos de su trabajo.<br />
Enfoque sádico<br />
Es la segunda actitud. La persona comienza a gozar matando, y a veces hará cosas<br />
extremadamente crueles y atormentará a los animales deliberadamente. Comentarios<br />
típicos de alguien con esta postura son: "sólo son animales y en realidad esto no les hace<br />
daño", o "si va a morir en cinco minutos, no importa cómo lo trate". En la terminología<br />
de la psicología social, estas afirmaciones son ejemplos de desvalorización del sujeto. Al<br />
desvalorizar al animal, la persona justifica en su mente las cosas crueles que le hace.<br />
Este concepto fue ilustrado gráficamente por una serie de experimentos con personas que<br />
se realizaron en la década del 60 y comienzos de la del 70. Los primeros fueron dirigidos<br />
por Milgram (1963) y Elms y Milgram (1966). Los sujetos recibieron instrucciones de<br />
aplicar choques eléctricos cada vez más fuertes a otros sujetos, cuando éstos cometían<br />
errores en una tarea que debían aprender. El choque más fuerte tenía como indicación<br />
"450 voltios, Choque Severo, Peligro". El 65% de los varones, norteamericanos<br />
evaluados como normales, obedecieron las instrucciones del experimentador y<br />
administraron los niveles máximos de choque eléctrico. El procedimiento de aplicación<br />
de electricidad era ficticio, pero el sujeto del experimento creía que estaba dando choques<br />
verdaderos.<br />
Los individuos que obedecieron y llegaron al nivel máximo de choques tendían a<br />
desvalorizar al otro sujeto. Un comentario típico era: "El buen científico merecía ser<br />
seguido, pero el estudiante tonto o nervioso merecía que le dieran una lección" (Elms y<br />
Milgram, 1966).<br />
Un estudio similar fue diseñado por Zimbardo (1972), quien puso a los sujetos,<br />
estudiantes universitarios, en una supuesta prisión. La mitad de los estudiantes eran<br />
"guardianes" y la mitad "prisioneros". Un tercio de los "guardianes" trató a los<br />
"prisioneros" de manera sádica, y Zimbardo concluyó que la gente normal puede ser<br />
convertida en sádica.<br />
Fromm (1973) acotó que dos tercios de los "guardianes" no se convirtieron en sádicos, y<br />
se preguntó en qué se diferenciaban del tercio que sí lo hizo. En los experimentos de<br />
Milgram, muchos de los que cumplían con las instrucciones tenían un conflicto<br />
emocional, y se ponían nerviosos y perturbados cuando presionaban el botón que<br />
supuestamente activaba los choques. Pero también había otros que estaban calmos y<br />
decididos. Fromm sugiere que los sujetos que no experimentaban un conflicto podían<br />
convertirse en sádicos.<br />
El enfoque del ritual sagrado<br />
La tercera postura consiste en convertir el acto de matar en un ritual sagrado. Muchas<br />
sociedades diferentes tienen ceremonias de matanza. Los indios norteamericanos
mostraban respeto por los ciervos y alces que comían. Como muestra de respeto, los<br />
huesos de esos animales no eran arrojados a los perros (Frazer, 1922). Serpell (1986)<br />
describe también las ceremonias de matanza practicadas por los antiguos griegos,<br />
egipcios, fenicios, babilonios, hebreos y romanos. El judaísmo le asigna una gran<br />
solemnidad al acto de quitar la vida. Una de las razones por las cuales tienen tantas leyes<br />
que detallan con precisión la manera en que los animales deben ser matados para<br />
alimentarse de ellos es para mantener el control sobre el acto en sí mismo (Grandin,<br />
1980b). Un ritual sirve para imponer límites sobre el acto de matar, impidiendo que se<br />
escape fuera del control.<br />
El shochet o verdugo ritual debe ser una persona moral, pues de otro modo se degradaría<br />
con su trabajo (Lesy, 1987). Para Grunwald (1955), la persona que ejecuta la matanza<br />
ritual o shechitah debe pensar así sobre el acto de quitar la vida a un animal: "Un hombre<br />
puede matar un animal, pero debería recordar siempre que el animal es una criatura<br />
viviente y que quitar la vida al animal trae responsabilidad" (Levinger, 1979).<br />
El Islam tiene controles similares. El verdugo debe tener una mente clara. "El acto de<br />
matar (Al-Dhabh) comienza pronunciando el nombre de Alá, el Creador; esto simboliza<br />
el pedirle permiso, declararse responsable y dispuesto a rendir cuentas, y brindar<br />
compasión y misericordia al animal durante el acto" (Katme, 1986).<br />
Quienes diseñaron los equipos holandeses para la matanza de cerdos automatizada y de<br />
alta velocidad parecen tener los mismos sentimientos. La fábrica G. Nihjuis B.V., de<br />
Winterswijk, Holanda, bautizaron al más automático de sus equipos Walhalla. En la<br />
mitología nórdica, Walhalla es el paraíso de los guerreros que murieron con gloria en el<br />
campo de batalla (Davidson, 1972). Richard Seltzer, un cirujano, luego de visitar una<br />
planta de faena describió su idea de un matadero ideal (1987), que cae claramente en esta<br />
categoría del ritual sagrado, con un atrio rodeado de columnas talladas con cabezas de<br />
vacas, una rampa de carga laberíntica, en forma de serpentina, y trabajadores recitando<br />
plegarias.<br />
Es extremadamente importante promover una actitud humanitaria hacia los animales.<br />
Una joven ciega escribió lo siguiente, tras visitar una planta de faena, llegar a un costado<br />
de la casilla de matanza y tocar un animal: "La Escalera al Cielo está dedicada a todos<br />
aquellos que desean aprender el significado de la vida y a no temer la muerte. Nosotros, a<br />
través del respeto a estos animales, podremos también llegar a respetar a nuestro<br />
prójimo" (Tester, 1974).<br />
Se han colocado carteles con este mensaje sobre las casillas de matanza de varias plantas<br />
de faena, para contribuir a mejorar las actitudes del personal.<br />
Los rituales de matanza suelen darse entre las personas que concretamente matan al<br />
animal. Cuando los animales son muertos por perros de caza o por trampas, no hay ritual<br />
alguno de matanza (Serpell, 1986). La culpa por la muerte del animal se transfiere a los<br />
perros. Burkert (citado por Serpell, 1986), sostiene que las costumbres que rodean a los<br />
sacrificios son ejercicios muy elaborados de transferencia de culpas. Los sacerdotes son<br />
directamente responsables por la muerte del animal, pero el suyo es un deber sagrado y<br />
por ende perdonable. En su lugar, se echa la culpa a los dioses, porque exigieron el<br />
sacrificio.<br />
Los rituales también cumplen una función benéfica al fijar controles al acto de matar, y<br />
también ayudan a impedir la desvalorización o el desapego que llevan a una actitud<br />
sádica o mecánica. Durante más de 123 años, la autora ha diseñado y operado equipos
utilizados para matar animales en plantas comerciales de faena. Para evitar que la rutina<br />
la lleve a la postura mecánica de abrochar cajas, recurre al enfoque del ritual sagrado. Un<br />
ritual puede ser simple y seguir siendo útil para controlar la conducta y promover el<br />
respeto hacia los animales. El acto de matar está controlado por un acto de sumisión<br />
similar al del lobo subordinado que expone su cuello al lobo dominante. El ritual personal<br />
de la autora es mirar la planta de faena e inclinar la cabeza hacia ella cuando se acerca a<br />
su entrada. También ha escrito "Escalera al Cielo" o "Walhalla" en alguno de los planos<br />
de los nuevos sistemas. Los brazos y sostenes de un sistema de matanza fueron diseñados<br />
utilizando la Media Dorada de los griegos, y una secuencia matemática que determina el<br />
comportamiento de muchas cosas en la naturaleza. Los seres humanos no sabemos<br />
realmente lo que pasa después de la muerte. Un acto ritual de sumisión antes de matar un<br />
animal reconoce lo desconocido, que acosa a todas las personas.<br />
El ritual también cumple una función muy práctica, la de controlar la mala conducta. La<br />
autora ha presenciado la matanza kasher en 13 plantas de faena diferentes de EE.UU.,<br />
sumando un tiempo de observación total de más de 20 días. Aun cuando el personal de<br />
estas plantas a veces maltrataba a los animales, el verdugo o shochet nunca fue visto<br />
burlándose, molestando o maltratando deliberadamente a un animal. Esta observación<br />
ilustra el poder del ritual para controlar el comportamiento. Algunas plantas de faena<br />
kasher tienen métodos crueles y peligrosos de sujeción del animal, que podrían tender a<br />
favorecer la conducta cruel. En el 61% de ellas, se colgaba al animal vivo del gancho, de<br />
modo cruel y peligroso, y en el 23%, había empleados que maltrataban a los animales.<br />
Pero los shochet nunca incurrieron en maltrato, pese a que su entorno de trabajo era a<br />
menudo peor que el de la mayoría de las plantas de faena comercial. Se observó a 19<br />
distintos shochet en su trabajo concreto de matar animales.<br />
Estudio de un caso<br />
El enfoque mecánico es el más frecuente. En una gran planta de faena de bovinos, la<br />
autora observó a diez empleados estables arrear, noquear, manear y desangrar ganado<br />
durante tres años, semana tras semana. Siete de ellos utilizaban el enfoque mecánico, dos<br />
eran sádicos y sólo uno se esforzaba por tratar bien a los animales. El gerente de la planta<br />
se preocupaba profundamente por el trato humanitario a los animales, pero no podía<br />
despedir a los empleados sádicos porque sus superiores jerárquicos no querían tener<br />
problemas gremiales. La gente que se ocupaba de manear, colgar al animal noqueado y<br />
desangrarlo tenían la actitud mecánica. Los dos sádicos trabajaban como operador de la<br />
pistola de noqueo y como arreador. Esta pauta se repetía en otras plantas. Los<br />
maneadores y los desangradores de animales noqueados rara vez incurrían en crueldad.<br />
El animal noqueado está clínicamente muerto o bien parece estar muerto cuando llega a<br />
sus manos. Los encargados de manear al animal y de colgarlo para la faena ritual fueron<br />
observados con frecuencia maltratándolo. La gente no atormenta ni actúa con sadismo<br />
ante un animal muerto o que parece muerto.<br />
Conclusión<br />
Es importante rotar las posiciones de los empleados en la matanza, el desangrado, el<br />
maneado y el arreo. Nadie debería matar siempre a los animales. Muchos gerentes y<br />
supervisores de plantas de faena afirman que la rotación ayuda a impedir que los<br />
empleados se conviertan en sádicos. La autora ha trabajado durante muchos turnos
completos en el arreo y en la matanza. La rotación, cada unas pocas horas, entre la casilla<br />
de noqueo y los corrales de entrada a la manga de faena, hacía más fácil conservar una<br />
actitud humanitaria. También es más fácil mantener una buena actitud en las plantas que<br />
tienen una velocidad de línea de faena más lenta. A 1.000 cerdos por hora, es casi<br />
imposible manejar adecuadamente a los animales. La constante presión para mantener el<br />
ritmo de matanza lleva al maltrato. Es mucho más difícil mantener el respeto por los<br />
animales a 1.000 cabezas por hora que a 500. La rotación de posiciones es mucho más<br />
importante en las líneas de alta velocidad. Uno de los peores aspectos de las líneas muy<br />
rápidas es el ruido y la confusión. El diseño de equipos que reduzcan el ruido aminorará<br />
el estrés en los empleados y en los animales.<br />
Los tres tipos de enfoque (mecánico, sádico y de ritual sagrado) han sido observados<br />
reiteradamente en más de 150 plantas de faena. Estas tres categorías sólo se aplican a las<br />
personas que trabajan en la zona de la manga de faena o que hacen concretamente la<br />
matanza. En los gerentes, la actitud más común es simplemente negar la realidad de la<br />
matanza. Algunos buenos gerentes que realmente se preocupan por los animales suelen<br />
quedar perturbados cuando tienen que observar el trabajo de matanza, pero manifiestan<br />
su interés cuando imponen un código estricto de conducta para el comportamiento del<br />
personal y cuando gastan dinero en buenos equipos. La paradoja es que cuesta mucho<br />
preocuparse por los animales y a la vez estar dedicado a matarlos.
"ACOSTUMBRAR, NO AGITAR": LOS BOVINOS Y EQUINOS <strong>DE</strong><br />
TEMPERAMENTO EXCITABLE <strong>DE</strong>BEN SER PRESENTADOS<br />
GRADUALMENTE A LAS EXPERIENCIAS NUEVAS<br />
Temple Grandin<br />
Departamento de Ciencia <strong>Animal</strong><br />
Colorado State University<br />
Fort Collins, CO 80523-1171<br />
Publicado en Beef, junio de 1999, pp. 14-16<br />
Traducción del Dr.Marcos Giménez-Zapiola<br />
Cuando un toro está en su propio rancho está sereno y pacífico. Cuando se lo enfrenta al<br />
entorno extraño de la estación de pruebas de rendimiento, el mismo toro se vuelve<br />
incontrolable y carga contra la gente.<br />
¿Por qué razón un caballo se mantiene en calma cuando una bolsa de plástico pasa a su<br />
lado, llevada por el viento, y otro caballo se vuelve loco? Ambos animales pueden ser<br />
huidizos y tensos, que se vuelven temerosos cuando se los enfrenta bruscamente a una<br />
imagen o un sonido nuevo. Los animales que tienen una disposición genética que los<br />
hace huidizos son más reactivos propensos a ponerse muy asustados cuando se los sitúa<br />
súbitamente en un medio ambiente nuevo, o cuando perciben imágenes y sonidos nuevos.<br />
Experiencia y genética<br />
El comportamiento está determinado por los factores genéticos y por la experiencia.<br />
El ganado que rara vez ve gente será más arisco y tendrá una zona de fuga más amplia<br />
que el ganado que ve gente todos los días.<br />
Los animales que son manejados en calma tendrán zonas de fuga más pequeñas, y serán<br />
más fáciles de trabajar, que aquellos que han sido manejados rudamente.<br />
Un caballo con temperamento huidizo puede ser entrenado gradualmente para que tolere<br />
las bolsas de plástico, pero se espantará más fácilmente si ve una cometa a la que no se le<br />
ha enseñado a tolerar.<br />
De modo que ¿cómo se determina el temperamento heredado de un animal, si la<br />
experiencia tiene un efecto tan grande? La mejor manera de hacerlo es someter al animal<br />
a una experiencia nueva que le provoque miedo. Uno de los mejores lugares para<br />
observar la reactividad genética real de un animal es la pista de remates. Los animales<br />
muy asustadizos intentarán saltar la cerca o la atropellarán.<br />
Un ranchero me dijo que cuando compra toros, entra al corral saltando el cerco para<br />
sorprenderlo. Y jamás compra un toro que se asusta.<br />
Los efectos de la experiencia prácticamente desaparecen cuando un caballo o un toro son<br />
sorprendidos súbitamente por una imagen o un sonido nuevo. La tendencia a<br />
sorprenderse o agitarse cuando se los somete a una experiencia nueva está determinada<br />
por la propensión genética a asustarse.<br />
El nivel de temerosidad de un animal es el "temperamento" que se mide cuando se le fija<br />
un puntaje numérico en la escala de reacción en la manga de compresión. Los vacunos<br />
que se ponen altamente agitados al ser inmovilizados son los más temerosos. Un caballo<br />
con un temperamento huidizo y excitable puede ser tranquilo en su hogar, pero quizás
etroceda, corra o corcovee la primera vez que vea y oiga el ruido que hacen las banderas<br />
que se usan para decorar los terrenos de las exposiciones.<br />
Los mecanismos del miedo<br />
El miedo es una emoción universal que mueve a los animales a escapar de sus<br />
predadores. La investigación científica ha permitido hacer un mapa de los circuitos del<br />
miedo en el cerebro de los animales. Joseph LeDoux, del Centro de Neurología de la<br />
Universidad de Nueva York, descubrió que tanto los animales como las personas pueden<br />
desarrollar recuerdos permanentes e imborrables del miedo.<br />
Un buen ejemplo sería un caballo que ha golpeado su cabeza contra la entrada de un<br />
acoplado de transporte la primera vez que se lo sube al mismo. Esto puede hacer que sea<br />
difícil de embarcar por el resto de su vida. La memoria del miedo se registra en la<br />
amígdala, un centro situado en el cerebro inferior. Los entrenadores de caballos deben ser<br />
muy cuidadosos para impedir que se les formen recuerdos del miedo, que luego podrían<br />
interferir con el entrenamiento.<br />
Los problemas con los recuerdos del miedo tienden a presentarse con los caballos y los<br />
vacunos muy huidizos y excitables. Si se forma un recuerdo de miedo, un caballo puede<br />
ser capaz de superar el miedo a los acoplados, pero ese recuerdo puede llegar a aflorar<br />
cuando menos se lo espera. Para superar el miedo de golpearse la cabeza, la corteza (los<br />
centros superiores del cerebro) deberá enviar continuas señales para suprimir el mal<br />
recuerdo. Los recuerdos del miedo se le pueden formar instantáneamente, pero luego<br />
puede tomarle meses aprender a no tenerle miedo al acoplado. Cuando se entrena<br />
caballos, el énfasis debe estar en impedir la formación de este tipo de recuerdos.<br />
Se necesitará mucho mayor cuidado con caballos tensos y huidizos que con caballos<br />
calmos, de sangre fría. Los entrenadores deben saber reconocer estas diferencias<br />
individuales cuando trabajen con los caballos.<br />
Los métodos de entrenamiento y la genética<br />
Un principio básico es que los animales genéticamente calmos pueden ser enfrentados<br />
mucho más rápidamente a nuevas experiencias que los animales cuya reacción genética<br />
es excitable. Si un animal excitable es forzado a hacer muchas cosas nuevas a la vez,<br />
podría tornarse extremadamente temeroso y no ser capaz de recuperarse fácilmente. No<br />
me agradan los métodos duros de entrenamiento de caballos, pero la gente que los emplea<br />
dice que funcionan. Un método consiste en atar un potro a un poste y agotarlo arrojándole<br />
bolsas, latas, objetos de plástico y cualquier otra cosa hasta que deje de luchar. Esto<br />
puede funcionar con un potro genéticamente plácido, calmo, pero probablemente arruine<br />
a un potro árabe excitable y tenso. Este es un buen ejemplo de cómo interactúan la<br />
experiencia y la genética. Un potro árabe jamás se acostumbrará, y seguirá asustándose.<br />
Los experimentos realizados con porcinos por Ted Friend en Texas A&M University<br />
muestran vívidamente cómo reaccionan animales diferentes al ser metidos a diario en un<br />
estanque para hacerlos nadar, durante varios días. Todos los animales se asustaron la<br />
primera vez, y sus niveles de adrenalina subieron por las nubes. Luego de varios días, los<br />
animales fueron divididos en dos grupos. Los cerdos genéticamente excitables jamás se<br />
acostumbraron, y sus niveles de adrenalina se mantuvieron elevados. En el grupo de<br />
cerdos más calmos, en cambio, los niveles de adrenalina fueron descendiendo<br />
sucesivamente en cada inmersión.
Cualquiera que entrene animales debe entender que los ejemplares extremadamente<br />
huidizos deben ser enfrentados gradualmente a las nuevas experiencias, en lugar de ser<br />
forzados súbitamente a ellas.<br />
Las primeras experiencias importan<br />
Es importante, tanto para los caballos como para los vacunos, que sus primeras<br />
experiencias con algo nuevo sean buenas. El caballo que se descontroló la primera vez<br />
que se lo quiso hacer trotar quizás mantenga siempre la tendencia a corcovear o saltar<br />
cuando cambie del paso al trote. Se le puede generar miedo, pues el cambio de andadura<br />
se convierte para él en una experiencia atemorizante. Si el animal sigue exhibiendo<br />
problemas con el trote, un cambio en la montura, que le haga sentir diferente cuando<br />
trota, puede ayudar a evitar que se le desencadene la memoria del miedo.<br />
Las investigaciones realizadas con ratas demuestran que una primera experiencia mala<br />
tiene un poderoso efecto negativo. Si se aplica un choque eléctrico a una rata cuando<br />
entra por primera vez a un pasillo de un laberinto, jamás volverá a entrar a ese corredor.<br />
Sin embargo, si la rata ya había entrado varias veces sin recibir el choque, volverá a<br />
intentarlo luego de sufrirlo una vez.<br />
Por esta razón, la primera experiencia de un caballo con un acoplado de transporte<br />
debería ser buena, y lo mismo vale para la primera experiencia del ganado vacuno con un<br />
corral (por ejemplo, darles forraje). Si estas primeras experiencias son malas, los<br />
animales pueden adquirir un miedo permanente a los acoplados de transporte o a los<br />
corrales. Las experiencias iniciales causan una gran impresión en las especies animales<br />
de presa, como los vacunos y los equinos.<br />
La paradoja de la novedad es que asusta al animal cuando se la impone súbitamente, pero<br />
lo atrae si se le permite acercarse voluntariamente. Un tablero o una caja colocados en<br />
una pastura o en un corral atraerán tanto a los caballos como a los vacunos, que se<br />
acercarán, lo tocarán y lo olfatearán; pero si el viento mueve el objeto, retrocederán<br />
rápidamente.<br />
Los vacunos y equinos más excitables y huidizos son los que mostrarán una atracción<br />
más fuerte por objetos nuevos en su entorno, pero serán los primeros en escapar si el<br />
objeto se mueve. Los animales excitables están más alertas respecto de su medio<br />
ambiente que los animales calmos y plácidos. Muchos entrenadores consideran que los<br />
caballos más briosos y excitables son más inteligentes.<br />
Las personas que trabajan con ganado vacuno o con caballos podrá pasarla mejor, durante<br />
el tiempo que dedican a trabajar con ellos o a entrenarlos, si tratan de entender esta<br />
interacción entre los factores genéticos y la experiencia. El principio básico es que los<br />
animales de genética huidiza y excitable deben ser expuestos a las experiencias nuevas de<br />
manera más gradual que los animales de temperamento sereno y tranquilo.
TRES SOLUCIONES PARA LOS PROBLEMAS <strong>DE</strong>L MANEJO <strong>DE</strong><br />
ANIMALES<br />
Temple Grandin<br />
Departamento de Ciencia <strong>Animal</strong><br />
Colorado State University<br />
Fort Collins, Colorado 80523-1171<br />
Publicado en: Veterinary Medicine, octubre de 1994, pp. 989-998<br />
Traducción del Dr. Marcos Giménez-Zapiola<br />
Basándose en 20 años de experiencia personal, la autora describe tres caminos para<br />
mejorar el manejo del ganado vacuno y porcino: seleccionar animales de temperamento<br />
calmo, corregir los problemas de las instalaciones que interfieran con el movimiento del<br />
ganado, y entrenar al personal.<br />
Para resolver problemas en el manejo de animales, los veterinarios deben determinar si<br />
las dificultades surgen de uno o más de los siguientes factores:<br />
1. Un problema de temperamento del animal<br />
2. Un problema de las instalaciones<br />
3. Un problema del personal<br />
Durante los últimos años, he observado que una cantidad creciente de problemas de<br />
manejo se debe a porcinos o vacunos nerviosos, huidizos y excitables. Tanto los<br />
productores como los criadores de reproductores deberían ser alentados a seleccionar<br />
animales con un temperamento calmo. Si los animales reculan o se rehúsan a avanzar por<br />
una manga u otra instalación, ello también puede deberse a una amplia gama de defectos<br />
en las instalaciones, que van desde las grandes fallas de diseño a problemas fácilmente<br />
subsanables, como una iluminación inadecuada. En relación con el personal, los<br />
problemas más comunes son el manejo rudo, el uso excesivo de la picana eléctrica y el<br />
hacinamiento de animales en el corral de encierro. Los vacunos y los porcinos recuerdan<br />
las experiencias malas, y aquellos animales que han sido manejados con rudeza se harán<br />
más difíciles de manejar en el futuro. 1,2 El éxito en la identificación y corrección de los<br />
factores que contribuyen a generar problemas en el manejo de los animales podrá ayudar<br />
a producir carne de mejor calidad, así como proveer un medio ambiente más seguro, tanto<br />
para los animales como para los trabajadores. La agitación durante el manejo<br />
inmediatamente anterior a la matanza aumenta la frecuencia de defectos en la calidad de<br />
la carne, tales como la carne de cerdo pálida, suave y exudativa y la carne vacuna de<br />
color oscuro. Ambas condiciones reducen la calidad y el valor de la carne.
1. La elección de líneas genéticas menos excitables<br />
Un factor que contribuye a crear problemas de manejo es el temperamento excitable de<br />
los animales. Los cerdos de líneas genéticas excitables son más difíciles de arrear a lo<br />
largo de las mangas, porque tienen la tendencia a amontonarse. 3 Tanto los porcinos como<br />
los vacunos de genética excitable tienen una mayor tendencia a recular o a retroceder<br />
cuando se las trata de hacer avanzar por una manga, o cuando deben entrar a un<br />
dispositivo de inmovilización. Los animales excitables parecen tener una actitud más<br />
vigilante y cautelosa ante las cosas novedosas (como los sonidos que nunca habían oído<br />
anteriormente) que los animales de temperamento más calmo. He observado cómo los<br />
animales excitables reculan ante pequeñas distracciones, tales como una sombra o un<br />
charco, que un animal más tranquilo pasaría por alto. El ganado de temperamento<br />
nervioso también es más propenso a agitarse y a lastimarse cuando se lo somete a una<br />
experiencia nueva, como el manejo en un local de remates. El ganado excitable que ha<br />
sido tratado cuidadosamente puede ser tranquilo y sereno mientras está en un entorno<br />
conocido, pero también puede ponerse muy agitado cuando se lo lleva a un mercado<br />
ganadero o a un corral de engorde.<br />
El temperamento nervioso o excitable parece causar problemas de manejo que son algo<br />
diferentes del comportamiento agitado provocado por una experiencia de manejo rudo.<br />
Cuando se inmoviliza a los animales excitables, su comportamiento se asemeja al de un<br />
caballo frenético que ha metido una pata entre las tablas de la cerca. Estos animales de<br />
temperamento nervioso son más propensos a vocalizar o a lastimarse cuando se trabaja<br />
con ellos. Recientemente observé un grupo de vaquillonas que balaba incesantemente en<br />
el corral de encierro de una planta de faena. Los animales estaban muy nerviosos, y<br />
saltaban o se encabritaban mucho más que otros animales que habían pasado antes por<br />
ese corral. Estas vaquillonas tenían una apariencia masculina, probablemente a causa del<br />
uso excesivo de implantes de crecimiento androgénicos. Otro día, observé un segundo<br />
grupo de vaquillonas de cruzas europeas continentales, que balaban constantemente y<br />
pateaban a los trabajadores. Tres animales habían llegado a la planta con graves lesiones<br />
en las pezuñas, pero el ganado parecía normal en otros aspectos. Estas lesiones habían<br />
ocurrido al llegar al corral de engorde, cuando los animales entraron en pánico cuando<br />
sus patas quedaron trabadas en la rampa de bajada del camión.<br />
La presencia creciente de animales huidizos y excitables coincide con la tendencia a<br />
producir porcinos y vacunos cada vez más magros. En mi opinión, la selección<br />
indiscriminada en favor de animales de crecimiento rápido y baja deposición de grasa<br />
produce individuos de temperamento más excitable. Mis observaciones en plantas de<br />
faena indican que la creciente excitabilidad está generando graves problemas de manejo.<br />
Algunos lotes de vacunos o de cerdos son fáciles de arrear, y otros reculan<br />
constantemente y muestran señales de agitación. Esto último no sólo puede reducir la<br />
calidad de la carne, sino también generar un problema de bienestar animal, pues los<br />
animales que se rehúsan a avanzar en las instalaciones de manejo son los candidatos más<br />
probables a ser tratados abusivamente por empleados frustrados. La experiencia práctica<br />
demuestra que los animales huidizos y excitables son más propensos a tener carne de<br />
calidad defectuosa (por ejemplo, la carne de cerdo PSE o la carne vacuna oscura).
Los problemas más graves de temperamento en bovinos tienden a presentarse con las<br />
razas europeas continentales. Algunas líneas genéticas de estas razas producen animales<br />
excitables. La historia de las razas continentales puede explicar por qué son más<br />
propensas que las británicas a ponerse frenéticas cuando se las sujeta en la manga de<br />
compresión. Mi hipótesis es que las razas de países como Francia e Italia presentan más<br />
problemas de temperamento que las razas de Gran Bretaña porque no han sido<br />
desarrolladas bajo condiciones extensivas, en tierras abiertas donde tenían escaso<br />
contacto con la gente. Durante siglos, el ganado vacuno francés ha sido amansado,<br />
sujetado con bozales y ordeñado a diario. Hoy en día, en las plantas de faena de Francia,<br />
los animales son llevados a corrales pequeños, donde se los ata con un bozal como si<br />
estuvieran en una de nuestras exposiciones ganaderas. Cuando el ganado vacuno está<br />
completamente amansado y habituado a la gente, las máquinas ordeñadoras y los<br />
vehículos, los rasgos de temperamento excitable pueden quedar encubiertos, y los<br />
criadores jamás necesitan descartar animales por este problema. Los ganaderos<br />
británicos, en cambio, han desarrollado sus razas en pasturas semi-extensivas. Sus<br />
animales rara vez eran amansados para que aceptaran ser sujetados con un bozal, y<br />
aquellos que pertenecieran a líneas genéticas excitables debían ser descartados porque su<br />
manejo en las instalaciones antiguas era difícil y peligroso.<br />
Los veterinarios deberían informar a los criadores de ganados generales y de<br />
reproductores, de modo que seleccionen animales que además de ser magros tengan buen<br />
temperamento. Un método sencillo para calificar el temperamento del ganado<br />
reproductor consiste en fijarles un puntaje según su reacción cuando se lo sujeta en una<br />
manga de compresión o una balanza. Cada animal debe ser calificado individualmente,<br />
porque las diferencias de temperamento son menos manifiestas cuando los animales están<br />
en su grupo. La que sigue es una escala simple de puntaje, basada en el comportamiento<br />
del animal:<br />
1. Permanece en calma, se queda quieto<br />
2. Se pone levemente inquieto<br />
3. Se pone muy inquieto<br />
4. Sacude vigorosamente la manga de compresión y trata de escapar<br />
5. Se pone frenético, enloquecido<br />
También es indispensable que se evalúe más de una vez el temperamento de cada animal.<br />
En un estudio, el 9 por ciento un lote de 53 toros obtuvo un puntaje de 4 o 5 en cuatro<br />
sesiones distintas de trabajo, mientras casi la mitad del conjunto se mantuvo siempre en<br />
calma, recibiendo puntajes de 1 o 2 en las mismas mediciones. El resto de los animales<br />
tuvo puntajes mixtos. 4 Resultados similares se obtuvieron con un lote de 102 novillos: el<br />
6 por ciento siempre se puso muy agitado, mientras que el 64 por ciento siempre se<br />
mantuvo en calma. Por esta razón, las decisiones sobre selección y descarte por<br />
temperamento deberían estar basadas en dos o tres evaluaciones. Los animales que<br />
exhiben una mala disposición de manera persistente cuando se trabaja con ellos son los<br />
que hay que descartar. La selección sobre la base de una sola evaluación puede descartar<br />
un buen animal que se puso nervioso solamente porque otro animal cercano estaba
excitado. La excitación tiende a desparramarse por todo el grupo de vacunos o porcinos,<br />
y un animal nervioso puede excitar a otros animales que normalmente estarían tranquilos.<br />
2. Cómo resolver problemas de las instalaciones<br />
El primer paso para resolver problemas de las instalaciones es distinguir entre los errores<br />
graves de diseño y las fallas fáciles de corregir. El error de diseño más serio es que la<br />
manga de una sola fila que conduce a la manga de compresión parezca un camino sin<br />
salida. La manga no debe tener una curva cerrada en su unión con el corral de encierro.<br />
Unas instalaciones cuya manga parece un callejón sin salida funcionarán con muchas<br />
dificultades, porque los animales se rehusarán a entrar a la manga. Para inducirlos a<br />
entrar, los vacunos y los porcinos que están en el corral de encierro deben ser capaces de<br />
ver al menos dos largos de cuerpo hacia adelante en la manga de una sola fila. Para los<br />
vacunos, la manga curva es más efectiva porque les impide ver la gente que está hacia<br />
adelante. La figura 1 muestra unas instalaciones curvas diseñadas por mí para el manejo<br />
de ganado de engorde a corral<br />
Figura 1: Instalaciones curvas de un corral de engorde<br />
Para facilitar el movimiento del ganado, la manga, el corral de encierro y el callejón<br />
curvo de acceso tienen paredes cerradas. Las curvas mejoran el flujo del ganado porque<br />
los animales no pueden ver a las personas que están esperándolos en la manga. La manga<br />
debe estar diseñada de manera tal que los animales que están en el corral de encierro<br />
puedan ver hacia adelante una distancia equivalente a dos largos de cuerpo.<br />
Los cerdos se rehusarán a salir del galpón para ser embarcados en el camión cuando hace<br />
mucho frío o está muy luminoso afuera. Si las instalaciones para el embarque son<br />
incluídas dentro del galpón de engorde, el movimiento de salida de los cerdos suele<br />
mejorar. Los animales también se rehúsan a entrar a un lugar oscuro. Cuando se emplean<br />
mangas de una sola fila para conducir el ganado a una manga de compresión individual,<br />
la unión entre el corral de encierro y la manga de una sola fila nunca debe coincidir con la<br />
pared del galpón, porque el interior será muy oscuro. Los animales se mueven con mayor<br />
facilidad si ya están alineados en la manga de una sola fila antes de atravesar la entrada<br />
del galpón. Por lo tanto, la manga de una sola fila debería extenderse al menos dos largos<br />
de cuerpo hacia afuera.
Tanto los vacunos como los porcinos tienen un campo visual muy amplio. 5 Muchas<br />
mangas y rampas de embarque pueden ser mejoradas significativamente si se les agregan<br />
paneles opacos que bloqueen la visión periférica del animal. Las paredes cerradas<br />
facilitarán el movimiento animal en las mangas de una sola fila, los corrales de encierro y<br />
las rampas de embarque (Figura 1). 2 Las puertas traseras de los corrales de encierro no<br />
deben permitir que los animales vean hacia atrás, pues si lo hacen, tratarán de volverse.<br />
Otra falla común son las mangas demasiado anchas. Es imposible hacer que los animales<br />
avancen en calma por una manga si se atrancan de costado. Las mangas de una sola fila<br />
para cerdos gordos para faena deberían tener unos 41 cm de ancho, y las de ganado<br />
vacuno deberían tener 66 a 71 cm si son para vacas y 76 cm si son para novillos o<br />
vaquillonas gordas para faena. Estas mangas deberían medir lo suficiente para que el<br />
animal más grande tenga 1 a 2 cm de espacio libre a cada lado.<br />
Para el manejo seguro y humanitario del ganado, es absolutamente esencial que el piso<br />
sea antideslizante. Es imposible manejar animales en calma y sin sobresaltos si éstos se<br />
resbalan o caen al piso constantemente. Las caídas en las básculas y en la entrada a la<br />
manga de compresión pueden ser prevenidas mediante la instalación de una malla de<br />
barras de acero de 2,5 cm de diámetro, con cuadrículas de 30 cm de lado.<br />
Nos ha llegado información sobre una cantidad creciente de lesiones causadas por los<br />
cepos para sujetar al ganado vacuno del cuello. El problema puede deberse en parte a que<br />
el ganado es más excitable, pero muchas de estas lesiones se deben a que no se frena a los<br />
animales cuando entran a la manga de compresión, y ellos se topan contra la puerta de<br />
salida. El uso excesivo de las picanas eléctricas también contribuye a estas lesiones,<br />
porque los animales muy excitados se golpean con mucha fuerza contra dicha puerta. Los<br />
animales huidizos se mantienen más calmos si las barras que son usuales en las mangas<br />
de compresión quedan recubiertas. Se les pueden agregar paneles portátiles simples pero<br />
sólidos, a retirar para tener acceso al animal una vez que está inmovilizado.<br />
En las mangas de compresión operadas con sistemas hidráulicos, la válvula de seguridad<br />
de la presión debe estar regulada correctamente para impedir que se lastime a los<br />
animales al apretarlos excesivamente. Algunos ejemplos de lesiones provocadas por la<br />
presión excesiva son las costillas quebradas, la rotura del diafragma y la fractura de<br />
cadera. Cuando la palanca de control de la manga de compresión se baja al máximo, la<br />
válvula de seguridad debe abrirse automáticamente para impedir que se aplique al animal<br />
una presión excesiva. Los animales deben quedar cómodamente sujetos, de modo de<br />
sentirse contenidos, pero sin sufrir dolor por el exceso de presión, pues en ese caso<br />
lucharán contra el mecanismo de inmovilización. Si la manga está demasiado apretada, se<br />
debe reducir la presión lentamente, pues un movimiento súbito o irregular causará<br />
excitación al animal, en tanto que un movimiento parejo lo calmará.<br />
3. Mejoras sencillas en las instalaciones<br />
Algunos problemas de excitabilidad en los cerdos se deben a la falta de estímulos<br />
ambientales durante la crianza y la terminación en confinamiento. En un galpón de<br />
engorde de cerdos, el sonido de una radio puede ayudar a que los animales no tengan<br />
reacciones de extrema perplejidad ante ruidos súbitos, tales como el golpe de una puerta
que se cierra. Otras formas de producir animales más calmos y fáciles de manejar son dar<br />
a los cerdos en terminación juguetes para que se entretengan mascándolos, colgando<br />
pedazos de caño plástico a su alcance, y asegurarles un contacto semanal con personas<br />
dentro de sus corrales. Los animales diferencian entre la interacción con las personas<br />
dentro del corral y el trato con las que pasan por los pasillos externos, de modo que es<br />
importante que el personal se meta adentro de cada uno de los corrales. Si se quedan<br />
solamente en los pasillos, los animales serán más propensos a asustarse el día en que<br />
alguien entre al corral para embarcarlos en un camión.<br />
Hay distracciones que parecen insignificantes, como el meneo de una cadena en una<br />
manga, y fallas de iluminación, como las entradas a una manga que parecen la boca de<br />
una cueva, que pueden arruinar el funcionamiento de las mejores mangas y corrales de<br />
encierro. Se puede mejorar el movimiento con cambios muy simples en la iluminación.<br />
De noche, se puede usar a las luces para atraer a los animales al camión. En instalaciones<br />
cubiertas, las mangas deben estar bien iluminadas para que los animales puedan ver hacia<br />
donde van. Tanto los vacunos como los porcinos tienden a moverse de áreas oscuras<br />
hacia áreas iluminadas. 2,6 Para atraer a los animales, las luces deben estar orientadas<br />
hacia el lugar en que los animales deben entrar. Un buen ejemplo es el uso de un reflector<br />
para estimular a los animales a entrar a una manga. La luz no debe ser apuntada hacia los<br />
animales sino hacia adelante, pues si se los encandila, los animales no avanzarán.<br />
Los vacunos, al igual que los porcinos, se frenarán cuando vean reflejos de luces en un<br />
charco de agua o en una plancha metálica. Para detectar estos problemas, alguien debe<br />
meterse en la manga vacía y mirar lo que los animales ven. Para eliminar un reflejo en el<br />
piso mojado, basta con correr las luces de la línea central de la manga. Cualquier objeto<br />
que parezca nuevo en los cercos o en la manga hará que los animales reculen. Un pedazo<br />
de papel en el piso de un callejón hará que tanto vacunos como porcinos se detengan. Un<br />
sombrero o una chaqueta colgados en un cerco hará retroceder a los animales. He<br />
observado cómo los animales reculaban ante una pequeña cadena que colgaba en una<br />
manga de una sola fila. En una ocasión, el líder de un grupo de animales que avanzaba se<br />
detuvo para mirar una pequeña cadena que oscilaba. En otro caso, los cerdos reculaban<br />
cada vez que tenían que pasar al lado de una puerta que se movía. Estas distracciones son<br />
sutiles, y hace falta que la gente observe cuidadosamente las instalaciones para que pueda<br />
detectarlas. Para determinar si son estas pequeñas distracciones las que provocan las<br />
detenciones, los animales deben estar tranquilos. Es casi imposible distinguir la causa de<br />
estas frenadas cuando los animales están nerviosos. Los animales en calma se detendrán y<br />
mirarán directamente hacia lo que los está distrayendo.<br />
Tanto vacunos como porcinos son sensibles a los cambios de color y textura del piso y las<br />
paredes. Los animales tienden a recular cuando llegan a zonas donde cambian los tipos de<br />
cercos. El movimiento mejora cuando se pinta las instalaciones de un mismo color. La<br />
mayoría de los colores funcionan bien, pero en las regiones más cálidas conviene usar<br />
colores claros para que las instalaciones se mantengan más frescas.<br />
Contra lo que se suele creer, los vacunos y los porcinos perciben colores. 7,8 Las rejillas de<br />
desagüe y las placas metálicas en el piso también causan frenadas cuando los animales
son arreados sobre ellas. En las instalaciones para bovinos, los desagües deben estar<br />
ubicados fuera de los lugares por donde pasan los animales, como los callejones, los<br />
corrales de encierro y las mangas. Una vaca lechera que camina a diario sobre una rejilla<br />
aprenderá a no prestarle atención, pero un animal que acaba de llegar al establecimiento<br />
lácteo seguramente reculará durante varios días al pasar por allí. En instalaciones para la<br />
producción de cerdos en confinamiento, éstos recularán ante las tiras plásticas que se<br />
usan como umbrales. La figura 2 muestra un ejemplo de umbral plástico que los cerdos se<br />
rehusaban a atravesar.<br />
Figura 2<br />
Los cerdos se resisten a caminar sobre este tipo de franjas de plástico en el piso. Los<br />
animales se moverán más fácilmente si todas las instalaciones tienen el mismo tipo de<br />
piso.<br />
Los cerdos, sean de criadero, de recría o de terminación, suelen rehusarse a avanzar sobre<br />
pisos de cemento si no han caminado anteriormente sobre este tipo de material. Cuando<br />
se han criado en lugares con piso de malla metálica o de plástico, para que aprendan a<br />
moverse con soltura sobre pisos de cemento es conveniente dejar que los exploren<br />
durante 30 a 60 minutos antes de intentar arrearlos o a trabajar con ellos.<br />
Los animales también se resisten a moverse cuando pueden ver a las personas que los<br />
esperan adelante. Los operarios deben observar las mangas desde adentro para determinar<br />
si los animales pueden ver gente hacia adelante. El movimiento se facilita si se instalan<br />
pantallas que impidan al animal ver las personas que están adelante. También se puede<br />
operar las puertas con controles remotos, de modo que las pueda abrir un operario desde<br />
atrás de los animales.<br />
La reducción del ruido en las instalaciones<br />
Los sonidos agudos o los ruidos fuertes e intermitentes tienden a hacer que los animales<br />
se detengan. Aunque no hay estudios disponibles sobre la sensibilidad de los cerdos a los<br />
sonidos, los bovinos y los ovinos son más sensibles que los humanos a los sonidos<br />
agudos. 9,10 El ruido agudo de la bomba hidráulica al operar la manga de compresión<br />
puede estimular el retroceso de los animales. La bomba y el generador deberían estar
alejados de la manga, o si no, habrá que comprar otro equipo que no haga ruido. En<br />
plantas de faena, he visto que el ganado vacuno recula ante los ruidos agudos, como el<br />
zumbido que hacen los caños del sistema hidráulico cuando son insuficientes, pero pasa<br />
por alto los sonidos graves, como el murmullo del transportador de ganado de carril<br />
central. Los vacunos ingresan voluntariamente a las mangas que están cerca de equipos<br />
que hacen un ruido de baja frecuencia. El sonido de metales que se golpean puede causar<br />
una reacción de sorpresa, pero esta reacción es mucho más fuerte ante salidas de aire<br />
comprimido que sisean. Los escapes de aire deben ser dirigidos hacia afuera de las<br />
instalaciones o asordinados con silenciadores que están disponibles en el mercado.<br />
Para perfeccionar los procedimientos de manejo<br />
El manejo tranquilo y en calma de los animales es imposible en instalaciones donde ellos<br />
reculan o se detienen constantemente. Sin embargo, una vez que se resuelven los<br />
problemas de las instalaciones, el paso siguiente es perfeccionar los métodos de manejo<br />
para hacerlos calmos y tranquilos. Los operarios deben ser entrenados acerca de los<br />
principios básicos del comportamiento del ganado. Los principios más importantes se<br />
refieren a la zona de fuga y al punto de balance de los animales. El punto de balance está<br />
situado a la altura de los hombros del animal. Para hacer que éste se mueva hacia<br />
adelante, el operario debe estar ubicado detrás del punto de balance. 11,12 Para hacer que el<br />
animal retroceda, el operario debe estar ubicado adelante de su punto de balance. Los<br />
trabajadores suelen cometer el error de ubicarse adelante del animal a la vez que tratan de<br />
que éste avance. Además, los operarios deben aprender a situarse en el borde de la zona<br />
de fuga del animal. Esta es el espacio personal del animal, y su tamaño depende del grado<br />
de amansamiento o salvajismo del mismo. Cuando una persona entra en la zona de fuga,<br />
el animal se apartará. El tamaño varía entre 0, en el caso del animal manso de bozal, 2 a 5<br />
metros en los animales de corrales de engorde, y 5 a 20 metros en los animales de campos<br />
abiertos. El ganado vacuno que ha sido tratado con dureza tiene una zona de fuga más<br />
amplia. Las experiencias del animal tienen un impacto tremendo en su comportamiento<br />
posterior y su respuesta ante el estrés. 1,13<br />
Uno de los errores más comunes de manejo es poner demasiados animales en los corrales<br />
de encierro. Un corral de encierro jamás debería ser llenado más de 3/4 de su capacidad.<br />
Para que el ganado entre más eficientemente a la manga, es mejor que los operarios<br />
esperen a que se vacíe hasta la mitad antes de traer un nuevo grupo al corral de encierro.<br />
De esta forma, habrá suficiente lugar en la manga para que varios animales sigan al líder<br />
y entren a ella cuando se los trae al corral de encierro previo.<br />
El abuso de la picana eléctrica es otro problema frecuente de manejo. La picada debería<br />
ser usada solamente cuando un animal se rehúsa a entrar a una manga de compresión o un<br />
camión. Jamás se debe picanear al ganado cuando éste no tiene donde ir. La picana nunca<br />
debe ser usada sobre cerdas de cría, y sólo debe ser usada con prudencia al embarcar<br />
cerdos gordos para faena. El empleo de picanas eléctricas en cerdas de cría puede hacer<br />
que adquieran miedo a la gente.
Investigaciones realizadas en Australia han demostrado que las cerdas que tienen miedo a<br />
la gente producen menos crías. 13 Las vacas aprenden a moverse rápidamente para evitar<br />
que se las picanee, y pueden llegar a aprender a moverse cuando sólo oyen en zumbido<br />
de la picana.<br />
Si se le tuerce la cola a los animales para que avancen en la manga, el operario debe<br />
soltar la cola cuando el animal se adelanta. La próxima vez, el animal se moverá cuando<br />
se le tome la cola. Muchos operarios cometen el error de seguir torciéndoles las colas<br />
aunque avancen.<br />
Tanto los vacunos como los porcinos pueden ser movidos y girados en un corral de<br />
encierro mediante una vara en cuyo extremo se hayan atado unas tiras de plástico o una<br />
bolsa plástica para la basura (Figura 3). El plástico sirve para bloquear la visión del<br />
animal hacia un lado, de modo de inducirlo a girar hacia el otro lado. El ganado bovino es<br />
fácil de virar y conducir con estos banderines de plástico.<br />
Figura 3<br />
Una varilla con un banderín de plástico en la punta es una herramienta útil para mover el<br />
ganado desde el corral de encierro hacia la manga de una sola fila. Hay que mover el<br />
banderín a un lado de la cabeza del animal para hacerlo girar.<br />
Mis observaciones me indican que muchos problemas de manejo relacionados con el<br />
personal surgen de fallas en la gerencia o de falta de entrenamiento del personal. En<br />
muchas empresas grandes, he visto que las prácticas de manejo cambian cuando se<br />
contrata a un nuevo gerente. A veces mejoran, pero otras veces empeoran. De mis 20<br />
años de experiencia extraigo la conclusión de que la actitud de la gerencia es el principal<br />
factor determinante del buen o mal trato de los animales. Las mejores instalaciones del<br />
mundo son inútiles a menos que se las maneje bien.<br />
En conclusión, las tres formas de mejorar el manejo del ganado son seleccionar animales<br />
de temperamento calmo, corregir los problemas de las instalaciones que impiden el<br />
movimiento del ganado, y entrenar al personal que trabaja con los animales.