JUNIO #89

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ArgentinoCrece
EVENTOS
sede, Argentino no tenía sede. Entonces
a principio de los años 50 la
Sociedad Cosmopolita (Barrio Monterrey)
cierra sus puertas y por estatuto
había que donárselo a alguien, y
decidieron dárselo a Argentino.
Después de esto vino la renegada
discusión de la geografía, había una
condición demográfica como el barrio
Gobato marcadamente por la
cancha, y aquí en el barrio Monterrey
había otra condición demográfica
marcada no tanto por la sede
sino también porque la gente estaba
arraigada y en aquel entonces el 80%
del barrio era de Argentino. Entonces
aparece la posibilidad de comprar
donde está la sede vieja, eso era de
Ruralia.
Hasta acá, un poco la historia.
Hasta 1976 tuvimos una comisión de
obras con la que se hizo el gimnasio.
Desde el 76 hasta el 82, 83 hicimos
mucho en lo que respecta a obras: refaccionamos
la sede e hicimos el
gimnasio, que no tenía más que el
techo. Y al techo lo logramos porque
lo teníamos al "Pelado" Veca que le
habíamos vendido el cine (La Cosmopolita);
él nos pagó con un auto
que se lo entregamos a una gente de
Posse que hizo el techo.
Después empezamos con basquet
en 1977. En ese momento le habíamos
hecho al salón un tipo de cemento,
como el de las calles, así que
había que tener cuidado con caerse
porque si no ¡Dios me libre! Así fue
hasta que le pudimos hacer el piso de
mosaicos, calcáreo rojo, que está
hasta ahora. También hasta con el
color rojo hubo problemas!!!
La obra del Estadio no cabe duda
que es un conjunto de todo esto. Entonces
en Argentino hay un cambio
fundamental a partir de esto; el día
de la inauguración yo veía que había
miradas que se buscaban, como para
decirle al otro: "viste, lo logramos!".
Y si bien ahí había mucha gente que
no había trabajado mucho en lo que
fue la construcción, era gente que
había andado golpeada, que no se le
daba ninguna, golpe tras golpe; entonces
a partir de ahí todo se empezó
a entender. También se dieron otras
cosas: Argentino salió campeón, en
el 92, metimos un campeonato interligas,
se trajo el seleccionado de Bielorrusia.
Así fue un poco la historia de porqué
el Estadio Monte Maíz. Recuerdo
que no teníamos un mango, y
había que hacer unos trabajos de
“marketing”, porque cuando llegó
diciembre de 1985 hicimos, eso lo
hizo Alberto Guzzetti, un dibujo de
todas las butacas y vendimos 145,
148 butacas a cinco años, entonces
cada uno tenía pegado en su auto una
calcomanía con su butaca.
Y todo eso genera sentido de pertenencia.
Pero había una manera
muy particular, había gente que te
caía con tres ladrillos viejos o rotos,
o con alguna yuca y uno lo recibía y
aplaudíamos ese gesto, y ese espíritu
fue lo que ayudó y fortaleció ese:
“¡nosotros podemos!”
El eje principal de todo esto fue la
participación y darle tareas a la
gente.
Para el Estadio hicimos todo a
pulmón; la única mano de obra que
pagamos fue la utilizada los últimos
quince días a los hermanos Masarotti
porque había que llegar si o si con la
fecha. Un caso puntual que no debo
olvidarme es que la carpintería de
Sánchez era nuestra, el taller de don
Bautista Maero era nuestro.
Recuerdo que la gente quería participar.
El problema no era la tarea,
sino poder darle una. A las 8 de la
mañana yo iba a trabajar, pero no iba
yo solo, sino que a la hora de arrancar
éramos diez u once personas,
porque sino era imposible trabajar.
Estábamos en la nada, y en la nada
todo te hace falta. Conseguir los recursos,
pagar a los proveedores, y
disponer de la mano de obra era importante,
pero más importante era
poder armonizar todo ese equipo de
trabajo.
Todo esto se dio porque la gente
aportó muchísimo. Nosotros anduvimos
mucho, había una vocación para
eso, la cabeza pensaba todo el día en
eso, y cada cosa que veíamos era un
agregado a nuestra experiencia.
¿Cuál es su reflexión al respecto
como dirigente de Argentino en
aquel entonces?
Había un fuerte convencimiento
sobre el Estadio, cosa que se fue metiendo
en la gente. Lo que nosotros
hicimos fue puntualmente plantar la
zanahoria, sucede que cuando se
habla de estas obras la mayoría de
las veces no se hacen, no se cumple
ni en tiempo ni en forma, ni el proyecto.
El Estadio tienen algo fundamental,
que es la proyección.
Muchas veces me preguntan: "a ver,
¿cómo lo hicieron?" Y no es sólo
eso, hay detrás muchas historias y
valores intangibles que hoy ya no
hay; había compromiso
¿Qué le diría a quienes colaboraron
en la construcción, a quienes
hoy lo disfrutan y se enorgullecen
de dicho estadio?
Recordar la obra del estadio en nuestro
Club Argentino y por este medio
poder hacerles llegar un saludo a
todos y también a las familias de los
que ya no están, de esa legión de luchadores
natos que con enorme esfuerzo,
sacrificio y humildad
marcaron un extraordinario hito en
la vida del raya, es imposible no
emocionarse y a su vez no estar
feliz en ser uno más de ese grupo,
para hacerles llegar las gracias a
todos los hinchas de esa generación
de los ´80.
Y también quiero dejarle un humilde
mensaje a las nuevas generaciones:
“Cada nuevo día nos
acercamos al futuro, vendrán nuevos
desafios, estoy convencido que
estaras en las filas ayudando a los dirigentes
de hoy o en el mismísimo
lugar donde se deben tomar las resoluciones,
las que marcarán el destino,
hasta alcanzar la puerta de la
gloria”. Tuvimos un sueño… Ya se
esta gestando otro. Por un Argentino
enorme ..!!