Perspectiva Mundial sobre la Biodiversidad 3 - Convention on ...

Ecosistemas marinos y costeros
Siguen reduciéndose los hábitats costeros, como los
mang<strong>la</strong>res, lechos de algas marinas, marismas y arrecifes
de mariscos, lo que pone el peligro servicios
ecosistémicos sumamente valiosos, entre ellos, <strong>la</strong>
eliminación de cantidades significativas de dióxido de
carbono de <strong>la</strong> atmósfera. No obstante, se ha registrado
cierta disminución del ritmo de pérdida de bosques
de mang<strong>la</strong>res, excepto en Asia.
Algunos de los ejemplos más estudiados de <strong>la</strong> reciente
reducción de <strong>la</strong> extensión e integridad de los
hábitats marinos se encuentran en ecosistemas
costeros de gran importancia para <strong>la</strong>s economías
y sociedades humanas. Los hábitats costeros han
soportado <strong>la</strong> presión de muchas formas de desarrollo,
incluidas <strong>la</strong> infraestructura turística y urbana,
<strong>la</strong> cría de camarones y <strong>la</strong> actividad portuaria,
incluyendo el dragado. Esta situación se agrava
con el aumento del nivel del mar, que provoca lo
que podría denominarse “compresión del litoral”.
Los mang<strong>la</strong>res son ecosistemas sumamente productivos
de <strong>la</strong>s zonas de intermareas de muchas
costas tropicales. No sólo abastecen de madera a
<strong>la</strong>s comunidades locales, sino que también funcionan
como criaderos de una amplia gama de peces
y crustáceos de gran valor comercial y sirven de
barreras cruciales de energía, porque protegen a
<strong>la</strong>s comunidades costeras de baja altitud de <strong>la</strong>s
tormentas que se producen frente a <strong>la</strong>s costas. La
FAO estima que entre 1980 y 2005 se perdieron 36
000 km 2 de mang<strong>la</strong>res, cerca de un quinto de <strong>la</strong>
superficie total mundial. El ritmo al que van reduciéndose
los mang<strong>la</strong>res a nivel mundial parece
haber disminuido en los últimos años, aunque <strong>la</strong>
pérdida sigue siendo tan alta que causa gran a<strong>la</strong>rma.
Durante el decenio de 1980, se perdieron en
promedio 1 850 km2 por año. En el decenio siguiente,
el promedio anual bajó a 1 185 km 2 y entre
2000 y 2005 fue de 1 020 km 2 , lo que significó una
disminución del 45% en el ritmo de pérdida anual.
No se ha observado que en Asia, en donde hay un
mayor porcentaje de mang<strong>la</strong>res que en cualquier
otra región, haya una tendencia descendente.
Los lechos de zosteras y algas marinas, que bordean
<strong>la</strong>s costas de todo el mundo, cumplen una
serie de funciones vitales, que no han sido reconocidas
apropiadamente, en los ecosistemas, por
ejemplo, apoyan <strong>la</strong> pesca comercial, constituyen
una fuente de alimento para especies tales como
los manatíes y dugongos y estabilizan los sedimentos.
Se estima que desde el siglo XIX ha desaparecido
un 29% de los hábitats de zosteras y algas
marinas, y que el ritmo se ha acelerado mucho
en los últimos decenios. Desde 1980, <strong>la</strong> pérdida de
lechos de algas marinas y zosteras ha llegado, en
promedio, a unos 110 km2 por año, ritmo de pérdida
comparable al de los mang<strong>la</strong>res, arrecifes de
coral y bosques tropicales.
Las marismas de marea, cuya importancia radica
en que sirven de barrera natural contra <strong>la</strong>s tormentas
y son hábitat para <strong>la</strong>s aves costeras, han
perdido un 25% de <strong>la</strong> superficie mundial que abarcaban
originalmente, y el ritmo actual de pérdida
se calcu<strong>la</strong> entre el 1 y el 2% anual. Las marismas
son ecosistemas especialmente significativos para
<strong>la</strong> eliminación del dióxido de carbono de <strong>la</strong> atmósfera.
Por ejemplo, en los Estados Unidos se estima
que retienen más de un quinto del carbono absorbido
por todos los ecosistemas, a pesar de que
abarcan una superficie re<strong>la</strong>tivamente pequeña.
Los arrecifes de mariscos son un hábitat costero
que se encuentra incluso más amenazado, y
cumplen una función importante porque filtran
el agua de mar y proporcionan hábitat y alimento
para los peces, cangrejos y aves marinas. Se calcu<strong>la</strong>
que a nivel mundial se ha perdido el 85% de
los arrecifes de ostras y que estos están extintos
funcionalmente en el 37% de los estuarios y el 28%
de <strong>la</strong>s ecorregiones.
Se ha estimado que <strong>la</strong> cantidad de carbono secuestrado
por año en los hábitats costeros con
vegetación, como los mang<strong>la</strong>res, marismas y lechos
de zosteras y algas marinas, osci<strong>la</strong> entre los
120 y 329 millones de tone<strong>la</strong>das. La cifra más alta
prácticamente equivale a <strong>la</strong>s emisiones anuales
de gases de efecto invernadero del Japón.
Desde <strong>la</strong> década de 1970, los arrecifes de coral tropicales
han perdido de manera significativa biodiversidad
a nivel mundial. Aunque a grandes rasgos se ha
mantenido estable desde el decenio de 1980, <strong>la</strong> extensión
general de <strong>la</strong> cubierta de corales vivos no ha vuelto
a sus niveles previos. Incluso en <strong>la</strong>s zonas donde se
ha constatado una recuperación local, hay indicios de
que <strong>la</strong>s nuevas estructuras de los arrecifes son más
uniformes y menos diversas que <strong>la</strong>s que solían ocupar
su lugar.
Los arrecifes de coral tropicales contribuyen significativamente
a los medios de subsistencia y <strong>la</strong>
seguridad de <strong>la</strong>s regiones costeras de <strong>la</strong>s zonas
donde se encuentran, incluyendo al turismo que
atrae su belleza estética, los ingresos y <strong>la</strong> nutrición
que aportan <strong>la</strong>s especies de peces que viven
en ellos y <strong>la</strong> protección que brindan a <strong>la</strong>s costas
del oleaje y durante <strong>la</strong>s tormentas.
Aunque cubren apenas el 1.2% de <strong>la</strong>s p<strong>la</strong>taformas
continentales del mundo, se calcu<strong>la</strong> que entre 500
y más de 1 000 millones de personas dependen de
los arrecifes de coral para obtener su alimento.
<strong>Perspectiva</strong> <strong>Mundial</strong> <strong>sobre</strong> <strong>la</strong> Diversidad Biológica 3 | 46