6 7 UNA MUJER MUY BELLA. <strong>Nadia</strong> <strong>Comaneci</strong> no oculta que ha tenido varios retoques de cirugía estética que han potenciado sus virtudes femeninas. miones, a coches, a vivir a escondidas hasta embarcarse hasta los Estados Unidos, donde vivió sus primeras semanas escondida en un motel de carretera con un camionero con el que tenía relaciones sexuales a cambio de cama, palomitas de maíz y refrescos de cola. <strong>Nadia</strong> era objetivo de la prensa internacional, y su benefactor intentaba enriquecerse a costa de su buena obra cobrando por las entrevistas de la famosa fugada. Por fortuna para ella, aquel me- UNA CELEBRIDAD. En 1996 se casó con Bart Conner, un exgimnasta estadounidense, con quien tiene un hijo, Dylan Paul, y distintos negocios relacionados con la gimnasia. cuatro mundiales y doce de Europa, con tres títulos absolutos en este torneo. En las paralelas asimétricas fue la primera mujer en hacer la salida con un doble mortal de espaldas, que también era un paso más en el aumento de dificultad de la época, y en la barra de equilibrios ella hacía normal lo que para el resto era imposible. A partir de esa superioridad en esos ejercicios, cimentó su hegemonía a lo largo de casi una década. Cuando <strong>Nadia</strong> abandonó la competición, en Rumania ya tenían sucesoras, como Daniela Silivas, Caty Szabo… para mantener ese dominio rumano, aunque ya no estuviese Karolyi al frente de la fábrica de las gimnastas. Y a <strong>Comaneci</strong> pensaron darle una salida deportiva. Trabajó primero con las jóvenes de su país, para tener a continuación una experiencia profesional en Canadá, donde sigue siendo una heroína con su título de Reina de los Juegos Olímpicos de Montreal. La niña de los ojos tristes y la mirada huidiza se había convertido en una mujer, y su fama, belleza y carisma, le convirtieron en objeto del deseo de uno de los hijos del dictador Ceaucescu, de quien fue novia durante una larga temporada, aunque se sabía que la gimnasta no era feliz en aquel entorno que utilizaba su imagen para mantener una política que estaba acabando con el pueblo rumano. Nunca lo ha contado abiertamente, ni ha dado detalles reales de su espantada al régimen del dictador, pero el caso es que <strong>Nadia</strong> abandonó Rumania entre el 27 y el 28 de noviembre de 1989. Se escapó por carretera, cruzó de manera ilegal Hungría y Austria para acabar en Estados Unidos. Pero aquella escapada no fue sencilla, y recurrió a subirse a ca- En 1989 se escapó de Rumanía hacia EE UU en un viaje muy difícil: un camionero la retuvo en un motel para su satisfacción sexual y económica durante semanas