Wilde_Oscar-El amigo fiel
Wilde_Oscar-El amigo fiel
Wilde_Oscar-El amigo fiel
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
7<br />
he dado mi carretilla no te negarías a complacerme.<br />
-¡Oh, si no me niego! -protestó el pequeño Hans-. Por nada del mundo<br />
dejaría yo de obrar como <strong>amigo</strong> tratándose de ti.<br />
Y fue a coger su gorra y partió con el gran saco sobre el hombro.<br />
Era un día muy caluroso y la carretera estaba terriblemente<br />
polvorienta. Antes de que Hans llegara al mojón que marcaba la sexta<br />
milla, hallábase tan fatigado que tuvo que sentarse a descansar. Sin<br />
embargo, no tardó mucho en continuar animosamente su camino, llegando por<br />
fin al mercado.<br />
Después de esperar un rato, vendió el saco de harina a un buen precio<br />
y regresó a su casa de un tirón, porque temía encontrarse a algún<br />
salteador en el camino si se retrasaba mucho.<br />
-¡Qué día más duro! -se dijo Hans al meterse en la cama- Pero me<br />
alegra mucho no haberme negado, porque el molinero es mi mejor <strong>amigo</strong> y,<br />
además, va a darme su carretilla.<br />
A la mañana siguiente, muy temprano, el molinero llegó por el dinero<br />
de su saco de harina, pero el pequeño Hans estaba tan rendido, que no se<br />
había levantado aún de la cama.<br />
-¡Palabra! -exclamó el molinero-. Eres muy perezoso. Cuando pienso<br />
que acabo de darte mi carretilla, creo que podrías trabajar con más ardor.<br />
La pereza es un gran vicio y no quisiera yo que ninguno de mis <strong>amigo</strong>s<br />
fuera perezoso o apático. No creas que te hablo sin miramientos. Claro es<br />
que no te hablaría así si no fuese <strong>amigo</strong> tuyo. Pero, ¿de qué serviría la<br />
amistad sino pudiera uno decir claramente lo que piensa? Todo el mundo<br />
puede decir cosas amables y esforzarse en ser agradable y en halagar, pero<br />
un <strong>amigo</strong> sincero dice cosas molestas y no teme causar pesadumbre. Por el<br />
contrario, si es un <strong>amigo</strong> verdadero, lo prefiere, porque sabe que así hace<br />
bien.<br />
-Lo siento mucho –respondió el pequeño Hans, restregándose los ojos y<br />
quitándose el gorro de dormir-. Pero estaba tan rendido, que creía haberme<br />
acostado hace poco y escuchaba cantar a los pájaros. ¿No sabes que trabajo<br />
siempre mejor cuando he oído cantar a los pájaros?<br />
-¡Bueno, tanto mejor! -replicó el molinero dándole una palmada en el<br />
hombro-; porque necesito que arregles la techumbre de mi granero.<br />
<strong>El</strong> pequeño Hans tenía gran necesidad de ir a trabajar a su jardín<br />
porque hacía dos días que no regaba sus flores, pero no quiso decir que no<br />
al molinero, que era un buen <strong>amigo</strong> para él.<br />
-¿Crees que no sería amistoso decirte que tengo que hacer? -preguntó