ING. CARLOS G. ENRIQUE WAGNER PRESIDENTE DE LA ...

Estos años hemos asistido a enormes avances en esa materia. Nuestro sector y la economía
argentina cambiaron los paradigmas y superaron un lastre ideológico y cultural que puso en
serio riesgo la continuidad misma de la institucionalidad argentina. Esto no quiere decir que se
hayan terminado ni las fragmentaciones ni las asimetrías, pero sí que se ha dado un paso
enorme, en muy pocos años, en el camino imprescindible de reconocernos como una sola
sociedad, una sola nación que sea capaz de contener las diversidades y crecer juntos por el
bien de todos.
Humildemente quiero decir que la industria de la construcción viene trabajando con estas
premisas ya desde hace unos cuantos años mediante una alianza estratégica con la Unión
Obrera de la construcción, el gremio de nuestros trabajadores, que hoy es un ejemplo de
convivencia y defensa de los intereses comunes. No son pocas las diferencias que a menudo
tenemos que dilucidar, pero la gran mayoría de las veces logramos llegar a un buen puerto,
porque el espíritu de respeto y de racionalidad que nos hermana es capaz de sobreponerse a
cualquier coyuntura.
Me parece también que es éste el ámbito adecuado para reconocer el gran esfuerzo del
gobierno nacional en mantener su política de inversión hacia nuestro sector, que es hoy uno
de los motores de la economía del país y que, como dijimos anteriormente, ha permitido
minimizar los efectos de la crisis financiera mundial en nuestro país.
Pero lo más importante es que ya estamos pensando en el año próximo, el del bicentenario,
con un importante incremento del nivel de actividad. El presupuesto 2010 recientemente
aprobado por el Congreso Nacional contempla una inversión pública por un monto total de
42.000 millones de pesos, monto que es un 21,2% superior al de este año. Esto es de una
importancia crucial para contribuir al crecimiento de la economía para el año próximo.
Además debemos agregar los fondos provenientes de la Anses, que en el orden de los 7.000
millones de pesos se destinarán a completar el Programa de Obras para Todos los Argentinos.
Éste es un gran esfuerzo para desarrollar una política contracíclica de parte de ese organismo,
que también merece nuestro mayor reconocimiento.
Tenemos así una real expectativa de que el sector de la construcción completo, obra pública y
privada, alcance el año próximo una participación en el producto nacional del 13,5%, lo que se
traducirá en dar trabajo a más de 2 millones de personas entre los trabajadores propios del
sector, los directos, los indirectos, los proveedores de insumos y los inducidos. De esta forma
podremos imitar los parámetros de naciones que siempre hemos tenido como modelos a
alcanzar.
También el sector observa con gran expectativa algunas de las interesantes oportunidades de
financiamiento adicional que se generarán con la apertura del canje de la deuda pública, con el